Capitulo 7

Las órdenes de Giorgio son claras si la persona que está infiltrada es descubierta deben matarla, el odia matar personas y en su mayoría cuando lo hace es porque es absolutamente necesario pero este no es el caso, el tiene que ser más fuerte que los demás y en el caso de los infiltrados no puede dejar un solo rastro de paz.

Sus enemigos habían logrado infiltrar en su círculo más importantes de hombres a uno de los suyos, Giorgio siempre tuvo una prioridad en su vida y esa prioridad era sencillamente una persona su esposa y su hija, una debilidad que se dieron cuenta sus enemigos de inmediato, no podían dejar que el hombre más fuerte de la mafia se quedará con todo ese poder y planearon un secuestró, uno que salió mal tan mal que Bella intentando proteger a su hijo fue asesinada, la idea de perder a su esposa lo dejo lleno de rabia y por un largo tiempo fue un asesino sin compasión pero al mirarse en el espejo se dio cuenta que ya no quedaba nada de él, del hombre bueno que quería su esposa con todo su corazón, se ha esfumado por completo en medio de la depresión y la desolación.

— No quiero un solo topo que ponga en riesgo todo lo que estoy logrando, mi hija está feliz y se está recuperando, yo también por fin encontré la felicidad que estaba buscando y no quiero perderla, Antonella volvió a hablar y esa seguridad no se la voy a quitar a mi hija — Giorgio sube a su habitación, quiere estar a solas para tener un momento de claridad y regresar a sus pensamientos y planes para el futuro.

George hace lo mismo, toma un baño mora algunas de sus redes sociales y se acuesta en la cama esperando un nuevo día para ser el jefe de todo, a veces juzga a su papá por su falta de carácter, todos sabían que el indicado era el para llevar los negocios tenía más sangre fría que su hermano pero su padre prefirió la tradición de elegir al hermano mayor aunque esté no tuviera las cualidades para liderar un negocio tan negro.

Giorgio también quiere descansar necesita empezar a ver su vida lejos de la presión de su padre, no quiere seguir siendo parte de esto cuando está tan cerca de recuperar lo que perdió.

Unos suaves pies entran a la habitación, Samantha tiene una coqueta pijama en babydoll blanco y su cabello está mojado.

—¿Que haces aquí?— pregunta el con su corazón acelerado.

— Los dos queremos esto ¿Porque aplazarlo?— sonríe ella mientras baja los tirantes de su pijama quedando desnuda y acercándose a la cama para besar al sujeto.

El siente que el corazón se el sale mientras acaricia su piel — Mía...mía...mía — repite George al abrir los ojos y darse cuenta que es un sueño, tiene que beber un vaso de agua para que su corazón se calme debajo de su boxer su masculinidad erecta necesita de ella.

Camina hasta la habitación de Samantha, no puede aguantar las ganas de verla, entra sin ser invitado, Samantha tiene su pierna fuera de las sábanas mientras duerme abrazando la almohada.

George mete su mano en su masculinidad mientras acaricia su pierna y le da suaves besos, quiere tenerla y quizás pueda hacerlo a la fuerza pero no es lo que quiere, necesita que ella se entregué como fantasea en sus sueños.

Samantha abre los ojos, se levanta asustada le pareció sentir a alguien en su habitación pero decide seguir durmiendo mientras George se esconde debajo de la cama, sale con suavidad de la habitación y termina de complacerse en el baño con una pantaleta que hurto de la habitación de la chica, la obsesión de George aumenta con la idea de saber que puede perderla con su hermano.

Amanece....

Antonella se prepara para ir a sus clases privadas, la niña está feliz pero aún me está terapia de lenguaje para poder recuperar la fuerza de su voz y volver a pronunciar palabras tan tiernas que aún se enreda su lengua.

Giorgio y Samantha van con ella y mientras el medico la examina y le hace preguntas a la niña se da cuenta que Antonella está recuperándose gracias a la presencia de Samantha.

Esto hace sentir una gran responsabilidad a la mujer pues su paso por la casa es momentáneo y si todo finaliza como espera Dickson, muy probablemente Giorgio terminará en la cárcel y la niña quedará sola o lo que es peor en manos de Linda su tía que evidentemente solo la usa para estar cerca de su padre algo que le molesta profundamente a Samantha, está disyuntiva entre la ley y lo que siente está generando un fuerte dolor de cabeza en ella que no sabe cómo actuar ante el conflicto que se presenta.

Al llegar a casa Giorgio quiere hablar con ella de lo que pasó — Yo no quiero que te sientas forzada por ser mi empleada... Me gustas Samantha—.

Ella le da un beso en la boca — Yo quiero también, me gustas tanto como yo a ti y siento deseo por tenerte conmigo, pero tenemos que esperar muchas cosas más — Samantha no sabe cómo decirle que tiene que alejarlo de su vida sencillamente porque ella es una policía.

—¿Me acompañaras a la fiesta?— pregunta el mientras le da un beso en la mano.

— Sería un honor — los dos se besan con discreción.

Antonella les pide que la lleven a la casa de campo que era de su madre, hace mucho la niña tiene la ilusión de ir al lugar así que deciden que es un buen momento de asistir.

George que no es invitado decide unirse al plan, quiere estar cerca de ella como si fuera su sombra, necesita oler su aroma para poder seguir con sus labores, se ha convertido en una droga que no sabe cómo manejar.

El lugar es hermoso, Ana se encarga de todo lo del lugar , en especial porque Giorgio le pide ayuda, quiere pasar un momento a solas con Samantha, y la mujer que está de acuerdo con la relación decide ella hacerse cargo de la niña aunque la presencia de George puede ser incómoda.

—¿Que quieres ?— pregunta Samantha a. George que se acerca a ella en la entrada de la habitación.

— Solo quería saber si sabes nadar, puedo darte unas lecciones privadas — coloca su dedo índice en medio de los senos de Samantha que no puede dejar de admirar en el traje de baño.

— No necesito ayuda de ti ni de nadie — deja claro ella que le da un empujón para que se aleje, está cansada de su acoso.

El la toma de la mano y la jala hacia el — Yo sé cuál es tu juego, y lo mejor es que te bajes de esa nube , mi hermano se va a casar con Linda y tú quieras o no vas a ser mi mujer y la madre de mis hijos — amenaza George que intenta besarla pero ella le da un golpe en los bajos y se va de allí.

Al salir Giorgio la espera en la piscina, manda saliva al ver el escultural de Samantha en un vestido de baño rojo que la hace ver tan sensual como hermosa.

Ella entra en la piscina y el se acerca con una copa de vino para ella — por los dos — brindan mientras ella lo toma del cuello y lo besa, no quiere seguir ocultando esto y quede hacer el amor con el en este lugar, ser completamente suya.

Giorgio baja los besos hasta el abdomen de Samantha —¿Que haces?— pregunta ella jadeando mientras el introduce sus dedos en su húmedad.

— La preparación de nuestra noche — susurra en su oído, mientras ella se cuelga en sus hombros y empieza a gemir sintiendo como el mueve sus manos.

George observa desde una ventana tiene la ventaja de tener en primera plana la belleza de Samantha en sus expresiones de deseo más perfectas, tiene que masturbarse para poder llegar al orgasmo y termina al mismo tiempo que ella lo hace mientras suelta un gritó.

El sujetador desaparece de su cuerpo, ella mete sus manos bajo el traje de baño para regresar el favor mientras Giorgio juega con sus senos, todo está oscuro es de noche y la gente duerme menos aquel vigilante que sueña con ser el quien esté en la piscina.

— Entra en mi... — dice ella mientras lo besa y abre las piernas entre la presión del agua.

Giorgio quiere hacerla suya, acomoda su masculinidad para ingresar en ella pero un ruido en la puerta los hace separarse

— Llegó la alegría de la familia — dice Linda que al enterarse que se habían ido a la casa vacacional decidió unirse al plan

Samantha se viste con rapidez, los dos queremos evitar problemas con la mujer, así que ella decide darle un beso en irse corriendo a su cuarto para que Linda no los vea, no están haciendo nada malo pero no quieren que un escándalo de la mujer despierte a la niña.

Al entrar a la habitación siente un empujón y George entra con ella cerrando la puerta — Los dos vamos a hablar — sonríe mirando a Samantha con morbo.