CAPITULO 5

Cerré mis puños con tanta fuerza, una molestia se atoro en mi pecho, estaba furiosa, decepcionada, tenía unas terribles ganas de entrar y romperle el cuello. Joder, me estoy volviendo loca, yo nunca he sido una persona agresiva, o alguien tan territorial, bueno en realidad si son un poco territorial, pero no al extremo de querer romperle el cuello a ella.

Pero, ver las manos de hunter apretar su trasero, mientras tenía su rostro en sus tetas, apreté la mandíbula tan fuerte, se podía escuchar mis dientes rechinar.

Jack solo murmuro una disculpa y cerró la puerta frente a nosotras, me dio una mirada de disculpas. Caminamos lejos de aquel despacho, no sé dónde estábamos, solo caminaba en forma automática siguiéndolos, me sentía asqueada.

 Me miraba con algo de lastima, y en realidad no sé qué habrá tenido mi rostro, pero Amber me miraba de la misma forma

─ ¿Por qué me miran así?

─ ¿estás bien? ─ pregunto Amber en apenas un murmullo

─Claro que estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?

─porque tu cara dice lo contrario nieve.─ me apunto con el dedo.─ debe de ser difícil encontrar a tu compañero con otra mujer follando.

─Simplemente no me interesa Amber, solo siento asco por él y esa mujer.─ me encogí de hombros

─Nieves, sé que nos conocemos desde hace dos días, pero quiero que sepas que Hunter no tiene nada serio con Leah ─ Jack puso una mano sobre mi hombro

─Me importa muy poco, si ellos son algo más, yo estaré solo un tiempo aquí, vamos a cortar los lazos de compañeros y cada quien seguirá su camino en esta vida.─ sonreí para dejarlos más tranquilos.─ ahora si no me necesitan, quiero ir a descansar un poco, hemos pasado casi toda la mañana recorriendo el palacio, y me duelen los pies.

─Claro, pero no olvides que en dos horas tienes que bajar almorzar.─ grito Amber, le levante el dedo pulgar en forma de aceptación y camine rumbo a mi habitación.

Al llegar a mi habitación, me tire sobre la cama, mi mente no podía dejar de reproducir las imágenes de aquel despacho, como ella lo montaba, y como él tenía su rostro enterrado en sus tetas.

Maldito gilipollas, yo jamás le daría una oportunidad a una persona tan promiscua y tan arrogante como él. Qué asco no entrare jamás a ese despacho, quizás cuantas mujeres más han puesto sus traseros en ese escritorio o esa silla.

Me sentía tan molesta, sé que son los lazos que me hacen sentir así tan territorial pero, joder odio sentirme así, tan enojada, llena de furia, yo ni siquiera tengo algún sentimiento por Hunter, pero de solo verlo con aquella mujer, me he sentido enojada, frustrada, molesta, ¿decepcionada? ¿De qué? No tengo idea. Tengo que salir de este palacio lo antes posible, ayudare lo más que pueda Amber para poder marcharme y en un futuro, si la diosa lo permite no verlo por un largo tiempo.

(…)

No sé en qué momento me había quedado dormida, pero al abrir mis ojos, los rayos de la luna, iluminaban parte de mi habitación, mire mi cuerpo, y me percate que estaba sin zapatos, y que habían colocado una manta sobre mí. Amber tuvo que haberme venido a buscar y no quiso despertarme, mi estómago rugió por comida.

Tome mi teléfono que estaba en la mesita de noche, eran las nueve de la noche, y yo no había comido nada, solo el desayuno, guarde mi teléfono en la parte de atrás de mis vaqueros, cepille mi cabello con mis dedos, mientras caminaba fuera de mi habitación.

El pasillo se encontraba en total silencio, no había ni un alma, era algo escalofriante y reconfortante a la vez, solo se escuchaba el viento a través de las ventanas, apresure mis pasos hacia la cocina.

La luz se encontraba encendida, genial debe de haber alguna del servicio todavía aquí en casa, pero al abrir la puerta de la cocina, mis ojos se abrieron como plato ante lo que había frente a mí.

Hunter se encontraba con unos audífonos grandes sobre sus orejas, estaba con el torso desnudo mostrado su trabajado cuerpo, tenía un enorme tatuaje que cubría toda su espalda, era una corona, con diseños de lobos, y una mujer arriba de la corona, con ambos brazos abiertos, era un tatuaje muy hermoso, y bien detallado. Hunter se encontraba cocinando algo, llevaba puesto un pantalón de chándal negro, que lucía a la perfección, una corriente recorrió mi cuerpo, el hombre de verdad era perfecto.

─Sabes, una foto te duraría más─ hablo aun de espaldas a mí, sentí como mis mejillas ardían

─Lo siento, no quería interrumpir me voy.

─Tranquila, no molestas─ se giró mostrándome su perfecto abdomen, trague con dificultad, me estaba colocando nerviosa este hombre.

─Yo solo venia por algo de comer.

─lo sé, esto es para ti ─ en un plato, coloco toda la comida que él estaba preparando, lo mire algo confundida por su detalle.

─ ¿Sabes cocinar? ─ pregunte algo asombrada

─Claro, se hacer muchas cosas, no porque sea el rey, eso quiera decir que no pueda hacer nada, siempre me ha gustado aprender hacer mucha cosas─ en su rostro se formó la más grande sonrisa que jamás había visto, ahora siéntate y come.

Lo mire algo dudosa, pero hice lo que me pidió, me senté en, los banquillos, mi plato tenia puré de patatas, con una salsa blanca que contenía champiñón, pollo y otras verduras, entrecerré mis ojos hacia él, y sin dejar de observarlo meto una pequeña porción de comida a mi boca.

Solté un gemido se satisfacción, diablos esto estaba deliciosos, cocinaba mejor que mi madre, sin pensarlo dos veces meto otra porción a mi boca, cerrando los ojos mientras disfrutaba el sabor.

Al abrir mis ojos, pude observe como los hermosos ojos dorados de Hunter, mi miraban con un brillo especial, su sonrisa estaba pegada en su rostro.

─ ¿Qué sucede? ─ pregunte limpiando la comida que se encontraba en la comisura de mis labios.

─Nada, solo que me gusta esa sonrisa ─ se encogió de hombros restándole importancia.

El hombre de verdad sabia cocinar, estaba todo delicioso, yo me encargue de comer mientras que el, solo estaba sentado frente a mi tomando una taza de café, mientras fingía no observarme. Había un silencio pero uno cómodo y agradable, como si de verdad nos conociéramos de toda la vida.

Al terminar de comer, levante mi plato y mi vaso, tenía que dejar todo limpio después de todo, tampoco soy una aprovechada. Hunter se levantó de su silla, mientras yo lavaba el secaba el plato, los utensilios y mi vaso, deje todo limpio y ordenado, y el todo seco y guardado.

─Bueno gracias por la cena, estuvo deliciosa.─ hable jugueteando con mis dedos mientras miraba un punto fijo de la pared, evitando mirarlo a sus ojos.

─De nada Nieves, fue un placer, escuchar que disfrutaste mi comida.─ sentí como mis mejillas ardía, había soltado más de dos gemidos, mientras saboreaba la comida, pero es que de verdad estaba deliciosa, asentí aun evitando su mirada.

Al salir de la cocina, solté el aire que no sabía que tenía retenido, lleve mi mano a mi pecho, tratando de controlar los latidos de mi corazón, trate de calmarme, de calmar a mi loba, estaba desesperada por salir y tomar el control, para morderlo y hacerlo suyo tantas veces como ella quisiera.

Porque aunque no sienta nada por el mi cuerpo, reacciona a nuestro vinculo.

─Nieves.─ una voz gruesa hablo a mis espaldas, al girarme Hunter tenia los brazos cruzados sobre su desnudo pecho.─ yo…yo quería disculparme contigo.─ murmuro, mientras yo fruncía mi entrecejo, lo mire algo confundida.─ por lo que paso hoy, yo lamento haberte faltado el respeto de esa manera, nunca fue mi intención.

Claro la follada.

─No tienes por qué disculparte Hunter, estamos en tu casa de invitadas, tu puedes hacer lo que tú quieras, no tenemos nada.─ hable mientras sentía como mi pecho se oprimía.

─ ¿de verdad no sientes nada?

─Hunter, no nos conocemos, has sabido de mi por dos años, ¿en esos dos años nunca dejaste de follar? ¿O sí? ─ Lo mire fijamente, el trago grueso, el negó con su cabeza ─ ves, no tienes por qué sentirte culpable, solamente porque yo estoy aquí, sigue haciendo tu vida como siempre las hecho, has como si no existiera.

─Me es imposible, tu aroma esta por todo el palacio, Yo nieves de verdad quiero que sepas, que me encantaría que me dieras una oportunidad, que nos conozcamos, y si no te agrado, podemos romper el vínculo.─ me miro esperando una respuestas, ¿de verdad quería darle una oportunidad?, todo mi cuerpo me gritaba que sí, pero tenía miedo, tenía miedo de sufrir, de dañar mi corazón, él ya me daño hace dos años atrás, no quiero volver a reconstruir mi corazón por culpa de, el.

Cerré mis ojos mientras soltaba un suspiro.

─está bien ─ hable, aun con los ojos cerrados ─ volvamos a empezar de cero ─ al abrir mis ojos y clavar mi mirada en él, su mirada tenía un brillo especial, había una chispa de esperanza en ellos, su sonrisa abarcaba casi todo su rostro.─ espero que no me decepciones Hunter.

─Eso jamás preciosa, prometo que no te arrepentirás de esta oportunidad.─ dejo un apretado beso en mi mejilla, y se marchó por el pasillo, me quede observando su ancha espalda, mientras sentía como las comisuras de mis labios se estiraban en una enorme sonrisa.

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