Capítulo 5

-Ya vi que han adelantado bastante lo del solar, ahora queda es empezar arreglar las cercas, hasta que logre reunir un dinero comprar bloques y cercar todo en paredes, así tener mayor privacidad.

-Si papá, ya me encargué de hablar con unos vecinos y están de acuerdo con lo de las paredes -acento Jonas.

-Bien hijo, me alegra que tengan esa determinación de hacer las cosas bien. Ya veo que Juan en vez de hacernos un mal, nos hizo crecer en sabiduría, aprendieron a trabajar duro y valorar todo, los felicito hijos. -estaba orgulloso de sus hijos, no había duda.

-Bueno, a desayunar el día va hacer largo y agitado.

Ya al terminar Jacob abrazó a Marie, dándole un gran beso y mirándola dulcemente, le dijo cuanto la amaba.

-Gracias Marie, por creer en mí, por darme esta familia tan hermosa. -Feliz por sus palabras. Marie lo miro, le dio un beso en la frente y solo le pidió que regresara pronto.

-Ya han pasado 8 semanas -le dice Adán a Jonas-, y aún no hemos terminado, que grande es este terreno con tanta maleza no se veía lo hermoso y extenso que es, vamos a decirle a papá nuestros planes a ver que nos dice.

-¿Tú crees que le guste la idea? -replica Jonas.

-Bueno, vamos a intentarlo después de la cena le contamos, ¿está bien?

-Está bien -responde aún con duda. 

Luego de un gran y largo día, todos se sentaron a la mesa para cenar. 

-Que rica cena, mmm, pollo frito ¿y quien hizo la salsa!, se ve de un rechupete -dijo Adán-. Yo me la como solo con papá, mmm.

-No señor, ningún solo con papá, la salsa es para el pollo. Así que, a sentarse cada quien tome una pieza, ahí esta la ensalada y las papas -refunfuñó Marie.

Ya después de disfrutar la cena, Adán le pasa los platos a las chicas para que los retiraran de la mesa y así aprovechar estar a solas con Jacob.

-Papá ¿cómo te fue hoy? Ya veo que cada día que pasa llegas mas tarde, me imagino que es porque tienes que hacer varios viajes. Este trabajo no es fácil, conducir todo el día y con este clima tan caluroso. -dice Adán. 

-Si hijo, así es, me ha ido muy bien. Cada día salen mas clientes y los carros asociados son pocos, pero por ahora vamos bien -Responde Jacob y le sigue explicando-:Tengo planeado vender el carro y comprar uno con más puestos, ya lo hablé con su mamá y esta de acuerdo. Lo bueno es que ya logré pagar gran parte de las cosas que le debíamos al hermano de Antonio, la casa ya esta en manos del abogado, Juan ya quedó que dentro de unos días solventa el pago. Solo espero que el abogado logre recuperar algo de los dos años de trabajo que realizamos y no recibimos ni medio. Y así tendríamos un poco mas de tranquilidad.

-Me alegra papá, ¿ya viste como quedo el terreno? ¿Viste lo grande que es? -apunto Adán.

-Sí hijo, ustedes han hecho un buen trabajo, esas cercas quedaron bien cuadradas y me agrada porque el carro esta más seguro y no abra excusa de los vecinos al pasar los linderos. Solo espero que exista respeto entre nosotros. Lo primero que me gustaría hacer es levantar las paredes así estaría más conforme.

-Bueno papá, nosotros estuvimos planeando en poder sacar unas piezas más, ampliar la cocina y sacar un buen corredor, claro poco a poco. -le explica su hijo con calma y viendo la reacción de Jacob. 

-Ay mis hijos, que feliz me hacen al ver que de verdad les gustó esta casa. Pues, les cuento me parece una magnifica idea, pero antes de empezar con las extensiones porque mejor empezamos con las cercas, ustedes saben que la privacidad es prioridad antes que todo. -les dice a ambos chicos-. Y otra cosa más importante, ya esta semana empiezan las clases, ustedes están que terminan el bachillerato y de una vez a la universidad, tienen que pensar en el futuro. 

-Ok papá, perfecto empezamos con los limites y después del liceo, trabajamos no hay problema.

-Magnifico, mañana hablo con el catire de la ferretería, haber en cuanto sale ese presupuesto, eso sí muchachos, vamos poco a poco, lo que voy a comprar primero sera de contado, no quiero mas deudas por ahora, ¿estamos claros?

-Sí papá, lo entendimos perfectamente. -responde Adán feliz porque su padre aceptó lo que planeó junton su hermano. 

Faltando ya unos días para empezar las clases, llegó el primer lote de bloques, cemento y arena. Jonas y Adán más contentos deseaban empezar con la construcción pero tenían que esperar a que llegara el perito que iba a sacar las mediciones del terreno, así que era otro día perdido.

Hasta que por fin llegó el día, empezaron a cavar donde iban las bases, llevaban todo perfecto, hasta que se dieron cuenta que faltaban las tablas para levantar las bases. Así que decidieron abrir la mayor cantidad de huecos posibles para las bases, cuando llego Jacob, Jonas todo emocionado le dice sin titubear:

-¿Que te parece papá, vamos bien? Hoy fue duro, ya mis brazos no dan más, aquí hay demasiada piedra pero logramos abrir buenos huecos. Otra cosa papá, falta la madera para encofrar. -Termina diciendo. 

_-Ya eso esta resuelto hijo, me van a prestar unas bases pero de cemento, va hacer más fuerte el trabajo pero nos ahorramos entre clavos y alambre.

-Eso se oye un poco difícil, pero vamos a intentarlo, -aclaró Adán.

-Ese material llega en la tarde, ya mañana no trabajo y empezamos juntos con las primeras bases. -dice Jacob emocionado por trabajar junto con sus hijos. 

Marie y las muchachas dedicaron gran parte en tener todo limpio y organizado dentro de la casa. Marie había empezado por hacer unos horarios de trabajo dentro de la casa para así mantenerlas a todas en actividades.

Llegó el domingo, todos ancianos porque tenían como costumbre ir a la iglesia y de ahí a comer helados y pasear por el parque. Los muchachos llevaban sus bicicletas y las muchachas a caminar por la plaza, conversando con las nuevas amistades. Se llegó la noche y Jacob como todos los días al darles la bendición les aclara lo programado para la semana, pero esta vez era diferente, empezaban las clases y todos tenían la responsabilidad de dar lo mejor.

Adán y Jonas estaban a punto de salir de bachillerato, uno en ciencias y el otro el perito-agropecuario. Adán le encantaba lo que era la agricultura y los animales y a Jonas la Odontología, ellos tenían ideas muy diferentes pero a la vez eran muy unidos, de eso se encargaba Jacob todos los días, primero es respetarse, comprenderse y sobre todo de estar unidos en las buenas y en las malas.

Ya listos para salir, Adán, Jonas y Julia muy entusiasmados iban en bici, Julia como toda chica madura iba regañando a los muchachos todo el camino.

-Ten cuidado Jonas, mira el carro. -le regaña a uno-. Cuidado con el hueco, Adán -regañaba otro. Iba tan nerviosa con sus hermanos, mientras ellos se reían de ella porque se comportaba como su mamá.

Hubo un momento en que Adán le replico:

-Tranquila Julia, todo esta bien. Tú vas conmigo, yo te cuido y tú Jonas, ya compórtate -al ver la cara de enojo de Julia, Jonas se acercó más a ellos y le dijo: 

-Está bien, está bien. -Y Julia sonrió agradecida, si así esta mejor, pensó la pobre niña menos preocupada. 

-No te preocupes Julia, sé que estas nerviosa, este es un nuevo lugar para nosotros pero no te preocupes, verás que encontrarás buenas amistades pronto. Tú sabes que Jonas y yo no nos separamos, de repente hasta conocemos hoy el amor de nuestras vidas. -le guiña un ojo Adán a Jonas.

Los dos se carcajeaban cuando ya llegaban a la entrada principal del liceo y por poco se quedan afuera, ya que la institución tenía como normativa cantar el Himno Nacional antes de empezar las clases. Muy apresurados lograron ubicarse en las respectivas filas y sin más se separaron de Julia.

Lorelain estaba cursando el segundo nivel del kinder, Anais ya estaba en segundo grado, Francisco cursaba el tercer grado y Nancy el quinto grado de primaria. La única que estaba en casa era Eleonor, apenas tenia tres años y era la más caprichosa de todas, lloraba mucho y para poder callarla le tenían que acceder a sus antojos.

Marie le tenía una chupa que nunca dejaba por nada, solo para comer, Marie tenía dos por si acaso. Hubo una anécdota que enseñó a Marie y Jacob a no perder de nuevo la chupa. Era ya hora de dormir cuando Eleonor empezó a llorar y todos se extrañaban porque ella se tomaba su tetero y de inmediato se quedaba dormida. Pero esta vez lloraba y lloraba, hasta que todos se levantaron a ver que le pasaba, al darse cuenta Marie les dice: 

-¿Y la chupa donde está?.

 Ahí empezó la búsqueda incansable, todos en lugares diferentes revisaron la casa de pies a cabeza y nada. Ya habían pasado horas y aún no lograban encontrar la chupa. Eleonor aún lloraba desconsolada, no hubo lugar en la casa que no fuese revisado, en fin ya era la media noche y a Jacob solo le quedó por salir e ir a comprar otra chupa y de ahí en adelante nunca faltó una chupa de repuesto en la cartera de Marie.   

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