*CAPÍTULO 02*

**Bruno Bergmann**

—Señor, afuera lo espera el director de la empresa Corporación Ferrer — giro mi asiento.

—Hazlo pasar — se marcha mi asistente. Recojo unos documentos privados y los guardo en una gaveta con contraseña.

—Buenas tardes señor Bergmann — me levanto y educadamente le estiró mi mano.

—Buenas tardes señor Parker, tome asiento por favor — señalo — ¿Desea algo de beber? — Luce nervioso — Puedo ofrecerle Whisky, el mejor del país — asiente — Cuénteme su problema nuevamente — mientras el habla, voy por el trago.

—Como le dije por vía telefónica necesito que investigué a mi esposa si me es infiel — sirvo dos vasos, algo me dice que está conversación será un poco interesante.

—Ya le había comentado que no hago ese tipo de investigaciones por precios bajos — le tiendo el vaso.

—Pagare lo que sea para que la mantenga vigilada, además, tengo el presentimiento que me engaña con mi propio socio, de un tiempo para acá suceden cosas extrañas en mi empresa, he tenido perdida de dinero, me parece que me están estafando — bebo, ahora sí me parece interesante el tema.

—¿Qué le hace pensar que existe algo entre ellos dos? ¿Ha notado cosas inusuales? — voy tomando nota.

—Sí, miradas cómplices, incluso mantienen una buena relación supuestamente amistosa — juego con mi pluma.

—¿Cómo se llama su socio?  — me preparo para anotar.

—Wilson Stone — creo conocerlo, ha salido mucho en los periódicos, un hombre de buen perfil.

—¿Hace cuánto son socios? — lo miro.

—Más de diez años — quedo pensativo.

—Mucho tiempo para apenas notar algo extraño en él — suspira.

—Mantenía una venda en los ojos — me acomodo en el sillón.

—¿No tiene alguna prueba más contundente? — niega.

—No, por eso quiero que usted se encargue de darme toda información sobre ellos, no voy a dejar que sigan robándome — le sonrío.

—No permitiré que eso pase señor Parker, vigilaré cada movimiento de los dos, con los nombres y fotos en manos puedo averiguar todo sobre ellos — me hace entrega de un sobre.

—Estos son — miro las fotos, su esposa es joven y atractiva, luce de unos 30 años, el socio es un hombre no mayor de 45, rubio, ojos lindos y muy perfilado, lo que desea un mujer, puede que entre ambos exista un roce caliente, el señor Parker está pasado un poco de edad, a parte de unos kilitos, lo cual no creo le esté a su favor, su socio le da unas cuantas patadas a su lado, yo fuese su mujer y optaría también por su socio. Este señor es un hombre de muchos ceros, un partido idea para una mujer joven con necesidades económicas, llega otro con la misma ambición y se juntan volviéndose amantes, planean una e****a y fuga juntas, dejando así al viejo sin medio y en la calle; si, una buena conclusión, veamos si acierto al igual que él.

—Siga conversándome más sobre la relación entre su esposa y socio ¿Han estados solos sin su presencia? — confirma.

—Si, en mi oficina, tuve que salir por urgencia a una reunión y ambos quedaron solos, cuando regrese que entre estaban nerviosos, disimule mis sospechas y continúe como si nada, poco a poco fui detallándolos más, su cercanía, la confianza con la que se trataban, las caricias disfrazadas de buenos amigos, miradas indecentes que dejaban muy claro sus deseos, son muchas cosas las que note en pocos meses, estoy seguro que no me equivoco — golpeo la pluma con el escritorio, me siento intrigado.

—¿Y el trato hacia usted, cómo es? Me explico, la relación que lleva con su esposa y su socio.

—Él sabe ocultar muy bien las cosas, disimula a la perfección, en cuanto a ella es tan obvio que no, su indiferencia es notable, me trata mal, en las noches pareciera que le repugnara — un viejo gordo le repugnaría a una mujer tan joven, lo soportaría por los millones, hasta yo soportaría por esos ceros demás.

—No se preocupe, la información la tendré muy pronto, haré seguimientos hasta dar con lo que desea, ahora… hablemos del pago, la mitad por adelantado y la otra mitad cuando entregué en sus manos la información, antes tendrá que firmar un contrato, lo mandaré a realizar hoy mismo y para mañana a primera hora podrá venir a firmar junto con la mitad del dinero, claro, si  le conviene mi precio — sonrío, esta es la mejor parte de mi trabajo, hablar de dinero, este señor es de mucha plata, y pagará lo que sea por obtener la información, quizás pueda aumentar mi precio, mi trabajo vale, lleva horas de investigación.

—¿Cuánto? — así me gusta.

—Por ser usted en mil dólares, servicio por una semana, puedo obtenerle información que los destruirá a los dos, tanto que en vez de quedar usted en la calle… serán ellos, averiguaré si lo están robando, será una investigación completa — me extiende su mano.

—Es lo que busco, mañana tendrá la mitad del dinero a primera hora — ¡Mejor no podía ser!

—Mañana firma y me pondré en marcha con la investigación — nos ponemos de pies.

—Quiero todo, fotos de ser posible metidos en la cama, voy a destrozarlos — estoy seguro que será así, ellos perderán todo, en cambio él solo una mujer y un socio, lo importante lo seguirá conservando, su dinero.

—Cuente con eso señor Parker — lo acompaño hasta la puerta de mi oficina.

—Lo veo mañana — se despide, cierro mi puerta y en eso entra mi amigo Lucas Toner

—¡Ha llegado lo más hermoso de tu vida! — Escandaloso — ¿Cliente nuevo? — toma asiento en mi lugar.

—Sí, una esposa infiel — sube sus pies a mi precioso escritorio.

—¿Es ella? Hermosa mujer, me gusta su cara de pervertida — le arrebato las fotos y bajo sus pies limpiando mi lugar de trabajo.

—Ese es el esposo — arruga su rostro.

—¡Rayos! ¿De dónde coño salió esta cosa? La comprendo — lo corro de mi asiento.

—Lo que hacen los millones mi querido amigo — levanto la tapa de mi portátil para ponerme a trabajar.

—¿Cuándo conseguiré yo una millonaria? Me hace falta — se sirve un trago.

—Como si te hiciera falta en realidad — mueve sus ojos.

—Otra entrada de dinero no está demás — comienzo con mi investigación.

—¿Conseguiste las fotos para el señor Domínguez? Recuerda que hoy tienes una reunión con él para entregarle las pruebas — me lanza el sobre.

—¿Qué les suceden a las mujeres de hoy en día? Todas son infieles — actúa sorprendido.

—Nos cansamos de ser pendejas de ustedes — entra mi compañera de trabajo, Cleo Wang.

—Eso me quitan las ganas de tener una relación estable — se queja.

—Jamás tendrás una relación estable, eres muy perro para la vida, por hombres como tú existen mujeres infieles, como la de esa foto — abre su boca

—¿Estás culpándonos? — ruedo la mirada.

—Todos tenemos derecho a la igualdad — la observo.

—Linda respuesta — ¿derecho a igualdad? ¿Y esto qué es, la rebelión de la mujeres? ja.

—Gracias — me centro en las fotos de mis víctimas que busqué en G****e.

—¿Conseguiste los documentos que te pedí? — me lanza la carpeta.

—El hijo es un estafador, robó millones y más millones a su familia, tengo lo estados de cuentas, transacción por transacción, los pasa a una cuenta extrajera, en un par de horas me dirán a cuál — cochino dinero, no comprendo cómo la gente puede ser así.

—Gracias a dios nunca he tenido ambición por el dinero — ambos me ven sin creer lo que dije.

—¿En serio Cabron?, martillas a los millonarios por una información que ni vale cincuenta dólares — abro mis brazos.

—Cuando cobras no te quejas — ríe.

—Por supuesto que no ¿quién se queja por eso? — miro las fotos que me entregó mi amigo.

—¿Qué m****a es esto? — mira.

—¡Joder! Imprimí las equivocadas, esas son las de mi pene — asqueo mi cara.

—¡¿Qué coño haces tú tomándote fotos de tu pene?!  — Cleo estalla en risa.

—¿Ese gusanito es tu pene? Mi dedo meñique es más grande — no puedo evitar carcajearme.

—Te has pasado de la raya, ¡insultas a mi pene! Deja que te muestre lo que puede hacer — mueve sus cejas con picardía.

—¿Qué? ¿Y luego dejarme como si nunca hubiera tenido un pene dentro? Mejor no, pasarías vergüenza — golpe bajo y bien duro.

—¿No me defenderás? — me burlo.

—¿Qué puedo decir? — Lanzo las fotos en la papelera — Ve a imprimir mis fotos, gracias a dios las chequee antes — se marcha.

—Infeliz, jamás madura — abre la carpeta que trajo.

—Al menos nos divierte — saca las hojas.

—Bien, aquí están las transacciones — miro.

—¿Cómo sabes que las hace él? — me señala el nombre.

—No es el suyo, pero si tomas las dos letras de este nombre y las tres de este verás que es el suyo — arrugo mi rostro.

—¿Y ya? — se enoja.

—Nunca fallo es mis teorías — eso es cierto.

—Ubícame el banco lo más pronto posible, nos estamos tardando mucho en este cliente — se levanta.

—Sabe encubrir sus pasos — me vuelvo a centrar en mi nuevo trabajo.

—Siempre terminan fallando ¿Revisaste las cámaras? — asiente satisfecha.

—Luego de obtener las transacciones soborne a un guardia de seguridad, cada vez que hacía una transferencia las cámaras por arte de magia dejaban de funcionar, y los únicos que tienen claves para acceder a ellas bien sea para activarlas o suspenderlas es él y el padre, y no creo que sea el padre, aparte de eso él muy idiota no se aseguró en una de esas tantas veces, me supongo que creyó haberla apagado y no fue así, una lo capturó hace dos días metido en la oficina de su padre ingresando en su cuenta bancaria realizando transferencias — me suelta un disco — Aquí están tus pruebas querido compañero, tenemos al maldito — me gusta el trabajo de Cleo, siempre obtiene lo que queremos.

—¡Vaya! — Aplaudo — Me has callado, por eso siempre he dicho que eres una las mejores — hace una reverencia.

—Gracias querido, ahora ya me retiro, debo buscar el otro informe, con eso lo hundiremos por completo, te veo mañana — apago mi portátil y guardo esta información en una carpeta.

—Espera, voy de salida contigo, esta noche iré a una fiesta, tengo nuevas víctimas — salimos juntos.

—¿Infieles? — Asiento — Amo esos casos, a veces suelen ser excitante — no le veo nada de excitante.

—Tienes serios problemas — muestra relajo.

—Toda mi vida — entramos en el ascensor.

—¿Alguna vez has sido infiel? — niega.

—No, creo que aún no me ha tocado un hombre tan infeliz como para merecer eso, el día que así sea no lo dudaré y le daré en su puto ego — que agresiva — ¿Tú le has sido infiel a tu esposa? — hago gestos que confirman su pregunta.

—Un par de veces — me golpea.

—Todos son iguales ¿Cómo reaccionarias si ella te es infiel? — acaricio mi mentón.

—Me enfadaría, los hombres somos tan egoístas que no compartimos aun cuando dejamos que otras nos tomen como suyo sabiendo que ya tenemos dueñas — sí, soné descarado.

—Que cinismo, pero cierto, ustedes se creen con derecho a todo, hasta que llega una y los patea, por eso admiro aquellas mujeres con valor que les son Infieles a sus putos esposos, se acuestan con una y otra mientras la mujer está en casa esclavizada y recibiendo mal trato por ellos — le sonrío.

—Nunca he tratado mal a mi esposa, es solo que… no sé, es algo como natural en nosotros querer estar con otra mujer — alza sus brazos.

—¡Miren pues! “natural” me supongo que para nosotras también será natural estar con otros hombres siendo casadas — los debates de cada día.

—Ustedes deben cuidar su integridad, es mal visto en una mujer cuando es infiel — no le convence mi aclaratoria.

—No si tiene una buena causa — pellizco su mejilla.

—Si un hombre no les resulta ideal, déjenlo, no merecen rebajarse a ese mismo nivel por más que lo merezcan — salimos del ascensor.

—Puede ser, pero la venganza de una mujer es más fuerte que la de un hombre — sube a su auto — Eso te lo aseguro — ciertamente es así.

—Te veo mañana, iré a prepararme para una fiesta — me encaminó a mi auto con emoción de ir a conocer en personas a mis nuevas víctimas.

Esto es a lo que me dedico, soy un detective privado que cobra por los servicios prestados, investigo cualquier información que deseen, cada uno tiene un precio diferente, siempre digo que no trabajo con infieles, y que si lo hago el costo es más alto, todo celoso pagaría lo que fuera por obtener en sus manos información, yo doy un precio y ellos deciden.

Tengo mi propio centro de investigación, trabajó con un grupo de 5 personas, cada uno tiene un caso asignado, yo esta vez decidí tomar este, me parecerá divertido entretenerme un poco luego de haber tenido un mal día con mi esposa.

Por ahora iré a conocer el terreno, ambos estarán allá, primero los detallaré, los estudiaré, y mañana cuando obtenga mi dinero comenzare con el trabajo como es, informes, fotos, planes y todo lo demás, los casos de infieles son los más fáciles, doy una semana para hacer valer mi precio, pero en menos de tres días tendré lo que quiero, un par de infieles con intenciones de apoderarse de un dinero ajeno, por encima se nota que son unos tontos queriendo hacerse los malos.

Amo mi trabajo, pero más amo a mis clientes celosos millonarios dispuestos a pagar lo que sea.

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