Pobrecillo Andrew...

Rebecca 

Cuando terminamos la última reunión, estaba exhausta. Me tomé algunas tazas de café para despejarme, pero no surtieron efecto alguno.

Hasta las cinco de la tarde no vi el mensaje que me había enviado Andrew horas antes:

Andrew: «Mi secretaría se ha ido a casa temprano, así que podemos hablar en mi despacho, si te parece bien… Puedes venir cuando quieras».

Lo recogí todo y me refresqué en el cuarto de baño, con la esperanza de que lo que tenía que decirme no fuera tan grave. Quería realmente sentir que podía confiar en Nathaniel, no quería perderlo todo por ser poco precavida. Cuando me había dicho que le pidió a su padre revocar la cláusula de no confraternizar entre empleados desee lanzarme a sus brazos. Sin embargo, no podía. ¿Qué ocurriría si solo era un capricho para él? &iqu
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo