Luego abrazamos a Samara y Rio, deseándoles lo mejor para su boda.Thane estrechó la mano de Gunner y le dio un medio abrazo. —Cuida de mi tripulación, Gunner.El artillero sonrió. —Por supuesto, Capitán. Buena suerte ahí fuera.La emoción brotó de mi pecho cuando subí al pequeño barco de pasajeros,
—Mi marca se deslizó hasta mi mano y buscó contacto con la suya.—Hmm —fue todo lo que dijo Katarina.Eso sólo pareció molestar a Thane. —Odio cuando haces eso.—¿Hacer lo?—La cosa hmm. Como si supieras algo —respondió. —Sólo escúpelo.Katarina levantó las manos en señal de rendición. —Bien. Bien.
Evie StantonSe nos dice desde el momento en que tenemos la edad suficiente para comprender que nuestras vidas giran en torno a casarnos algún día por el bien de nuestro reino. Yo, por supuesto, me burlé de esa idea, negándome a permitir que fuera yo. Hasta que llegó el día en que así fue.—Sé una b
Un lugar que quería visitar más que nada en el mundo.Afortunadamente, Mary cumplió su palabra. No se ve ni un alma fuera de mi habitación. Podría haberla besado por ser la persona increíble que era. Había vivido en el castillo el tiempo suficiente para conocer los rincones secretos, incluidos los t
Mi corazón latía como el batir de las alas de un colibrí mientras me mordía el labio inferior y reunía todo mi coraje para atravesar las puertas dobles batientes.En el momento en que lo hice, los ojos se dirigieron hacia mí al instante. Si bien no era la única mujer en el bar, rápidamente me di cue
No podía apartar mis ojos de él. Mis labios se separaron, deseando poder beberlo en lugar del licor. Apuesto a que era igual de embriagador. Debajo de mi bata, mi piel se tensó, anhelando un toque.Mi mirada se vio atraída por la barba incipiente de su mandíbula, el rosado y regordete de sus labios.
Thane Drogos-Una hora antes-Si hubiera sabido que el contrato estaba en Avalon, no lo habría aceptado. Evité la capital a toda costa. No sólo no eran hospitalarios con los piratas, sino que yo no quería volver nunca más para revivir la noche en la que toda mi vida había cambiado.Mientras Jack ech
La camarera rompió mi mirada y se sentó frente a mí. —Capitán. No te esperaba —saludó.—Emily —dije claramente. —Sentarse. Hagamos negocios.Ella se sentó, cruzándose de brazos. —¿Puedo ofrecerte una bebida?Le mostré una sonrisa torcida. —Eso seria genial.Unos vasos de ron después, Emily y yo lleg