NICOLÁS COOPER.

—No entiendo por qué sigues cambiando la foto —me dice Leon—. Pronto estarán juntos.

Estoy seguro de que harías lo mismo.

—Las personas cambian mucho físicamente.

—Pero no en un día, todos los días cambias la foto del retrato y eso no es algo muy normal que digamos.

¿Normal? Que extraña palabra.

—No sé por qué te sorprendes —le digo—. Tú harías lo mismo si estuvieras en mi lugar.

—No digas mentiras —me regaña—. A comparación tuya, yo sí sé comportarme y no actúo como un acosador.

—Solo la estoy protegiendo.

—Acosándola, mejor dicho.

Jamás lo va a entender.

—¿En dónde están los idiotas de mi gamma y delta?

—Que humor.

—Contesta.

—Roberto está espiando a tu mate y Michael fue a arreglar los últimos detalles de tu plan.

—Perfecto —le digo— ¿Qué sabes del hermano de mi melodía?

—Llegó al hotel al medio día, se contactó con Acacia y ahora está trabajando en lo que pediste.

—Todo parece ir bien.

—Todavía estas a tiempo de arrepentirte y de conquistarla como una persona normal.

—Llevo cuatro años con este plan, lo he hecho bien en cada detalle y no pienso tirar todo lo que llevo a la basura.

—Solo digo que deberías de recapacitar, esa chica es humana y ahora tiene una vida normal, va a hacer muy difícil para ella asimilar el hecho de que un loco aparece de la nada y le dice que es suya.

¿Me acaba de decir loco?

—¿Me llamaste loco?

—No, que va —me contesta con sarcasmo—. Te acabo de llamar genio.

—Que carácter tienes hoy.

—Mira quién lo dice.

—Cállate y mejor asegúrate de que todo salga bien.

—Bien —se levanta de la silla—. Conste que yo te quise ayudar para que hicieras las cosas bien, cuando la chica te odié con toda su alma, recuerda que es tu culpa.

—Yo me voy a encargar de que me amé, no me importa lo que pase y cuanto tiempo tarde.

—Como sea, bye, loco acosador.

Leon sale de mi oficina y yo me dedico a mirar la foto de mi mate.

He esperado toda mi vida para tenerla a mi lado y ahora nada ni nadie me va a detener.