Mi madre me encierra bajo llave

 

Raphael sonreía mientras escuchaba mi voz, sin embargo, mi madre escuchaba mi llamada con enojo colgué la llamada estaba emocionada, ya que al día siguiente me iría con mi novio mi madre me seguía con la mirada mientras yo subía las escaleras contentas llegue a mi cuarto rápidamente guardaba la ropa en la maleta para irme, pero lo que no sabía era que mi madre sacaba la llave de mi cuarto Jeanette la miraba confundida.

—   ¿Qué harás madre? — pregunta mi hermana con curiosidad.

—   No dejaré que Aline se vaya con ese muerto de hambre — respondió mi madre con coraje.

—   ¿Pero qué harás? — vuelve a preguntar mi hermana la curiosidad la estaba matando.

Mi madre subía las escaleras mientras que Jeanette sube tras ella quedando un poco atrás de mi madre por su puesto viendo todo lo que pasaba conmigo, pero yo no me daba cuenta, ya que estaba acomodando todo en la maleta cuando escucho la puerta cerrarse con llave corrí hacia la puerta intentando abrir, pero era imposible, por el hecho de que toco la puerta desesperadamente

—   ¡Mamá abre la puerta! ¡Mamá! —  gritaba desesperada porque ella me abriera no podía ser posible que esto me estuviera pasando.

—   ¡No permitiré que te vayas con ese muerto de hambre! — me gritaba mi madre con furia.

—   Mama no me hagas esto por favor ¡Ábreme! — respondí tocando con fuerza mientras gritaba empezando a llorar de desesperación. — ¡Mama! — tocaba la puerta, pero era caso fallido mi madre me deja encerrada mientras que Jeanette sonreía.

—   Tal parece que todo esto está saliendo a la perfección — dijo mi hermana sonriendo triunfante.

—   Mama por favor ábreme — repetí de nuevo tocando hasta el cansancio, pero nadie me escuchaba por lo que me resbalé lentamente hasta llegar al suelo llorando.

Al día siguiente me levante con un fuerte dolor de espalda de nueva cuenta intentaba abrir la puerta había escuchado el teléfono sonar sabía que era Raphael, pero Jeanette aprovecha y contesta la llamada.

—   ¿Diga? — pregunto mi hermana con curiosidad.

—   Buenos días ¿Se encuentra Aline en casa? — pregunta Raphael con curiosidad.

—   No ella salió con Ulises su prometido — respondió mi hermana con una sonrisa.

—   ¿Con quién? — pregunta Raphael confundido hasta donde la sabia ella no tenía a nadie más que él.

—   Ulises Montemayor su prometido — volvía responder mi hermana por teléfono.

Mi novio se sorprende al escuchar aquella noticia no creía que fuera verdad más bien se negaba a creerlo.

—   ¿Su prometido? — volvió a preguntar Raphael.

—   Si — volvió a responder Jeanette rodando mis ojos.

Raphael no podía considerar lo que estaba escuchando se negaba a suponer que yo me había comprometido.

—   De verdad lamento que ella no te valorara — contesto mi hermana fingiendo tristeza en su voz.

Raphael solo colgó el teléfono se negaba creer que aquello fuera verdad lagrimas no tardaron en salir por lo que se cubre la cara con sus manos sentía un profundo dolor en su corazón era un dolor tan grande que era imposible esconderlo.

—   Aline no puede estar comprometida no puede — susurro llorando Raphael tenía rabia tenía mucha tristeza, pero sin embargo él tenía la esperanza que aquello fuera mentira se limpia las lágrimas y saca una hoja para escribirme una carta.

Mientras que yo no me movía de la puerta, pero escuche a la sirvienta pasar por lo que le hable para que ella me abriera la puerta.

— Dígame señorita — respondió la sirvienta al otro lado de la puerta.

— por favor ábreme la puerta se lo ruego — respondí con lágrimas secas que estaban en mi cara.

—   No lo tengo permitido la señora Esther me puede correr — me dijo la muchacha llena de miedo.

— Por favor ayúdame — le dije a la muchacha llorando estaba desesperada porque nadie me quería

— Lo lamento — respondió la chica negando con la cabeza agachada.

—   Está bien, pero solo dale esta carta a Raphael Sánchez — conteste mientras deslizaba la carta la sirvienta la toma entre sus manos y la guarda en su delantal estaba dispuesta a darle la carta cuando mi madre la llama.

—   Dame lo que te dio Aline — respondió mi madre extendiendo su mano lista para recibir mi carta ella empezó a dudar estaba por mentirle, pero ella no era muy buena mintiendo por lo que  mi madre decide amenazarla.

— Dame lo que Aline te dio o estás despedida — amenazo mi madre extendiendo su mano.

La sirvienta no le quedo de otra más que darle la carta a mi madre quien rompió la carta sin embargo Jeanette fue al estudio para escribirle una carta a Raphael para entregársela con la mentira de que era mi carta.

Él no podía creer que yo estaba comprometida quería oírlo de mis labios por lo que decide ir a mi casa con la esperanza que hablaría conmigo se quita las lágrimas se pone su saco para después agarrar las llaves de su casa él estaba a punto de irse cuando su mejor amigo Leonardo estaba parado.

—   Vine justo a tiempo ¿Tu novia donde está? Para que vayamos al aeropuerto — dijo Leonardo algo agitado pensaba que había llegado tarde, pero Raphael niega con la cabeza estaba desesperado por la llamada de hace un rato.

Ya que Leonardo lo encontró dando vueltas por el departamento aquello lo tenía ofuscado

 

 

 

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