La preciosa y aterciopelada voz de mi cielo me llega a los oídos, cada vez que se va de viaje vuelve con su sexy acento más marcado, miro a la puerta es de donde proviene la voz, sé que todos al igual que yo le miran, ahí está él con su maravillosa sonrisa, su perfecta barba, su cabello peinado y esos ojos hechizantes que me enamoran, ese traje gris oscuro que lleva le quedan a la perfección, está hecho a su medida, que precioso está, esa camisa celeste cielo medio abierta le da un toque seductor, ese globo en la mano... ¡Mierda el globo! enseguida salgo de mis cautivadores pensamientos y haya va mi corazón como caballo de carrera.
—¿Me organizan una fiesta y me esperan en la cocina? —Joder no me percaté de la hora, Tom de inmediato se acerca y abraza a su ahora mejor amigo.
—Bueno hombre, yo esperaba que fuera mi novia la que se me tirara al cuello, pero ya que estamos, me puedes dar el beso también. —Tom carcajea y le da un golpe en el hombro y se aleja.
—Cuando
Siento la cama vacía y mi cuerpo extraña su calor, paso mi mano por el lugar donde se suponía él debía estar, pero solo me encuentro con un lugar frío y comprobar lo que ya sabía, está vacía, él no está, abro los ojos perezosamente <<¿Dónde está? ¿Por qué me dejo sola? ¿No le bastó despertar sin mí toda una semana?>> Me siento en la cama y me recuesto sobre el cabezal de esta, estoy completamente desnuda bajo un montón de frazadas, las imágenes de lo sucedido horas antes me hacen sonreír, miro a la ventana y hay mucha luz no debería a menos de que...—¿Joder dormí desde ayer? —Solo recuerdo estar sobre Alahin escuchando los latidos de su corazón, salgo de la cama enseguida, hace frío pero no tengo tiempo para buscar ropa, la de él está sobre la silla, así que me pongo su camisa esta me queda enorme, una vez termino de abrocharla salgo de mi habitación y bajo la escalera de prisa quiero verlo sentirlo y reprocharle que me dejó sola, camino por el pasillo y escucho v
Es jueves por la tarde, estoy con mi amigo en el estacionamiento de The Space a la espera de Vero y de Alahin, han pasado dos meses y dos semanas, estoy de 19 semana casi veinte, mi pancita ahora es una panzota. La doctora Lombardo dice que mi bebé será bastante grande y como si fuera poco, aún no se ha dejado ver.Estoy mirando a mi amigo, desde hace días lo he notado con una actitud diferente, aunque no lo diga abiertamente él es muy transparente y no puede guardarse nada ni callarse las cosas cuando algo lo agobia o le preocupa.—¿Entonces le darás permiso a Alahin para que pueda salir conmigo hoy? —Resoplo, no puedo creer que en serio sea la segunda vez en el día que me pide permiso para hablar con mi cielo, estoy consciente que algo le sucede aunque él lo niega, sé que necesita a su amigo y no voy hacer yo la que lo impida. Le miro ofendida.—Thomas por favor, sabes que no me tienes que pedir permiso para ello. —Me molesta porque él me conoce muy bien, s
—Venga chiquita vámonos se nos hace tarde y se supone que somos los encargados de abrir. —Me apresura Tom, hemos despertado muy tarde, dejarse llevar por lo placentero que es estar en cama con nuestras parejas es peligroso, peligroso para nosotros, mi chico trabaja desde casa y Vero entra mucho después que nosotros <<Que envidia>> ellos sí pueden desayunar con calma, sin desayunar no puedo irme porque Alahin me forma la tercera guerra mundial.—Chiquita. —Grita Tom, no sé lo que le pasa, hoy Alahin no podrá llevarme tiene una conferencia en vídeo llamada y debe alistarse por lo que mi amigo me llevará. Tom vuelve a llamar, joder con Thomas no está nada calmado, mi amiga que despertó al igual que nosotros es como si no estuviera aquí, está en otro planeta me ha quitado el puesto, creí que ayer iban a solucionar todo por la urgencia que tenían de llegar a su habitación, mi amiga no habló en todo el desayuno, me preocupa <<¿será posible que su i
Este fin de semana ha sido una completa locura, de compras, comidas, salidas y arreglando lo del bebé, Vero me ha regalado una enorme cuna, está preciosa. Por un incidente en el centro comercial mis amigos tuvieron una fuerte discusión, un chico se acercó a Verónica de una manera que jamás debió acercarse, Tom se cegó, no escuchó explicaciones solo se abalanzó contra el chico con todo, motivo por lo que la seguridad del centro se vio forzada a detenerlo y pagar fianza para poderlo liberar, como si no fuera poco Verónica y él discutieron de una manera espantosa, hasta el punto de llegar a los golpes, Vero propinó más de dos guantazos a su chico, Alahin quiso abogar por él pero no se lo permití, es cierto que el chico más que coqueto fue descarado, pero eso no significa que cada hombre en la tierra es así, no pueden evitar que las personas se nos acerquen o que no nos hablen, de esto discutimos entonces él y yo, ya harta de que me asfixiara le exigí que me diera espacio, le
Pasan los segundos, los minutos, las horas, los días, las semanas, los meses y yo sigo encerrada en mi habitación sin permitir que alguien se me acerque, incluido Alahin quien aún no sabe la terrible noticia que me dio la doctora. Solo quiero estar sola y cargar con mi culpa. Verónica y Thomas no se han mudado no quieren dejarme. Nada me importa, nada me interesa, si me hablan no escucho, no entiendo, el dolor, la tristeza, la depresión, la culpa, el enojo, el resentimiento, la vulnerabilidad y mi corazón pulverizado no me permiten hacerlo.—No puedo más con esto. —Escucho la voz de mi novio, es un susurro de dolor, lo he alejado de mí como a todo el mundo y eso le duele. —No puedo ver cómo dejas pasar la vida, ya han pasado 6 meses y tú no mejoras ni un poco. —Le escucho suspirar, le miro y él ya tiene su mirada de dolor y angustia fija en mí. —No solo perdí a mi hijo también te he perdido a ti... Y eso es algo con lo que no puedo, vuelve por favor... Vuelve... —Me súplica, d
Aquí estoy, corriendo por las calles de Toledo, una Anti deportista como yo encontró en el ejercicio y en clases de defensa personal un pasatiempo para la depresión, me ha funcionado bastante y no solo para salir de la depresión también para tener mejor cuerpo, esas palabras que Carmen me dijo tiempo atrás se quedaron grabadas en mi cabeza y por mucho que desearía pasar de ello no puedo, no seré una modelo, pero sin duda mi cuerpo es mejor que antes.—Hola lindura. —Sergio se une a mí, es un tío majo que siempre me espera en un punto específico de mi ruta para hacerme compañía. —Precioso día ¿Verdad? —Sonrío por cortesía, se pone pesadito en ocasiones.—Sí, hace un día estupendo. —Sigo mi camino y él a mi lado, no se da por vencido, no entiende que yo no quiero tener una relación.—¿Saldrás a correr en la tarde? —No le miro o soy capaz de caerme como ya me he caído antes.—Sí, pero lo haré con mi amiga, sabes que cuando vengo con ella solo podemos
Algunas cosas no cambian y esta vez no cambió el hecho de que soy yo quien abre el supermercado, mi hora de entrada es mucho más tarde, pero la costumbre es fuerte y prefiero entrar a primera hora.—¡Hola, Oscar buenos días! —Le sonrío. Oscar es mi nuevo compañero de apertura al igual que Tom en sus tiempos, también se dedica a la seguridad del supermercado. Una vez abrimos, nos dirigimos cada quien a nuestra posición de trabajo, tras llegar mis trabajadores, les doy indicaciones de lo que deben hacer tal y como lo hacía cuando era una cajera, resulta ser que después de salir de la depresión y superar mi rotura con Alahin, Leonard me volvió a ofrecer el puesto de Gerente general y lo acepté, ahora paso la mayor parte de mi trabajo encerrada en una oficina firmando documentos, contestando correos, atendiendo llamadas o en reuniones en otras partes del país, viajo mucho.Al abrir el supermercado me meto a mi oficina tengo mucho por hacer.Tras terminar de firma
—Jefe el supermercado está a rebosar y dos chicas faltaron, una llamó para reportarse enferma y la otra ni sus luces. —Mi jefe se niega a que yo me meta en una caja.—Las que están han de agilizar la mano chiquita no puedes estar en una caja, ahora eres jefa y eso no se vería bien. —Resoplo de impotencia. —Además en solo tres horas has de irte a la reunión general no puedes faltar ¿De Acuerdo? Ahora debo irme, mi hijo se irá contigo no lo olvides. —Sin decirme nada más se va y me deja ahí parada en mi antigua caja con un infernal deseo de abrirla sin su consentimiento.—Vaya chica colores. —Escuchar esa estúpida voz hace que se complete mi día con una desgracia más, furiosa le miro.—Joder estaba muy bien cuando no te veía, no puedo creer que vivas tan cerca para que también vengas a este puto supermercado. —El imbécil solo sonríe. —Mira guapo no sé cómo sabes tanto de mí, pero de algo si estoy segura y es que no puedes estar siguiéndome a donde vaya, es