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Duncan estaba a punto de enloquecer.

En la mañana no había podido contestar la llamada de Allegra por culpa de su montaña de trabajo, el teléfono móvil timbró y timbró, y cuando al fin pudo contestar, ella había colgado.  Le devolvió la llamada tan pronto como le fue posible, pero luego fue ella la que no le contestó.

Llamó a la mansión para hablar entonces con Edna, y ésta muy tranquilamente le dijo que había salido a su cita con el médico. Luego intentó contactar a Boinet, pero tampoco le fue posible, así que se preparó para acudir a la cita con Worrell, de todos modos, aunque con un mal presentimiento, pues sólo una vez en el pasado ella había estado tan incomunicada, y no quería ni recordar todo lo que

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