Leandro
—¡LARGO! —gritó fuera de mis cabales. —Pasa por recursos humanos —le digo, mirando el desastre que hay, sobre el escritorio de madera.
—Idiota —grita con su ego por los suelos, camina con paso seguro y sale dando un portazo.
—Necesito otra secretaria —exclamo para mi mismo, un día me volveré loco.
Tomo el teléfono que se encuentra sobre el escritorio para llamar a recursos humanos, espero que sepan conseguir a alguien que este a la altura de la situación, no es tarea fácil, ya que soy muy exigente, pero vamos solo deben llegar a horario, hacer bien un maldito café y cumplir con su trabajo, ¿Es mucho pedir?.
—Alex —digo cuando toman la llamada, mientras trato de limpiar este desastre.
—¿Señor? —pregunta del otro lado de la línea, en un murmuro, giro mis ojos por lo exagerado que es este chico, ni que fuera a despedirlo si no consigue a una secretaria capacitada.
—Dale su cheque a la señorita Colonomos y pública un nuevo aviso. —ordeno cambiando el teléfono de mano para seguir limpiando, parezco criada, ¡Joder!
—Señor con todo respeto, es la quinta secretaria en un mes y está ni tres horas duro. —su reclamo me molesta y hace gracia, ¿Quién le pidió su opinión?.
—Te pago para que obedezcas, no para que juzgues mis órdenes. —respondo con los dientes apretados., tratando de calmar mi malhumor.
—Si señ... —cuelgo la llamada antes de que termine de hablar, me levanto furioso para terminar de limpiar el líquido que derramo la ex secretaria.
Por qué por estar coqueteándome en desmedida y mostrando sus pechos operados (no me malinterpreten la mujer es hermosa, pero hueca), tiró el café en un importante contrato que debo de leer, firmar y usar en la próxima reunión. Si no hubiera sido mi secretaria podría tener una oportunidad conmigo, sin embargo no mezclo sexo con trabajo y parecía no entenderlo o le importaba una m****a, sea cual sea, ya no es parte de mi staff de trabajo.
Camino al cuarto de baño que tengo en mi oficina a cambiarme de ropa, porque también lo derramo sobre mis pantalones, unos minutos después cuando termino me dirijo a la silla de color negro que se encuentra detrás del escritorio esperando por mí, para seguir trabajando tomo asiento en ella, busco mi móvil lo tomo entre mis manos y escribiendo un mensaje a la única persona que me puede ayudar.
Mensaje:
Necesito tu ayuda.
Pasan unos minutos y como respuesta recibo un simple ok, con un emoji enfadado, es tan madura.
Con todo este lío no me he presentado mi nombre es Leandro Doxiadis, (si soy griego) tengo 30 años, soy el CEO de empresas Doxiadis, somos dueños de cadenas de hoteles, clubes, bares, restaurantes entre otras. Hace 5 años tomé el cargo cuando mi padre Karsten sufrió un infarto por exceso de trabajo y mi madre Kolina, lo obligó a retirarse, esa mujer es de temer cuando toma una decisión y mi padre fiel a él, obedeció sin chistar.
Mi hermana Aglaia, tiene 23 años y estudia diseño de interiores. Era muy pequeña en su momento y tampoco le gusta el negocio familiar, así que me hice cargo, todo iba bien hasta que hace un mes Greta la secretaria de mi padre y después mía decidió jubilarse para cuidar a su marido enfermo, debí hacer algo para qué se quedará, es tarde para lamentos. Y todo se fue al carajo, como dijo Alex pasaron 5 secretarias en un mes, son muy coquetas, no saben hacer bien un simple café, pierden contratos o llegan tarde. ¿No hay una como Greta?.
Pasan dos horas y cada vez me desespero más, si esa niña no hace uso de presencia de verdad que me volveré loco, necesito una solución para esto y sin secretaria no sé existir, solo espero que el pitufo gruñón no me asesine.
Salgo de mis pensamientos cuando siento la puerta ser abierta de golpe dejando ver a un duende muy enfadado de 1,60 metros, de cabellos rubios, ojos azules, es la viva imagen de mi madre, pero con los ojos de mi padre.
—¿Eres idiota? —grita caminando a mi encuentro. —No puedo venir cada vez que despides a una secretaria —chilla haciendo un drama, ni que la hubiera llamado tantas veces en este tiempo. —¿Y ahora qué fue?, ¿El café frío?, del niño. —se burla de mí, su gran amigo, protector, salvador y lo más importante su hermano.
—Hola, hermanita yo estoy bien Y ¿Tú? —respondo con sarcasmo, me saca la lengua con toda la madures que tiene, ósea nada. —Para tu información se pasó de coqueta y derramó el café arriba de un contrato muy importante que lo necesito para el almuerzo. —me fulmina con la mirada y la muy condenada me responde.
—¿Tanto lío por eso? —pregunta alzando las manos al cielo. —Hay archivos de todos los contratos, le mandas hacer una copia y listo —dice mientras que pasa por mi lado sin saludarme porque estaba parado esperando un abrazo que nunca llego y se sienta en mi silla para empezar a girar en ella.
—¿Era una inútil lo dije? —pregunto caminando a la silla frente a ella.
—Está bien —responde con cansancio, pongo cara del gato con botas, comienza a negra y ya sé lo que sigue. —Pero... —levanto mi mano haciendo que se calle abruptamente.
—¿Pero qué? —la interrumpo de malhumor, ya que no me gusta que me nieguen nada.
—Será la última, lo digo en serio, tendría que estar estudiando para un examen. —me siento culpable Aglaia no debería estar pagando mis arranques de rabia.
—De acuerdo trato de suavizar mi tono, ya que no es responsable de nada.
Me da una corta sonrisa sincera y todo el malhumor que sentía se me pasa al instante, ella es mi talón de Aquiles, no hay nada que no le diera o hiciera por el duende.
Después de volver del almuerzo y haber cerrado un contrato jugosisimo con unos chinos los cuales se vieron muy interesados en la propuesta de Andre para las nuevas reformas de un hotel, entro en mi despacho, veo a mi hermana dejando unas carpetas sobre el escritorio, levanta la vista y me señala las hojas que hay encima de este, camino hasta su encuentro, tomo asiento en la silla y comienzo a leer los diferentes perfiles de las aspirantes.
—¿Conseguiste algo? —pregunto desesperado y ella levanta su mentón con superioridad, ¿A quién saco ese ego?, me interrogo mentalmente y después recuerdo que es una Doxiadis.
—Obvio hermanito, ¿Con quién crees que tratas? —sonríe de una forma muy extraña, ¿Qué está tramando?
—¿Quién es? —pregunto a un paso del colapso por tanto misterio que se ha formado.
—Es alemana se llama Marlene Fischer tiene 25 años, secretaria ejecutiva graduada con honores y es políglota. —lo dice todo de corrido, creo que se quedó sin aire.
—¿Pero está dispuesta a vivir aquí? —indago no muy convencido, ya que es un cambio drástico.
—Si, no tiene problemas. —responde y sigue con esa sonrisa que me confirma que ha hecho una travesura como cuando era pequeña. Tomo la carpeta para ver sus datos personales y me quedo sin aliento es hermosa cabello negro, ojos del mismo color que contrastan con su piel lechosa, y labios para mord... ¿Pero en qué estoy pensando?, levanto la vista y veo a Aglaia mirándome fijamente, carraspeó por la incomodidad de su mirada.
—La entrevistaré. —es lo primero que digo para que deje de estudiarme con su mirada.
—Ya está contratada. —responde con esa sonrisa que heredo de mi madre y asusta, pero ¿Qué m****a dijo?, giro mi cabeza como la niña del exorcista para mirarla detenidamente, ya que esta a mi lado.
—¿QUÉ HICISTE QUE? —pregunto gritando, maldigo para mis adentros cuando veo su mirada asustada por mi exabrupto y después la cambia a una de peligro, si mi padre me oyera como la trate me mate sin pensarlo dos veces.
—Mira, —toma aire tratando de no golpearme. —Primero dejas de gritarme, —enumera con sus pequeños dedos. —Segundo es la mejor, habla 4 idiomas, su curriculum es impecable, trae buenas recomendaciones. —al parecer es la mejor en la rama, pero sigo sin fiarme. —Y tercero yo no puedo venir cada vez que eches a alguien por un café frío. —la fulmino con la mirada, ni que fuera un ogro.
—La pondré a prueba un mes si no me gusta se va —digo para no matarla por tomar una decisión sola, pero sé que no lo dejara así, no es su estilo.
—No —habla muy calmada y eso me exaspera. —Serán tres meses y si en ese tiempo no sirve la echas, pero si lo haces antes le diré a mamá que sea tu secretaria. —¿Qué?, ni en un millón de años quiero a Kolina aquí, ni de broma.
—¡Estás loca! —exclamo frustrado, sin embargo no hay salida, o es la alemana o mi madre aquí metiéndose en todo lo que hago y ni loco acepto eso antes vendo la empresa y me hago monje. —Tú ganas. —suelto con todo el dolor del mundo, nunca pierdo nada, pero al parecer hay una primera vez.
Se levanta de su silla con esa sonrisa de bruja maldita que carga, me da un beso en la mejilla y dice que la nueva estará mañana a primera hora de la mañana y por el bien de todos espero que sea así, necesito un poco de paz y esta mujer traerá lo que necesito ¿O no?
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MarleneEn algún lugar de la habitación suena ese infernal ruido el cual puse para poder despegar las sabanas de mi cuerpo, sin embargo no puedo abrir mis ojos por la pesadez que siento, cuando logro hacerlo y trato de acostumbrarme a la luz que entra por la ventana, busco mi teléfono que se encuentra en el suelo y me pregunto, ¿Cómo llego ahí?, lo apago dejándolo a mi lado en la cama, como puedome siento estirando todo mi adolorido cuerpo por la hermosa trasnoche. Saco los pies de mi cama y los apoyo en el suelo frío, muy frío diría,arrastro los pies hasta el baño, para darme una ducha, así se me quito la resaca que tengo gracias a las idieas de Leyna.A mi amigase le ocurrió salir un domingo a festejar mi cumpleaños número 25.No todos los días se cumplen 25 años,palabras de ellas no mías. As&iacut
MarleneEl avión aterriza en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de Atenas, mis nervios van en aumento mientras rememoró la conversación con mi hermano anoche, puede ser tan dramático a veces, mejor dicho siempre lo es.Flashback—¿Cómo que te vas hoy mismo a Grecia?, ¿Dónde te quedarás?, ¿Con quién iras?, ¿Dónde trabajarás? ¿Te has vuelto loca?—grita mi hermano al otro lado de la línea, un suspiro cansado sale de mí, ya que estoy preparando las maletas porque estoy sin tiempo, ¡Mierda!,tomo una bocanada de aire para responderle al idiota de Derek.—Primero si me voy hoy mismo, segundo me quedaré en un hotel por lo que resta de la semana hasta que consiga un departamento, —comienzo a elevar el tono de voz enfadad. &
LeandroVoy llegando tarde a la empresa,diez minutos nada más, pero para mí es una catástrofe. Si no me hubieraquedado hasta muy entrada la madrugada con una rubia hermosa que conocí en uno de mis clubs, esto no estaría pasando, salí de su departamento pasado las 3 a.m. y fui directo al mío, me di una ducha, me acosté adormir, pero se me olvidocargar mi celular así que no sonó la maldita alarma y me levante 8:30 salí de la cama como alma que lleva el diablo, solo me vestí con un perfecto traje hecho a la medida, tomelas llaves de mi Mercedes Benz AMG GT C, un lujo que me di hace un año por haber cerrado un importantísimo contrato que me hizo más millonario de lo que soy.Entro al estacionamiento de la empresa tomo elmaletín que va en el asiento del acompañante,bajo del auto a paso apresurado y
MarleneCierro la puerta detrás de mí con toda la paciencia que me queda, ósea nada. Ese hombre es unogrosi escucharon bien unogro,me tiene de aquí para haya haciendo mandados como si fuera un cartero,Tráemeun café.... Lleva estos papelesa recursos humanos... Saca estas fotocopias..... Has estos pendientes....no sabe el significado de secretaría ejecutiva, no malinterpreten amo mi carrera, pero este hombre, me odia, no sé cuál es su problema conmigo, es como si no me quisiera cerca de él.Pensar que me quedecon la boca abierta por ese hombre cuando lo conocí,¿Y cómo no? Si es unDios griego, lástima que sea un idiota, a mi cabeza llega mi primer día de trabajo.FlashbackLlego a un edificio de 15 pisos con una fachada antigua, pero hermosa, p
LeandroVeo la retirada de Fischer y ese trasero me está volviendo loco, la he tenido de cartero,llevando papeles, haciendo fotocopias y quejándome del café, que debo decir es el mejor que he probado en mi vida, todo para tenerla lo más lejos posible de mí,es que no quiero que vea lo mal que me pone al tenerla cerca.Mi pene solo la quiere a ella,heestado con varias mujeres en esta semana rubias, morochas, coloradas hasta una asiática que estaba infernal, pero ninguna es como esta alemana, que con solo darme una mirada me trae babeando y me pone duro al instante. Estoy más irritable de lo acostumbrado, mi familia no me tolera, mi padre fue muy claro el domingo cuando nos sentamos a tomar un trago después del almuerzo familiar en su casa.Flashback—Hijo ¿Por quéno buscas a la mujer que te tiene as&i
Marlene Después de esa extraña sonrisa que me dedicó por la sal del café, no sé como no me despidió aún.Vine almorzar a un restaurante a dos cuadras de la empresa con Leyna, mi hermano y Gravel que vinieron a visitarnos. Cuando estoy ingresando veo a mis amigos y hermano al final del sitio, un camarero se acerca a mi encuentrome lleva hasta ellos yel primero en abrazarme es Derek, ni que hiciera siglos no me ve. —Te extrañé pequeña, me haces mucha falta. —susurra en mi oído, mientras revuelve mi cabello. —También lo hago Dereck, pero quita tus manos de mí. —le doy un manotazo para que deje mi cabello en paz. —Ya suéltala, deja algo para mí, —habla Gavrel, mientras posa sus manos en mis caderas, me mira fijamente y medaun beso cerca de laboca,me tensoen seguida, parece notarlo y me sonríe de lado. —¿Cómo estás? —inquiero soltándome disimuladamente. —Muy
LeandroDespués de que Fischer se fuera al almuerzo con "su cita", ¿Quién mierda será?, me quedé con este par de idiotas, que no los mato por la amistad que nos une.—¿Leandro quién es esa mujer? —interroga Andre curioso.—¿Por qué quieres saber? —respondo con otra pregunta, no me gusta su interés en ella.—¿Por qué es hermosa?,¿Por qué sabe varios idiomas? —se hace el gracioso al responder.—Si tú no la quieres más aquí yo encantado de llevármela a Francia. —¿Quédijo?, se volvió loco, ella esmía, ningún francés de pacotilla me la va a robar.—Andre olvídate de esa locura, ella no irá a ningún lado, —aseguro con los dientes apretados. —Tiene un contrato por t
MarleneDespués de ese fogoso encuentro entre Leandro y yo,le aclaré las cosas antes de que se sintiera obligado a ofrecerme algo, quiso explicarme, pero en ese instante su teléfono sonóy se tuvo que ir a un hotel para solucionar unos problemas, me quedé hasta las cinco de la tarde como marca mi horario y me fui a mi departamento en mi auto, ya que mi hermano me lo hizo traer desde Alemania un Mercedes Benz 300 sl, un clásico, es hermosomi bebé. Todavía recuerdo como si fuera hoy el día que me lo dieron mis padres por mis 15 años, lo había cambiado por el viaje que toda chica pide, yo quería esta joya.Llego a mi departamento que aún no decore no tuve tiempo de pedirle el contacto del diseñador a Aglaia, esta noche en la cena se lo pediré. Cuando entro no escucho sonido alguno, dejo las cosas sobre unas cajas, que no desempaque tod