CAPITULO 2

CAPITULO  2

Alana  camino pensando  los reclamos que vendrían al llegar a la casa de su abuelos,  la  única que la comprendía era su hermana ,  Emma.  Es cierto que cuando conoció  al Ceo cayó rendida de amor por él en la universidad, este  apenas noto su  presencia   porque estaba casado en ese entonces con  la calculadora de Paula Roldaño,  esa mujer era bonita pero una zorra que tenia un piso bien recorrido.  Cualquiera que supiera que había rechazado al ceo Lombardo  estuviera tachándola de loca.  Pero  nadie sabe lo que ella esta sintiendo en estos momentos.  Su familia si acaso  podría llegar a fin de mes,  es por eso que este matrimonio los beneficiaria ,  sobre todo con una apariencia como la que esta tenia,  usaba lentes,  camisas grandes y faldas largas que tapaban su cuerpo.  Era  lo menos femenina posible para  cualquier hombre. Con su fisíco no  podía volver ha aspirar a un hombre como  Adriano. Sin embargo,  un hombre rico y apuesto  toco su puerta para  ofrecerla en matrimonio.

Cualquiera otra en su situación  hubiera aceptado a la primera  pero  no  iba a permitir ser tratada como  un yegua  de cría. El ceo tenia que entender que ella  es una mujer que piensa, desea y  no esta dispuesta a complacerlo siempre.  Estaba equivocado si pensaba tener una mujer sumisa en su cama que aceptara sus condiciones.

Se apoyo en el tronco del árbol donde estaba caminando  para detenerse a pensar. Sin embargo, sintió como el clima cambio en ese instante pasando se las manos por su cuerpo, sintiendo un escalofrío en su cuerpo. Cuando volteo se dio cuenta de porque  la sensación.

Vio bajar del auto al  hombre que le roba sus pensamientos, no entendía el porque  estaba aquí. Si fue lo suficientemente clara. A pesar de verlo en revistas, personalmente era otra cosa.

Su aura masculina dejaba sin aire a todas las femeninas que lo veían, aun recordaba la primera vez que lo vio,  en la universidad su corazón  latia  muy fuerte cada vez que lo miraba.

Alana  lo conoció cuando tenia 18 años, en ese instante le pareció el hombre mas interesante y guapo deslumbrándola. Aunque no era la primera vez que lo veía, siempre salía en revistas, televisión y periódicos con información  empresarial de todos sus logros a tan temprana edad, sin el apoyo de su padre.  Fue considerado como uno de los Ceos mas jóvenes a sus 18  años, en sus empresas  de Telecomunicaciones  y software de seguridad.

Pero desde que dio aquella conferencia en su universidad,  no pudo quitárselo de la cabeza. Los presentaron unos días más tarde,  pero fue suficiente para que ella quedara encantada con él. Obviamente este  jamás se fijo en ella, porque en esos momento estaba casada con la infiel de Paula. 

Al comienzo pensó que sus sentimientos por Adriano solo eran un capricho de adolescente pero poco a poco descubrió que eran todo lo contrario. Con el tiempo se convirtió  en sentimientos mucho  mas fuertes,  en lo que ella solo  seguía su trabajo desde  las sombras, deseando algún día llegar a trabajar en el área informática de su empresa. Su amor se convirtió en algo mas maduro y hermoso que no pudo seguir negando. Era amor de verdad. Aunque este no fuera de ella. Adriano la atrapo con su inteligencia y su caballerosidad. Poseía un magnetismo que lograba conquistar a todo el que estuviera en su mundo. Se mostraba cinico, frío, arrogante y astuto  ante los demás. Declamando un aire de autosuficiencia  que  nadie podía negar  a lo que este decía.

Alana observo como  ese hombre se acercaba a ella  lentamente  y su corazón empezó a latir rápidamente.

¿Cómo negarse a un hombre como él?    Debería estar loca- pensó.  Pero  esta sabia muy bien cuan dañado estaba su corazón y  pensaba en la forma de reparárselo. Lo amo antes y ahora lo ama todavía.

Alana vio en como  esos años, aquel hombre que conocío se transformo con la traición de aquella bruja, fue testigo desde la distancia de la transformación y  la devoción que este sentía por su mujer y que esta lo traicionara de la peor manera lo marco. Hubiera querido ser su consuelo en aquellos momentos de dolor, un hombre para apoyarsem y una compañera que siempre iba a estar a su lado. Pero todo aquello era un sueño imposible. Adriano se había aislado del mundo y se instalo en su mansión en Madrid, lejos de los comentarios mal intencionados..Los rumores siempre estuvieron presente después de lo sucedido donde decían que el ceo,  se volvió  un adicto al trabajo,  se dedico a compensar a su padre todo lo malo que hizo en su  juventud donde este lo desprecio  por su falta de amor.

Su único apoyo eran sus dos mejores amigos, su padre y su tía. La enfermedad de su  padre hizo que este volviera a la empresa como ceo de la empresa Lombardo, dueño de grandes cadenas de hoteles y restaurantes a nivel mundial pertenecientes al dinero de su  padre. Como heredero absoluto.

Este sabía la vida que estaba llevando su  hijo por lo que le pidió que se volviera a casar y tener un  heredero a quien pudiera dejarle su herencia,  ambos se reconciliaron. Fue algo muy leve lo que se mostro en la prensa.  Todos estaban a la expectativa de a quien escogía para cumplir el sueño de su padre enfermo.

Por eso cada semana, seguía las noticias de su vida por las revistas y periódicos del corazón donde investigaban la vida  empresarial y amorosa de él . Cada vez, eran noticias de una mujer distinta en su cama.  No hacia falta entender que este no tenia ningún tipo de interés en ellas.  Para él solo  eran un acoston de una noche. Y si te visto no  me acuerdo.  Muchas deseaban llevar el apellido Lombardo y sus millones pero ninguna era la escogida por el ceo.

Hasta que su padre le salió con esa solicitud que no pudo negarse. Y de todas las mujeres me escogió a mi por rendir los requisitos del ceo.

Su cuerpo esbelto y musculoso, estaba rodeado de una camisa sencilla y unos vaqueros que dejaban a relucir su  hombría. Cualquiera caería en sus encantos.Era más guapo de lo que recordaba. Llevaba el pelo peinado hacia atrás. Poseía un porte que no cualquiera tenia.

Alana estaba muy nerviosa sentía que el corazón se le iba ha salir en cualquier momento,  la actuación apenas comenzaba si deseaba conquistar al ceo.  Tenía que empezar en ese instante,  le sonrío.

-Buenas tardes,  no esperaba encontrarlo por aquí.

Adriano  la miro intensamente,  los rasgos de ella  la hacían la mujer perfecta para sus planes.

.-Yo tampoco, esperaba recibir un plantón  hace tres horas. Tenia la intención de terminar con esto señorita Xanders. Pero usted decidió no presentarse, cosa que me he visto la necesidad de buscarla para que podamos hablar personalmente.

Ahora que lo tenia tan cerca,  debe ser un pecado de la naturaleza ser tan atractivo. En su rostro se podía notar la molestia que tenia porque ella  lo  hubiera hecho venir hasta donde estaba. Poseía unos ojos azules rasgados hermosos.  Su mirada era tan penetrante que cualquiera pudiera sentirse intimidado.

Su piel es perfecta y brillante. Alana tuvo que usar todo su autocontrol para no dejarse seducir por la mirada de él.

-Mi abuelo era el encargado de terminar todo por mi- le contestó tranquila ¿Acaso no le comunico mi respuesta? Le preguntó.

-Si, - le contesto Adriano- Pero preferí venir hablar personalmente contigo sobre lo que nos compete.

-Bien, parece que  ignorara la respuesta de mi abuelo, ¿Qué le hace pensar que hablando conmigo , cambiare de parecer? Además creo que un matrimonio no  podría funcionar entre nosotros. Desde que llego a nuestra casa lo único que se ha dedicado es que se haga su voluntad al hacerme aquella propuesta. Trate de hablar con usted pero no mostro ningún interés. Manejo esto como si estuviera comprando una casa o un coche,  menos  le importo lo que yo tuviera que opinar o decir. No me dejo otra manera para captar su atención que esta.

Adriano la miro con furia.

-Sabia que había algo detrás señorita Xanders- comunicó. Bien ahora podemos hablar tranquilamente  sus puntos. La escucho.

-Se lo que quiere de mi- le dijo Alana- Pero usted no sabe lo que deseo de usted. Hasta que no este dispuesto a satisfacer mis necesidades o mis deseos no  habrá matrimonio alguno.

-¿Qué cree que deseo de usted, señorita Alana?  -Preguntó este con los brazos cruzados.

Alana lo sabia perfectamente. Una de las sirvientas que trabajaba en su casa era conocida suya y le había contado que su  padre  le  pidió  un nieto para saber que su  legado no se iba a perder, después que este falleciera. A pesar, de que este se negaba rotundamente a darle su heredero.  Su padre decayó los últimos meses, y este por remordimientos a su actitud cuando su padre le confeso que siempre lo ha querido, y que lamentaba no haber sido el padre que este esperaba. Ese día se reconciliaron y le prometió cumplir su último deseo pero seria a su manera. De ninguna manera pensaba volver a cometer el mismo error, otra vez.

Los lombardo  era una familia importante de todo Europa, seria muy tonto aquel que se atreviera a ir contra los principios de esa familia. Es por eso , que ella no estaba dispuesta a ser una yegua de cría. Si te he visto ni me acuerdo. Seria bajo sus condiciones.

--Le repito la pregunta- dijo Adriano impaciente- ¿Qué cree que deseo de usted?

-Un  heredero y nada de problemas-

-Vaya- ¿Qué sorpresa?- le contesto Esta muy enterada de mis deseos.

-¿Cómo odiaba que sonriera de esa manera tan cínica? Le daba un aura mas intimidante y peculiar.

-Asi es, no me pida que le diga cual fue mi  fuente porque no se la  dire.

-No se la pediré, si es cierto  mi padre quiere un nieto y se la dare,  además no he sido el mejor  hijo por eso estoy dispuesto a complacerlo antes de que fallezca.

-En otras palabras, me considera perfecta para ser su cria de yegua.

Adriano se molesto.

-Deberia controlar su carácter,  puede ser molesto y poco adecuado para una señorita como usted.

Adriano  sabia que su vocabulario era mucho peor,  pero no soportaba cuando la gente quería llevarle la contraria  y hasta ahora no  había ninguna mujer que se negara a él y sus deseos.  Por eso  estaba dispuesto a todo para conseguir que  Alana fuera su esposa.

-Le aseguro que puedo ser mucho menos delicada   y directa aun… Se que tiene una amante distinta en Madrid a la cual, ve cada vez que lo necesita.  A parte sale con las que necesita mostrar en público y las que no necesita simplemente las desecha.

-De donde haz sacado todo esto- preguntó irónico-

-Insisto en no revelar mis fuentes-

Adriano curvo sus labios en una sonrisa cínica.

-¿Quiero dejarle claro que no pienso seguir sus exigencias?

-¿Cómo dice?

-Se que a pesar de todo usted amo, a su primer esposa, la dejaba aquí para irse a la capital a trabajar- le contesto.

Adriano la miro con furia.

-Jámas hablo de mi primer esposa. Y si quiere que nuestro trato sea cordial será mejor que lo olvide.

-Disculpe- se dio cuenta que se metió en un lado que aun  le duele al ceo,  había mucho camino que recorrer.

-Pero no  hablaba de su primer esposa, sino de sus costumbres de abandonar a su mujeres.

-¿Qué es lo que realmente desea?

-Quiero dejarle claro que no estaré dispuesta a estar aquí, en su rancho, Mientras usted se da la vida en la capital.

Adriano la mira fijamente.

-Bien, entre sus exigencias es que no se quedara aquí y que va mantenerme vigilado  por si tuviera un comportamiento reprochable, ¿Qué supongo que tienen que ver con  mujeres?  Me imagino que esta no será nada mas la exigencia que me va a solicitar.

-Alana suspiro internamente por lo que le esperaba con el ceo.

-Exacto, tengo  más exigencias-  lo miro firmente.

Adriano se quedo mirando fijamente a la mujer que se atrevía a desafiarlo con la mirada,  algo le decía que iba a disfrutar de este matrimonio contractual.

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