CAPÍTULO 04

"Entre sol y luna, siempre seras una."

Beber chocolate en otro mundo al que no perteneces junto a la copia exacta de tu esposo fallecido, es algo... ¿Raro?.

Las conversaciones siempre terminan en alguna oración que nos recuerda a la persona que perdimos y por ende nos hace abrir más la cicatriz en nuestros corazones y quiero detener eso antes de que termine suicidándome en este mundo. 

  —  Ares, ¿que haces aquí para divertirte? —  alza la mirada que tenia hasta hace unos segundos observando su vaso con melancolía y me observa como si viera a una niña pequeña, con ternura y amor. 

  — Nada, bueno suelo ver películas o salir a dar un paseo cuando los niños están en casa de su abuela y leer alguno que otro libro que consigo en las tiendas. —  Me levanto, lavo el vaso con tranquilidad y me invade la familiaridad que tiene la cocina. Es como si todo en este mundo me recordara a él y eso para mi es un completo castigo, no quiero olvidarlo pero si superar este dolor que tengo.

  —  ¿Te ayudo? —  coloca sus brazos por sobre mi hombro y recuesta su pecho de mi espalda, me sobresalto al sentir su corazón latir tan rápido por la cercanía y el ríe a centímetros de mi oído.   —  Lo siento, aún no logro controlarlo. 

Mi cara se torna roja y caliente de lo avergonzada que estoy en este momento  pero a Ares eso solo parece divertirle, frota su barbilla con mi cuello y suelto un grito de puro miedo. No miedo porque me pueda hacer daño, sino, miedo porque no se de lo que puedan ser capaces mis recuerdos. 

  —  Eh, creo que mejor busco la manera de volver —  frunce el ceño y se aleja dándome espacio para tomar asiento, al parecer le ha molestado pero trata de disimularlo.  

  —  ¿Como es que llegaste a este mundo?, se supone que eso de los multiversos es solo una teoría más a la que nadie presta atención —  lo miro incrédula, la verdad no tengo idea de que me habla yo solo se que un collar me hizo caer de bruces y luego se abrió una puerta azul que me dejo sobre su cama y ya.  —  No sabes que es la teoría de los multiversos ¿cierto?, tu cara de que comiste un limón me lo dejo muy claro.

  — Bien, también eres un adivino —  aplaudo en broma.—  Un puto genio, ¿Porque aquí no eres de la NASA? —  chasquea la lengua irritado y me amenaza con su dedo indice.

  — No empieces con un lado sarcástico, no querrás verme enojado, Eva. — me reprocha y yo trato de contener la risa, porque Ares cuando se enoja parece un oso de felpa molesto. Me fulmina con la mirada cuando empiezo con mi baile sobre la silla conteniendo las carcajadas pero cuando infla sus cachetes pierdo el control y me arrojo al suelo entre risas. 

  —  Lo siento —  continuo riendo. —  Pero, es que te vez muy tierno cuando te molestas. —  Me pongo en pie y le miro de frente. —  Como sea, dime de que trata esa teoría por favor. 

Me mira como si deseara cortar mi garganta y gritar ¡Vivan los espartanos!, pero se queda completamente quieto y respira profundo mientras yo seco las lagrimas que salieron debido a la risa.

  —  La teoría dice que hay varias dimensiones que coexisten en un momento dado, una sobre otra, sin que nos demos cuenta, existiendo de forma paralela. — Retengo lo mejor que puedo las palabras que deseo tanto decirle, pero debido a que necesito su ayuda para entender todo lo que pasa pues, solo me quedo callada y busco agua para tragármelas. —  Ya de ja de hacer como que estas a punto de convulsionar y dí lo que tengas que decir Eva. 

Suelto el aire que hasta hace poco estaba reteniendo y dejo el vaso a un lado mientras él me observa detenidamente.

  —  No te ofendas, pero tengo que decirlo es algo que está en mi y no puedo cambiarlo. —  Asiente y me da permiso para decirlo. —  ¡O sea!, iluminame wikipedia. Deberías trabajar desde casa respondiendo preguntas por el teléfono, te harías multimillonario.  —  Más que irritado o molesto; Parece feliz, todo en su rostro lo grita. Intenta colocar una cara de enojado pero no lo logra para nada. 

  — Nunca pensé escuchar eso de alguien tan ... —  me mira de arriba hasta abajo y da una sonrisa ladina, dejándome con la intriga saca un cereal de la lacena y lo come mientras me ve con gracia.  

— ¡Dime de una vez! —  chillo entre la desesperación y él ríe haciendo que un pedazo de cereal saliera por su nariz y terminara limpiándola.  — Oh me dices, oh te golpeo. —  Amenazo, pero se de antemano que no seria capaz de tocarle ni un cabello.

 —  Tan tu.  Listo, ya lo dije no te tienes que volver violenta. —  Se para y camina hasta mi, para jugar con un mecho de mi cabello.—  Ahora, cambiando de tema ¿Como planeas volver a tu mundo?—  No lo había pensado, ni siquiera me imaginaba lo de esa loca teoría y nunca ni cuando era una niña me había pasado por la cabeza eso de viajar entre universos. Cuando mucho solo me imaginaba siendo cantante o escritora, a veces "muy pocas" pensaba que me volvería como barbie cuando creciera pero pasado el tiempo deje todo eso de lado. 

   —  No lo se, nunca lo pensé.  —  una amplia sonrisa se plasma en su rostro y me toma de los hombros.

   —  Puedes quedarte el tiempo que desees mientras buscas una solución, no creo que tengamos inconvenientes. De todas formas —  da media vuelta y disimula para limpiar una lagrima traicionera que salio sin querer. —  No hay nadie más aquí, aparte de mi.   

   —  Eh, bien. —  se voltea y su sonrisa llena de perlas me ilumina. —  Pero solo mientras consigo la solución para volver, aquí no tengo nada que hacer...    —  Dejo la frase hasta allí porque se que lo puedo lastimar si le digo que la Eva que pertenecía a este mundo falleció y yo no voy a usurpar su puesto.

   —  Lo se, arreglare tu habitación. —  Dicho eso salio de la cocina.  

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