—Toc, Toc, ¿Puedo pasar?— preguntó Noah desde la puerta, Izan contuvo un suspiro. —Por supuesto hijo, adelante. — respondió en tono amable. —Gracias.—Toma asiento, por favor. ¡Vaya, pareces estar de buen humor!— le dijo con sinceridad— últimamente pareces estarlo siempre — sonrió. —Asi es, digamos que ahora disfruto el buen humor. La vida puede ser muy bella, padre— Izan sonrió y frunció el ceño, dos acciones contrarias entre si. —Eso es bueno... ¿Y la causa es Candace?—Ella es especial, papá. Realmente me agrada y siento que puedo ser yo, sin esconderme de nada, es completamente espontáneo. Candace me entiende y yo la entiendo a ella, congeniamos muy bien. —Eso es bueno, pero tómalo con calma Noah, no quiero que termines estrellandote con una pared. Candace es hermosa, y ya estuvieron prometidos para casarse, sabes que lo aprobaría sin lugar a dudas, no solo es hermosa e inteligente, sibo que proviene de buena familia, pero me preocupa la implicación emocional que conlleva que
En cuanto se escuchó el primer disparo sus hombres activaron protocolo de protección —¡AL SUELO, JEFE!—gritó uno de sus hombres y de inmediato Izan se agachó, maldijo a gran voz, mientras sus hombres se posicionaban y comenzaba un intercambio de disparos, el sonido era estridente e Izan escuchaba las balas, uno de sus hombres cayó frente a él, con una herida en la pierna que poco tardó en comenzar a manar sangre, se escuchó como una motocicleta aceleraba para obtener gran velocidad, más disparos y luego silencio. —¡CARAJO !, ¿QUE FUE ESO?—preguntó indignado y es que era sorprendente que alguien se atreviera a atacarlo dentro de una de sus propiedades. —¡Se ha ido!— gritó otro de sus hombres, corriendo hacia la entrada—¡Tenemos un herido aquí!—¡JOSEPH, ESTÁ HERIDO!— gritó uno de sus hombres. Izan salió de detrás del auto, furioso caminó hacia el hombre en el piso quién agonizaba con una herida de bala en el pecho. —¡LLEVEN A JOSEPH A LA CLÍNICA!—gritó Izan furioso—¿PARA QUIÉN TRAB
La siguiente semana pasó con rapidez, Izan estaba frustrado porque no lograba una buena pista que le ayudará a descubrir quien estaba interesado en desaparecerlo, estaba constantemente de mal humor y la discusión con Grace no hacía más que empeorar y generar más tensión, tensión que Spencer estaba sabiendo aprovechar, siempre intentando mantenerse cerca de Grace, ahora tendían a tener largas conversaciones, reían constantemente y Spencer le hacia ver que no era el chico malo que Izan creía. —¡Hija, que bueno verte!— le saludó Amelia en cuánto entro a la mansión McCartney. —Hola, mamá— le besó la mejilla— ¿cómo has estado?—Yo bien, tesoro, como siempre. Cuéntame cómo estás tú y como está mi nieto.—Pudiera ser nieta— le sonrió— aún no deja verse, esperemos lo podamos descubrir en la siguiente ecografía. —Seguro que si, Pasemos al recibo, he pedido nos preparen té y galletas. —Gracias, ¿Dónde está Candace?—Sigue en Manhattan con Noah, al parecer está resultando un viaje muy encant
Permanecían abrazados, con las sabanas de seda cubriendo la desnudez de sus cuerpos, ambos de manera inconsciente tenían una sonrisa dibujada en su rostro y disfrutaban de la sensación de paz que habían obtenido, la mano de Candace reposaba sobre el masculino pecho, la mano de él, iba y venia haciendo delicados caminos sobre la delicada espalda. —¿Candace?—¿Si?...—¿Tienes idea de lo que significas para mí?— preguntó en tono dulce. —Creo que lo sé— dijo feliz y elevó su rostro para mirarlo, pero incapaz de resistirse le dió un beso en los labios. —Lo disfruté mucho Noah, me ha encantado. —Yo estoy en las nubes— le sonrió y le besó los labios suavemente. —No sé cuánto tiempo estaremos en esta ciudad pero... no te vayas de mi lado, no vuelvas a dormir en otra habitación que no sea ésta — el sonrió feliz, porque de no haberlo pedido ella, él de igual manera, hubiese sido incapaz de marcharse — duerme a mi lado, despierta conmigo. Hazme el amor Noah — le acarició el contorno de los l
Grace sintió como la liberaban del peso que la cubría mientras ella respiraba con dificultad... —¡Arriba señora, arriba!— le decía uno de los guardaespaldas mientras la ayudaba. En cuánto levantó la cabeza la imagen le aterrorizó, vio a lo lejos un par de personas heridas, los gritos de auxilio, los cristales hechos añicos en el piso... ¡Lya!Se sentó en el suelo y la imagen la derrumbó, Lya estaba en la misma silla donde había estado sentada desde que llegaron, sus ojos muy abiertos... sin vida y dos enormes manchas de sangre en su pecho. ¡No, no, no!—¡LYA, LYA, POR DIOS LYA!— con esfuerzo se puso de pie, los cristales arañaron su piel. —¡Señora, alejese por favor!—¡Hay que ayudarla!— exclamó en medio del llanto —¡Está herida, hay que ayudarla!—Señora... ella está muerta. —¡NOOOOO!— batalló con el guardaespaldas, lo golpeó y caminó hasta Lya—¡Lya, por favor!— sus manos se tiñeron de carmesí. —¡Vamos a ayudarte, te ayudaremos Lya!— sollozó angustiada. A lo lejos escuchaba las s
El día de regresar había llegado, Noah tenía sentimientos encontrados, y se sentía triste, a pesar de haber cumplido a cabalidad el pedido de su padre, a pesar de haber encontrado dos lugares increíbles, y de dejarlos muy cerca de estar operativos, no podía evitar que la tristeza lo embargara, no solo lo había hecho bien, sino que lo hizo aún mejor de lo que esperaba su padre, pero aquello se trataba de Candace y de él, porque habían estado viviendo una especie de luna de miel que llegaba a su fin y aquello era muy doloroso, separarse despues de haberse acostumbrado a estar juntos dia y noche.Aquella semana junto a ella había sido maravillosa no solo se habían comprometido, sino que no le había comprado un maravilloso anillo para ella, uno que le gritara al mundo lo mucho que amaba a su prometida y futura esposa, esta vez llevarían a cabo un compromiso nacido de los sentimientos de ambos, esta vez no se trataba de un compromiso por conveniencia, una boda acordada o una unión para sat
Candace y Noah, llegaron a la mansión O'Farrell tomados de la mano, en cuanto cruzaron la puerta se encontraron con una mujer de servicio, quien les sonrió con amabilidad.— Buenas tardes jóven, buenas tardes señorita. — Buenas tardes— responde en tono seco— ¿ donde está mi padre?—El señor se encuentra en su despacho. ¿Está mi hermana en casa?— pregunta Candace de inmediato. —La señora está en su habitación.— Muchas gracias, puedes retirarte— le despide Noah, luego se gira para ver a Candace— tranquila, ve con ella y yo conversaré con mi padre— antes de verla marcharse se inclina y le da un tierno beso en la frente y se dirige directamente al despacho de su padre, llama fuertemente con los nudillos sobre la puerta de madera.—¡Adelante!— se escucha la voz fuerte de Izan. En cuanto asoma la cabeza en el despacho, por la puerta entreabierta, lo saluda. —Buenas tardes, padre, ¿puedo pasar? —Hijo mío, estás de regreso, por supuesto que sí, adelante—Izan, se pone de pie para poder a
—Ya dejamos de hablar cosas tristes, la verdad necesito que mi ánimo mejore, necesito dejar de pensar en Lya, dejar de sentirme culpable y dejar de sentir que no merezco estar con vida cuando ella ya no está— Candace, la miró con tristeza pero asumiendo que realmente necesitaba cambiar el tema para que su hermana se sintiera mejor— cuéntame cómo te fue en tu viaje en Manhattan, ¿cómo van las cosas con Noah? porque me parece que se gustan y según veo la relación va bastante seria, bueno si es que puedo atreverme a decir que tienen una relacion, espero no ofenderte— Candace sonrió. —La realidad es que me hace sentir muy culpable que tú estés pasando por tan mal momento cuando a mí me están ocurriendo de las mejores cosas de mi vida— con una sonrisa dibujada en los labios extendió la mano hacia ella y le mostró el anillo de compromiso— Noah, me ha pedido que me case con él y he aceptado —Grace abrió mucho los ojos miró a su hermana con una enorme sonrisa en los labios y la estrechó con