CAPÍTULO III PLATICANDO CON SU PADRE

         Se levantó temprano, se bañó todavía sentía bien adolorido su cuerpo, cuando paso la toalla por el cuello, sintió el ardor, se le había olvidado que tenía la marca, lo que no entendía era como era su mate si ella era humana, se supone que las razas no se pueden mezclar, era una de las dudas que tenía que investigar con su papá en la tarde le llevaría la carta que recibió, porque después de tanto tiempo querían saber de ella y conocerla.

              Llego justo a la escuela saludo al guardia de la entrada.

              Buenos días don Carmelo como amaneció.

              Muy bien señorita Keyla, como fue su fin de semana.

              Un poco ajetreado fui con Zoé a una fiesta, aunque estuvo algo aburrida, pero como quiera ves gente diferente a la de todos los días.

               Qué bueno que se divirtió mire ahí viene la señorita Zoé.

               Buenos días don Carmelo, amiga como estas.

               Bien.

               Entraron a la escuela.

               Oye a qué horas te fuiste de la fiesta, por mas que te busque no te encontré.

               Me fui como a la hora, realmente estaba la fiesta muy aburrida, se oía mejor la de enseguida, nada más que no conocía a nadie sino me viera ido para allá. No pensaba decirle nada todavía a Zoé.

              Pues fíjate que después empezaron a llegar más gente, la fiesta termino a las 4 de la mañana.

              Mira te voy a ser sincera descanse como nunca, su vocecita le dijo que mentirosa eres, pero está bien todavía no es el tiempo de que se entere.

             Esa voz no la dejaba, tenía que investigar si tenía alguna descendencia de licantropía.

             Bueno vamos a trabajar.

             Los niños siempre le sacaban una sonrisa, eran tan inteligentes a tan temprana edad, la clase consistió en aprenderse los colores, al final todos los supieron identificar, les puso un juego.

            Haber van a pasar por turnos les voy a decir una adivinanza y me van a decir que color es.

           Al final todos pasaron y todos tuvieron premio, tendría que comprar 23 regalos para dárselos.

           Por fin termino el día.

          Hasta mañana don Carmelo.

         Hasta mañana señorita Keyla. 

         Que vas a hacer hoy amiga.

              Voy a la casa de mi papá a verlo.

              Bueno que te vaya bien.

              Se fue a ver a su papá, en el camino contemplo el paisaje los prados estaban hermosos, como le gustaría correr por ahí, su voz dijo es que no me dejas salir, cuando lo hagas vas a ver lo bello que es.

              Llego a la casa de su padre andaba afuera regando sus plantas, las especiales las tenía dentro de un vivero, con aire frío tenía su regulador de clima.

             Hola papá como estas.

             Hija que milagro estas bien.

            Si y tú.

           Bien, pásate voy a poner agua, quieres café o té.

           Un café me caerá bien.

          Y a que debo tu visita siempre vienes los fines de semana.

          Es que me llego esta carta y no sé qué hacer.

          Su papá la vio y la leyó, cuando te llego.

          El viernes pero como no había checado la correspondencia hasta ayer, realmente es tía mía.

         Si lo que no entiendo es porque quieren contactarte, ya que cuando fui expulsado del palacio juraron no ponerse en contacto conmigo ni con cualquier miembro de mi familia, algo tuvo que pasar para ello.

             Yo no quisiera hacer algo que te vaya a perjudicar, puedes tu encargarte de investigar cual es el fin, el conocerlos dependerá de lo que tu sepas.

            Voy a escribirle a tu tía haber que me dice, no he tenido conocimiento de que mi hermano haya fallecido, es lo único que podía pasar, según me entere no tiene descendencia, por lo que el que sigue en la línea sería yo.

           Tú crees que sea eso, jamás me contaste como conociste a mi madre.

           Tú mamá y yo nos conocimos una de esas veces que yo caminaba por el bosque, ella le gustaba recoger hierbas para realizar medicinas, algunas las vendía a otras personas en  el pueblo, mis padres ya tenían concertado mi matrimonio, pero me enamoré de tu mamá por lo que rechace tal compromiso, tus abuelos se indignaron y me dijeron que si decidía seguir con ella me fuera del palacio y jamás regresará, tome la palabra y lo hice.

              Al poco tiempo naciste tú, jamás volvía a saber nada de ellos, inclusive cuando tu madre murió antes me pidió que fuera a ver a mi gente, pero le dije que si no me buscaron en tantos años no tenía por qué irles a rogar.

              Pues sí pero es raro que después de tantos años, quieran saber de nosotros.

              Voy a ponerme en contacto con mi hermana para ver qué es lo que quiere, a la mejor con el paso de los años se les ha ablandado el corazón, no te miento me gustaría verlos, me imagino que mis padres ya murieron.

              Ahora tengo otra duda por parte de mi madre, tengo parientes.

              Nunca lo supe hija tu mamá guardaba muchos secretos, ella vivía sola en una casita a mitad del bosque, ahí vivimos mucho tiempo, solamente una vez le pregunte, solo me dijo que su familia estaba muerta, no sé qué pudo ella haber hecho para que sus parientes la desterrarán.

        Su actitud siempre fue la misma todo el tiempo, no tenía cambios de humor.

       Solamente cuando había luna llena ella salía a pasear, y regresaba muy tarde siempre me dijo que jamás la siguiera.

         Entonces sus sospechas eran ciertas posiblemente su mamá era una mujer lobo, su voz interior le dijo muy pronto vas a descubrirlo.

         Eran las únicas veces que lo hacía, no has checado entre sus cosas si hay algo de sus antecedentes.

        No lo voy a hacer, terminaron el café ya se estaba haciendo tarde.

       Bueno padre me voy a ir no quiero que me agarre más la noche.

       Si hija ten cuidado.

       Se encamino por el sendero vio al cielo la luna estaba en cuarto creciente todavía faltaba para que llegará la luna llena, que estaría haciendo en ese momento su mate, la recordaría a pesar de que era mitad humana, mitad lobo.

        Llego a su casa, en la obscuridad se vio una silueta que la observaba entrar y se dio la vuelta. 

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