Capítulo 6-Tormento

ASTRID

Estoy

corriendo hacía mi habitación, mientras mi padre va tras de mí una vez me alcanza me empuja hacia mi cama.

  —¿Porque? ¿con que quieres estar de zorra? —Dice el hombre que tengo por padre. 

Se quita el cinturón y comienza a darme con él. 

Después de que se cansó de pegarme con el cinturón, comienza a darme puñetazos. 

—Papá, para por favor —le suplico mientras lloro.  Pensé que al escucharme llorando, dejaría de pegarme.

Pero por  un momento lo hizo. 

Pero está vez iba hacer algo peor. 

Me agarro del pelo me puso enfrente de él, en la cama. 

Y empezó a desabrocharse  los pantalones. 

Luego se acerco a mí y comenzó a desnudarme.  Suplicaba que me soltara, pero sólo gane una bofetada de su parte.  Se posicionó encima de mí y comenzó a besar mi cuello.

Me levanté de golpe soltando un grito mientras miraba a todos lados buscando a mi padre.  Alguien entró de golpe a la habitación y me acurruque en una esquina.

—¿Qué pasa mi reina? — pregunta Damián Levante la cabeza para mirarlo a los ojos y no pude contener más las lágrimas. 

Él se acercó y posicionó mi cabeza en su pecho, con gusto deje que se me acercará.

DAMÍAN

Escuché a Astrid gritar y salí corriendo de mí oficina, para ver qué le sucedía, cuándo entré al cuarto ella se encontraba en el rincón de la cama, mientras sollozaba en silencio.

Me acerco lo más cuidadoso que puedo y la acurruco en mi pecho, mientras acaricio su pelo.  —

—Tranquila mi reina sólo ha sido una pesadilla —digo tratando de calmarla, pero sigue derramando lágrimas en mi pecho.

—Si deseas hablar de eso con alguien, sabes que puedes contar conmigo siempre.

Inmediatamente sentí como se tenso.

—No quiero hablar de eso —dice en un susurro. 

La verdad me intriga mucho, saber el por qué lloraba mi otra mitad, pero tampoco quiero agobiarla con tantas preguntas, se que le costará hablar de eso, pero yo puedo esperar el tiempo necesario para ello.

Así que me quede en silencio mientras acariciaba su cabello, es un cabello de colores llamativos, su suavidad es única y su olor a aloe Vera, hace que siempre lo quiera estar acariciando.

  ASTRID

Agradecí tanto el silencio de Damían,  nunca había dejado abrazarme así por alguien, pero es que con él todo es diferente.

La verdad me gustaría contarle, pero todo a su tiempo.

También quisiera decirle que lo que soñé es más que un simple sueño es uno de los tantos recuerdo.

Dejando de lado todo intente concentrarme en algo más y este fue su olor.

Su olor excitante y encantador hace que me pegué más a él, y poco a poco fuí cerrando mis ojos, hasta no sentir nada completamente.

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