CAPITULO 6

La noche había llegado rápidamente el movimiento de vehículos llamó la atención de Amara, pero esos asuntos no tenían nada que ver con ella, para su suerte tenía en manos su celular así que decidió abrir las redes sociales, pero para su desgracia el celular no tenía carga de tarjeta Amara no tuvo más opción que salir de la habitación, pero al primer paso que dio fuera de ella tropezó con alguien vestido completamente de negro.

¿A dónde vas? - La voz de Alexander siempre contenía un toque de maldad.

Mi celular no tiene carga estaba yendo a la cocina por un vaso de leche - Respondió honestamente la mujer.

Pasame el celular, rápido Amara no tengo toda la noche - Los guantes negros del hombre llamaron la atención de Amara, le pasó el móvil y ahí se dio el atrevimiento de observar al hombre que estaba vestido completamente de negro incluso tenía unas gafas que ocultaban perfecta sus ojos azul cielo y una gorra, Amara estaba tan concentrada detallando la perfección de hombre que tenía delante así que no se había dado cuenta que Alexander estaba observandola con el ceño fruncido.

Amara - Eres muy distraída llevo 30 segundos hablándote, toma ya esta conectado a la red inalámbrica de la Base, pórtate bien - Con aquellas palabras Alexander siguió su andar dejando a la mujer un poco sonrojada.

Señor, está todo listo ya Carol esta esperando por usted en el Vehículo- Explicó el Guardaespaldas a Alexander.

El hombre subió a la camioneta y se dirigieron al sitio en dónde estaba esperando el cargamento.

Alexander, me tienes muy olvidada - la voz chillona de Carol hizo que Alexander rodará los ojos.

Carol, lo nuestro es sexo sin compromiso.

Dudo mucho que esa chiquilla te haga sentir lo que yo hago sentirte - Carol no había dejado que Alex terminará su frase cuándo la mujer dijo aquellas palabras.

Carol, no seas dramática eres mi amante, mientra de dote de dinero y lujos no tienes por qué estar quejándote cómo una esposa por que claramente no lo eres, te prohíbo que vuelvas a dirigirte a mi en ese tono, antes recuerda quién soy yo y por qué estás aquí, y si ya lo has olvidado puedo refrescarte la memoria.

Alex, no seas tan duro - Carol apretó los puños no podia creer que Alex aún no olvide cuál es la razón por la cuál ella está con él.

El tinglado estaba en las afueras de la Ciudad les llevó 1 hora con 20 minutos llegar en los suburbios, las botas Militares eran necesarias después de todo, hombres fuertemente armados esperaban por Alexander.

La mercancía ha llegado señor- Informó un subordinado, Alexander Santoro se introdujo hasta la construcción abandonada.

Siempre es bueno saber que estamos cerca del Demonio de la Mafia - La voz de un hombre mediante la luz de la Luna infiltrada levemente dejaba ver la figura de un gordo, Andrés Fisher un poderoso exponente del Narcotráfico Estadounidense.

De allí no pasan, nadie está calificado para verme, ya Alexander tenía una máscara, y la voz un poco más gruesa - Hagamos negocios antes de que la Policía y el FBI vengan por nosotros.

Por supuesto Santoro, tus hombres ya corroboraron la mercancía no falta absolutamente nada.

Este es el dinero acordado - 5 hombres de Santoro alzaron 5 maletas al abrirlas el dinero estuvo visible ante los ojos de Andrés Fisher.

Bien Demonio, trato cerrado- Andrés no era tonto sabía que hace rato sus hombres ya pertenecían a Alexander y que un movimiento en falso el que saldría perdiendo es él, con Alexander Santoro nadie puede y todos eran conocedores de eso.

15 minutos más tarde se escucharon las sirenas del vehículo Policial - Esto está mal - Carol no podía negar estar asustada.

 Cortaremos el camino nos adentraremos en el pantano y las Malezales - Alexander tomó el control del Vehículo que transportaba Las Armas. Los subordinados eran fieles a su legado morir por la Mafia tenían tatuados en el corazón, las camionetas se hundían lentamente, las Patrulleras no se animaron a entrar sabían que de las Malezas que tenía un pantano oculto y peligroso nadie salía con vida.

Segundos después el todo terreno de Alexander volvió a emerger, dos de las camionetas eran suprimidas lentamente, pero Alexander Santoro nunca dejaría que uno de los suyos muriera sin antes luchar por el.

Los que ya pudieron salir empezaron a lanzar las cuerdas 20 minutos después lograron sus objetivos, las camionetas se perdieron, pero aquello no era importante, pero para Alexander era importante salvar la vida de quien es leal a el.

Señor, gracias- Dijeron los hombres, pero antes de que Alex hablara comenzó un tiroteo, aquello no estaba en los planes de nadie.

Cúbranse- Los disparos no cesaron, hasta que el pequeño bosque quedó en total silencio.

Volvamos ya - Ordenó Alexander, los vehículos que lograron salir hicieron rugir sus motores, hasta que media hora después salieron en la carretera, las llantas rechinan llegar a la Base del Inframundo era lo más importante.

Dos horas después los portones y los guardias anunciaron la llegada de Alexander, siendo las 1 de la madrugada.

Cuándo Alexander salió del vehículo la sangre que brotaba del abdomen asustó a Carol y a todos, nadie se había dado cuenta de que Alexander había sido herido - Bebé, estas herido - Expresó gritando Carol

Los subordinados se dieron cuenta, pero Alex ya había caído al suelo.

Rápido subanlo hasta la habitación- Ordenó Carol, el miedo en los ojos de la mujer era evidente.

¡Por Dios que le ha pasado? Preguntó horrorizada María al ver el rostro pálido de Alexander.

Fuimos atacados en el recibimiento del cargamento hubo un tiroteo y le dieron al Jefe - Informó uno de sus hombres.

Rápido muchachos coloquenlo en el sofá- María empezó a movilizarse mientras que Carol llamó a David Müller para que viniera de inmediato.

Amara que se encontraba en su habitación había escuchado el alboroto, así que decidió salir, cuándo observó la sangre manchando el suelo la asustó, pero cuándo vio a Alexander extendido en el sofá desangrándose su sorpresa fue mayor.

Pero al observar cómo todos estaban rodeando al hombre dejándole más sin aire la mujer decidió interrumpir - Apartense, están obstruyendo el aire- La voz de Amara sorprendió a todos.

Tú no eres nadie para ordenar aquí- Carol estaba a segundos de sacar las garras.

Carol, cálmate no es momento de hacerte la fiera - María interrumpió-  además la señora tiene razón, así que apártense un poco.

¿Señora? La ira inundó el corazón de Carol al escuchar la manera en que María se dirigía a la joven de ojos verdes.

Amara también se acercó, pero las manos de alguien la agarraron fuertemente del brazo - Apartate de mi hombre- La voz de Carol era aterradora y la fuerza que ejercía en ella era dolorosa.

Yo soy su esposa, la que debería apartarse eres tú- Una manera elegante de terminar una discusión era el estilo de Amara Mendoza.

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