Veo a mi hermana Paula, temblando de frio, me acerco mas a la cama y veo que mi hermana esta hirviendo en calentura. Miro el reloj son las 4 de la madrugada, salgo corriendo donde están mis padres.
Entro a la habitación afligida, con el corazón a mil por hora, olvide prender la luz de la aflicción.
—¡Papi, Papi, Papi, ayuda, ayuda, ayuda, algo le pasa a mi hermana! —Exclamo gritando para que me escuchen, voy y toco el brazo de mi madre y mi padre, para que se levanten rápido.
Mis papas se levantan de golpe, aturdidos.
—¿Hija que pasa? —Pregunta mis padres al mismo tiempo, mientras se despiertan.
—Mi hermana se puso mal, esta hirviendo en calentura, ayúdala, que hacemos —respondo afligida, corriendo
—Esta es mi guitarra, tambien se tocar violín y piano —me dice Pablo mientras toca su guitarra.—Toca para mí, alguna canción con tu guitarra —le digo curiosa.—Para ti toco guitarra, y cualquier instrumento solo para ti —responde Pablo.—Quiero que cantes para mí —respondo mirándole a los ojos.—Ok linda —me responde sonriendo.Pablo inicia con su canción, se ve tan lindo, tocando la guitarra, y es mas me va a cantar a mí.Si necesitas amor, ven, que conmigo lo puedes tener, solo acércate más y mírame a los ojos, sentirás como mis ojos toman el control, yo doy todo por ti, no se si tu lo das por mí.
—Me encanta ese perfume, Háblame bajito, para que nadie se entere, estoy pensando en cambiar el nombre tuyo y mío, por si nos revisan el celular en la movida, cámbialo, o lo escondes bien, para que nadie se entere —susurro lentamente en su oído.—Tu y yo para siempre —me pone el dedo en mi boca.—Que rico —murmuro.—No ocupo palabras y ya me dices que rico —se pone pensativo.—Pégate contra la pared —le ordeno.—Que traviesa —juega con mi cabello.—¿Te gusta lo que ves? —Pregunto mientras le miro a los ojos.—¡Hay, hay, hay, hay, hay!, esa mirada que me haces me mata —s
—Ustedes son las bebes —responde entre lágrimas.—Disculpen, ella no esta bien, iré a dejarla a su casa, Enzo ayúdame —responde Martina.Pablo sujeta mi mano y en eso Santiago aparece con una cara que se nota que ha llorado mucho.Martina, Enzo y la hermana de Martina, yo no sabia que tenia un hermana, se fueron.Mis padres quedaron muy asustados, y Ahora ya presentía algo mal dentro de todo esto, con que saldría Santiago de que mas me tengo que enterar.—Hola Santiago —responde mi madre.—¿Pasa algo? —Pregunta paula.—Vine a entregarte esto —le dice mientras se acerca a Paula.<
Entro al salón.—No, me hagas reír, es enserio que esta chica va a dar una audición en canto este dia, hay no, ella no me llega ni a los talones, ni cantar puede de seguro, no entiendo como decidió inscribirse a canto, no la hemos escuchado cantar, pero cuando haga el ridículo, enfrente de todos allí si será su final, y moriré de risa, y de placer —me responde con esa su voz chillona.Me quedo callada ignorándola.—Deja en paz Dulce María, no tienes derecho hablarle a si —responde Pablo defendiéndome.—te presento a mis amigas, yo tengo mas que tú, yo soy popular, yo tengo todo, y tu Lucia roba novios, no tienes nada, espero digas algo, y deja de ignorarme —responde Dulce María.
—Espera, yo te conozco se quien eres tú, te llamas Martina, eres tú —responde Simón levantándose de la silla.—No, sé de qué hablas, te están confundiendo, con otra Martina de seguro, no tengo nada que ver, no se de que me habla —responde Martina.—¿Pero te llamas Martina? —Pregunta Simón.—No, no me llamo así, y no se que quiere usted, no lo conozco —responde Martina.—Eres nueva, primera vez que te veo, y se que te he visto de algún lado —responde Simón —Si, es la catedrática Martina, así le dicen —responde Kevin.—Este es el salón de música Kevin, donde te pu
2 horas después, le bus me deja en una playa, me bajo y como se que la entrada es gratis y tengo dinero, me fui a buscar comida.En mi mente pienso, que cualquier chico puede tenerme, peor no quiero a nadie más, solo a Pablo, y estoy muriendo lento, lo quiero para mí, me estoy muriendo de amor, siempre me he sentido independiente, todo lo hago sola, solo quiero espacio, y la playa me ayudara lo bueno es que tengo un pequeña pistera con dinero.Compro almuerzo, y por ahorita no quiero regresar a casa, dejo la pistera, bien metida en el césped, donde hay una palmera y me dirijo al mar, a olvidar mis penas.Lloro mientras me meto a la orilla del mar con la ropa que ando puesta y con el agua que recorre mi rostro, se pierde con mis lágrimas, me siento muy dolida, ni yo misma imagine salir corriendo de mi casa, y hoy si me van
—Suéltame, solo quiero mi pistera que esta en la mesa, no me lanzare a la piscina —le respondo.El joven me suelta la mano yo agarro mi pistera, y salgo corriendo para darme un último chapuzón al mar.Me meto al mar, antes de que oscurezca y sumerjo mi cabeza rápido.El joven me toma entre sus brazos.—Enserio quieres matarme de un susto —responde.—Suéltame, deja de cargarme —respondo seria.—Si te suelto, ¿Me prometes no correr? —Me pregunta.—Te lo prometo —respondo.Me baja, mis pies tocan la arena, nos miramos, lo miro bien, y me parece conocido a alguien, esas expres
—Pues yo creo que si se enamoro de ti, hija, ayer estaba muy preocupado por ti, el estuvo pendiente de ti cuando te perdiste, y bueno tus amigas nos dijeron lo que estaba pasando, y tambien me aflija cuando no apareciste, casi nos da un patatús a todos, Martina se puso mal ayer, se le bajo la presión, de la aflicción, y yo ya no se diga casi caigo allí tirada en el sillón, hija no vuelvas hacer eso, nos dio mucha afición lo que paso ayer, imagínate que alguien más te hubiera agarrado, y te hubiera hecho algo, hija, allí si me muero —responde mi madre.—No quise que esto pasara, y se volviera un caos, perdónenme por favor —respondo arrepentida.—Hija, solo te pido que no te guardes nada, pase lo que pase por más mínimo que sea tienes que hacérnoslos saber, casi nadie pudo dormir