##"Kyle, ¿qué hora es? Ya son las nueve de la noche. Es hora de dejar tu nueva tableta", dijo Samantha justo antes de que estuviera a punto de entrar al baño.

Ella compartía habitación con sus hijos y ambos se acomodaron en la cama. Matilda les dio a los dos, tabletas nuevas, una muñeca para Kenzie y una bandolera para Kyle.

Kenzie ya estaba listo para dormir, pero Kyle todavía estaba descargando aplicaciones en su tableta, o eso pensaba su madre. Al escuchar que su madre le pedía que dejara el dispositivo, él suspiró y dijo, "Está bien, mamá. ¿Puedo preguntarte sobre papá?".

"Te dejaré jugar 10 minutos más en la tableta", dijo Samantha antes de escapar al baño.

Al ver a su Mamá evitar el tema nuevamente, Kyle y Kenzie se miraron. Kenzie se rio entre dientes mientras Kyle negó con su cabeza.

"¡Quizás papá sea un espía del gobierno!". Kenzie sugirió.

"O simplemente alguien con hijos secretos", dijo Kyle.

"¡Ja, ja! ¡Un hombre rico que necesita protegernos de los malos!". Concluyó Kenzie. "¡Por eso somos niños secretos!".

"Lo que sea, Kenzie. El punto es que mamá está ocultando algo sobre Papá", sugirió Kyle.

"¿Entendiste lo que dijo la mujer en la tarde? ¿Acerca de que te pareces a su jefe?". Preguntó Kenzie.

"Sí, lo escuché. Por eso he estado en la tableta", dijo Kyle. "No hay fotos de él".

"Pero su nombre es Ethan Wright", agregó Kyle.

Los ojos de Kyle se tensaron ante la imagen de la Oficina Corporativa de Diamantes Wright. Él dijo, "Me pregunto qué tan lejos está este edificio de oficinas".

"¿Estás planeando ir allí?", preguntó Kenzie, inclinándose hacia su hermano. "¡No puedes viajar en autobús por tu cuenta!".

Kyle se volteó hacia la mesita de noche y vio los documentos de su mamá de la Corporación de Diamantes Wright. Una sonrisa se dibujó en su rostro y dijo, "Supongo... Tendremos que hacer que suceda".

A la mañana siguiente, Samantha se estaba preparando para llevar a los niños a su nueva escuela. Ellos tuvieron la suerte de decidir irse justo cuando la escuela acababa de comenzar hace dos semanas. Fue una transferencia más fácil para Samantha y los mellizos.

Sin embargo, ya que Samantha no tenía suficiente dinero para pagar por adelantado el depósito requerido, ella se le había proporcionado por adelantado un certificado de empleo que avalaba su capacidad de pagar.

Ella tenía la intención de mostrárselo a la escuela para que no tuvieran reparos en aceptar a sus hijos. Sin embargo, esa mañana faltaba el mismo certificado de empleo en su carpeta.

Ojeando a través de sus papeles, Samantha entró en pánico. ¡Eran casi las siete y media de la mañana y la escuela empezaba a las nueve! ¡Seguramente ellos iban a llegar tarde! ¡Era inevitable!

"¡Ah, dios mío! ¿Por qué está pasando esto ahora?". Samantha se pasó los dedos por el cabello, insegura de cómo el papel había desaparecido repentinamente.

Solo había una forma de conseguir otra, y era dirigirse a la Corporación de Diamantes Wright.

Al viajar en taxi, Samantha tuvo que llevar a sus hijos. Ella esperaba poder entregar el certificado en menos de una hora, de esa manera sus hijos aún podrían llegar a su clase.

A las ocho y media en punto ella llegó al vestíbulo de la Corporación de Diamantes Wright. Con los mellizos siguiéndola, ella fue directamente a la recepción y preguntó por John García.

"¿Tiene una cita, Señorita Davis?". Preguntó una recepcionista.

"No, lamentablemente no lo tengo y he estado tratando de comunicarme con el Señor García, pero él no parece estar respondiendo", explicó Samantha sobre su repentina llegada. "Es realmente urgente que yo hable con él".

Las dos recepcionistas se miraron, preocupadas por la decisión que tomarían. Sin embargo, ya que la hermosa dama que tenían ante ellas era tan elegante y encantadora, ellas concluyeron que ella no estaba mintiendo.

Además, Kenzie se unió para ayudar y le dijo a la recepcionista, "¡Por favor! Por favor. Mi mamá necesita un papel para que vayamos a la escuela. Por favor, ayúdanos".

"Está bien, llamaré al Señor García. Dame un momento", dijo una recepcionista.

Desde el piso veinte de la Corporación de Diamantes Wright, John estaba revisando el programa de su jefe para ese día.

Como su asistente, él necesitaba estar en la oficina a las siete de la mañana. Ethan Wright solía llegar a las siete y media.

Su café tenía que estar listo para cuando llegara, incluyendo los documentos más importantes para firmar.

Cuando él recibió una llamada de la recepcionista, se sorprendió al saber que era Samantha Davis, la hermosa chef que su jefe pensaba que estaba casada.

"Mmm". Él dijo, "Déjala subir. Debe ser importante".

Samantha tardó solo diez minutos en llegar al piso donde estaba la oficina del Director Ejecutivo y encontró fácilmente el escritorio de John. Para sorpresa de John, ¡ella estaba con sus mellizos!

A John no le gustaban los niños, pero ver a la pequeña niña fue tan agradable. Fue el mismo sentimiento cálido que tenía con Samantha.

Como si Kenzie supiera lo que estaba en la mente de John, ella caminó directamente hacia él y le extendió su mano. Ella dijo, "Hola, soy Kenzie. ¡Soy la princesita de mamá!". La niña luego sacudió su cabello y dijo, "La niña de cinco años más hermosa de la ciudad".

"Cuatro. Ella cumplirá cinco en diciembre, pero todavía tiene cuatro en los próximos dos meses", explicó Samantha. Luego, ella tomó a su hija y le dijo a John, "Lo siento. Ella siempre es... amigable".

"¡No te disculpes! ¡La pequeña niña es adorable!". Exclamó John. "¡Se parece a ti!".

"Hola Kenzie, mi nombre es John. Puedes llamarme, tío John". El secretario estrechó felizmente la mano de Kenzie.

"¿Tío John?". Kenzie se volteó hacia su madre y le preguntó, "¿El tío John también nos da regalos durante Navidad?".

Sus palabras y entusiasmo le otorgaron una risa de John y la atención de las otras secretarias que estaban en cubículos lejos de él.

"Lo siento mucho por eso", dijo Samantha.

"¿Y el niño detrás de usted es?". Preguntó John, tratando de buscar al otro mellizo quien sostenía la falda de su madre.

"Mm, este es Kyle. Kyle, vamos. Preséntate al Señor García", dijo Samantha mientras tomaba a Kyle de la mano y se lo mostraba a John.

Cuando Kyle se paró frente a John, hubo un obvio silencio del asistente ejecutivo. Él se inclinó hacia atrás y volvió a inclinarse hacia adelante.

John no sabía cuántas veces inclinó la cabeza de un lado a otro al ver al niño de aspecto familiar. Él dijo, "¡M*ldita sea! ¡Te pareces a mi jefe!".

"¿Tu jefe también es un niño?". Kyle dio una respuesta sarcástica, entrecerrando sus ojos al mismo tiempo. Su forma de responder hizo que John se riera aún más fuerte.

"¡M*ldita sea! ¡Incluso hablas como él!". Comentó John.

"Señor García, Mm. Tal vez sea solo una coincidencia que se parezca a su jefe - quiero decir, a veces, es solo una percepción", sugirió Samantha antes de llegar al grano. “Señor García, estoy aquí por un asunto importante y espero que puedas ayudarme".

"Ah, está bien", dijo John. Él dejó a un lado el extraño parecido entre el niño y su jefe y preguntó, "¿En qué puedo ayudarte?".

Mientras Samantha le explicaba su situación a John, Kyle y Kenzie caminaban por la oficina, encontrando la placa de identificación que pertenece a Ethan Wright.

Ellos se encontraron junto a la puerta de la oficina del Director Ejecutivo, boquiabiertos ante el nombre.

"¿Podría ser este nuestro papá?". Preguntó Kenzie.

"Solo hay una forma de averiguarlo", dijo Kyle. "Entremos".