Loba amargada.

200 años después, al sur de España en la manada luna creciente.

    Hija ya es hora de ir a la escuela — me dijo mi madre como cada mañana.

—si, madre— le respondí antes de salir de la habitación.

En silencio bajé la escalera observando como mi familia estaban  desayunando muy a gusto mientras mi madre sigue sirviéndoles sus desayunos a esos aprovechados.

¡No soporto a las personas que se aprovechan de la amabilidad de los demás! Pensé molesta y es que mi madre es la última en comer ya que por estar al pendiente de ellos no se cuida a sí misma.

Se que somos lobos y que no debemos cuidarnos tanto como lo hacen los humanos.

Pero es que la usan como si ella fuera la sirvienta de la casa y eso me molesta mucho.

 Soy la menor de mis hermanos y no soporto las injusticias pero tampoco me gusta el afecto ni nada por el estilo soy una persona carente de sentimientos.

Al reencarnar en una loba es algo extraño ya que los lobos son bastantes cariñosos con su familia pero yo soy distinta.

Ya que por alguna extraña razón que desconozco he conservado todos los recuerdos de cuando era una diosa.

Recuerdo cómo antes de morir enterré todos mis sentimientos para no volver a sufrir.

Aunque por momento quiero contarle a mis padres que antes era una diosa me da miedo decirles 

¡ oigan soy una diosa que se dejó usar por un chupasangre y luego se suicidó y  ahora ha renacido  en el cuerpo de su hija, por eso es que odio todo lo que respira!

    Hey aburrimiento ¿por qué te quedaste mirándonos como si fuéramos extraterrestres abusivos?— me preguntó mi hermana Olivia con un tono burlón.

 —ya desearían ustedes ser  extraterrestre, pero lo de abusivos nadie se los quita— le respondí evadiendo la mirada de regaño que me daba mi padre.

¡ No la soporto porque se cree la luna de esta manada! Pensé mirando a mi hermana.

—Se que no me soporta hermanita— me dijo ella al notar que la estaba observando.

    Jajajaja— empecé a reír sin una pizca de gracia— y ahora fue que te diste cuenta — le pregunté con sarcasmo.

—huy hermanita que humor de perro —me dijo saboreando lentamente la palabra hermanita ya que le gusta hacerme sentir inferior.

    Mmm— me senté a su lado fingiendo que estaba pensando en algo — ya entiendo porque me dices hermanita a pesar de que solo me llevas un año— le dije para dejarla con las dudas.

    ¿Qué dices?— aunque no era la pregunta que esperaba como quiera pienso amargarle el día.

    Lo que escuchaste hermana me dices así por qué te sientes vieja, imagínate tu loba aún no despierta y eso solo significa que pronto te saldrán canas y arrugas como la humana que eres— sabía que ese era su punto débil y aquí estaba yo para echarle sal a su herida. 

Se que no le gusta que  le hablen de su loba, se molesta mucho porque hace un año que se debió despertar y ya mi hermana tiene 18 años y su loba aún sigue dormida.

    YA FUE SUFICIENTE— rugió mi padre soltando los cubiertos.

¡uy, que humor! Pensé al verlo resoplando mientras salía de la casa dando un portazo, pero eso a mí no me afecta, total si este teatro pasa todos los días el mismo escenario con distintos guiones.

Mi padre es el beta del actual alfa y mi hermano es el siguiente beta del presumido hijo del alfa el cual se come a la plática de mi hermana ella es su puta.

 Y yo soy la hija menor indeseable a la que solamente su madre la soporta.

Ella dice que muy pero muy en el fondo soy buena, pero se que es el amor de madre el cual la  tiene ciega, yo me convertí en un ser oscuro lleno de odio y amargura.

Mi padre nos dejó a Olivia y a mí en el instituto y al bajarnos del coche cada quién salió disparada por su lado como si no nos conociéramos.

Entre a la escuela para buscar a mi único amigo Marcos el único que me soporta y aguanta todos mis insultos  .

—Hi Gary— le saludé simulando una sonrisa la cual no me sale naturalmente.

Me gusta decirle Gary ya que así fue como lo nombré la primera vez que nos conocimos aunque se quejaba al principio, luego se acostumbró o notó que conmigo no se puede.

    Hey mi princess— me saludó él con cariño.

No sé cómo es que somos amigos si somos dos polos opuesto él es muy dulce y yo soy bastante amargada.

    Se puede saber que te tiene tan pensativo Gary— le pregunté al notar que no continúo hablando y es que él no puede estar callado.

    Sabes que soy un Omega prinss y necesito encontrar a mi mate— me dijo cabizbajo.

—saaa, esa es tu preocupación  o es que mmmmm, ya quiere que te rompan el anillo, he puto— le dije mientras le movía mis cejas de manera graciosa.

    No mi princess no es eso  o bueno también si pero, es más por mi padre, él me ataca lo suficiente y él no se encuentra bien que un lobo esté con otro lobo— me dijo mientras juntaba los dos dedos índice.

—Uffff, eso me quedó bien claro— le dije con un tono jocoso.

    Yo no quiero una loba, ya  conoces mis preferencias sexuales y también no puedo negar que me estoy desesperando creo que no me guardaré para mí mate— me dijo el muy puto.

    Mucho has durado que no le das  uso a  eso amiguis — le aconsejé emocionada observando un brillo de diversión en su mirada.

—vamos hacer un trato, qué tal si los dos dejamos de ser vírgenes el día de tu cumpleaños el viernes en un bar y es ahí donde perderás tu tela de araña— me dijo mostrándome su dedo meñique — trato— miró mi mano esperando que uniéramos nuestros dedos.

—trato hecho— le dije uniendo nuestros dedos lo cual me pareció estúpido pero por alguna razón no deseaba hacerlo sentir mal.

 El viernes cumplo 17 años y es ese día cuando debo tener mi primera transformación.

Así que ese mismo día me acostaré con el primer desconocido con el que  pueda flirtear.

No pienso guardarme para mi mate ya que si lo encuentro no dejaré que me marque, pero  tampoco lo rechazaré ni aceptaré su rechazo le haré la vida imposible.

¡En eso me convertí! Pensé con malicia.

Suena el timbre y nos vamos a clases hoy nos toca literatura inglesa, en el pasillo veo a mi hermana estudiando su materia favorita (lengua del alfa ) la cual se encontraba comiéndose la boca del  futuro alfa y este seguido sintió mi presencia la hizo aun lado para observarme  como si deseara decirme algo gesto que me molesta ya que siempre lo hace.

—i… —  no lo deje ni siquiera decir la primera sílaba no sé por qué pierde su tiempo queriendo hablar conmigo si siempre le hago lo mismo.

Al entrar al salón de clases veo como me mira el maestro con cara de pocos amigos, es que la verdad soy muy rebelde y hago todo lo que me da la gana pero no creo que es para tanto más bien siento que ese maestro es muy dramático.

Evadiendo su incómoda mirada me senté en mi lugar.

—maestro— vociferó la chica la cual se encuentra sentada en el asiento que está delante del mío, ella es la sabelotodo de la clase. Su nombre es cristal ella está babeando por el  vejestorio de maestro que tenemos.

—sí dígame señorita cristal— le preguntó él con mucha educación.

¡Ja! Señorita. ¡Qué cinismo! Bufé con burla pues sabía que todos me podían escuchar somos lobos, claro todos menos el maestro.

—ayer usted dijo que a Iris le tocaba exponer la clase de hoy— dijo la muy desgraciada.

Entre cerré los ojos mirando mi nuevo objetivo, y es que al hacer eso ya estaba tachada en mi lista negra.

¡Hay rubia artificial has llamado al mismo diablo! Pensé antes de sacarme un chicle que tenía en la boca para pegarlo en su cabello y Gary conoció mis intenciones por qué empezó hacer más señas que un guardia de tráfico.

¡No! Pude leer sus labios antes de pegar el chicle a cristal en su cabellera rubia bien tratada.

—qué hermoso es tu pelo Cris— le dije con una falsa sonrisa en los labios.

Y miré a Gary el cual no aguantaba las ganas de reírse así que entre miradas y señas terminamos riéndonos a carcajadas.

 El maestro al escucharnos me miró con molestia.

    Señorita Iris podría usted compartir ese chiste que le ha  causado tanta gracia— me pidió hastiado.

—oh no— le respondí sin dejar de reír.

—¿ qué tan importante sería eso para que usted no quiera compartirlo con todos nosotros? — me preguntó con mucha curiosidad.

    Deje de ser tan metiche y siga su labor ya que para eso le pagan y no para que ande de chismoso— le respondí apenas audible ya que mi intención era que todos menos él lo escucharán

—¿Qué? — preguntó alzando la voz.

—maestro Iris dijo que usted es metiche y chismoso— le aclaró la rubia oxidada.

—perra estúpida—le dije enfadada.

—Usted señorita Iris Demon aparte de mal portada es mal educada, que sea esta la última vez que usted se exprese de esa manera y respete a su compañera— me amonestó con dureza.

—si,si. Deje de perder el tiempo y continúe con la clase tediosa— le respondí cansada.

—Mire señorita iris usted y yo no somos iguales así que compórtese o si no me veré en la obligación de comunicarle todo esto al director para que la suspenda indefinidamente y le apuesto que habrán muchos  maestro que me apoyarán ya que usted es una joven muy rebelde — me amenazó el enojado.

—Vaya, usted Francisco Almonte debería de reelegirse como presidente ya que tienes un club de maestros que te hacen la segunda— al terminar de responder en el salón solo se podían escuchar las carcajadas de todos los alumnos.

Mi intención era molestarlo hasta que me dejara en paz.

Él respiró profundo — Ahora señorita Iris como le dije no somos iguales voy a proseguir con la  clase y espero que responda una pregunta que le tengo para ver si es tan inteligente como es de malcriada— ahora yo era su objetivo y el no iba a descansar hasta avergonzarme.

¡el que se enoja pierde! Pensé sonriendo con malicia.

—Dele y deje de llorar tanto— le dije para molestarlo más.

Empezó a toser mientras me miraba fijamente tratando de intimidarme con la mirada— dígame usted iris  ¿Dónde se produce la literatura inglesa?— me preguntó sabiendo que no le podría responder ya que no  soy muy buena en esta materia.

¡Me la puso difícil este hijo de su pu** madre yo de literatura no se ni papas pero no me va a hacer quedar en ridículo! Pensé observando como todos mis compañeros me miraban callados esperando mi respuesta y no me quedaba de otra que ingeniármelas. 

Pero antes que nada mi atención fue a parar a la entrada del salón donde se encontraban mi hermana y su perro. 

 ¡No será de mí que estos idiotas se ríen! 

Aunque no lo soporto de cierta manera me incomoda verlos juntos y eso no me debería pasar ya que ese perro no me interesa.

    Señorita el tiempo es oro espero su respuesta por favor— me dijo mirando el reloj.

    Pues la literatura inglesa se produce en cof cof— sin encontrar que responder no me quedó más que fingir un ataque de tos mientras miraba  a Gary  para que me ayudara y el muy chistoso se negó moviendo la cabeza de lado a lado provocando que nuevamente el salón se inundara en risas.

¡ Me siento tonta! Pensé al ver que el maestro me estaba ganando.

Un punto para el maestro 

0 para la bruta de Iris.

Me decía mi diablilla interior con la intención de molestarme más de lo que ya estaba.

—señorita la literatura no se produce así y para que veas que no soy una mala persona te daré otra oportunidad— me dijo con una gran sonrisa triunfante en los labios.

 Se estaba burlando de mi torpeza, pero aún mi atención estaba puesta en los dos intrusos que se encontraban en la entrada.

—tengo una duda— le dije con el propósito de distraerlo, pero más que eso me molestaba ver a mi hermana sosteniendo la mano de su perro.

¡Porque te molesta iris que más te da! Me reproché a mi misma.

    Sí dígame—  me respondió el maestro muy calmado, pues ya había bajado la guardia.

—Esos chicos que están en la puerta no son de esta sección ¿ Que hacen aquí? O son de su comité político — le dije sin poder contenerme y con el fin de ver si me sacaba de su clase para  ahorrarme la molestia de tener que responder su dichosa pregunta.

—Déjese de estupideces y responda la pregunta o es que le da vergüenza que sus compañeros sepan que la alumna más rebelde no es más que una chica bruta — me dijo usando un tono burlón.

    Y a usted no le da  vergüenza cada vez que le produce la literatura inglesa con lengüetazo y todo a su alumna cristal entre las piernas cada vez  que le haces un oral en ese escritorio o usted se cree que la mayoría aquí no sabemos que usted es un pedófilo— le dije dejando a todos más que sorprendidos.

—vaya que guardadito se lo tenía el maestro— dijo uno de los chicos.

El me miró con deseos de matarme, su rostro blanco había tomado un color casi lila, apretaba los puños con fuerza dejando ver sus nudillos blancos.

—me cansé iris— me dijo señalando la salida.

Con una gran sonrisa en los labios salí siendo seguida por el maestro quien abandonó la clase para ir conmigo a la oficina del director.

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