¡Feliz cumpleaños a ti! ¡Feliz cumpleaños a ti! mi mamá y todos los empleados me están cantando cumpleaño. Ellos usan gorro de fiesta la señora Ofelia me hizo un pastel rosado y unos dulces muy ricos.
Mamá me compró un vestido nuevo y los empleados me dieron regalos. Ceci me llamó en la mañana al celular de mi mami para felicitarme... mi tía Ruth también me llamó.
Así transcurrió mi cumpleaños.
Aunque todavía no he podido olvidar esas palabras del Joven Ignacio...
Fueron como un calmante para mi dolor.
Flashback
Ignacio Besnier, me abrazó una mano la coloco en mi espalda y la otra sobre mi cabello. Mientras me decía:
—Estoy aquí Camila llora todo lo que desees... No estás sola yo estoy contigo —su tono de voz es suave y sus brazos me hacen sentir segura y más tranquila. Era la primera vez que él me llamaba por mi nombre, lo decía de una manera tan tierna.
—Antes de irme me dijo —Mañana quiero verte en el salón de piano a las seis ¿puedes?
—¿A las seis para que?
—Mañana lo sabrás sólo ven.
—Está bien —respondo y asiento con la cabeza.
...
Me preguntó ¿Para que él quiere verme a esa hora?
Falta todavía dos horas para las seis cuando ya es la hora subo la escaleras y voy a hacia allá. Al llegar él está sentado en el balcón como puede sentarse ahí él sabe que estamos en tercer piso es peligroso.
—Hola joven —me acercó donde él está.
—¿Cómo te sientes pecosa? —pregunta.
—Bueno yooo, no me llamo pecosa —el ríe al escuchar eso.
—Entonces la pecosa cumplió nueve años —dice con una pequeña sonrisa.
—Si joven, ¿qué edad tiene usted?
—Tengo diez, el mes que vienes cumpliré los once, soy prácticamente dos años mayor que tú —habla con una sonrisa de boca cerrada.
Él se baja del balcón y se para frente a mi. Saca algo del bolsillo de su Jean, es una cajita pequeña color turquesa.
—¡Feliz cumpleaños pecosa!—exclama mientras me da la caja.
La tomó y la abro, ahora soy yo la que sonríe. Son unos aretes tienen forma de piano, con una pedrería preciosa de color ámbar; incrustados en el medio.
—¿Te gustan?
—¡Si joven, son hermosos gracias! —le respondí emocionada.
—Yo te los coloco —su voz tembló al decir eso no se porque.
—Está bien joven.
El los sacó de la caja y me los puso cuando se me acercó podía oler su perfume es muy agradable. Lo detallo su cabello es rubio medio, con unos reflejos claros naturales.
Sus ojos son color verdes, pero cuando se molesta he notado que se le oscurecen.
—Te quedan lindo pecosa —comenta con una pequeña sonrisa.
—Gracias joven ¿le puedo hacer una pregunta?
—Si dime.
—¿Por qué estos días no lo he visto casi?
—él vuelve a sentarse en el balcón colocando su manos, a los lados.
—He, estado en práctica de fútbol y hoy en la tarde tuve un partido, pero perdimos —dice un poco triste.
—¡Se que la próxima vez ganarás! ¡Y que también ganarás el campeonato!
—exclamó y él sonríe.
—¡Gracias por las porras! —responde, y yo también sonrío.
—Pecosa, por el partido fue que no pude estar presente cuando picaron el pastel.
Entonces no era que él no quería ir, sino que tenía que jugar un partido.
¿Será que si le pido que sea mi amigo acepte?
—¿Oye en qué piensas? —pregunta.
—¿Ahhh joven le gustaría que fuéramos amigos?
—Él me da una pequeña sonrisa —No se déjame pensarlo, lo más seguro es que te diga que no.
—Entiendo bien debo irme adiós. —Mi voz suena algo apenada, me volteo para irme.
Bajate de la nube Camila, no hay motivos para que él quiera ser amigo tuyo. Pienso eso, hasta que su voz interrumpe mis pensamientos.
—Camila se mi mejor amiga y yo seré tu mejor amigo —me volteo cuando lo miro él tiene... una pequeña sonrisa.
....
Han pasado dos meses. La navidad llegó y las calles están cubiertas de nieve. ÉL joven Ignacio y yo en nuestro ratos libres, siempre estamos jugando videojuegos, viendo películas de Disney en su cine privado o yo estoy tocando el piano para él. En fin nos hemos vuelto muy cercanos, siempre estamos riendo y también compartimos mucho con Elior y Bradley.
Mi madre siempre me dice que no le agrada nuestra amistad.
...
Al siguiente día, la mañana se fue rápido ví unas tres materias. Cuando llegó a la mansión mami no estaba, ella pidió el día libre para ir, a comprarme unas cosas.
—¿Señora Ofelia tiene algunos dulces de esos que me gustan?
—Si mi niña linda —responde con una sonrisa.
Ella abre la nevera y saca un vasito y me lo da con una cuchara.
—Gracias —le digo con una sonrisa.
Adelaida entra a la cocina se para frente a mí y dice —Camila la señora Besnier, pidió verte —su tono de voz es serio como siempre.
—¿Quién es la señora Besnier? —pregunto.
—La abuela del joven Ignacio, come eso después vamos, no le hagas esperar.
Coloco mi vaso sobre la mesa y salimos de la cocina, subimos la escalera y vamos hacia la sala que está en el segundo piso.
Llegamos a la sala de amplias ventanas dónde estan varios muebles y cuadros grandes que decoran las paredes. La sala está llena de muchos regalos hay bolsas y cajas en envolturas preciosas. Casi toda ha sido ocupada por ellos.
Está una señora sentada en un mueble, su ropa es un falda azul oscuro, que hace juego con una camisa de seda color beige lleva puesto tacones altos, ella está muy seria.
Su cabello es plateado y su piel tan blanca tiene los ojos verdes... tan bonitos como Ignacio. Una cara perfilada, de facciones delicadas.
—¿Ella es Camila? —le pregunta a la señora Adelaida.
—Si es ella, señora Victoria .
—Por favor déjanos solas.
La señora Adelaida sale cerrando las grandes puertas de la sala que se divide en dos.
—Camila siéntate —ordena seria, me siento frente a ella. Quedando en el medio una pequeña mesa, con algunos adornos.
—¿Sabes por qué está aquí?
—No señora.
—Quería conocerte porque mi nieto me ha hablado mucho de ti.
—Él me dijo que tocas muy bien el piano. Espero pronto tener la oportunidad de oírte tocar —dice seria
—Claro señora, cuando quiera tocaré para usted —ella con su manera de hablar y de vestir derrochar elegancia. Me siento como si estuviera antes alguien de la realeza.
—Camila, no sé cómo lograste ser tan cercana a Ignacio. El es muy obstinado y solo sus amigos, Elior y Bradley lo soportan. ¿Me imagino que ya los conoces?
—comenta sonriendo.
—Sí señora los conozco ellos son muy amables.
Ella se levanta y busca una caja grande que está en la mesa, está forrada de papel color dorado. Con un hermoso lazo en el medio
—Me la da y dice —Es para ti ábrela —me mira con una pequeña sonrisa.
La abro es una chaqueta blanca con rayas rosadas en la etiqueta dice. A /X Emporio Armani.
—¿Es para mí? —le pregunto sonriendo
—Si es para ti —responde, de una manera tan dulce. Su rostro paso de ser serio a alegre.
—Gracias, muchas gracias —le digo con una pequeña sonrisa.
...
Ya es de noche no ví a... Ignacio hoy, ya no lo llamo joven él me dijo que lo podía tutear en fin no lo vi.
Pero escuche al ama de llaves, decirle a la señora Ofelia que él está muy feliz porque su abuela vino a pasar las navidades aquí.
Al día siguiente mamá me compró un vestido muy lindo para nochebuena y otro para año nuevo.
Voy al tercer piso me dijeron que la señora Besnier me mandó a llamar. Cuando llegó está en la sala con Ignacio.
—Hola Pecosa —me dice con una pequeña sonrisa —Hola Ignacio —le respondo en un tono de voz suave.
—Es un gusto tenerte aquí Camila —comenta la señora Victoria.
—Buenas tardes —le digo con una sonrisa.
—Pecosa, mi abuela quiere oírte tocar.
—Está bien —me siento frente al piano y abro el pentagrama. En una de la sinfonía de Beethoven.
Comienzo a tocar para ellos, la abuela de Ignacio me mira sorprendida ella está sentada en el sofá. Ignacio está parado junto a su abuela, él me observa con una mirada indescifrable.
Autora: STEFI
Hermosas que les pareció este capítulo. No se olviden de y comentar y seguirme, gracia por su apoyo.🌹🤗
Ofelia Es invierno, están cayendo la gotas de lluvia son gruesas. El frío que está haciendo afuera es fuerte. La visita de la señora Victoria Besnier, fue algo imprevisto. Aunque ella viene unas dos veces al año, había dicho que no vendría está navidad. Y no dijo el motivo, pero creo era porque estaba tratando de resolver ese asunto que tanto preocupa a esta familia. Pienso que entre cielo y tierra no hay nada oculto. Algún día, la señora Victoria y la presidenta tendrán que revelarle al niño Ignacio el secreto o los secretos, que ellas ocultan. Esta noche de lluvia y de invierno me recuerda ese día en la mansión de Francia. Él niño Ignacio lloró tanto... la muerte de su padre. Duró días sin comer, sin dormir, sin querer salir de su habitación. La pérdida de su padre fue muy doloroso para él. Dos semanas después de la muerte de su padre. Mando a llamar Adelaida y a mí. Nos preguntó que sí queríamos, venir a vivir a Nueva Y
Camila Diez años después uff, muchas cosas han pasado ya estoy en mi último año de secundaria. En una preparatoria que es solo para señoritas. Les cuento que el señor Diego parece estar pretendiendo a mi madre. La señora Ofelia sigue siendo muy amable conmigo y con mi madre. En cambio, la señora Adelaida continúa siendo odiosa, creo que nunca le voy agradar y no entiendo porque si no le hecho nada malo. Mi mama ahora es auxiliar de cocina en la mansión, eso es un alivio para ella porque le gusta mucho cocinar y le aumentaron el sueldo. ¡Ah! ¡Ceci, sigue siendo mi mejor amiga! Le gusta vestirse de negro, hacerse tatuajes, colocarse piercing y vive teniendo citas pero siempre le rompen el corazon sus relaciones tienden hacer muy tóxicas. Varias veces la he consolado cuando la lastiman. La abuela de Ignacio vive en Francia pero nos visita dos veces al año, es como otra abuela para mí. Ella me trata con mucho cariño me
Calló al oír eso ella tiene razón, a mi memoria vienen los recuerdos de ese día. Flashback Todavía recuerdo esas vacaciones de verano, tenía dieciséis y Ignacio dieciocho. Estaba haciendo tareas, cuando me llego un mensaje de él. * Pecosa, vamos con mi amigos a la isla privada de Elior. * ¿Cuando Ignacio? * El viernes en la tarde. * Preferiría no ir, no quiero hacer sentir incómodo a Elior. *Irás conmigo, tranquila que Elior ya lo superó. Me tardó unos minutos para responder, el me vuelve escribir. * ¡¿Responde Oh te comieron el táctil los ratones?! ¡¿Oh soy tan aburrido que ya te quedaste dormida?! * No sé Ignacio, no voy a ir. * No me gusta salir sin ti ¿Oh prefieres que invite a otra chica? Después no te quiero molesta si voy con alguien más. El sólo ver su mensaje y " pensar que va a salir con otra chica" me pone de malas. * Está bien voy a ir contigo. *
Camila Cuando me volteó lo miro es Ignacio, está sin camisa su cuerpo cada vez está más moldeado, el tiene abdominales muy marcados, solo carga puesto una bermuda verde que resalta sus hermosos ojos verdes... Su piel luce tersa, tiene unos hermosos tatuajes que decoran su brazo y pecho. Parece que se ha dado una ducha, tiene el cabello húmedo y por eso se le ve más oscuro. Se acerca a dónde estoy él es más alto que yo. Yo me levanto del piso rapidamente —Hola Ignacio —lo saludo aunque me provoca reclamarle, ¿por qué no me llamas y me escribes acaso ya no soy tu mejor amiga? ¿Qué te pasa? ¿por qué cambiaste tanto? Pero sólo lo pienso porque no tengo el valor de decírselo. —¿Cómo estás pecosa? —pregunta mirándome con una pequeña sonrisa. Se me acercó tanto que pude mirar su rostro claramente a pesar de la oscuridad él pone su... dedo en mi labio y lo pasa suavemente y su contacto están exquisitos y me trae... Recuerdos que quisiera poder borrar porque solo soy una tonta que cometi
Ignacio Falta poco para terminar la práctica, si anoto habrá empate le doy una pequeña sonrisa al maldito de German, que siempre me hace mala cara en especial cuando mi equipo y yo le ganamos. Miro a Elior el tiene el balón, levantó las manos para que me haga el pasé, Santiago le roba el balón a Elior. Pero ahora yo sé lo quitó a él y este es mi momento de meter un Golazo de los que tanto me gusta, que Jon el portero ni cuenta se da. Enseguida los de mi equipo no alegramos pero Germán está serio se nota que le dolió el Golazo.
Camila Hoy en la clase de literatura, el profesor nos mandó a leer un libro y dijo que podíamos escoger el que quisiéramos, yo me voy a leer el de Don Quijote de la Mancha. Ceci me imagino, que escogerá lo mismo que yo. Es que a ella le da pereza leer. Entonces siempre le hago un resumen de lo que leo. Para que ella pueda pasar su examen. Si ella es perezosa para leer, pero para matemáticas es la más brillante de la clase. Cuando salimos de clase me dice —¿Ya escogiste el libro que leerás? —Si, escogore Don Quijote de la mancha —le digo en un tono de voz suave. —¿haras mi resumen? —pregunta arqueando la cejas. —Sí y tú me ayudarás con mi tarea de matemática —le digo con una pequeña sonrisa. —trato hecho señorita —dice en un tono suave. —¿Qué tal tu cita de ayer? me imagino que estabas de paseo con un chico, porque te escribí y no me contestaste —le digo con una sonrisa. —Si bueno, fui a tomar una bebida con Gustabo, un hombre que conocí en el bus. Me dijo que tiene vei
Ignacio Estoy sorprendido y algo asustado, ¿es que, quién quiere ser padre con veinte años? En fin le devuelvo la llamada a Barbie. —¿Cómo que tienes un retraso tu me dijistes que te estabas cuidando? —le contesto serio. —No se que paso cielo yo me estaba cuidando. —Mañana vamos al médico quiero que te hagas la prueba de embarazo. —¿Que vamos hacer si sale positivo y estoy embarazada de ti? Me coloco la mano en la cabeza, pasándola por mi cabello —Barbie eso lo hablaremos después que veamos los resultados —le cuelgo. No se que hacer, Camila va odiarme, la presidenta va desheredarme y mi abuela va a golpearme. ¿Qué hago? Estoy perdido, le timbró a Elior no respondes, le timbró a Bradley tiene el móvil apagado. Para que tiene móvil, si no van a contestar. Que m*****a frustración siento, en qué lío me metí. No ahora sí me van a matar mi abuela, Camila y la presidenta. Quisiera contarle a Camila lo que me está pasando. Antes le contaba todo y eso me hacía sentir bien, me daba
Camila Su cara está cerca de la mía, pero el volteo su rostro y no me besa solo me abraza. —Ignacio alguien puede vernos —le digo nerviosa. Porque los de seguridad están dando vueltas por la mansión. Intento soltarme de él pero no me deja. Le hace seña con la mano de adiós, para que se vaya a uno de los de seguridad. Que estaban por ahí, volteo y el hombre alto y musculoso se va. Mientras, él me sigue rodeando mi cintura con la otra mano. El mira su reloj, que es un Rolex resistente al agua y dice —Son más de las once pecosa, todos los empleados deben estar durmiendo. Y vuelve poner su cara en frente de la mía yo le acaricio su mejilla lentamente, el cierra sus lindos ojos verdes. Puedo ver que ya no está tenso. Se que esta relajado. Luego los abre, y me sonríe bajo mi mano. La coloco a mi alrededor en el borde de la piscina. Porque no quiero cruzar la raya y besarlo solo nos miramos, no sé en qué momento. Pero como siempre... parece saber lo que estoy pensando. En pocos seg