Capítulo 2

Había transcurrido dos semanas desde que tuvo aquella charla con su coach, pese a lo cual aún poseía fuerte dolor de cabeza debido a la maraña de pensamientos que lo perseguían día tras día. Santos se encontraba exhausto en el consultorio de su padre, todo había dado un giro inesperado y ya nada era lo que debía – Pensó buscando el consejo de su padre, Joe Lombardo quien era una excelente persona, un hombre de familia y a nivel profesional de los mejores Ginecólogo y Obstetra del país. Sin embargo, su fortaleza se basaba principalmente en la confianza y el amor que profesaba a su familia, especialmente en aquellos que como él, requerían de uno de sus acertados consejos.

Un tiempo atrás había sido su hermano Travis – El menor de los dos – quien estuvo en una situación bastante compleja, de la cual aún se veían las consecuencias inevitables, porque básicamente después de ser un pica flor; cayó en las garras del amor justo cuando era demasiado tarde, sufriendo una crisis de culpabilidad que lo orilló a dejar el equipo en que jugaba e incluso su país de residencia.

Por espacio de dos años se mantuvo lejos de ellos y su regreso fue apoteósico, ya que el destino le dio una agridulce sorpresa; por un lado perdió al amor de su vida de manera irrevocable, pero al mismo tiempo obtuvo un consuelo que aún creía no merecer: un hijo.

Esos momentos fuero una auténtica pesadilla para todos, especialmente para su hermano quien en principio dudó de tal posibilidad y no era extraño, para nada, ese pequeño era el hijo de la mujer a que más amó y de la cual no pudo despedirse.

Aunque esa era otra historia, por ahora otro era el problema lo traía en vilo y no corría precisamente por cuenta del emblemático señor problemas: alias Travis Lombardo.

Era él quien yacía perdido y sin saber qué camino tomar, nunca soportó ver el sufrimiento y las lágrimas en ninguna mujer, mucho menos al saberse responsable en parte de estas. ¿Sería posible todo lo que esa mujer le había pedido? Era mucho lo que estaba en juego, pero más grande era la culpa que sentía al haber culminado de manera indirecta con el futuro prometedor de una joven que apenas empezaba a vivir.

Por su parte Joe Lombardo - El padre Santos - se sentía una inconformidad con el curso que estaba tomando toda esa historia y la repentina muerte cerebral de aquella jovencita de inigualable aspecto.

Jamás creyó que todo cambiaría tan repentina y drásticamente ya que tan solo una semana atrás el diagnostico de Abril Johnson era alentador, podía afirmar que positivo; la chica iba salir avante de toda esa tragedia como le aseguró el cuerpo médico, era fuerte y lo más importante, joven y nada parecía interferir en su pronta recuperación.

Pero en cambio ahora se enfrentaban a esto... ¿Podría dudar del informe de uno de sus mejores colegas de la clínica? ¿Era acaso la única opción factible para garantizar su descendencia? Una inseminación artificial... – Suspiró con cansancio – no es que existieran impedimentos frente a tal procedimiento, claro está mientras la madre estuviera de acuerdo, en vista de la imposibilidad de decisión de la paciente; pero tampoco era una opción que le agradase para uno de sus hijos...

Suficiente habían luchado para integrar a Dean a la familia, su nietecito había quedado huérfano antes de poder incluso abrir sus ojos, por lo que le era muy difícil imaginar a su primogénito viviendo esta una situación semejante, porque eso sería Abril Johnson, tan solo un vientre en alquiler.

Finalmente encaró a su hijo, debía hablar claramente de las implicaciones que ese hecho traería en su vida, en la de toda la familia.

- Santos – Musitó Joe – ¿Estás totalmente convencido de que el paso que vas a dar es lo que deseas en este momento de tu vida? ¡Por Dios! Solo piensa, hay muchas maneras de ayudar a esa joven sin que se vea afectada tu vida ¿Comprendes? – Le hizo ver – esto no es algo que tenga marcha atrás, es indefinido, absoluto, una vida humana, la de un posible hijo o hija tuyo – Concluyó seriamente - claro que es una opción viable y segura, debo resaltar; pero como te digo, es una vida la que está en juego y que ese bebé no tendría en su vida el cariño de su madre.

¿Y qué le espera al pobre con una abuela tan fría y calculadora como la que tiene? Y no, no me mires así, porque sabes muy bien que es alguien que no mide las consecuencias más allá de su dolor... El caso es que no sé, aun no me termina de gustar en lo absoluto – Confesó el padre - y eso que la de la intuición siempre es Alina – Terminó burlándose Joe.

Santos asintió comprendiendo su punto, era su padre y como tal deseaba lo mejor para ellos, pero ¿No era eso lo mismo que le proponía Bárbara Llorís? No era estúpido, nadie mejor para entender que él y nadie más era el culpable de la muerte en vida de esa linda joven y que nada repondría semejante perdida en una madre desolada, salvo la opción que ella misma le había propuesto días atrás luego de la terrible noticia.

Por lo que decidió tranquilizar un poco los nervios de Joe.

-Padre, no dude ni siquiera por un instante que si esto se llega a efectuar, mi hijo estará conmigo como es debido – Decretó con certeza – no concibo otra posibilidad de que sea diferente y así se lo he hecho saber a la dama – Culminó el joven con voz resuelta.

Joe asintió al ver la determinación en su mirada, que más daba, confiaría en su hijo y en caso fortuito le brindaría todo el apoyo y amor incondicional que merecía, porque en realidad habían muchas inconsistencias en esa historia.

- Me alegro que entiendas las implicaciones que tendrá esta decisión trascendental en tu vida – Comentó el padre - sabes mejor que nadie todo lo que conlleva... No más salidas y juergas, permanecer en casa cuando tus amigos disfrutan la vida y eso, sin contar con las mujeres que no te aceptarán con un bebé a cuestas – Enumeró cada consecuencia – sólo debes fijarte en el ejemplo de tu hermano; Travis no tenía la menor idea de que Dean existía y mira todo los sacrificios que debe hacer para que ese angelito lo acepte como su padre, no es nada fácil y estoy tentado a creer que de no tratarse de Xavi, poco o nada podría hacer.

Sabes que desde siempre lo aceptó como su propio hijo y que solo por tratarse de su mejor amigo ha hecho el esfuerzo de incluirlo en su vida, algo que nadie en su sano juicio haría, no después de haber participado en todo el proceso de embarazo, parto y posterior crianza – Confesó de manera sincera.

-¿Sí que es todo un lío el de Trawi eh? - Utilizó aquel apodo infantil -

Pero al final del día, es algo que vale la pena y no me molestaría que un pequeño me dijera papá – Musitó sonriente – salvo que sea a ese detalle en articular al que le tema, señor Lombardo, después de todo se convertiría en abuelo nuevamente - Bromeó un poco, algo común entre ambos.

-Sabes que no es el caso, hijo –Se defendió el padre con una ligera sonrisa – yo simplemente quiero que tomes la mejor decisión en tu vida y todas las medidas requeridas en este caso. Sobra decir y no te miento cuando te digo que esa mujer no es de fiar –Volvió a recalcar.

- Descuide padre, ya he hablado con ella y le he informado que la única forma de acceder a su deseo, es que ni hijo sea legítimo, eso que y no lo pretendo dejarle en manos de nadie que no sea mi familia - Sentenció decidido.

-Haces muy bien en protegerte – Coincidió Joe – Dios sabe que tantos líos pueda ocasionar un paso en falso, pero cuéntame ¿Cuál es la opinión de Bárbara después de aclarar ese punto? – Preguntó con cautela.

- Dice tener un juez conocido, que después de conocer la situación accederá a efectuar la alianza lo más pronto posible – Mencionó Santos – claro que aún tengo dudas de que esto sea posible, cuando una de las partes permanece inconsciente. Eso sí, le he dejado claro que sin apoyo legal no accederé a nada y parece estar de acuerdo, pues en sus propias palabras "Lo único que desea en la vida es que su hija tenga un retoño" que ya podrá consentirlo cuando sea mayorcito – Relató el joven a su padre.

Joe abrió los ojos con asombro ¡Vaya ficha era esa mujer! – ¿No crees que es algo Fría? ¡Por dios! Es su hija ¿Qué pasará si algún día despierta? ¿Qué explicaciones le dará? –Expresó sus dudas en voz alta – No sé qué haría de estar Victoria en una situación semejante - Se estremeció con terror.

- No lo sé padre, yo tengo las mismas dudas – Se atrevió a confesar el más joven - y no me caería nada mal una mano, que se yo, tal vez una nueva opinión o una charla con un abogado también serviría.

- En eso puedo ayudarte – Sentenció Joe – conozco un buen abogado que podría echarte una mano y orientarte en cuanto a qué pasos se deben seguir en este caso. S trata del hijo de Gonzalo Lombardo, nuestro familiar en Alemania, su nombre es Matías y es el abogado de Xavi, se puso a la orden para cualquier consulta y estoy seguro puede orientarte – Sacó una tarjeta y la entregó en manos de su primogénito – llámale lo más pronto posible y no temas en preguntar qué acciones legales hay que tomar para que no exista posibilidad de pelear la custodia del pequeño en un futuro lejano.

***

Dos días atrás había tenido lugar una compleja conversación entre Santos y la señora Llorís, quien entre lágrimas y sollozos le suplicó ayuda para que su hija no muriera sin traer descendencia al mundo.

Si bien en un principio tuvo sus reservas e incluso tuvo el deseo de mandarla a volar, pero después empezó a considerar esa posibilidad, sobre todo al sentirse en deuda con ella; ante lo cual término por acceder a semejante chantaje.

Por su parte, la mujer buscaba solventar una vida tal y como era su costumbre, poco le importaba criar o no ese bebé, el cual sería el cheque de cambio entre ese joven millonario y las riquezas; en cuanto a Abril ya podía agradecerle en caso de despertar de su letargo, cosa bastante probable según palabras de Marcial Valentino – El médico al que debió coaccionar a fin

lograr su objetivo, debía darse prisas, esa era una oportunidad como pocas en la vida y nunca estaba de más un poco de dinero.

- ¡Ahhj! ¡Estaba hastiada de fingir tanto sufrimiento! Y no es que no tuviese sentimientos hacia su única hija, cuando todo se lo debía a su aparición en su vida, pero también tenía que asegurar su futuro y el de la propia joven ya que con sus caprichos no llegaría lejos, ella no sabía en carne propia lo que era dormir con hambre o vestir harapos.

¡No! Jamás lo imaginaría, pero allí estaba su oportunidad para enseñarle una lección y si con eso ganaba algo ella, pues era su madre y le debía la vida.

Una semana después se llevó a cabo una pequeña ceremonia y al finalizar ese mismo día se realizó la inseminación artificial, ahora todo quedaba en manos del destino, pensó Santos.

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