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Elthon

Me avisaron por medio de un mensaje que la señorita Castro ya se encontraba en casa, según el mensaje de Ian, era todo un monumento de mujer, que no parecía la edad que tenía, que sin duda alguna mi hijo o hija sería muy hermoso al combinar los genes, además me dijo que habla con facilidad el inglés, algo que realmente me viene bien, aunque en casa de mis padres es obligatorio hacerlo, en mi casa no.

Llegue sin previo aviso, cuando lo primero que observe fue el jardín de la casa, quería hablar con mi nana que se encontraba regando las plantas, deseaba preguntarle sobre la señorita Castro, que le había parecido, cuando de pronto escucho a mis espaldas, que alguien habla en español, pero lo que me causó gracia fue lo que dijo “uy papasito, está como lo recomendó el doctor”, de inmediato me di la vuelta, ella me miro asustada, como si me hubiera reconocido o no sé, pero termino de ponerse roja cuando le conteste igual en perfecto español “gracias por lo de papasito, espero ser buena medicina”.

Camine hacia ella y la salude muy amenamente, no sabia donde meterse de la vergüenza, pues le hablaba en español, no podía emitir ningún sonido pues se veía que estaba en shock de la vergüenza, yo deseaba reírme muy fuerte, pero no lo hice frente a ella, sino más bien sonreí un poco, y la invite a entrar, aduciendo que debíamos hablar.

Una vez adentro, ella seguía sin decir palabra alguna, pues estaba con la vergüenza a mil, yo por mi parte le dije que en dos días teníamos la cita en la clínica, para sus respectivos estudios previos a la inseminación, ella solo asentía a todo lo que yo le decía, como si no pudiera emitir palabra alguna, pero al cabo de unos minutos que yo deje de hablar, ella al fin habló y me dijo que si podía retirarse, que deseaba descansar, yo sabia que ese no era el caso, aun así termine diciéndole que podía retirarse.

Cuando me encontraba solo, llame a Ian, le dije que deseaba hablar con él, y cuando este apareció en mi despacho, lo invité a tomar una copa, y de paso le conté lo sucedido, él no podía parar de reír por aquello. Claro que lo hizo a un volumen que no se escuchara en otras partes de la casa.

[…]

Llego el día en el que debíamos estar en la clínica a primera hora, en el trayecto desde la casa no hablamos, permanecimos en silencio, aparentemente no había muchas cosas de las cuales debíamos tratar.

Ya en la sala de espera, la recepcionista nos dijo que debíamos acudir a la oficina del doctor a cargo, una vez adentro el médico empezó con la explicación referente al proceso a realizarse.

- Apenas estuviera con su periodo mensual y este terminara, se empieza con un tratamiento hormonal, tomando en cuenta cuando inicia la ovulación que viene siendo en el séptimo a décimo día después del periodo en el cual se realizará la primera prueba de inseminación. Se tomará una parte del esperma, para colocarlo en el ovulo de Yahira, en lo que sería el primer intento, en el caso de no quedar embarazada, se haría un segundo intento el siguiente mes.

-También debo ser especifico con la señora, pues el tratamiento hormonal hará que su cuerpo sufra cambios, entre ellos esta el aumento de la lívido, tendrá también un poco de flujo vaginal, además de cambios en el humor, todo eso es parte de la preparación del cuerpo para poder concebir.

Yahira tiene cara de asombro de todo lo que le dice el médico, asumo que la parte donde el medico dijo que sentirá deseo sexual es la que la pone muy incómoda, aunque para mí, creo que es algo normal, de pronto para ella no.

Salimos del lugar, con el mismo silencio con el que entramos, tal parece que es persona de pocas palabras, o en su defecto no lo hace con personas que no conoce, en mi caso soy así, pero como vamos a vivir en la misma casa, lo más saludable es que nos conozcamos, es lo que yo creo.

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