Mi padre me abandono cuando tenía ocho años de edad y mi madre ha tenido que ejercer la prostitución para mantenerme.Vivimos en Italia en la zona de Sur donde lidera una antigua mafia apodada "La camorra"La familia Salvatore, en particular, emerge como una de las más temidas en esta región. Son la mano derecha de los Rinaldi los líderes de la mafia italiana en el norte de Italia.Nos hemos refugiado en uno de los burdeles más destacados de la zona, donde mi abuela desempeña un papel crucial, casi como la líder del lugar.Las mujeres de mi familia han estado vinculadas a la prostitución durante muchos años. Sin embargo, mi mamá eligió alejarse de este mundo cuando conoció a mi padre. Pero, lamentablemente, cuando él nos abandonó, ella se vio obligada a regresar a esa realidad.Es un lugar exclusivo donde las mujeres trabajan en paz y los clientes son generosos. He aprendido mucho sobre cómo seducir y embaucar a esos hombres. Sin embargo, debido a mi edad y a que mamá desea cuidarme, n
—Diego, mi pequeño tesoro, eres muy glotón — Reí fuerte mientras él bebe el biberón y lo tengo entre mis brazos. Me fascina tener su pequeña cuerpito pegado al mío.Jamás me imaginé cuidar de un bebé, pero he aprendido muchísimo con él.— Pao— Pronuncia él — ¡Exacto! Mi nombre, eres muy inteligente, amor.— Deposite un beso en su mejilla — Amo.— Balbucea Diego.—Sí, mi bebé. Te amo, te amo con todo mi corazón.Diego es un ser diminuto, pero su belleza irradia en cada gesto y mirada. Sus ojos curiosos destilan inteligencia. Aunque su vocabulario se limita a pequeñas palabras, él no habla demasiado.Nuestro momento fue abruptamente interrumpido por la entrada de mi abuela en la habitación. La observé con detenimiento, notando el desdén en su mirada mientras alimentaba a Diego con su pequeña mamila. No es un secreto que ella no quiere a mi hermanito.— Ya te he dicho, Paulina, miles de veces que si te deshicieras de ese niño, tu vida sería mucho más simple. Te quita horas del trabajo.—
Massimo Salvatore.Cuando informaron sobre la muerte de mi padre no podía creerlo; pensé que era una broma. Mi padre siempre había sido un hombre fuerte y temido. Había levantado nuestra mafia desde la nada, convirtiéndola en una de las más grandes del país. Años atrás, cuando era apenas un niño, me enseñó a lidiar con las mafias más poderosas, gracias a nuestra alianza con Rusia, me entrenaron los hombres más despiadados. Fui entrenado por Marko Hoffman el líder del ejército rojo, una de las mafias más temidas de Rusia. Aún tenía cicatrices en mi cuerpo testigos de sus brutales castigos. Fue horrible, a penas tenía cuatro años y murió mi madre por eso él se hizo responsable de mi educación y me envió para que te torturaran y hacerme fuerte.Me han informado que papá celebraba su cumpleaños con socios y amigos, y al amanecer, lo hallaron muerto junto a otros. La única pista: una mujer; me dijeron que era una joven prostituta.No logro dejar de apreciar como observa todo a su alreded
Paulina Ferrer.Pasé toda la noche sin comida ni agua, encerrada y sola. Me esperaba lo peor: torturas, amenazas o algo mucho peor. Pero sorprendentemente, no hicieron nada. No intentaron tocarme ni lastimarme de ninguna forma, lo cual me desconcertó. Pensé que al menos intentarían intimidarme, pero ni siquiera se atrevieron a mirarme.Podría parecer una locura desafiar al jefe de la camorra, insultarlo y burlarme en su cara. Pero era mi única opción para llamar su atención y mostrarle que no soy una víctima indefensa. Quería dejarle claro que no me iba a rendir sin luchar, que haría todo lo posible para protegerme a mí misma y a mi familia. Aunque por dentro estaba nerviosa, decidí mostrarme fuerte. Sabía que los cobardes no tenían lugar en este mundo, especialmente frente a alguien como Massimo Salvatore. No importaba si eras mujer, niño o anciano, el coraje era lo que valía. Así que decidí enfrentarlo con dignidad, dispuesta a morir con honor si era necesario, pero sin traicionar
Massimo Salvatore. Resultaba incomprensible que solo una mocosa de dieciocho años hubiera logrado burlar mi seguridad. Su escape aún no estaba completamente claro, ya que algunas cámaras no captaron el momento. Me informaron que sedujo a uno de los guardias y luego, un individuo apareció, lo mató y golpeó a otro de mis hombres. La denominada "prostituta virgen", como algunos la llaman, demostró ser más astuta de lo que había imaginado. Decidí investigar más sobre ella para entender este enigma, y al profundizar, descubrí la verdad: creció en un burdel desde los ocho años. Regreso con su madre de Rusia, quien resulta ser una prostituta italiana, hija de la dueña de uno de los burdeles que visitaba mi padre. Paulina tiene la habilidad de seducir a los hombres, enloquecerlos con su cuerpo, bailes, sonrisa y caricias. A pesar de su reputación, nunca ha entregado su cuerpo en más de dos años como prostituta En este momento me encuentro en el bullicioso burdel donde Paulina trabaja. Mis
En este instante, mis brazos rodean con ternura a mi pequeño Diego, mi hermanito. Siento la calidez de su cuerpo mientras le doy un abrazo protector, mis labios se posan en sus mejillas, y la risa contagiosa llena el espacio entre nosotros. Agradezco con profundo alivio que en ese momento de caos y disparos, mi Diego estuviera lejos. El maldito de Salvatore lastimó a muchas personas en el burdel.— Pao Mo— Pronuncia Diego.— También te amo, Diego. Eres el amor de mi vida, bebé guapo.— Respondí.—¡Vaya cursilería! No deberías ser tan empalagosa con ese niño.— Mi abuela rodea los ojos.— Este niño es mi mundo, abuela. Es la única persona que me ama de verdad, y todo lo que hago es por él. Siempre le mostraré amor y cariño, así es como mi mamá me crío a mí.— Le recordé.— Eres una cursi, Paulina. En lugar de ser empalagosa con este niño, deberías acercarte al señor Salvatore. Le gustas, y si nos perdonó la vida, en parte es porque le agradas.— Afirma.— Sí, le gusto. Pero no seré su m
Abrí los ojos despacio, pero solo veía oscuridad a mi alrededor. No sabía dónde estaba ni cómo llegué ahí. Recordaba a mi abuela y una extraña transacción. Me di cuenta de que me habían vendido, traicionada por alguien en quien confiaba. Me sentí enferma al pensar en lo que había pasado.Cuando desperté, todavía llevaba la misma ropa. Vi a una mujer acercándose a mí, parecía ser una criada. No sabía qué hacer ni qué esperar de ella. Me sentía atrapada en una pesadilla sin fin, buscando respuestas y una salida.—Soy Natalia, la encargada de preparar a las sumisas. ¿Eres Paulina, verdad?— Se presenta la mujer.— Sí, soy Paulina. Pero no entiendo, no soy sumisa.— Afirmé.— Oh, cariño, eso no importa. El señor Salvatore te compró, y ahora eres una de las nuestras. Debes seguir las reglas.. Así que, preparémonos para tu entrenamiento.— Indica la señora Natalia.Rodeé los ojos —Paulina, necesitas entender las reglas aquí. El señor Salvatore no quiere ser molestado, solo te buscará cuando l
Caminé por los pasillos de la mansión, dos guardias me guiaron hacia una mesa elegantemente decorada. En su superficie, una abundancia de platos exquisitamente presentados esperaban mi atención. El aroma de la comida llenaba el aire y mi estómago gruñía ligeramente, aunque la tensión en mi interior lo eclipsaba.Al otro lado de la mesa, allí estaba él, Massimo. Sus ojos se posaron en mí mientras indicaba con un gesto que comenzara a comer. La exquisitez de la comida contrastaba con la pesadez del momento, creando un ambiente extrañamente surrealista. Mis emociones se mezclaban entre la aversión y la necesidad de complacer sus deseos para mantener cierta calma en esta mansión opresiva.— No creas que con este vestido lujoso y esta cena, ¿me caerás un poco mejor? Porque no dejas de repugnarme.— Advertí.— Ese tono, Paulina. Natalia no te ha entrenado bien. No puedes mirarme a los ojos y mucho menos tutearme. Soy el señor Salvatore y debes respetarme.— Réplica —El respeto se gana, Massim