Los vampiros teníamos nuestras compañeras destinadas, tampoco era algo muy común, y al vivir mucho más tiempo la búsqueda era aún más ardua. Se decía que cada vampiro tenía una forma particular de reconocerla y yo... había soñado con ella ya muchas veces. Ya yo había hecho mis sacrificios... sin obt
Xavier — ¡Eres un completo vil sinvergüenza! ¿Cómo te atreves a venir aquí y mostrar tu cara luego de lo que ocurrido en el bar? ¡Buitre! —digo rugiendo, sintiendo como casi hablaba Apolo en mi nombre. — ¡Tengo todo el derecho de estar aquí! —grita el muy infeliz. — Por la diosa, aquí vamos de nu
Carmen — ¿Estás segura de que ella es la humana? —preguntaba el rey a lo que parecía ser su asistente, una mujer loba rubia y atemorizante. — Así es, Su Majestad... por lo que dice este informe de la doctora, ella ha pasado por mucho— — Su corazón está mal... su latido suena mal...—decía él, fij
Xavier — Alfa Xavier... sé que desde hace meses me ha ayudado a combatir a los traidores que quieren derrocarme, y por ello le estoy agradecido. Sé que lo que he dicho no le ha gustado ni lo que sucedió hace momentos — me dice el rey. Mi mate se había retirado y yo me había quedado viendo por la
— ¿Por qué las profecías no pueden ser más claras? ¿No es más fácil decir directamente lo que es? —pregunta Bruno frustrado. — Una razón más para tener a esa manada bajo control — dice Fabrizio. — ¿Y qué pasará con mi mate? Tienen las pruebas de que ha sido maltratada... ¡Es un peligro que está en
Marina Había pasado tantas cosas desde que había dejado mi manada; me había ofrecido a intentar solucionar los problemas que habían aparecido cerca de nuestros territorios. Había luchado junto con Xavier mano a mano, para luego terminar bajo las órdenes del Rey. Y en el camino, me había encontrad
En momentos tenemos a soldados que se encargan de poner orden y yo voy hacia la chica. — Pequeña... ¿Eres tú? — le digo y ella me ve deleitada. — ¡Mari! ¡Oh Mari! — grita ella feliz y me abraza. — Pensé que te había perdido... luego del ataque… te veo mucho mejor — le digo, se veía menos flaca y
Xavier Carmen... mi mate se llama Carmen. Marina la había encontrado primero y la había cuidado y ayudado, y por eso estaba eternamente agradecido. Había querido matar al estúpido Alfa por quincuagésima vez ya; parecía que no podía ser dejado solo un instante porque iba a atacar a mi mate. El re