—¿Qué pasó? — me preocupa su tono de voz.
—Primero dime cómo estás, ¿Ya estás en la casa? No escucho bulla — me está poniendo nerviosa.
—Sí, acabo de llegar pequeño controlador — trato de calmar la situación.
Escucho su risa a través del teléfono y me llena de energía.
—No es que sea controlador, solo me preocupo por ti — se ha relajado.
—Si… claro… solo es eso, bueno dime ya cuáles son las malas noticias.
—Se acerca una tormenta y no nos permiten despegar, así que tendré que quedarme esta n
—Como primer evento de caridad que organizaremos será una subasta y recaudaremos fondos para ayudar a la organización de niños abandonados del país, en el que la Corporación Morris es el principal benefactor, como pueden ver en los documentos todo está detallado tendrá lugar en…… —continuo con la exposición muy segura de todo lo que digo.—Muy bien señorita Sanz, pero… —la voz de Rick me interrumpe — ¿De dónde sacará lo que se subastara?—Nos hemos puesto en contacto con varios artistas importantes de la ciudad que han donado uno o más obras de arte, también hemos contactado con personas que nos han hecho llegar antigüedades que también serán subastadas, todo ya está siendo recaudado
—¿Qué problema? —lo miro sin comprender.—Que no sé cómo podré aguantar cuando los demás hombres se queden viéndote.Sonrío dándole un manotazo suave en el vientre.—Vamos antes de que se haga tarde.Salimos y el chofer nos abre la puerta de la limusina, estamos sentados y Rick se acerca para besarme, lo detengo colocando un dedo sobre sus labios.—Lo siento amor, arruinaras mi labial y quiero llegar presentable.Gruñe y se vuelve a acomodar en su sitio.—Está bien, pero ni creas que voy a aguantar las ganas de besarte por m
Así que este es su padre, Rick se levanta y la saluda.—Disculpe mis modales, no les he presentado a la organizadora del evento y mi novia la señorita Sanz.Las palabras de Rick me alegran, parece que hubiera presentido mis temores o que hubiera adivinado los planes que tenían.Los saludo y vuelvo a mi asiento, Brisa se sienta al lado de su padre, mirando siempre que puede a Rick, debo admitir que es una situación bastante incómoda.Mientras conversan, Rick disimuladamente posa su mano sobre mi muslo desnudo por la abertura de mi vestido, me sobresalto un poco por el susto, pero no hago nada más lo dejo hacer.Poco a poco va subiendo su mano lentam
—¿Me estás hablando a mí?Trato de sonar serena lo último que quiero es hacer un escándalo que pueda arruinar la noche.—La única inútil frente a mí eres tú, no veo a otros inútiles.Tengo tantas ganas de voltear esa sonrisa de lado, su vestido es color granate demasiado escotado y corto que, en vez de ser elegante se ve vulgar.—Jill no es el momento ni el lugar para tus estupideces, por un momento usa tu cerebro y controla tu lengua viperina.Lo digo seria, Rick nota mi seriedad y se acerca.—¿Todo bien? — pregunta mientras se coloca a mi lado. Después de unos segundos los dos se vienen en medio de gemidos y sudor, quedando los dos en la bañera abrazados por unos minutos, agarrados de la mano, besándose, mirándose, acariciándose, están en silencio sin hablar, no necesitan hacerlo porque sus cuerpos hablan por ellos.Terminan el baño y se van a dormir, satisfechos de un día excelente.(…)Me remuevo entre la sábana, toco a mi costado y la cama está vacía, abro los ojos y no veo a Rick por ningún lado, veo el reloj y son las 8 de la mañana, ¿Dónde podrá estar?, es fin de semana no hay oficina.Me levanto para ingresar al baño, me doy unaFIN DE SEMANA
—No, acabo de ver la revista y solo vi la portadaAsustada busca donde se encuentra la noticia“Samantha Sanz, la nueva conquista del CEO Rick Morris, esta hermosa joven que ha cautivado al presidente tiene 21 años, es estudiante de Administración está próxima a terminar su carrera, se quedó huérfana a los 6 años, su madre murió debido a un cáncer terminal un año después que su padre se suicidara frente a ellas dejándolas en la miseria.Según fuentes cercanas ingresó a trabajar a la corporación Morris recientemente y no por su buen currículo ni experiencia, sino porque conquistó
El ocaso se hace presente y ellos ya están listos para salir, Rick ha preparado una sorpresa para Samantha del cual no ha dicho ni una palabra, ella tiene puesto un hermoso vestido dorado de una marca exclusiva, está perfectamente maquillada y peinada, Rick tiene puesto su traje de etiqueta que le queda a la medida.—Ya por favor dime cuál es la sorpresa.Samantha trata de sacarle información casi rogándole haciendo un puchero, parece una niña emocionada.—Ya lo sabrás, no seas impaciente — Rick sonríe.La toma de la mano y se dirigen al ascensor del hotel, llegan al lobby y está el chofer que los espera para llevarlos al lugar de su velada, suben a la limusina, en ella Rick le venda los ojo
—No pasa nada tranquila, algunos detalles que tengo que arreglar — Rick voltea para regresar al hotel — tenemos que irnos, lo siento, pero son cosas que tengo que atender personalmente—Te entiendo, no tienes porqué disculparte, vamos.Ambos caminan de regreso al hotel, no quiere decir que es lo que sucede, pero es lo bastante malo para que tengan que volver lo antes posible.Los días en París terminaron y tienen que volver, Rick ha dejado varios negocios pendientes por su escapada y Samantha también les espera mucho trabajo en su regreso.(…)