capítulo 4

Nate

There's a firefly

Loose tonight

Better catch it

Before it burns this place down

And I lie

If I don't feel so right

But the world looks better

Through your eyes[2]

La escuché cantar mientras caminábamos hacia el centro de información, quizá nos encontrábamos con su tío ahí, miré el mapa del acuario para ubicarme, una vez supe dónde tenía que ir me encaminé hacia allí.

—¿Cuántos años tienes Kai?

—Voy a cumplir seis pronto.

—Guau eres una niña grande.

Sípirili.

—¿Por qué te perdiste?

—Quería ver a las medusas, me gustan mucho y tío Ry estaba hablando con un chico, así que fui sin decirle y después no lo vi más.

—No debes hacer eso, puedes perderte.

—¿Tú eres mi amigo?

¿Qué le decía?

—Mira, allá está el centro de información — llegamos hasta el lugar y una chica llamada Amaui empezó a hacerle preguntas a Kailani. Busqué rápidamente el significado de su nombre…Mar y cielo, el color de sus ojos.

—¿Entonces tu tío se llama?

—Ry…

—¿Te sabes el apellido, preciosa?

—Nop, pero mi mami se llama…— dejé de escuchar a la niña por que justo en ese momento mi celular empezó a sonar —Ella trabaja con los…— Era Jess. Y sabía que no podía dejar el celular sonando una vez más.

—¡Baby! — odiaba cuando me decía ese ridículo apodo —No he sabido de ti en todo el día ¿Revisaste la lista de invitados? Mamá quiere saber si no quieres invitar a nadie más, una vez se pase — A lo lejos escuché a Amaui llamar a Ry por el micrófono diciéndole que Kai lo esperaba en información —Nate ¿Me estás escuchando?

—Hola linda, estoy ocupado ahora, dile a tu madre que no voy a invitar a más nadie, solo mis jefes, Brit su esposo y mi madre…Sí, solo las quince personas que te pasé Jess — ella parloteó algo sobre cómo afectaría que dejara a alguien por fuera —Jessica estoy trabajando— Nuevamente llamaron al tal Ry por el micrófono por lo que me alejé un poco manteniendo la mirada en Kai.

—No quieres ayudarme, no te interesa nada acerca de la boda, en ocasiones como esta me pregunto por qué me propusiste matrimonio.

«Únete al club linda, a veces yo también me lo pregunto.»

—¡Nate!

—¡Porque te quiero! Pero me estás volviendo loco Jessica, me da lo mismo casarme con servilletas negras o con servilletas blancas, me da lo mismo si el vino es de la cosecha del 76 o de la de hace tres años… ¡O si las putas tarjetas llevan la m*****a bandera del orgullo gay!

—Apuesto que preferirías una jodida boda en Las Vegas con un maloliente Elvis.

«Jo der, cuando te pones así nena, obvio que sí»

Recuerdos de mi boda con Charlotte inundaron mi mente, estaba ebrio hasta decir no más, pero recordaba cada detalle de esa noche.

La escuché sollozar en el teléfono y tiré de mis cabellos antes de girarme dándole la espalda a Kai y Amaui. —Jessi, cariño… No llores amor, simplemente te quiero a ti, —ella siguió hablando de mi poca participación en los preparativos. De que no entendía mi actitud, llevé mis dedos al puente de mi nariz, intenté hablar con ella, pero siguió reclamándome y sollozando, la dejé que se desahogara y cuando estuvo más tranquila fue mi turno para hablar —amor, deja de llorar, tienes que entender que soy un hombre nena, realmente lo único que me importa es que el día de la boda llegues al altar, me importa muy poco si estás vestida de blanco o de azul, porque yo, solo te quiero a ti. —tomé una larga respiración. —Ahora estoy ocupado y estos días voy a estar más ocupado, habrá ocasiones en que no pueda contestar mi celular, no es que no quiera es que voy a estar atareado. Regresaré a casa el martes y te ayudaré, te lo había prometido y cumpliré. — Me giré de nuevo para ver a Kai, pero ella ya no estaba y Amaui estaba ahora atendiendo a un par de turistas coreanos. — Jess, linda tengo que colgar —dije acercándome al mostrador —Sí nena, no tengo más invitados, estoy seguro… Adiós. —colgué el teléfono y lo guardé en mi pantalón nuevamente.

—Hola. — Amaui me pidió un momento y terminó de atender a los turistas antes de darme una sonrisa —¿Dónde está la niña que estaba conmigo?

—Oh, hola, su tío vino por ella, estaba buscándola como un loco, igual ya habíamos contactado con la madre, gracias por traerla aquí.

—¿Se fueron hace mucho tiempo? — No podía ser, no había durado más de dos minutos escuchando los lamentos de Jess.

—No, de hecho, ahí van …— señaló a un hombre alto con espalda ancha y cabello rubio.

—Gracias Amaui, intentaré alcanzarlos para despedirme— dije antes de empezar a seguirlos, Kai iba entre sus brazos y él parecía reñirle por algo, un grupo de niños me impidió el paso, pero intenté no perderlos de vista, el grupo pasó mientras veía al hombre abandonar el acuario. Traté de acelerar el paso, pero cuando quise salir no los vi por ningún lugar, agudicé mi vista buscando a la niñita que me había robado el corazón con sus hermosos ojos, a lo lejos vi al hombre frente a un auto azul eléctrico, había una mujer de espaldas delante de él, su cabello estaba atado en una coleta y tenía a Kailani alzada como un monito… A lo mejor era la mamá. Él hombre le dio un abrazo y luego abrió la puerta trasera del auto para ella antes de correr a colocarse frente al volante. Antes que pudiera llegar hasta ellos para decir adiós el auto arrancó perdiéndose en la transitada vía.

Charlie

—¡Mami! —el dolor en el pecho desapareció cuando vi a Kai de la mano de Ryan mientras salían del acuario. Había hecho que el taxista violara todas las leyes de tránsito con tal de llegar lo antes posible a Waikiki, mientras sentía que el pecho iba a estallar, el corazón me latía tan rápido que pensé que en algún momento se me saldría del pecho, los segundos se me convertían en horas y era como si el taxi no avanzara lo suficientemente rápido, era la primera vez que algo así sucedía y me alentaba el hecho de saber que Kai sabía el nombre de mi trabajo y dónde me encontraba. Iba a matar a Ryan, a desmembrarlo lentamente empezando por su jodida polla.

Salí del taxi planeando cómo podría llenar la piscina del edificio con vinagre para sumergirlo después que picara su cuerpo con un jodido cortaúñas, pero todo pasó a segundo plano cuando escuché la vocecita de mi hija, cuando la tuve entre mis brazos y su calor rodeó mi cuerpo. La alcé y ella se aferró a mí como un mono araña enredando sus brazos a mi cuello y sus piernas a mi cintura, besé sus cabellos antes de encontrar la mirada avergonzada de mi amigo.

—¡En qué demonios estabas pensando! —grité cuando estuvo frente a mí.

—Nena, deja...

—¡Nena y un demonio Ryan!

—Charlotte, no fue mi intención, no hagamos esto delante de la niña, puedes despellejarme vivo si quieres en la casa, solos tú y yo...

—Mami —Kai sacó la cabeza de la curvatura de mi cuello y colocó la palma de sus manos en mis mejillas, por un segundo me perdí en la profundidad de sus ojos azules, mi mente vagó años atrás cuando observaba a Nate de la misma manera, cuando me perdía en el mar de sus ojos —No es culpa del tío Ry, yo quería ver las medusas.

—Kailani —ella sabía que cuando decía su nombre completo era porque estaba enojada —No debes alejarte, bajo ninguna circunstancia, Kai, pudiste perderte...

—Por qué no vamos a casa —Dijo Ryan dándome un abrazo, asentí mientras él abría la puerta de mi auto, me senté atrás con Kai en mis piernas, no quería perderla de vista quería mantenerla siempre junto a mí. Ryan se sentó en silencio y encendió el coche, saliendo a la carretera y metiéndose en el tráfico.

Me dediqué a acariciar el cabello de mi niña mientras lanzaba miradas jodidamente furiosas al retrovisor cada vez que Ry hacía contacto visual conmigo.

Una vez en el apartamento, arrastré a Ryan hasta la cocina. Y conté mentalmente hasta diez mientras lo esperaba con los brazos cruzados, Kai había buscado su libro de dibujos y estaba coloreando sobre el comedor.

—¡¿En qué rayos pensabas?! —dije entre dientes, ya no quería sobresaltar a la niña—¡Es una niña Ryan! No puedes dejarla sola.

—Yo no la dejé sola. Dios, no me has dejado explicarme.

—Estaba asustada.

—Yo también, yo también estaba muy asustado, ella tenía hambre así que fui a comprarle algo de comer, acepto que me entretuve con Greg

—¡Greg! Te distrajiste por un hombre—llevé las manos a mi cabello peinándolo hacia atrás mientras sentía la rabia retomar con fuerza en mi interior—Dios Ryan...

—No fue así, cómo crees que podría hacer eso, me duele que siquiera lo pienses. La perdí de vista cinco segundos, ¡solo cinco! Cuando me di cuenta que no estaba me volví loco buscándola, creo que mi alma volvió al cuerpo cuando escuché mi nombre por el altavoz—se acercó a mí colocando sus manos en mis brazos —Lo siento, lo siento mucho, créeme que solo la descuidé cinco segundos, estaba comprándole una salchicha, pensé que esperaría... ¿Podrás perdonarme? —hizo un puchero y no pude evitar darle un par de pellizcos, aunque era imposible que le hiciera daño pues su cuerpo era duro y tonificado, se alejó de mí un par de pasos—¡Eso es maltrato!

—Y dale gracias a Dios que no pasó nada porque pensaba sumergirte en  una piscina con vinagre luego que hiciera laceraciones en tu cuerpo con un cortaúñas…

Ryan se estremeció y luego alzó sus manos acercándose de nuevo hacia mí.

—Seré más cuidadoso.  

—¿Qué te hace pensar que volverás a salir solo con ella?

—¡Me estás jodiendo!

—¡Ugh no! Tienes que ser más cuidadoso, Kai es hiperactiva, curiosa, se escabulle rápidamente.

—Créeme, he aprendido la lección.

—Quédate aquí, tengo que hablar con ella.

—Por favor mami, no vayas a regañarla... —hizo uno de los pucheros de Kai lo que lo hizo acreedor a un manotazo.

—Tiene que aprender a no alejarse, se lo he dicho—intenté sonar enfadada, pero Ry me dio su sonrisa a medio rostro. —Quédate aquí. —salí de la cocina y me senté al lado de Kai en el comedor, mi niña me sonrió antes de tomar al color rojo para pintar una rosa.

—Kai... Necesito que me pongas atención un momento.

—Estoy castigada mami... — ella me miró girando su rostro hacia un lado.

Respiré profundamente y acaricié sus cabellos —lo que hiciste estuvo mal y tú lo sabes ella se vio levemente arrepentida —escúchame bien luna de mi vida, nunca, nunca puedes alejarte de la persona que esté contigo, menos cuando estás en un lugar público, no puedes estar sola Kai porque...

—No estaba sola mamá... Encontré a Nate.

Nate. Mi cuerpo se congeló completamente ante la mención del nombre de mi ex, ajena a lo que pasaba en mi interior Kai siguió hablando.

—Nate es mi amigo, nos conocimos en Starbucks, cuando fuimos a buscar al tío Ry, él estaba comiendo lo que tú comes mami y Ángela me había dado un unicornio. —obvié el hecho de la bomba de azúcar que Kai había consumido y obligué a mi corazón a calmarse y preguntar antes de dejar que el pánico se apoderara de mí, vi a Ryan salir de la cocina y fingir que estaba revisando su celular, acerqué más mi silla a la de Kai mientras ella delineaba el contorno de la rosa…

—Nate es un… ¿Un niño?

—Nop, —soltó el color y tomó uno verde. —Es grande y guapo como el tío Ry…

—Gracias nena —Ryan le guiñó un ojo y ella le guiñó los dos.

—¿Me hablas un poco más de Nate?

—Es mi amigo…— repitió un poco irritada —me encontró en el acuario y me llevó con la señorita Amaui, pero luego llegó el tío Ry y él se fue.

—Okay amor, sigue dibujando —No podía ser, no podía ser el mismo Nate, había miles de hombres con ese nombre, Nathaniel era un nombre común y corriente dejé un beso en el tope de la cabeza de Kai y corrí hacia mi habitación, Ryan me siguió. Di vueltas sin saber qué debía hacer. Diciéndome a mí misma que el mundo era enorme, que solo era una casualidad.

—Deja de darte contra la cabeza, hay unos mil Nate en el mundo.

 —Tú… ¿Tú lo viste?

—No, ella estaba solo con la señorita de recepción cuando la encontré.

—¿Y si le pregunto cómo era?

—Creo que te estás ahogando en un vaso de agua, y también creo que estás tentando a la suerte, deberías llamarlo.

—¡Dónde demonios lo voy a llamar! —mi voz se alzó un poco y me obligué a mantener la calma, pasé la mano por mi rostro y luego por mi cabello. —¿Qué voy a decirle? Sabes Nate, cuando firmamos el divorcio no quería que nada me uniera a ti, pero un mes después pasé con la cabeza metida en el inodoro y después de ir al supermercado y tomar todas las muestras de embarazo que pude pagar con cien dólares me di cuenta que estaba embarazada… pero no quise arruinar mi carrera, sé que fue una decisión egoísta ocultártelo, pero…—me dejé caer a la cama y respiré lentamente. Cerrando los ojos, sentí el colchón hundirse a mi lado y luego el protector abrazo de Ryan.

—Quizá con menos dramatismo, quizá solo debes contarle y ver qué decisión toma…Digo, él va a casarse, no creo que a su nueva esposa le guste la idea de tener una niña pequeña a su cargo. — Se separó de mí —Mira, no tiene que ser ya, piénsalo un poco y deja de preocuparte por ese tal Nate, no creo que sea tu Nate, me preocupa que la niña esté dándole confianza a desconocidos, ¿te parece si hablo con ella un poco?

—Yo ya lo he hecho.

—Yo soy su tío cool — sonrió —¿Tienes que volver al trabajo?

—No, el doctor Chung me dio el resto de la tarde, debo llamarlo y avisarle que Kai está bien.

—Hazlo mientras hablo con ella. — se levantó de la cama y lo vi salir de la habitación antes de buscar mi celular en el bolsillo trasero.

Me entretuve hablando con Will, sobre los últimos reportes del volcán, Cheung se había marchado a casa poco tiempo después de que me llamaron del acuario, me preocupaba mi amigo, Kwon, había estado bastante retraído los últimos días, lo había visto mientras trabajábamos, la manera en la que tocaba su pecho, una vez me dijo que le dolía la espalda, siempre estaba fatigado o con náuseas. Lo atribuía a el estrés por lo que significaba participar en el congreso, sumado a la actividad volcánica y los sismos marítimos.

Lo obligaría a tomarse unas largas vacaciones una vez el congreso terminara y los volcanes volvieran a estar en pausa.

Podía escuchar a Ryan hablar con Kai, diciéndole lo peligroso que era entablar amistad con personas adultas y extrañas.

Terminé la llamada con Will y guardé mi celular en el bolsillo trasero antes de salir hacia el comedor.

—Lizzie dice que está en Shokudo[1], que si queremos podemos unirnos a ella para comer.

—Me parece bien, buscaré un par de abrigos…— Firefly empezó a reproducirse desde mi celular, le dije a Ryan que me diera dos minutos y él hizo señales de ir por el abrigo de Kai.

—¿Bueno?... Señora Cheung…No logro entenderte Kiannah—ella sollozó un poco más y luego respiró intentando calmarse —Sí, sí —Ryan llegó a la habitación notando la preocupación en mi rostro, alcé mi mano diciéndole que esperara —Está bien, voy para allá, no te preocupes él es fuerte.

—¿Qué pasa nena? ¿Está todo bien en el trabajo? —preguntó acercándose. Negué con la cabeza un par de veces.

—No, todo está mal, — tomé mi abrigo —¿Puedes hacerte cargo de Kai?

—Sí claro, ¿qué sucede Charlie?

—Es Kwon… Su esposa lo encontró desmayado en el dormitorio…Al parecer es su corazón…tengo que ir al hospital, por favor no pierdas de vista a Kai. Quédate con mi auto, llamaré un taxi.

[1] Es un Restaurante Bar japonés ubicado en la costa de Honolulu.

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