Welcome peachie

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El aroma en el aire era espléndido, se podía decir que aquel dulce aroma a chocolate hacía que la coneja se pusiera inquieta, lamia sus labios imaginándose que se sentiría tomar de aquel chocolate caliente cuando la empleada del lugar llamo al nombre de Olivia ella parecía una niña pequeña con aquella sonrisa tan contagiosa. Con el frío inesperado en el ambiente había tomado a Olivia desprevenida y sin un abrigo a mano.

Cuando tomo de aquel vaso y sintió ese cálido líquido pasar por su garganta sonrió satisfecha, su corazón palpitaba porque ese día era el primer día en donde ya sería libre de aquel contrato tan maligno que creo un Alfa para sentir al menos una aura dulce y bondadosa en un ambiente tóxico.

Los ojos de Olivia miraban con confusión como algunas personas la miraban y como otras le hacían una reverencia al pasar junto a ella.

Se detuvo por un momento y giro su rostro observando que todos la miraban, ladeo un poco su cabeza confundida por lo que pasaba, pero aun así siguió su camino hacia su trabajo como asistente para una de las modistas más importantes de la zona.

El mal sabor en su boca se apoderó de ella aun cuando el sabor dulce del chocolate estaba en sus papilas gustativas. Sentía un extraño presentimiento mientras daba un paso más y se detuvo nuevamente, con disimulo miro que aún había gente siguiendo sus pasos.

— Mami, ¿ella es la reina de nuestro líder? —Olivia concentro su atención en un niño pequeño de por lo menos 6 años, uno que la señalaba. Curiosa la coneja se señaló a ella misma mirando como ese pequeño niño rubio asentía a lo que negó sin entender que sucedía —. Tú estás en el periódico.

El cuerpo de Olivia se estremeció ante aquellas palabras y agarro el periódico de alguien al lado suyo, periódico que dicho niño señalo y mirando la primicia miro lo que más le aterraba en su vida. Aquello parecía su perdición, ¿quién estaría tan desquiciada como para ser pareja de ese hombre?

Sus pensamientos se revolvían mientras leía la nota: "Último momento, nuestro líder espectacular ha cautivado el corazón de una chica demasiado bella. ¿Es esto verdad? Podrán estarse cuestionando lo cierto de esto, pero claro que lo es, fueron vistos en la fiesta de cumpleaños organizada para nuestro grandioso líder, en donde se escuchó decir de la joven que ambos eran pareja y comportándose de forma cariñosa. Y agregando que al final del espectáculo se les tomó fotos por parte de nuestro equipo de paparazzi, en donde el líder llevaba en sus brazos a nuestra reina, quien dormía cómodamente y con una sonrisa ¡Qué ternura! Aunque ahora podemos ponernos a pensar, ¿fue ella quien cautivó el corazón de nuestro líder supremo? Si es así, podemos estar felices al por fin tener noticias sobre la unión de nuestro líder con una bella dama. De acuerdo a otros rumores, parece ser que la chica identificada como Olivia Quinn estaría esperando al primogénito de nuestro líder, algo que sin duda nos mantiene felices al ver como una nueva familia se forma ante nuestros ojos, algo que nos dará paz eterna"

Tomo el chocolate por completo sin importar lo caliente de este, su boca se sentía seca al no poder comprender del todo que ocurría. Parecía un castigo enviado por la diosa luna para acabar con ella en las garras de aquel jaguar.

Guardo la calma ante la mirada de todos que se sentían llenos de suerte al haber estado junto a la reina del país y más por el hecho de que ahora nadie más sería víctima de aquel jaguar, ya que ponían su confianza en el aspecto dulce de la coneja.

— ¿Cuánto pago por el periódico?—miro al hombre a su lado—. Necesito esto.

Tomo su cartera entre sus manos desesperada por buscar algo de dinero para pagarle al señor, pero antes de que pudiera sacar algo alguien conocido para todo el mundo, Olivia levanto su rostro encontrándose con Dmitry, quien le daba dinero al hombre. Uno que se fue al instante después de tomar la gran suma de dinero, la mirada de Olivia topo con los ojos ahora negros de aquel alfa.

Estaba furiosa por el hecho de parecer no poder escapar de aquel hombre que ahora la estaba atando a él con la presión social que todos le ponían encima para calmar al jaguar que solo jugaba con ella en algo enfermizo que únicamente Dmitry conocía.

— Creo que querrás hablar de esto. Así que te llevaré a tu trabajo y hablaremos en el camino.

El felino bajo su mirada mirándola con una sonrisa, se giró y camino hacia su auto en donde espero paciente a la coneja hasta que ella se subió. Para él se veía tierna cuando se enojaba y era algo que estaba comprobando cada vez que provocaba aquel sentimiento lleno de furia hacia él.

— Este era tu plan. Llevarme a aquel lugar engañándome para caer en tu trampa —no se contuvo—. Pensé que estábamos en el mismo canal cuando hablaste de que me dejarías libre, pero ahora sale esto y no parece que quieras cambiar lo que ahora todos creen.

— ¿Y para qué hacerlos creer algo más?

— Solo trabajé para hacerte ropa y tú tomaste varias cosas en contra, primero arruinabas mi trabajo rompiéndolo y diciendo cuan mala era en ello. Después prometiste que terminaría el contrato y me dejarías libre, aún en la mañana viéndome salir de la casa principal sonreíste. ¡Es esto un maldito juego para ti!

Dmitry se detuvo en medio del camino, el lugar en donde trabaja Olivia estaba enfrente de ellos. El felino giro su rostro mirando con una sonrisa aquella desesperación que la coneja sentía, era exquisito para él verla así. Ver como parecía estresarse por lo que él hacía para molestarla, pero ahora estaba yendo más serio en un tema donde ahora todo parecía ser más complicado.

— Solo toma la corona y póntela —dijo serio—. Y parece ser que has olvidado que eres de mi pertenencia, eres mía Olivia Quinn, nunca podrás escapar de mí. Desde el momento en que entraste en aquel bosque tu destino estaba siguiéndote, el encontrarte conmigo parecía una casualidad y algo del momento, pero yo no te voy a dejar ir fácilmente.

— Estás loco.

La mano de Dmitry tomo el brazo de Olivia con fuerza lastimándola en ese instante, el quejido de la coneja fue algo que no paso desapercibido por aquel Alfa que seguía negándose a que el mamífero lagomorfo no sintiera nada por él o que no intentara al menos acostarse con él teniendo tantas ocasiones donde se lo dejo tan fácil.

— No creas que te dejaré irte tan fácil. Y no pienses en irte del país porque nadie te lo permitirá, si observas a todos a tu alrededor miraras la gran tranquilidad que siente al verte y saber que tú serás la que le des paz a su vida en este país donde viven con miedo...

— Miedo causado por ti —hablo interrumpiéndolo—. Yo no pagaré por ellos algo que solo tú has creado, así que suéltame y hasta cargo de los rumores. No quiero volverte a ver en mi vida, después de esto recuerda que tú y yo no somos nada.

Pero Olivia parecía no entender algo, el trato amable que recibía de parte de Dmitry era algo que nadie había recibido. Y sin duda ella estaría sin vida de otra forma si aquel felino no se hubiera obsesionado por tenerla para él, aun sabiendo del carácter que tenía la coneja, nadie se la iba a quitar.

Dmitry la había marcado como su pertenencia desde aquel día en que su bestia se fijó en la bondad que la coneja portaba, miro con anhelación como Olivia se sentía cómoda al lado de él, algo que había deseado por mucho tiempo Dmitry quien no convivía con la gente por ese sentido de miedo que todos expresaban al verlo.

— Recuerda Olivia, estás advertida y cualquier movimiento que hagas yo lo sabré, todo lo que intentes hacer con planeación yo lo sabré y nunca podrás irte de mi lado. Firmaste un contrato del cual no sabes su contenido y creo deberías leerlo para saber a qué te enfrentas, pertenencia.

Dijo tan cerca del rostro de ella que la intimido y provoco miedo en su interior por no saber a lo que se estaba metiendo, cuando él la dejo salir del auto Olivia lloro alejándose de aquel lugar. Caminando hacia el edificio en donde ella trabaja y solo para esconderse en los baños del lugar. Era la única forma en la que podía desahogarse por el momento, tenía miedo de que alguien la engañara nuevamente como su antiguo prometido hizo, sentía ese pánico por escuchar de nuevo aquellas palabras que rompieron su burbuja rosa en la que vivía.

Tenía miedo de que ahora el felino hiciera eso y más para destrozarla.

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