—¿Dhaadhaa? ¡Dhaadhaa!

—Así es, corazón, papi ya está en camino.

Kathy tiene en su regazo a Ava, aprovecha para hacerla saltar ya que esa criatura, madre de Dios, tiene más energía que ella y todos los bebés juntos.

—¿Extrañas a Papi tanto como yo?

Ava ríe, cómplice, cómo si entendiera y sigue saltando.

Un segundo después, escucha que la puerta es abierta y entra su esposo junto a Dyson.

Casi quiere hacer un berrinche porque en cuanto apareció por esa puerta, su estómago hizo una voltereta como si nunca antes lo hubiera visto tan guapo. Porque es verdad, está demasiado guapo, el cabello recogido hacia atrás, dándole un aspecto sobrio pero casual, camisa negra ajustada en sus bíceps y un poco abierta en el pecho, mostrando parte de sus pectorales.

¡Maldito! ¡Cómo se atreve a ser tan guapo!

—Esposa mía—susurra—. Hija.

Entrecerró los ojos con sospecha. ¿Easen tiene los ojos cristalizados?

Antes de que pudiera verlo mejor, se abalanzó sobre ella, abrazándola con fuerza.

—Te…—Dios, es más