capitulo 4

No podía ser verdad que haya presenciado tal locura, toda la vida de Bastian había sido una completa simetría, las mujeres no refutaban, no discutían y muchos menos hacían locuras para estar lejos de él, de hecho era todo lo contrario, aquellas hacían un sin fin de locuras para estar a su lado, pero ahora esta chica había escapado de su lado de aquella manera tan temeraria y tan sorpresa, vaya que esa mujer era completamente distinta a los que estaba totalmente acostumbrado, además de que no podía creer que la chica fuese capaz de arriesgar su ida simplemente con la intensión de escapar, aquello había sido un golpe bastante duro para su ego, sin contar que no entendía por qué razón se sentía tan dolido, además de preocupado por aquella revoltosa fierecilla  

--señor... no hemos logrado ver por ningún lugar a la señorita, que según el mayordomo Serguei nos informó...--la mirada llena de irritación de parte de Bastian se fue dirigida hacia uno de sus guardia de seguridad, pues la pequeña mujercita simplemente no podía desaparecer de la nada, ella no era una fantasma, ni mucho menos, por lo que debían encontrarla a como diera lugar ya que ella seguramente estaba cerca de eso estaba más que seguro

--no quiero excusas, quiero que la encuentren... deben encontrarla antes que Athan lo haga... juro que si le ocurre algo... yo los acabare a cada uno de ustedes... llamen a Máximo, no lo he visto y quiero saber su ubicación exacta --los hombre no pudieron evitar que un miedo los recorriera por completo, por lo que asintieron llenos de miedo y salieron aun en busca de aquella mujer que solo sabían su descripción, además de llamar a su jefe de seguridad, quien era el único capaz de controlar los enojos de su jefe.

A unos cuantos metros, Violeth, se encontraba tiritando del frió viento de la playa, debido a que la brisa del mar era bastante helada, sin contar que solo llevaba la camisa del hombre que según ella la había secuestrado, por lo que cuando este parecía un loco hablado en griego junto con aquellos enormes hombre, ella se había llenado aún más de temor, debido a que si sus secuaces le temían, ella no tenía excusas para temerle aún más, ella tenía todo el consentimiento de estar completamente llena de pánico, ese hombre era peligroso y ella no tenía por qué no temer hacia el hermoso y perfecto hombre de cuerpo perfecto

Era una total pena que no podía lograr escapar sin ser notada, si aquel seguía buscándola con tanta insistencia, ella se quedaría en aquel lugar por mucho más tiempo, incluso hasta podría pasar la noche allí si ese fuese el caso, debido a que aunque le costara la vida, ella no pagaría por lo que había hecho aquel hombre, no pararía por sus pecados, porque este no era más que un borracho y había venido a este país solo para asesinar a la esposa de un hombre adinerado o de la familia real, según le había contado su madre llorando al enterarse, algo que a ella no le afecto en los mi mínimo, después de todo aquel hombre para ella no era más que un desconocido, algo que la irritaba grandemente, pues a ella no le había interesado lo que había ocurrido con él, pero a su enemigo si le interesaba ella, para según él, cobrar lo que había hecho su famoso padre, un padre que la baila abandonado cuando aún era un niña, sin importarle lo más mínimo el sufrimiento que les llegara a rodearlas tanto a ella, como a su madre 

Aun recordaba aquellas noches en las que solo era un pequeña niña, pero entonces aquel hombre no hacía más que golpear a su madre, quien solo rogaba por amor hacia aquel, no olvidaba que un día simplemente se había ido de casa porque había encontrado un nuevo hogar y su madre en aquel instante ya no era lo suficientemente buena para él, su madre había llorado tanto que Violeth, creía que aquella no lo resistiría, era una verdadera fortuna que su madre siempre había sido una persona fuerte y con ello había demostrado que aunque estaba llena de tristeza, ella seguiría luchando por su hija y por ella misma, siendo así el mejor ejemplo para Violeth, al demostrar tanta belleza y fuerza en su ser 

A los minutos la castaña logró observar como el increíblemente hermoso hombre, se había marchado junto a su enormes aliados y ella había dado un par de suspiros llenos de tranquilidad, mientras aun prevenida camino en cuclillas hasta llegar a lo que parecía el fin de la playa privada, pues allí logró notar como habían varios bañistas que la observaban como si fuese una completa extraña. no, más bien la observaban como si estuviese completamente loca, pero no era de menos, ella solo se encontraba con la camisa de aquel hombre, que a pesar de estar un poco seca, aún seguía viéndose translucida y sus cuerpo lograba verse a la perfección, por lo que se apeno demasiado, pues ahora ella estaba mostrándose prácticamente desnuda ante todos, era una verdadera dicha que se encontraba demasiado tarde, pero aun había una que otra persona, que posiblemente no sería nada bueno si dejase que ellos se acercaran, por lo que camino rápidamente hacia la carreta y rogó por encontrase a un buen samaritano que pudiese ayudarle

--cariño... ¿Qué te ocurrió? ¿Y esa ropa? —una mujer muy bien vestida la observa de arriba abajo llena de lo que parecía ser tristeza, por lo que la chica dio un gran suspiro y se acercó a esta rogando por ayuda en su mirada, algo que aquella pudo detectar de inmediato además de que todo iba según ella estaba segura debía suceder, al llegar a casa su jefe la felicitaría con mucha elocuencia como solía hacerlo cuando estaba completamente satisfecho con su trabajo 

--gracias al cielo... algo horrible, me secuestraron y logre escapar, por favor, te ruego que me ayudes y me lleves con la embajada americana...--Violeth se encontraba llena temor, mientras hablaba muy rápido, pero esta parecía entenderla perfectamente, pues asintió realmente comprensiva, mientras parecía estar llena de tristeza por ella

--claro que te ayudare... déjame llevarte a mi auto y te llevare a la embajada...--Violeth, sin tener la menor de las dudas la siguió de cerca y se dejó guiar en completo silencio, a lo que la mujer justamente cuando estaba dispuesta a ayudar a subir al auto, hablo, logrando hacer que Violeth se colocara en alerta—no te preocupes Violeth, no permitiré que nadie te haga daño...

--¿cómo sabe mi nombre? jamás lo mencione—la peli negra de hermosos ojos miel, se detuvo y observo a Violeth llena de dudas, mostrando una sonrisa compresiva, algo que puso en alerta a la castaña, ya que ella no era para nada tonta y a pesar de lo ocurrido ella sabía perfectamente que debía estar alerta y más en lugar que no tenía la menor idea de que la rodeaba 

--tú lo dijiste cariño... ¿no lo recuerdas?—ella no recordaba siquiera mencionar su nombre, solo había mencionado la embajada, jamás había dicho algo como decir su nombre o siquiera algo referente ella, además de haber sido secuestrada, por lo que cuando estaba dispuesta a escapar, fue rodeada por algunos hombre y de nuevo el miedo la invadió, pues temía grandemente en volver con aquel hombre, pero antes de siquiera reaccionar una voz externa se escuchó, haciendo que ella observara al hermosos hombre de cabellos cortos y musculoso que caminaba con toda la tranquilidad hacia ellos

--la loba caza sin importar la hora o que la presa no sea suya...--aquellas palabras no había solo logrado que la mujer se tensionara, también se pudo ver una notable muestra en su rostro que no se encontraba para nada bien observando a aquel que la veía con diversión, en lo que la mujer detonaba miedo ante la presencia de este, pues si allí se encontraba Máximo Poppuli, era más que obvio que cerca se encontraba Bastian Katalakis, aquel par siempre se encontraban juntos, pues no por nada aquel no solo era su manos derecha, también era su guarda espaldas, además de los otros gorilas que lo seguían de cerca todo momento

--esto no te incube Máximo, vuelve con tu amo mascota...-máximo dio una sonrisa al escuchar las palabras de Elsa Morout y negó divertido, ante el odio que mostraba en cada silaba, pues ella era igual o peor que él cuándo se trataba de Athan Katalakis, en lo que señalo a Violeth, quien ahora era sujetada por uno de aquello hombres

--ese fue el regalo que le enviaron a mi señor, de hecho fue tu señor quien lo envió, no puedes simplemente arrebatarlo así nada más... sabes que nosotros no podemos meternos en sus juegos.... 

--él lo devolvió... yo estuve durante la llamada...

--cállate... y dame a la chica, no quiero tener que matarte Elsa, porque de hacerlo mi vida sería muy aburrida, ahora entrégame a la chica que mi jefe está realmente preocupado por ella—Violeth no tenía la menor idea de lo que ocurría, pero la verdad era que estaba además de estar llena de temor, muy enojada, pues la trataban como si de un botín de guerra se tratara cuando para ella no solo era más que una tontería como ellos lo hacían ver, se tratara de su vida de la que hablaban en aquel instante, no el juguete perdido de sus dichosos jefes

Justamente cuando estaba dispuesta a discutir, una figura que ella conocía muy bien llego al lugar y noto como todos allí lograron tensionarse por completo, pues aquel hombre que la sostenía, la apretó aun poco más fuerte y se puso en alerta, aún más de lo que se encontraba la mujer con el azabache musculoso, que se encontraba frente a ella

La verdad era que ella también se había tensionado, pues algo le decía que este era el verdadero peligroso de todos los que se encontraban peleando por ella, ahora temía que fuese otro más en la disputa, pues la verdad era que al que más tenía en aquellos momentos era precisamente a él, Violeth dio un gran suspiro y espero que aquel llegara junto a ellos

--Violeth...--su nombre había salido con toda la confianza del mundo, como si la conociera de toda la vida, además de sentir una gran corriente por todo su cuerpo, que hizo que se estremeciera por completo, como si de una descarga eléctrica la hubiese invadido sin previo aviso—ven aquí...

Sus palabras había salido tan autoritarias, que incluso ella dudo en hacerle caso de inmediato e ir hacia él, en lo que observo como el hombre que la sostenía del brazo, dudaba de seguir ejerciendo presión en su agarre, a lo que aquella noto como todos se encontraban completamente tensos y al parecer dispuestos a hacer lo que aquel hombre dominante indicaba, sin decir queja alguna

--ella ahora pertenece a mi señor Athan... usted puede comunicarse con ella, cuando el señor la asesine y haga lo que debe hacer...--antes de que pudiese reaccionar cualquiera de ellos, ya Máximo se encontraba presionando el cuello de la mujer contra el auto, haciendo que Violeth diera un grito de sorpresa, pues todos ellos habían hablado en ingles con la clara intención que ella entendiera todo de principio a fin, por lo que al escuchar que alguien más la deseaba asesinar su miedo llego a invadirla aún mas

--Máximo... no delante de Violeth...

--como diga mi señor...--máximo soltó de inmediato a Elsa y aquella le dio una mirada cargada de odio, en lo que muchos de los hombre sacaron sus armas, pero era más que obvio que nadie podría hacer nada como disparar, a lo que simplemente ya cansado de la situación y de que Violeth siquiera observando algo como aquello, Bastian se acercó al hombre que sujetaba a la castaña y sin decir una sola palabras la arrebato de sus manos y más cargo tipo princesa, mientras la chica daba un jadeo de sorpresa y observaba como todos solo observaba que aquel hombre autoritario simplemente se llevaba de nuevo a lo que parecía era su cárcel, y tanto ella como todos no decían palabra alguna  

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