Capítulo 4

Los labios de Ángel se movían al mismo ritmo que los de Oliver o al menos trataba de hacerlo. Después de una intensa conversación entre ambos ahora se encontraban sobre la cama del menor besándose de una forma poco apropiada para un adolescente de trece años.

Las manos del alfa recorrían las piernas del menor con suma delicadeza para no asustarlo más de lo que ya estaba por estar lloviendo de esa forma y también porque sus padres estaban dos habitación después de la suya.

Ángel al verse en esa situación, o sea, en ropa interior y Oliver todavía con toda la ropa que había traído decidió nivelar la situación quitándole la ropa al mayor de poco sin dejar de besarlo y luego se colocó a horcadas sobre el alfa.

Oliver dejó escapar una leve sonrisa de sus labios al ver al menor tomar el control de la situación de esa manera, y no le molestaba para nada que fuese de esa forma. Solo no quería que las cosas se salieran de control y que la primera vez de su pequeño Ángel no fuese traumante.

Todavía no era el momento para que eso pasara y menos el lugar, tenía planes para eso y sobre todo el lugar perfecto para ambos.

— Espera, pequeño Ángel — detuvo los besos y colocó sus manos en los hombros del menor — Vamos muy rápido, pequeño Ángel.

— ¿Uh? — lo miró, confundido.

— No quiero que tu primera vez sea de esta forma — acarició las mejillas de su omega, las cuales se pusieron rojas de la vergüenza — No es para que te pongas de esa forma, prefiero esperar un poco más.

— Lo siento — desvió la mirada — Siento mucho si me vi en una situación...

— No — le sonrió — No es nada, es sólo que prefiero esperar un poco más y ya está. No quiero que tu primera vez sea de esta forma, quiero que sea especial en un lugar hermoso al igual que tú.

— ¿En dónde será? — Colocó sus manos en sus mejillas — Quiero saber qué tan especial será.

— Es una sorpresa, pequeño Ángel — quitó las manos de su rostro y colocó las suyas — Solo debes de confiar en mí y ya está.

— Pero quiero saber que te traes entre manos, Oliver — hizo un puchero.

— Paciencia, Ángel — besó sus labios — Pero, eso no quiere decir que no podamos disfrutar de ambos.

— ¿Qué tienes en mente? — ladeó el rostro.

— Tengo muchas cosas en mente, pero no las haré todas en una sola noche — le guiñó un ojo — Ahora sólo déjate guiar por mí.

Ángel asintió, confundido por eso, pero de todas formas se quedó quieto esperando que Oliver hiciera el siguiente paso. Y eso no tardó en llegar cuando los labios del mayor se posaron sobre los suyos besándolo como hace unos momentos atrás.

Su cuerpo fue echado hacia atrás con el mayor sobre él dejando besos húmedos por todo su cuello y clavícula. De los labios del omega salían pequeños suspiros llenos de placer y agradeció que todavía siguiera lloviendo a montones porque estaba más que seguro de que sus padres lo matarían si se llegaran a enterar de que estaba en su habitación con Oliver.

Oliver se estaba conteniendo en no dejar marcas en el cuerpo del omega para que sus padres no lo llamaran la atención por estar de calenturiento y que después sus planes se fueran al caño.

Le dio una mirada a su pequeño Ángel caído del cielo y sonrió para sí mismo cuando llegó a la erección de este y la vio bastante dura.

— ¿Mi pequeño Ángel, me puede permitir quitar esta prenda molestosa de su cuerpo? — Ángel asintió, volviendo a poner sus manos en su rostro para que Oliver no viera su sonrojo más claro que nunca.

Oliver quitó el bóxer del menor y la erección de este estaba lista para ser atendida por él, y no se esperar de mucho atenderla como se debe. Colocó sus manos sobre los muslos del menor cuando este por poco sale corriendo por como Oliver había introducido parte de su miembro a su boca sin más preámbulos.

Ángel se llevó una mano a la boca para evitar que saliera el grito que deseaba salir desde hace rato de sus labios y cerró los ojos dejándose llevar por la sensación que todo su cuerpo estaba sintiendo.

El placer de tener a Oliver satisfaciendo su cuerpo con ese oral era algo que pensaba que nunca iba a suceder a menos que fuese de vida o muerte. Era la primera vez que estaban de esa forma tan íntima.

Sólo eran besos subidos de tono, pero nunca habían llegado tan lejos como quitarse la ropa y sobre todo hacerse orales uno con el otro. Ahora estaban en su habitación disfrutando y sintiendo la adrenalina de que alguno de sus padres pudiese entrar a la habitación y dañar el momento.

Por inercia llevó una de sus manos a la cabellera azabache de Oliver y lo impulsó a que fuese más rápido que antes y el alfa no se opuso a eso. El ritmo subió drásticamente y por lo visto Ángel no aguantó mucho por lo que se corrió sin previo aviso dentro de la boca del mayor, haciendo que este tosiera por lo repentino que fue.

—Lo siento mucho, Oliver — se sentó en la cama asustado — No me di cuenta cuando pasó, en verdad lo siento mucho.

— No pasa nada — dijo, tosiendo, un poco — Es solo que fue demasiado repentino y por eso comencé a toser — se quitó lo que había quedado en los labios.

— ¿Seguro que está todo bien? — preguntó, aún asustado.

— No, mi pequeño Ángel — besó sus labios — Estoy feliz de que fui el primero en darte placer y espero ser el único.

—Siempre serás el único para mí — dijo con inocencia — También espero que yo sea el último para ti.

— De eso no hay duda, mi pequeño Ángel.

*****

Noah jadeó cuando su espalda chocó una vez más contra la pared cercana a la puerta de su habitación. Las embestidas eran cada vez más placenteras y su cuerpo estaba caliente, y su entrada seguía dejando salir lubricante a montones.

Los labios de Ian estaban en su pecho dejando marcas por todo su paso. Las caricias en sus piernas, las cuales se sostenían de la cadera del alfa estaban temblorosas por todo lo que esa a sintiendo.

Llevó sus manos a los hombros de este sosteniéndose de estos para no caerse si este decidía alejarse de la pared. Tenía su labio ligeramente mordido, acallando los altos gemidos que pretendían salir de su boca.

— Eres tan perfecto y eres todo para mí — dijo Ian, con la voz ronca — Seré el último hombre con el que estés, dulce bebé.

— Sí, soy t-tuyo — suspiró el omega, dejándose llevar por la ocasión — ¿Tú eres mío?

—También lo soy, dulce bebé — buscó los labios del menor una vez más y lo llevó hacia la cama donde siguieron por horas con ese acto lleno de pasión.

Las horas en las cuales ambos pasaron teniendo sexo entre las sabanas fueron las más agotadoras por parte del menor que sentía su cuerpo pesado y eso logró que se durmiera desde que sintió su cuerpo en paz y tranquilo.

Ian por su parte se paseó por habitación sin dejar de mirar a Noah dormir con la corona de flores aun en su cabeza y con las medias puestas, lo cual era lo único que tenía en el cuerpo. Observó un momento los rayos que caían sin querer detenerse por nada del mundo. Se pasó una mano por el cabello y hacia donde estaba su pantalón de chándal, y se lo puso.

Con un suspiro, recogió todo lo que estaba en el piso y arregló lo que estaba fuera de lugar. No tenía caso que Noah se metiera en problemas porque no recogieron la habitación y porque todo el lugar estaba desordenado.

Fue hacia el baño en busca de algún ambientador para el lugar y algo húmedo para limpiar al menor.

Lo hizo de una manera que parecía mentira o una broma viniendo de él. Limpió todo lugar, todo quedó como antes lo había estado antes de entrar a la habitación. La ropa que el chico había tenido en su cuerpo la guardó otra vez en la bolsa, al igual que las medias dejando al menor solo con la corona de flores y bóxer puestos.

Se acercó a la cama mirando y tomando el pulso del chico para saber si aún estaba vivo después de las largas horas que ambos pasaron juntos, el chico solo estaba cansado y eso era bueno para él.

Tomó la bolsa una vez más y salió de la habitación yendo a la suya para evitar que alguna de las personas lo viera. Esa noche fue una de las mejores que tuvo con ese pequeño para decir que fue increíble ver la forma en la cual éste niño podía tratar de evitar que sus gemidos saliera de sus finos labios para que sus padres o hermanos no lo escucharan.

Escuchó los pasos del otro lado de la puerta y supo que ya Dylan o Jared se había despertado para ver a sus hijos antes del desayuno, con una sonrisa en los labios fue hacia el baño para darse una ducha.

En la habitación del pequeño Noah, Dylan acababa de entrar a la habitación de su hijo para que se despertara y que vaya a desayunar. Frunció el ceño al ver la corona de flores en su cabeza mientras que su rostro parecía exhausto.

— Noah — lo llamó y éste ni se movió, solo arrugó la nariz y nada más. Se quedó en su lugar, un olor leve se asomó por la corona de flores, no pudo evitar que su ceño se frunciera aún más al sentir el olor de Ian salir de ese lugar. 

Volvió a llamarlo, pero este se quedó en el mismo lugar. Negó con la cabeza y fue hacia la habitación de su sobrino para que le explique la razón de que su hijo tenga esa corona de flores. Entró sin tocar a la habitación de su sobrino con la corona de flores en las manos y lo observó colocarse el saco impecable.

— ¿Por qué le diste esta corona de flores a mi hijo? — preguntó Dylan, e Ian le sonrió, confiado.

— Se la di porque es momento de que nos llevemos bien — se encogió de hombros — Pensé que sería lindo que se despertara con ella puesta y con mi olor — se sentó en la cama — Pensé que sería bueno que él despertara con ella puesta y que supiera que era mía. Es como un tratado de paz entre ambos.

— ¿Seguro que es solo eso? — Su voz sonaba desconfiada — No parece mi hijo le agrades mucho y ayer lo comprobé.

— Lo sé — asintió —Anoche aproveché que estaba durmiendo y se la puse — ladeó la cabeza — Prometo no volver entrar a la habitación de su hijo una vez más, tío.

— Gracias — sonrió, de forma paternal — No quiero que Jared se entere de esto, todos somos muy sobre protectores con Noah  y no deseamos que nada malo le pase.

— Lo sé — volvió a asentir — Noah  también es muy importante para mí y también lo cuido.

— Eso espero, Ian — se dio la vuelta — Nos vemos en el comedor en media hora — dicho esto salió de la habitación.

La sonrisa que Ian en su rostro no desapareció en todo el día.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo