CAPÍTULO I
- Al bajarme del avión, solo divisaba las personas que nos recibían, fuimos invitados a una jornada donde se tratarían diferentes tópicos y se pondrían en práctica en la misma nación en diversas comunidades, por el trabajo que había realizado en los tres últimos años de mi experiencia profesional como profesora.
- Por aquí,- dijo alguien. Al mirar me encontré con un bello chico, vestido con un uniforme alegórico a su bandera.
Continuamos por uno de los pasillos del aeropuerto, el grupo que asistió conmigo al evento, dicho sea de paso no los conocía hasta que abordamos el avión, no quisieron conversar, iban leyendo revistas u otras cosas que ni vi bien, yo solo me concentre en repasar un folleto que había comprado en una de las tiendas del aeropuerto, allí detallaban lugares que me gustaría conocer para revisar las expectativas que traía que de seguro lograría, en los dos meses que estaría allí.
Al caminar iba leyendo carteles que anunciaban los sitios turísticos del país, entre ellos anuncios de parques, hoteles, al llegar a la sala de espera fuimos recibidos por la comisión de logística, con mucha alegría por parte de las personas que allí se encontraba, dispuestos a darnos una excelente bienvenida, estaban varias personalidades encargadas del evento otras chicas y chicos para atendernos.
Justos después de darnos la bienvenidas, nos condujeron hacia un auto para llevarnos al hotel donde nos deparaban grandes sorpresas. Durante el trayecto del aeropuerto al hotel, miraba por la ventanilla, la hermosa vista, las personas caminaban por las aceras, sin tropezar con ningún objeto mal ubicado, asombrada vi las cestas donde colocan los desperdicios, hasta percibía el grato olor de la naturaleza.
- ¿Respetan todas las personas los semáforos y los rayados? pregunté al joven, “Recordando un trabajo comunitario, que realizamos en el instituto y que tanto trabajo nos dio, pero que al final logramos sembrar en las personas de la comunidad la semillita del uso adecuado de los mismos”
Y el amable joven me dijo:
- Si, se hace lo adecuado para evitar accidentes que lamentar, todo para vivir en mejores condiciones, debemos respetar las señales de tránsito, solo pasar cuando nos indique la luz respectiva, asimismo, caminar por donde señale el rayado o por las aceras, para esos se hacen, para caminar por ellas, de este modo evitamos infinidad de problemas a los conductores, transeúntes, de igual manera usando adecuadamente los canastos conservamos limpio nuestro país, evitando riesgos de contraer enfermedades, con la prevención se han salvado muchas vidas.
Quede extenuada con la explicación recordé todo lo que nos costo en el instituto, (unos cuantos años, unos cuantos insultos), la información me la había dado el joven en unos minutos. Se percibía el trabajo mancomunado que se ha estado realizando al pasar de los años. Continuando la marcha y mi observación, viendo lo maravilloso del camino, hoteles, vallas anunciando los logros, la bienvenida a los participantes de la jornada de ¡Que alegría! Es hermoso sentir que te esperan, te reciben tan agradablemente.
Llegamos al hotel ya algunos de las personas que viajaron conmigo estaba allí, incluso ya les habían ubicado habitaciones, lo mejor fue que me asignaron una habitación donde estaría sola, porque llegue de última, mejor, esas personas tenían caras serias. Me deje llevar por la emoción, mirando todo por donde pasaba, que hermoso, paisajes, fotos de personajes del país, recordando a algunas personas de mi familia, no lo había hecho desde que subí al avión, imagino que fue por la emoción, también me vino a la memoria alguien en especial el cual fue una de las razones para emprender este viaje, recordé el día cuando caminaba por una de las avenidas mas importantes de la ciudad, note su auto.
- Mi amor, ¿Qué estará haciendo por acá?-, me pregunté. Al acercarme no lo vi solo sino con…
El ascensor me permitió salir de mis pensamientos volví a la realidad, pase la vista por lo que se estaba cerrando ante mis ojos solo observe un pasillo con excelente decoración, luego la puerta del ascensor se cerro, allí estábamos el simpático joven que me ayudaba con las tres maletas, yo llevaba las dos pequeñas, al viajar debemos llevar lo más necesario, la estancia sería de dos meses había elegido con sumo cuidado toda la ropa.
Llegamos, de nuevo otro pasillo, “que hermoso” dije en voz alta, el joven me miro y sonrió.
Pregunté: ¿Todo aquí en este país es así?
No me entendió, aclare, los pasillos, la decoración, habían cuadros de hermosos paisajes. ¿Todo es así?
El joven respondió: ¡Si!
Tratamos de ser natural, mostrar lo que somos, lo que tenemos, espero le guste su estadía, estoy para servirle, cualquier cosa que desee me llama soy Mario José, para servirle, se paro en frente de la habitación numero 52 la abrió me invito a entrar, se fue.
¡Que belleza! la cama matrimonial, inmensa, con sabanas bellas tejida a mano, fui al baño, extraordinario, grande, la ducha y el WC muy limpios, con jacuzzi incorporado, lo mejor era el grato olor a flores de lavanda. Me dirigí al ventanal, observe la tarde morir, cayendo la noche sobre otro país, sentí nostalgia, mire a lo lejos, pensando en lo dejado…
De repente observe algo parecido a lo que un día leí, una pareja de ancianos, él tocaba un instrumento que no podía divisar, ella bailaba a los pocos que transitaban por allí, me hubiese gustado estar mas cerca, pero recordé que estaba en el 5to piso, buen número, no muy alto, para que no sintiera ningún ruido, pero sin embargo no lograba escuchar claramente la música.
Decidí vaciar las maletas, procediendo así a colocar toda la ropa en el closet. De repente observe en una de las mesitas de noche, una carpeta, la ojee, era el itinerario para la cena y para la semana que comenzará mañana lunes, la cena sería servida a las ocho de la noche, en el salón “Universo” mirando mi reloj me dije: faltaba hora y media, eran las seis y media, creo que no hay cambio de hora en este país, por si las dudas preguntare, levantando la bocina y en seguida me respondió un voz melodiosa.
- Hola, desea algo Sra. Sánchez.
- Puedes decirme la hora por favor
La vos respondió
- La siete de la noche señora.
Media hora de diferencia con mi país. Solo tendría una hora.
OK gracias.
Me apresure, corrí al baño, probando el agua con la mano, para comprobar su temperatura, me devolvió a la realidad no estaba en mi apto. Rapidito me bañe, recordando que coloque la ropa que me pondría al llegar para caminar, un jean, un suéter color rosa oscuro, que me fascinaban, por si hace frió una chaqueta, lo combine con unas sandalias ocre, que además de bellas eran muy cómodas.
Termine de arreglarme, me cepille mi largo cabello, me maquille un poco colocándome por supuesto accesorios que combinaban con el vestuario. Baje, en seguida que se abrió la puerta del ascensor, estaba allí mi guardián el joven que me condujo a la habitación, esta vez lo hizo hasta el comedor. Al caminar por el pasillo que lleva al comedor fui deleitándome con lo que veían mis ojos, personajes conocidos, otros no, pero luego me daría a la tarea de conocerlos
Llegamos al comedor, mi guía me dejo con un mesonero que me llevo a un mesa donde habían pocas personas, no reconociendo a ninguno, todos me saludaron con una bienvenida, me senté, me dieron la carta, la observe bien , demasiados platos para cenar, solo solicite un pan con queso, un jugo natural, una torta de fresa, llego la comida pero antes, un vino para mejorar el apetito, muy rica mi frugal cena, al concluir cada una de las personas que nos encontrábamos en la mesa se fueron despidiendo, me retire, entramos en el ascensor.
Fueron quedándose en los pisos bajos y el último se bajo en el piso 4to, así que subí sola hasta el 5to. Se abrió la puerta, salí, me quede observando un rato el pasillo, - pensando - solamente estoy yo en este piso, deberían llegar otros luego, por lo menos podía aprovechar, mirar detalladamente las pinturas, estuve un rato, luego decidí entrar, me desvestí y coloque la ropa encima de una silla que parecía tejida a mano por los detalles que tenían, bambú u otro material desconocido, me bañe, me puse a ordenar el plan del día siguiente, en vista de que la jornada comenzaría al mediodía podía levantarme un poco tarde, salir a tiempo para desayunar o almorzar.
Trate de ordenar, conseguí vaciar las tres maletas, sin arreglar todo, dejare para mañana la ropa interior, los accesorios, el maquillaje, perfumes y otros. Tomé un libro, decidí leer, antes de comenzar dije.
- Cargaré el celular, llamare a la chica que me atendió por teléfono, para que por favor me llame a las nueve.
Lo hice, la voz dulce respondió:
- Estaré encantada señora, que pase buenas noches.
Comencé a leer y….
CAPÍTULO II Me desperté justo antes de que sonara el teléfono, levante el auricular inmediatamente que sonó para escuchar la voz dulce me dijera: Buenos días señora Sánchez, son las nueve en punto, le damos la bienvenida, invitándola a su vez a desayunar. - Gracias, le dije, en un rato bajaré. Observé el libro, recordando que no lo miré, cuando me recosté me dormí profundamente, no desperté ni siquiera para ir al baño, observe el techo, anoche no lo noté, tenía un bello acabado con lo que parecía yeso u otro material parecido, hermoso igual como lo que había visto desde que llegué al hotel, me levanté. Decidí que me pondría el mismo jean, cambiaria el suerte por la camisa celeste de mangas tres cuartas, usaría las sandalias blancas y los accesorios para combinar, me fui al baño, antes de entrar me asome por la ventana, de día era mejor la vista. Bañada y vestida, salí de la habitación, pude notar que había movimiento en el pasillo, de paso que estaba más iluminado yse veía más
CAPITULO IIIHaciendo la maleta de viaje Diego, estaba tratando de evitar continuar la discusión con su esposa, la relación de amor se acabo desde el momento de la partida física de su segundo hijo, ella lo culpaba y él a ella. En ese diario convivir se le iba la vida, No recordaba haber sido tan infeliz, todo la felicidad que hubo en el matrimonio se fue, sin tener estrategias para recuperarla, ni siquiera tenia la más minima esperanza de ello.Las discusiones se volvían el pan nuestro de cada día, si comenzaban al despertarse, finalizaban cuando iba a su trabajo. Al regresar encontraba otra queja.- Entonces Diego, te irás,- Si, respondió, Diego, sin mucho ánimo,- Por qué no puedo ir yo, los niños los dejaremos con tu mamá.- No es viaje de placer, es laboral, de estudios, no podemos dejar a los niños con mamá porque, no es justo, tú puedes tenerlos estas de vacaciones.- Es tu culpa que yo no pueda asistir, soy educadora, sé que escogieron algunas, porqué tú no quisiste decirle a
CAPÍTULO IV Diego en su habitación. Luego de bañarse se recostó, despertando al escuchar voces en el pasillo. -Creí volver a escuchar su voz, ¿Que raro! Observé el reloj del celular, me dispuse a terminar de vestirme, casi eran las dos, tome la carpeta que estaba sobre la mesita, baje. De nuevo, creí verla, cuando me acerque al ascensor divise un cabello hermoso, recordé el suyo… Espere que volviera a subir el ascensor, baje y el salón estaba lleno, pregunte por mi asiento, me indicaron: -Busque su asiento, según la habitación, está a la derecha en el segundo pasillo el tercer asiento, número 53 – 13 Cuando me senté noté que mi vecino del 51 no estaba y me vecina del 52 sí, aunque no veía su expresión, ni la observaba bien por que había poca luz, estaban comenzando a disminuir su intensidad porque comenzaría el evento dispuesto para hoy, así que me senté, supe que era mujer por su larga y hermosa cabellera, la misma que observe minutos antes en el ascensor, con mucho cuidado,
Levantada muy temprano, baje al salón donde deberíamos desayunar llamado DESCARTES, allí lo vi, creo que me esperaba. Me sonrió y me invito a su mesa. - Hola, buen día, ¿Cómo dormiste? - Bien gracias ¿Y tú? - Bien, sabiendo que la buena compañera de la habitación contigua, estaba tan emocionada como yo, de escuchar los dos ancianos que tocaban en la calle… - Oye, ¿Los viste? Son fabulosos, desde que llegue los he escuchado, te aseguro que he intentando bajar, pero debo preguntar si se puede a esa hora. - Entonces, - respondió Diego- bajaremos juntos. En esos momentos llego el chico con la carta para que solicitáramos el desayuno. Pedí dos arepas con carne y un buen café con leche. Él solicito lo mismo, agregando un jugo de naranja. Nos sirvieron y luego de desayunar pasamos al salón respectivo para escuchar la primera charla y de allí nos dividiríamos según el interés de cada participante. La charla estuvo centrada, el moderador hablo sobre los beneficios que traería el traba
Comencé la tarea, con entusiasmo fui planificando tomando en consideración los elementos que debe llevar esta, el objetivo era la integración del personal, para lo cual tenía que buscar un verbo que coincidiera con eso “Integrar”, -pensé- ¡Si quiero integrar debo conocer! OK, entonces mi objetivo será: “Constituir grupos formados por miembros de las comunidades capaces de accionar positivamente ante dificultades presentadas”, los objetivos específicos: “Conocer habilidades y destrezas de los miembros de las comunidades para asignación de roles”, “Familiarizarse con los miembros de las comunidades para conocer sus necesidades e intereses” y “Visualizar situaciones que puedan presentarse para tomar prevenciones”. Bien, faltaban las estrategias, las actividades, responsables y los recursos, además de las diapositivas, garcías a Dios que tenia Internet para ayudarme con las imágenes. Trabaje hasta las doce a.m. (12:00.a.m.), muy agotada me recosté y me dormí, al despertar eran las siet
Amaneció el día miércoles, luego el jueves y por fin llegó el viernes, esos días transcurrieron de forma regular asistimos a clases de estadística, filosofía y planificación, todo el material era de excelente calidad, el grupo de compañeros era muy dinámico y los profesores dispuestos a ofrecer todo el caudal de conocimientos que estuvieran a su alcance. A la hora de almorzar planificamos Diego y yo, nos veríamos a las 07:00 p.m. en el salón Bolívar, allí estarían nuestros acompañantes para llevarnos a conocer a la pareja de músicos. Tuvimos la última clase de la semana que por demás esta decir estupenda, cantamos, bailamos, brincamos y otra serie de actividades las cuales eran indispensables para integrar a un grupo disgregado, en edades y profesiones, por supuesto saque a relucir mis dotes como maestra realizando dos actividades que nos dejo exhaustos y felices, nos despedimos, cada uno a su habitación, pensando en la hora del encuentro. Mientras me arreglaba pensaba en todo lo
Luego de culminada la clase, camine por los pasillos, observando con detalle las pinturas que habían tan bien colocadas, diría que perfectamente ubicadas, ya que, dependiendo del punto donde fueran miradas se apreciaban, estaba entretenida cuando alguien toco mis hombros.- Hola, me dijo y me beso en la mejilla.- Hola, Diego, ¿Cómo estás?- Bien, extrañando a mi hermosa amiga, Laura Marina. ¿Qué haces?- Por los momentos, observando la perfección de la colocación de las pinturas, mientras comienza la próxima clase.- Te invito a compartir el almuerzo, ¿Quieres? no tienes otra opción porque sino, te abrasare y no te dejare ir, sonrío ja ja ja…- OK, siendo así…, en vista de que hemos estado separados desde hace días por el trabajo, te acepto, ja, ja, ja….Pasamos al salón para el almuerzo, todo transcurrió muy rápido, charlamos, reímos y comentamos casi todo lo que habíamos hecho en los días que no habíamos podido vernos. La próxima clase la teníamos juntos, salimos hacia el sitio res
Me levante con la luz del día, esta entraba por la puerta, me dispuse a bañarme me vestí muy deportiva y salí.Al salir me llego un grato olor a comida recién hecha, olía a arepas asadas en leña con café recién colado, llegue hasta la cocina y vi a mi amiga la Sra. Elena, en la preparación de diversos platos, la salude y me sonrío con un esplendoroso gesto.Buen día Sra. Laura, le prepararé el desayuno y le estoy haciendo el almuerzo y la cena.Le informe que casi nunca cenaba, que nos e preocupara por hacerse cena, que si me daba hambre comería cualquier cosa o me tomaría un jugo.No vio con buen gusto mi información indicándome que debería comer algo, por que el trabajo que me esperaba era duro y necesitaría fuerzas suficientes para resistirlo, para ello debería alimentarme muy bien.Sonreí, diciéndole que siempre había sido así.Me sirvió un muy buen desayuno término con el almuerzo y me dijo que me esperaban en la casa de color azul que estaba al cruzar las dos cuadras a la derech