5. Deseo

Capítulo 🔥🌡️

Narra lesedi

No me está resultando nada fácil resistir mis impulsos y menos cuando veo como ella me mira con deseo.

He tenido que salir a correr para intentar liberar energía. No sé si lo consiguió o no, pero ahora estoy tan cansado que no puedo pensar en sexo.

La diosa Luna no pudo elegir mejor compañera para mí, además de bonita es inteligente, curiosa, divertida.

Lo tiene todo! Creo que me estoy enamorando como un adolescente.

Decidí cederle la cama, cosa de lo que no me arrepiento, pero entre los nervios de tenerla cerca y el frío, no consigo conciliar el sueño.

Hace un rato que vino a buscarme, su pijama me resultó gracioso, estaba lleno de dibujitos infantiles, aunque no lo dije nada.

En la cama la notaba inquieta, trató de alejarse más y más de mi. Ni que pensará en comérmela, bueno quizás si. Lo que menos pude imaginar sucedió, al final se dió la vuelta y durante unos segundos nuestras miradas se fusionaron. Para después darme un beso.

Menudo beso, no quiero parecer un romántico pero fue de película. Nadie se puede imaginar el esfuerzo que hice para separarme de ella.

No es que no la desee, mi lobo se muere de ganas por marcarla, pero lo mejor es esperar, quiero que esté segura de ello, se que sufrió un trauma, no quiero que estar conmigo de ese modo le traiga malos recuerdos.

Hace un rato que se ha dormido y yo voy a hacer lo mismo, respiro profundo su aroma y cierro mis ojos.

Me despierto sobresaltado, estoy desarropado, ella no está en la cama, veo la luz del baño encendido, cierro de nuevo los ojos e intento dormir, doy una vuelta dos, tres..

Pero, ¿qué debe estar haciendo? Por fin la luz se apaga, ella sale del baño pero no se mete en la cama, por el contrario va directa a la ventana.

Aún es de noche, miré el reloj y veo como son las dos de la madrugada, hoy la luna está llena e ilumina toda la habitación.

Abro bien mis ojos y veo que ya no lleva puesto ese pijama, por el contrario solo lleva puesta la ropa interior.

¡Diosa! Dame fuerzas para no hacerla mia en estos momentos, su piel clara parece brillar bajo la luz de la luna, sus curvas llaman a mi cuerpo. Yo que me estoy portando como un caballero y ella no me lo está poniendo nada fácil.

Suelta su cabello y lo deja caer sobre sus hombros. Vuelve su cabeza hacia mí y me deja una sonrisa.

- ¿Qué haces lobita? No sabes lo que les pasa a las niñas bonitas, cuando salen de noche y con poca ropa.

Ella sonríe y muerde su labio inferior, a la m****a, paso de ser un caballero, si ella me está poniendo una prueba acabo de caerme con todo el equipo.

Me levanto de la cama, avanzó hacia ella, la levanto y la cojo en brazos de vuelta a la cama. Mis labios devoran los suyos, ahora no hay ternura solo hay lujuria y pasión.

Quito mi camiseta y el pantalón, mis boxers están apunto de reventar. Intento desabrochar su sostén, de verdad que odio está prenda, no está hecha para las manos de un hombre.

Voy a rasgarlo ya está, ella parece darse cuenta y con una sola mano lo suelta.

Me deleitó con sus pechos, son prefectos, están hechos para mí, mi boca y mi lengua los registran, consiguiendo que el dormitorio se llene de sus gemidos.

Ella pasa sus manos suaves por mi espalda, dibujando círculos, consiguiendo que mi piel se erice con cada uno de sus toques.

Ella se mueve debajo de mi, pega su pelvis a la mia. Buscando mi virilidad.

Quito sus bragas de un tirón, esta vez las he roto, ella frunce el ceño, no he pudo controlarme ya le compraré un millón si es lo que quiere.

Acarició su intimidad, sintiendo como la humedad es cada vez más notoria. Está preparado para mí, pero antes debo preguntar.

- No tenemos porque continuar, si tú quieres lo dejamos aquí. Digo intentaba parecer seguro.

Cómo me diga que pare, me tiro por la ventana, esta vez ni una ducha de agua helada conseguirá bajar mi calentón.

Ella se mueve un poco, veo como abre el cajón y saca uno de la cajita. No hace falta decir nada más. Aveces las palabras sobran.

Abro el envoltorio y lo coloco en su lugar, me introduzco en su interior lentamente para después comenzar con embestidas más rápidas, sus manos están sobre mi trasero lo aprietan y lo acercan más si cabe a ella, no bajo el ritmo se que está cerca.

Su respiración se hace pesada, sus uñas se clavan en mi espalda. Acerco mi boca cerca de su clavícula y clavo mis colmillos, marcando a mi compañera, en el momento justo que ella alcanza la cima del placer.

La dejo descansar durante unos segundos, mientras tanto lamo la sangre de su herida, reanudó mis embestidas, me pierdo en su cuerpo, alcanzó el clímax con unos colmillos clavados en mi cuerpo, el placer y el dolor se mezclan convirtiéndose en uno solo.

Beso sus labios, sus mejillas y su nariz varias veces, me retiro de ella y me posiciono a su lado, ella parece estar agotada. Noto como sus ojos se cierran. La tapo con las sabanas y la manta y la dejo dormir. Si esto es un sueño no quiero despertar jamás.

Me levanto a el baño, retiro el globito de mi cuerpo, lo anudo y cuando estoy a punto de tirarlo a la basura veo como está dañado..

Vuelvo a la habitación, ella sigue dormida cojo la caja y la miró, como él pudo ser tan estúpido, debería haber pensado que esto debería llevar aquí mil años, ni si quiere son mios, mientras estuve fuera le dejaba la casa a mi hermano para que pudiera disfrutar de intimidad junto a su compañera.

Igual no ha pasado nada, no vamos a tener tanta suerte de meter gol en el primer partido. O si?

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