Nathaniel

1 de Enero, 5’ 40 hs. 

Tenía muy poco tiempo para llegar al aeropuerto, mi corazón latía desbocado de angustia y necesidad. Suspiré y revisé mis contactos. Ahora sabía que ella estaba escapando por una razón, lo que no sabía es que no tenía nada que temer porque mi padre y Scoott tenían las horas contadas.

Revice los mensajes para corroborar que Harvey me había enviado el aeropuerto y el horario de salida del vuelo de Rebecca. 

Presioné el botón de llamada sobre un viejo número y lo sostuve contra mi oreja.

—¿Quién es? —dijo la vieja voz por la línea.

—Hola, soy Nathaniel…necesito un favor urgente. 

—¿Nate? —Había una sonrisa en su voz—. ¿Eres tú?

—Es Nathaniel, sabes que no me gusta que me digan de ese modo. Ya sabes que me trae malos recuerdos. —Rodé los ojos—. ¿Vas a ayudarme o no?

—Bueno, viendo que lo pides tan amablemente y hace tanto que no nos vemos. —Hubo