9

Lisa mantenía la mirada fija sobre su imagen en el espejo. Estaba pálida, las piernas le temblaban con suavidad y todo a su alrededor parecía querer dar vueltas. Estaba tan mareada que deseaba morirse en esos mismos instantes. Bajo el espejo reposaba unas cuantas botellas blancas, llenas de vitaminas y medicamentos que había estado necesitando desde hace unos cuantos días. Sabía el motivo de su “Enfermedad” y ese era el motivo por el cual se encontraba ahí. Jugueteando con una prueba de embarazo entre sus manos.

Si, lo había hecho.

Todo por dinero, todo por desesperación, todo por venganza.

Ni siquiera estaba segura si Nick podía recordar aquella noche en la cual había tenido que tomar el valor de acostarse con él a pesar de amar a otra persona pero no se arrepentía en lo absoluto porque había obtenido el dinero suficiente para poder pagarle al médico que había ayudado a Jasón.

—Al carajo—soltó antes de abrir la envoltura plástica de la prueba de embarazo. Observándola por un momento antes de sacarla y volver a leer las instrucciones de la prueba.

Era la primera vez que se realizaba una y aunque creía que sabía cómo hacerse la prueba casera. Seguía por dudar ligeramente en el procedimiento. Tras leer las instrucciones de la prueba (Una vez más) decidió finalmente realizarse la prueba.

Se sentó sobre el retrete y abrió sus piernas para poder humedecer aquella prueba. Sabiendo el resultado que obtendría.

Esperar durante cinco minutos le pareció una completa eternidad en aquel pequeño baño. Al salir pudo verse en el espejo por un momento, maldiciendo con ligereza al verse totalmente pálida. Detestaba su piel pálida, específicamente en esos momentos.

Se dirigió rápidamente hacia su habitación, observando la ropa de Jasón por un momento antes de sentarse en la cama y observar fijamente el reloj que había frente a su cama. Frunciendo el ceño mientras movía una de sus piernas con rapidez. Hacia arriba y hacia abajo.

Estaba nerviosa, no podía negarlo pero tampoco trataba de controlarlo porque en esos momentos tratar de controlar sus sentimientos solo terminaría por empeorar todo.

—¡Cinco minutos!—soltó antes de levantarse de la cama y caminar rápidamente hacia el baño. Tomando la prueba de embarazo de inmediato para poder ver el resultado.

Por un momento se sintió confundida pero al revisar nuevamente la caja de la prueba de embarazo terminó por lanzar la prueba con furia hacia el suelo. Explotando por completo. Gritando con rabia mientras volteaba a ver una y otra vez la prueba que yacía en el suelo, totalmente rota.

Molesta salió del baño y caminó hacia la sala principal de su hogar. Tomando unos cuantos dólares de su cartera para terminar saliendo de su departamento con el ceño totalmente fruncido.

—Esto no puede ser posible, me acosté con él y ni siquiera utilizamos preservativos—susurraba mientras caminaba por la calle. Dirigiéndose a la farmacia más cercana que pudiera encontrar en la zona.

Al entrar a la farmacia se dirigió a la mujer que se encontraba tras del mostrador y le regaló una pequeña sonrisa.

—Buenas tardes—soltó ella, recogiéndose el cabello.

La mujer de bata blanca la observó por unos segundos antes de responderle con una pequeña sonrisa que a pesar de ser pequeña se sentía cálida y amable.

—Buenas tardes.

—Am...Quisiera ver si existían diferentes pruebas de embarazo. La verdad es que me he hecho una prueba hace unos momentos y me ha aparecido negativa pero tengo todos los síntomas del embarazo.

—¿Cuándo cree que pudo haber quedado embarazada?—preguntó la mujer con el rostro serio. Manteniendo toda su atención en Lisa.— es decir, ¿Cuándo fue su última relación sexual?

—Hace dos semanas— respondió Lisa mientras volteaba a ver a su alrededor.

—Bien...—susurró la mujer antes de voltear hacia las estanterías. Observando las diferentes pruebas de embarazo que tenían en el lugar— para serte sincera...cuando yo quedé embarazada de mi último hijo, me realicé como cinco pruebas de cada una de estas—soltó la mujer mientras señalaba las pruebas de embarazo que tenían disponibles— no hay prueba de embarazo más confiable que la de sangre.

—¿De sangre?—preguntó Lisa antes de mordisquearse el labio y observar el reloj que había al fondo de la farmacia.— ¿Conoce algún lugar donde pueda hacerme la prueba?

—Aquí las hacemos—soltó la mujer con orgullo.— el doctor se encuentra en su consultorio, está disponible, ¿Quieres pasar?

—¿Aquí las hacen?—preguntó ella con un poco de desconfianza.

—Si. Somos un consultorio médico y laboratorio. La farmacia es para que los pacientes puedan surtir sus recetas aquí mismo.

—Entonces si quiero hacerme la prueba.

—Bien, entonces por favor acompáñame —pidió la mujer que vestía de blanco mientras habría una pequeña puerta del mostrador para que lisa pudiera pasar hacia el fondo de la farmacia.

—¿Cuándo podré tener las pruebas? Bueno, el resultado de la prueba de embarazo.

—Está misma noche—soltó la mujer antes de sonreírle a Lisa. 

Lisa asintió suavemente antes de suspirar con fuerza. Después del trabajo tendré que ir a buscar los resultados de la prueba de embarazo. Estaba nerviosa porque sabía que si la prueba de embarazo terminaba dando un resultado completamente negativo, todo su plan de se iría por un tubo. Quedar embarazada de Nick era lo mejor que podría hacer porque de esa manera tendría una cierta cantidad segura para los medicamentos de Jasón.

—Si necesita algo que compruebe que está embarazada, o si usted necesita unos resultados rápidamente, lo que podemos hacer es que le hagamos un ultrasonido y ahí podamos ver si realmente usted está embarazada.

—Sí, hagamos eso—soltó ella con rapidez mientras la seguía por el lugar.

Su mirada por un momento se encontró con las fotografías de un ultrasonido en el suelo. Discretamente observó a la mujer que le había atendido. Viéndola caminar mientras le daba la espalda.

Sutilmente se agachó para tomar las fotografías y esconderlas en su pecho.

—Dios...¡Lo olvidé por completo!—soltó Lisa. Llevándose ambas manos a la cabeza— lo siento mucho, señorita, olvidé que tengo otras cosas que hacer y yo...lo lamento, lo lamento. —repitió mientras se alejaba.

La mujer de blanco la observó y frunció el ceño antes de simplemente asentir. Observando como Lisa salía de la farmacia con rapidez.

—¡Lo tengo!—chilló emocionada—¡Esto es mucho mejor que quedar embarazada de ese maldito hijo de perra!—susurró mientras sacaba las fotografías de su pecho.— ni siquiera tienen el nombre y es un embarazo de semanas...¡Maldita sea es perfecto!—gritó antes de imaginar todo el dinero que podría conseguir de Nick.

***

Nick Clark estaba sentado en su oficina cuando la puerta se abrió sin previo aviso. Confundido alejó la mirada de sus documentos para poder encontrarse con Lisa en la puerta. Al verla no pudo evitar sonreír, admirando la perfecta belleza que había bajo el marco de su puerta.

—¿Puedo pasar?—preguntó ella. Jugando “Nerviosamente” con el sobre que traía entre sus manos.

—No te había visto desde hace unos días, comenzabas a preocuparme—soltó él con voz coqueta.— pasa y cierra la puerta con seguro. 

Lisa inmediatamente siguió las órdenes que él le acababa de dar. Una pequeña sonrisa se escapó de sus labios cuando cerró la puerta de la oficina con seguro. Sabiendo que las intenciones de Nick en esos momentos no eran para nada amigables pero ella tenía otros planes para él y estaba tan ansiosa por ver su reacción que incluso temblaba con sutileza. Cosa que la ayudaba mucho más a poder fingir que se encontraba nerviosa.

—¿Por qué luces tan nerviosa?—preguntó él mientras se levantaba de su asiento. En realidad, no había visto mucho a Lisa desde que se había acostado con ella. Los recuerdos de aquella noche se encontraban totalmente borrosos por culpa del alcohol que había ingerido en el bar. Sabía que había pasado una noche excelente al lado de lisa pero había demasiadas cosas que no podía recordar en su totalidad. Lo único de lo que estaba seguro en esos momentos es que quería repetirlo se podía hacerlo en esos mismos momentos, lo haría.

—Esto es para ti—respondió ella antes de extenderle el sobre blanco. Nick frunció el ceño y tomó el sobre con seguridad. 

—¿Son fotos tuyas?—preguntó con una gran sonrisa— prefiero verlas en persona. 

—En realidad… si que son… mías—soltó ella mientras veía a Nick meter la mano dentro del sobre. 

Nick frunció ligeramente el señor sacar las fotos del ultrasonido de Lisa. Por un momento se confundió pero después entendió por completo a la situación y terminó por palidecer. 

—¿Estas embarazada? 

—Lo estoy y es tuyo—respondió ella.

—Esto tiene que ser una broma. Yo no sé con cuántos hombres te has acostado—dijo Nick mientras observaba las imágenes del ultrasonido. Negando mientras volteaba a verla— no vas a venir a mentirme…—susurró. Buscando una manera de liberarse del problema.

—Tengo dos semanas de embarazo y hace dos semanas estuve contigo y si lo recuerdas… yo era virgen—soltó ella.

—¡Siempre uso condones! 

—Esa noche no los utilizaste porque dijiste que querías sentir como mi cuerpo virgen perdía la inocencia contigo— respondió Lisa mientras lo veía a los ojos. Disfrutando por completo del rostro totalmente pálido de Nick—¿No lo recuerdas? 

Claro que podía recordarlo, incluso podía recordar como en la mañana siguiente habías despertado completamente solo en su departamento. Podrías recordar como había buscado por todos los departamentos alguna envoltura de preservativo pero, realmente no los había utilizado. 

—Mierda. 

—Quiero abortar—soltó de repente. 

—Bien. Haz lo que quieras pero déjame fuera de todo esto.

—¿Qué?—preguntó Lisa antes de reír.— no lo entiendes Nick—soltó Lisa mientras se acercaba a él.— déjame explicarte la situación. Me embarazaste y quiero dinero para el aborto.

—No te voy a dar dinero—respondió Nick con una gran sonrisa. Burlándose de ella. Lisa sonrió y asintió antes de jalarlo de la corbata.

—Escúchame bien, Nick. Si mañana no encuentro un millón dólares depositados en mi cuenta bancaria… le diré a todo el mundo que me has violado, que me has obligado a estar contigo y ahora si—susurró antes de sonreír— estarás acabado. 

—No tienes pruebas.

—Tengo las cámaras de seguridad del restaurante y claramente se ve como me tocas sin mi permiso… ¿Quieres intentar actuar como el hombre dominante?—preguntó antes de acercarse peligrosamente a sus labios— hazlo—susurró ella sobre sus labios. Jugueteando con su corbata— veamos quién pierde más dinero—soltó antes de reír.— Un millón de dólares —le repitió antes de caminar hacia la puerta con una gran sonrisa— te lo dije en el restaurante…”Me convertiré en tu peor pesadilla”— susurró ella con una sonrisa en el rostro. Mirándolo antes de simplemente abandonar la oficina.

Nick no pudo decir nada. Únicamente tomó su celular y lo lanzó hacia el suelo mientras gritaba molesto. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo