Defendiendo a los míos

Narrado por Reyzel

Confirme con mi ama de llaves, que es Keira, la chica que me rompió el corazón hace diez años, yo la reconocí, pero no me cabía en la mente encontrarla en mi propia casa trabajando para mi.

Dejo de lado averiguar porque esta en estas condiciones, porque el brillo que tenía se le fue, esta diferente.

Tengo que concentrarme en el gran proyecto que tengo en mente, un magnífico gran hotel vacacional de cinco estrellas cerca de las playas de Miami, decidí unir los tres que tengo allá y convertirlo en esa idea, estos fueron los primero que construir, les daré una nueva vista.

Soy dueño de la candela de hoteles “Durand King´s” donde llegas y te tratan como un rey no importa la posición social que tengas.

Paso toda una semana junto a Valentino recibiendo ofertas de personas que quieren invertir en la renovación y respuestas de los que están dentro, siempre he tenido una suerte indescriptible, todo lo que quiero se convierte en realidad, los proyectos que hago salen bien.

Para celebrar que mi gran idea se llevará a cabo el mes que viene, planifico una cena con todos los socios que participaran, llenos del mejor licor y la comida más exquisita, es un momento muy especial y hay que celebrarlo en grande.

— Bienvenidos sean todos a mi hogar — los saludos a las diez personas que serán parte de esto, menos mi querido amigo que tuvo un viaje de emergencia de sus otras compañías — quiero primero brindar por este gran proyecto que hará que nuestro dinero crezca mucho más — todos chocamos las copas de champán.

A la hora pautada empiezan a servir la comida y se me hace imposible no mirar a Keira que pasa con la cabeza abajo sin mirar prácticamente a nadie, me doy cuenta que tiene un semblante triste.

— ¿Para dónde vas cariño? — escucho a uno de los socios a mi derecha y levanto la cabeza ya que había empezado a comer — déjame ver que escondes debajo de esa falda — me sube la rabia viendo como está tocando a Keira, es repugnante, lo identifico, es uno de los nuevos, pero tambien noto que ella está muy asustada, diría que va entrar en pánico..

— ¡José! — le llamo alto y claro — ¡No acepto ese comportamiento en mi casa!, las personas que trabajan aquí no son putas, para eso ve a un burdel — me enferman las personas que son así.

— Pero está bien buena, ¿no dejarías que pase aunque sea una noche con ella?, le pagaré muy bien — esas palabras hacen que enfurezca más, será cabrón el m****a ese.

— Hazme el favor de retirarte de mi casa — digo con calma, tratando de tranquilizarme y no caerle a golpes al barrigón ese.

— Sr. Borgobello, disculpe a mi amigo, creo que ha bebido de más — lo defiende el socio que me lo presentó.

— ¡Que se largue!, si quieres lo puedes acompañar, pero sabes lo que eso significa — le amenazo.

Este solamente se dirigió a su regordete amigo indicando que lo hiciera, estoy seguro que no quiere perder las ganancias que tenía por su vil comportamiento.

— ¿Usted me está echando por una cualquiera? — arremete el señor barrigón con furia.

— Es mi empleada, y a ellos se le respeta, no me importa si ese es el tipo de trato que usted da — escupo ácidamente — no quiero hacer tratos con usted, espero que no se vuelva acercar a mí o si no lo lamentará.

Y con eso último al fin se larga de mi casa, odio a los que le faltan al respeto solo porque están debajo de ellos.

Veo como Keira se retira casi corriendo del comedor, me dan ganas de seguirla y preguntarle si está bien, pero no lo hago, no me acerco a ella ni esta noche ni en las siguientes.

Además creo que ella ni me reconoce.

Al final la cena termino antes de lo acordado, pero no me importaba, quería ver si Keira estaba bien, aunque sea de lejos.

Estaba paseando por el jardín, buscando disimuladamente, al menos es lo que quiero aparentar, hasta que la veo a los lejos hablando con uno de mis vigilantes, me escondo, porque él está preguntando lo que quiero saber.

— ¿Estás bien? — preguntó Liam, es uno de los más jóvenes del equipo — Si… No… eso creo — suspiró al final, las manos se le notaban temblorosas.

Liam se le acercó un poco más y les cogió las manos, eso hizo que Keira se tensara como las cuerdas de una guitarra, cosa que llamó la atención de Liam y decidió mejor soltarla, no me gustó que la tocara, ¡Dios! ¿Qué estoy pensando?

— Ese hombre es una desgracia, que bueno que el señor no es de lo que dejan que humillen a sus empleados, él siempre nos defiende.

— Al menos tiene algo bueno — comenta ella y yo frunzo el ceño..

— ¿A dónde vas ahora?.

— Me voy a mi habitación.

— Pues descansa, si necesitas algo, no dudes en pedírmelo — le dijo mientras le pasaba una mano por el brazo, a ese tipo si le gusta estar sobando, él cree que ella es un pan.

— Gracias — ella vuelve a bajar la cabeza y se va a paso rápido.

Ella no es la misma chica que conocí, para nada.

Y para nada esta bien, se que pasaron muchos años, pero el tener rencor no es algo que me acompañe, me gustaría saber que le paso, porque esta así y si puedo ayudarla en lo que sea, lo haria, lo nuestro paso hace mucho tiempo, era un joven enamoradizo y ciego, ahora ya soy un adulto que se da cuenta cuando una persona esta mal o esta en problemas.

Si ella se deja ayudar, lo haré sin pensarlo dos veces, porque aunque me haya roto el corazon, nunca podria ser una mala persona.