Capitulo 1

No puedo dejar de mirar a ese hombre, es... hermoso, pero tengo que disimular porque mi padre volteo al sentir nuestra presencia, ambos hombres se pusieron de pie, ya que sin darme cuenta habíamos seguido caminando rumbo a ellos y ya habíamos llegado a su lado.

―Espero no ser una molestia ―digo con una tímida sin sonrisa evitando hacer contacto visual con el enigmático hombre que me hace temblar.

― Tu jamas seras una molestia hija mía ―responde mi padre acercándose a mi.

Cuando mi padre se coloca a mi lado y observa al rey enigmático me atrevo a levantar la vista para detallarlo mejor, lo que me hace pensar que si esto no es amor a primera vista no se que es.

―Osmar, te presento a mi hija Evelyn, a su amiga Abigail, y a Octavio ya lo conoces del consejo por supuesto ―habla mi padre cordialmente mientras alterna miradas sospechosas entre el rey y yo, lo que me da miedo, porque mi padre puede tener ideas muy locas, además de ser muy caprichoso para llevarlas a cabo, y una de ellas era conseguir que una pareja se formara y que ambos estuvieran enamorados, pero algo en lo que venia fallando ya que no obviamente no podemos sentir amor.

Estrecho la mano de Osmar y casi babeo cuando me dedica una radiante sonrisa. lo que aun mas me hace sospechar del porque están reunidos aun mas cuando el rey esta a punto de casarse y aun no tiene novia, y yo no creo que tenga que ver con el consejo ya que temas que tienen que ver con los reinos solo se discuten dentro de la sala de reuniones y con todos los miembros presentes, además de que por muchos siglos ah estado todo en orden. No pude evitar mirar mas de la cuenta al hombre, porque ya hasta me resulta perturbador que sea tan guapo, ese cabello pelinegro y que se ve sedoso, sus ojos azules profundos y esa piel que parece de porcelana que hasta dan ganas de acariciarlo ya que claramente se ve que tiene grandes músculos que se tensan debajo de su ropa.

¡Pero bueno! Debo dejar de fantasear con ese tipo frente a todos aquí tan descaradamente, hasta creo que tan guapo no es... esa sonrisa que tiene podría hacer cometer locuras a cualquier mujer, pero yo no soy cualquier mujer y mi gente debe tener a la hija de su rey con los pies bien firmes sobre la tierra. Los vampiros somos una raza con muchos valores, respetamos mucho las apariencias y especialmente la realeza, nosotros debemos mantener las formas aun mas altas.

―Es raro tenerlo por aquí siendo que nunca había venido, a una visita claro esta ―dijo dudoso Octavio.

―Esta aquí por el asunto de que esta buscando una novia ―explica mi padre mirándome haciendo que mi cuerpo completo se tense, pero cuando su mirada se dirige a Octavio y puedo ver una disculpa en sus ojos mi cuerpo se tensa aun mas si eso es posible. además de que Octavio tensa la mandíbula y Abigail abre los ojos sorprendida, es como si todos estemos sospechando los mismo en silencio.

―Me gustaría hablar con usted en privado ―le dice Octavio a mi padre mientras observa Osmar.

―Tal vez mas tarde, ahora podríamos darle una bienvenida a su majestad, hay que recibirlo como se merece ―dice Abigail y le agradezco con la mirada que atrase un poco algo que no quiero saber, porque estoy segura que Octavio lograría que todos nos reuniéramos en el despacho de mi padre para hablar este tema incomodo.

―Tiene razón Abigail, debemos recibirlo, ya ustedes podrán hablar después ― secundo a mi amiga tratando de que mi padre no la ignore como siempre hace.

―Esta bien ―acepta entre dientes Octavio y forzando una sonrisa mientras se acerca a mi y coloca su mano en mi cintura haciendo que Osmar mire ese lugar con cierto enfado, lo que no se porque, pero me gusto, porque lo hacia ver celoso.

―Nos reuniremos prontamente Octavio ―hablo por primera vez ese hombre con una voz profunda que me erizo completa y estoy segura que Octavio lo noto porque me miro entre confundido y enfadado.

Mi padre decidió romper un poco ese tenso y raro ambiente que se había formado haciéndonos a todos tomar asiento, pero yo solo quería irme de allí lo mas pronto posible.

―No deja de verte ―me dice Abigail al oído disimuladamente.

―Eso me incomoda ―le respondo de la misma manera.

―No entiendo como alguien que esta tan ocupado buscando novia y liderando un territorio tan extenso se toma tiempo para visitar otro reino ―habla Octavio haciendo que todos llevamos la mirada a el, porque su tono claramente fue venenoso.

Osmar dirigió inmediatamente la vista hacia mi haciendo que me asuste, porque a pesar de que me mueve toda, es un hombre que tiene un porte fuerte que domina y da escalofríos.

Yo no puedo creer que este hombre haya venido acá por mi, no puede ser, a pesar de que el amor no existe, esperaba encontrarlo, mi padre siempre mantuvo la esperanza de que pudiéramos sentir de nuevo ese sentimiento tan hermoso.

―Bueno... ―hablo mi padre ya que Osmar no respondió y solo se me quedo viendo― porque no le llevas a una habitación y lo ayudas a instalarse Evelyn ―me quede mirando a mi padre sorprendida por haber dicho eso, ahora yo no podía negarme.

―Bien... ―suspire rendida luego de cruzar miradas con mi padre, pero se me ocurrió una idea― ¿porque no nos acompañas a llevar a nuestro invitado Abigail? ―dije inocentemente.

―¿Porque ir dos personas con nuestro invitado? ―me fulmino con la mirada mi padre y supe que no debía seguir tratando de evitar su orden.

―Tienes razón ―fuerzo una sonrisa poniéndome de pie mientras observo a Osmar que se levanta junto a mi con una sonrisa ladina que me dio escalofríos.

―Por favor ―dice extendiéndome su brazo muy cortezmente haciendo que Abigail suelte un suspiro mientras lo acepto sin mas remedio bajo la atenta mirada amenazante de mi padre que nunca utilizaba.

Entramos al castillo y comenzamos a recorrer escaleras y pasillos.

―Creo que en esta habitación estará muy cómodo ―digo parando frente a una puerta mientras puedo sentir su mirada de... ¿deseo?.

―Estoy seguro que así sera ―responder sin dejar de verme pero esta colocándose justo frente a mi soltando mi brazo a tomar mi mano― estoy seguro que estará muy bien ―habla lentamente acercándose cada vez a mi.

―Mmmm... creo que ya no esta hablando de la habitación ¿o si? ―respondo insegura.

―Eres mi prometida ―termina de pegarse a mi.

―¿Porque yo? ―pregunto en apenas un murmullo.

―Porque yo escogí a la mujer mas hermosa y perfecta de los cuatro reinos, y esa eres tu ―respondió lentamente.

―Estoy segura que habrá mujeres increíbles en su reino ―digo alejándome un poco de el y de manera insegura me voy por el pasillo dejándolo parado en la puerta, porque a pesar de todo; me gusta su cercanía y eso me asusta.

No existe explicación lógica que diga porque ese hombre me escogió a mi y mi padre haya aceptado, estoy confundida, soy la única heredera al trono de mi padre, y el reino de Osmar es el mas lejano, a diferencia de el de Octavio.

―¿Que sucedió para que estés así? ―me cruzo por el camino a Abigail.

―No... lo... se ―digo confundida mientras sigo mi camino.

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