Capítulo 6: Satanás.

–¡Son preciosos Cassie, eres una verdadera artista! –Habló Elyanna maravillada mirando todos los diseños de joyas que habían sobre la mesa de su amiga.

–¿Artista yo? – Preguntó Cassie con incredulidad abriendo mucho los ojos mirándola. –Tú sí que eres una verdadera artista cuando se trata de crear joyas. – Afirmó agarrando la muñeca de Elyanna para ver las pulseras que llevaba puestas. – Es increíble lo que haces Ely, ninguno de mis dibujos es capaz de superar una de esas pulseras, eso sin contar el collar que llevas puesto. – Murmuró y agarró entre sus dedos el dije que llevaba Elyanna en su cuello. – ¿Son las iniciales de tu adorado Brandon, ¿verdad? –Preguntó mirando las letras que habían grabadas en el dije.

–¡Así es, mi primero y único amor! –Contestó Elyanna con una tierna sonrisa en su rostro mirando aquellas iniciales que significaban tanto para ella.

–¿Todavía tienes alguna esperanza de volver a estar con él? – Preguntó Cassie con curiosidad mientras que organizaba los dibujos que deberían exponer en la reunión.

–Han pasado diez años Cassie, seguramente habrá rehecho su vida con alguien, pero sí tengo esperanzas de algún día volver a encontrarlo para saber si es feliz y como le ha ido en todos estos años. –Murmuró Elyanna con nostalgia y Cassie llevó la mano a su barbilla para que levantará la mirada.

–¿Nena has probado salir con alguien en todo este tiempo? – Preguntó Cassie intrigada pensando que no podía ser posible que Elyanna se haya quedado anclada al pasado durante diez años sin darse una oportunidad con otra persona.

–Por supuesto que sí Cassie, he tenido algunas citas, pero ninguno me ha llegado al corazón. – Suspiró Elyanna encogiéndose de hombros. –Creo que jamás olvidaré a Brandon, él siempre será mi primer amor.

–Pues el primer amor no es el más importante, nena, sino que el último. Ese será el que marcará toda la diferencia en tu vida. –Afirmó Cassie dando la vuelta a la mesa para agarrar una carpeta.

–No creo que sea capaz de volver a amar a otra persona Cassie. Amo a Brandon desde que era una niña. – Murmuró Elyanna ayudándola a guardar los dibujos en la carpeta.

–Exactamente nena, es el primer amor de una niña, ya es hora de que encuentres tu primer amor siendo una mujer. – Habló Cassie agarrando la mano de Elyanna, dándole un suave apretón y por un instante la mente de Elyanna recordó el rostro de su Ángel de guarda, el extraño que la había salvado.

Entonces Elyanna se pegó una bofetada mental sin entender porque había pensando en aquel hombre de repente y decidió cambiar de tema.

–Bueno ahora dime, veo que están muy liados hoy con todo esto. ¿Estás nerviosa por la tal reunión? –Preguntó Elyanna con curiosidad viendo como su amiga parecía estar ansiosa.

–Estoy en pánico Ely, es la primera vez que recibimos a uno de los dueños de Hands Of Gold & Company de visita en esta empresa. – Habló Cassie con expectación. – Al parecer recibiremos hoy aquí al heredero de la familia Butt, Christian Butt.

–Llevo a penas tres meses en esta empresa y jamás he visto a los dueños, solo sé quién es el dueño por su nombre. –Murmuró Elyanna sentándose en una banqueta al lado de Cassie, pasando los dedos sobre uno de los diseños.

Hace más de un año que trabajo aquí y esta es la primera vez que viene. –Susurró Cassie pegando su hombro al de Elyanna. –Nuestra cadena de joyerías es parte del grupo Hands Of Gold, pero no son las principales, así que casi no aparecen por aquí y creo que vienen...

–¡¡No te he contrato para estar aquí de cotilleo Polyanna!! – Exclamó Rebecca la subgerente de la empresa, como siempre dirigiéndose a Elyanna con otro nombre a propósito.

–¡Elyanna! –Contestaron Elyanna y Cassie a unisonó.

–Como sea, si hicieras mejor tu trabajo hace mucho tiempo me hubiera aprendido tu nombre, pero sigues siendo una insignificante en esta empresa. – Escupió Rebecca, pero a Elyanna ya no le importaba sus intentos de humillarla, sabía que lo hacía para descontar en ella los malos ratos que la hacía pasar el gerente.

–Lo siento señora Rebecca, pero usted me dijo que viniera aquí para ayudar a Cassie a preparar la presentación de la nueva colección. – Habló Elyanna poniéndose de pie.

–No importa, igualmente no haces nada bien y Cassie, prepara bien esa presentación. –Ordenó tocándose la sien con una de las manos, como si tuviera un terrible dolor de cabeza. – Me han dado un chivatazo y hoy no recibiremos aquí a señor Butt, sino que al mismísimo Satanás. – Afirmó la mujer dándose la vuelta y Cassie abrió mucho los ojos asustada, llamando la atención de Elyanna.

–¿El CEO de Hands Of Gold es el que presidirá la reunión? – Preguntó Cassie con expectación y la subgerente volvió a girarse para mirarla.

–¿Es que eres sorda? – Preguntó Rebecca exasperada y la chica se sobresaltó dejando caer la carpeta con todos los dibujos de la nueva colección. – Eres un verdadero desastre, asegúrate de hacer bien tu trabajo, porque hoy todos estaremos corriendo el riesgo de perder nuestros puestos. – Escupió saliendo del taller de diseño, pero no tardó en volver a asomarse para darle un aviso a Elyanna. – Date prisa carita bonita, que tú hoy corres doble peligro, con Satanás y conmigo.

Las dos amigas sacaron la lengua para la subgerente como si fueran dos niñas cuando ella les dio la espalda y continuaron recogiendo todo lo que había dejado caer Cassie.

–¿Quién es Santanas? – Preguntó Elyanna con curiosidad.

–No tengo idea de como se llama, el jefe de diseño es el único que tuvo contacto directo con él y nuestro gerente claro, pero ambos se refieren al CEO como si fuera un demonio, dicen que tiene un carácter horrible y que es muy exigente. –Contestó Cassie con nerviosismo y después se centraron en recoger todo para la presentación.

Brandon entró a la empresa acompañado de otros directivos mirando por encima del hombro a cualquiera que se acercará a él. Los empleados se iban apartando de su camino cuando daban cuenta de quien se trataba y una gran parte de ellos estaban sorprendidos, porque escuchaban hablar del Satanás, pero les costaba asociar la imagen de un hombre tan atractivo con aquel apodo, hasta que Brandon comenzó a repartir órdenes y amenazas de despido.

En menos de diez minutos Brandon estaba sentado encabezando la enorme mesa de la sala de reuniones, rodeado de los directivos de las empresas y otros socios mientras que Cassie presentaba toda la colección en una pantalla, acompañada del jefe del departamento de Marketing.

¿Me estáis diciendo que os habéis tirado meses para preparar una colección que es exactamente igual a la anterior y que por cierto no ha vendido prácticamente nada? –Preguntó Brandon recostándose en el respaldo de la silla mirando al gerente como si fuera un insecto.

–Bueno señor, si le da una oportunidad a esta colecc...

–¡Cállate! – Ordenó Brandon interrumpiendo a Cassie sin molestarse en mirarla. –¿Dónde está el encargado del departamento de diseño? –Preguntó mirando al gerente que se pasó un pañuelo por la frente sudando por el nerviosismo.

–Está enfermo señor, por ese motivo no pudo estar presente hoy. –Contestó el gerente intentando disimular sus nervios sin éxito, porque Brandon podía ver como temblaba.

–¡Pues ya se puede estar muriendo para no darme la cara después de haber diseñado semejante porquería! –Escupió Brandon enojado sin fijarse en Elyanna que había entrado a la sala de reuniones con la cabeza bajada, para entregarle un vaso con agua al gerente.

Brandon estaba sentado de espaldas hacia la puerta, así que cuando Elyanna entró no pudo verle la cara y como le habían informado sobre el carácter del jefe, decidió entrar a la sala sin levantar la mirada del suelo y en ese momento Brandon estaba callado, apenas escuchando lo que tenían que decir los socios.

Elyanna dejó el vaso con agua sobre la mesa y después se giró para salir, pero cuando pasó cerca de Brandon, él la agarró del brazo mientras que escuchaba las explicaciones del gerente sobre los números de la empresa que habían caído.

Elyanna sintió una electricidad recoger su cuerpo al sentir el tacto de aquella mano sobre su piel, pero cuando escuchó la voz de Brandon sintió todo el equilibrio abandonar sus piernas y tuvo que reunir toda su fuerza para mantenerse de pie.

–Quiero un café bien fuerte y que no se te ocurra echarle a azúcar porque no lo soporto. – Ordenó Brandon sin mirarla, pero no tardó en levantar la cabeza para verla al darse cuenta de que la chica temblaba en su mano y casi perdió la respiración cuando sus ojos se encontraron con aquella mirada que veía a penas en sueños. –Elyanna. – Susurró tan bajo que solamente ella pudo escucharlo mientras que la miraba a los ojos, pero Elyanna no fue capaz de pronunciar ni una sola palabra, estaba en estado de shock.  

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