- Ah… esto sí es vida – opinaba Sophia, quien en esos momentos disfrutaba de un baño de burbujas en la tina con una copa de vino blanco.

Justo en eso sonó su celular, por lo que dejó su copa a un lado haciendo una mueca y busco tomar su teléfono.

- Ash… ¿quién? – se quejó mientras desbloqueaba el móvil y en eso noto que le había llegado un mensaje de Casandra, algo que la extraño porque se suponía que toda la familia estaba en prisión, por lo cual no debía poder enviarle un mensaje.

Por curiosidad abrió el mensaje para ver su contenido, ya que no sabía si era ella quien estaba usándolo o un policía chismoso.

El mensaje decía: oye contesta, necesitamos que nos ayudes a salir de la prisión.

Sophia dice: ¿y cómo sé que eres tú y no un impostor?

Casandra dice: soy yo, obviamente.

Sophia dice: demuéstramelo.

Casandra dice: te puedo recordar que nos exigiste pagarte tu cuenta del hospital como parte de nuestro trato para que juntos arruinemos a Débora.

Sophia: ok… eres tú y dime ¿cómo rayos