Capitulo 4

Solo yo me he hecho a mí misma daño con mi tonto escapé.

Estoy muy indecisa, no sé qué hacer. 

Solo me confunde con sus palabras y actos, cada día estamos más unidos y el lazo cada día es más fuerte. 

___

Miraba atenta las instrucciones nuevas que me daban para los ataques de Axel, es algo normal en ellos ¿creo?, estaba aburrida no quería aprender algo que ya tengo claro, ayer lo había tranquilizado y había dormido más de lo que dormí en toda mi vida. 

— Afuera. — Parpadee atenta volviendo mi atención a mi alrededor. 

Mire su mirada desesperada, en algún punto de mi estaba asustada, su voz siempre me causa miedo y me inquieta, observe como todas las personas salían con la mirada gacha y recargue mi espalda en la silla sin dejar de mirarlo. 

— ¿Por qué no prestas atención? — Ladeo mi rostro con desdén. 

— Ya sé que hacer, ayer lo hice. ¿Para qué necesito saber mas de eso?, yo puedo hacerlo a mi modo. — Se acerca hasta quedar enfrente mío, acaricia mi rostro y sonrió. 

— Se que a tu modo puedes hacerlo, pero hay días en los que mis ataques son muy fuertes, más cuando.

Agarro su mano callándolo. 

— Sé que en esos días se puede controlar de otra forma, no estoy segura de eso, pero yo se como controlar tus ataques. Si quieres que esté a tu lado debes de confiar en mi.

Lo beso sin arrepentirme, en este punto sus labios me gustan en cada momento mientras sean leves y delicados. 

Su barba de tres días siempre causa un cosquilleo en mi barbilla que me agrada mientras me besa. 

— Me gusta. — Lo miró atentamente.

— Este cambio me gusta. 

Niego lentamente. 

— Cuando desperté no estabas, ¿dónde estabas? — Ladea su rostro, miró cada uno de sus rasgos y niego. 

Lo que veo son solo cosas que provoca el lazo y su lobo en mí, no puedo. 

Me levanto y camine detrás de él, sintiendo los nervios en mi sistema por estar agarrada de su mano, algunas personas nos miraban y negaban a lo que yo solo baje mi rostro, ¿estaba mal que yo aceptara? eso yo no sabía, podría ser que nadie quiere que esté a su lado por esa razón me ayudaron a huir. 

¿Por qué no me quieren a su lado? .

¿Tienen miedo? .

¿A qué? a su ¿descendencia?, me están hartando con eso. 

Puede que ahora él sea peligroso, pero con sus miradas y con la ayuda que me dan al saber que soy su pareja para escapar, lo que querían hacer mis tíos, nadie quiere que él tenga hijos. 

Por eso actuó así, pensaba que ahora me habían llevado sus enemigos. 

Ahora, aunque me quiera ir es imposible, mi mente pensara en él a cada instante, mi corazón solo estará con una fuerte punzada mientras sigo indecisa con lo que puedo hacer.

— Debía asegurar la zona. — Levanto mi rostro. — Aunque sea alguien desalmado y que prefiere la sangre en su cuerpo, nada le debe  ocurrir a mí Luna. — Me tenso, se detiene y acaricia mi rostro mirando solo mis labios. 

Miro hacia otro lugar, era algo que no quería, no me gusta eso. 

No quiero ser Luna, una joya estaba bien, pero una Luna tiene un cargo más importante. 

Si quiero escapar esta claro que no haré nada bien, no desee esto. 

Mi vida estaba normal, aún cuando no sabía nada de lo que pasaba con el mundo, por eso también me atrapó ¿qué pasaría mientras que toma las riendas del mundo yo muero?cazaran a los humanos y yo moriría al no acatar ninguna orden que me dieran. 

Sería algo muy malo, y estaría condenado a un peor destino que él. 

Y alguna otra alma gemela que le asignaran, si esa fuera su suerte. 

— No me digas Luna. — Agarra mis mejillas entre su mano. — No me gusta. — Pone su rostro más serio y tragó saliva duramente. 

— Serás una Luna y debes de aceptarlo. — Abre la puerta y noto el  cuarto en el que estamos; su cuarto. 

Un cuarto solo para él, es demasiado oscuro que con la luz apagada apenas y puedo ver más allá que lo que ilumina la poca luz que entra del pasillo, entramos y cierra la puerta dejándonos en completa oscuridad. 

Tiemblo sintiendo un frío recorrerme y niego aterrada. 

Me agarra desde atrás y pasa sus manos por mi cuerpo, mi aire se estanca mientras sube sus manos por mi abdomen, restriega sus labios por mi cuerpo y cierro mis ojos por las sensaciones que mi cuerpo comienza a desatar.

Agarro sus manos negando, intentando quitar su agarre, pero solo sigue.

Roza sus dientes por mi cuello estremeciéndome, suspiro sintiendo un sudor en mi frente. 

— Serás mía, Sara. — Abro mis ojos. — Serás mi Luna, y no podrás escapar de mí. — Trago saliva.

Sigo corriendo asustada porque él está cerca, los otro no me asustan solo él. 

Él es un monstruo. Insensible y llena de un orgullo imprudente que es imposible de vencer, por qué yo termine en este destino. 

Sin fijarme tropiezo por unos carriles de trenes que no vi y caigo de bruces al suelo golpeándome, jadeo adolorida por el fuerte golpe y me remuevo en el lodo, suspiro sintiendo ese pesado aire que solo está en su presencia y dejo mi vista en el lodo. 

— Pensé que te rendirías, pero creo que no comprendiste. — Agarra mi cabello estirando mi cuero cabelludo, alza mi rostro con fuerza haciendo gemir adolorida como nunca antes. 

— N-no fue… mi… 

— Debes de aprender a callar, te di tu tiempo y mejoraste, pero solo era una farsa para escapar. — Suspira pesadamente helándome por su fría mirada sobre mi. 

— Te daré otra oportunidad, corre tienes cinco segundos de ventaja. 

Niego sabiendo en lo que puede terminar; — Te castigaré de una peor manera si no haces lo que te pido. 

Tiemblo, pero sin saber qué más hacer corro, caigo al suelo asustada cuando escucho su aullido temiendo de que esté detrás de mí como en toda mi vida lo estuvo sin yo darme cuenta. 

Miro hacia atrás y suspiró cuando no lo veo, me incorporo comenzando a correr nuevamente por mi vida como lo hemos hecho desde su dominio. 

Estoy siendo cazada por un lobo y no cualquiera, soy perseguida por el lobo más temido de estos tiempos; el gran Alpha.

Cierro mis ojos. 

Y cubro mi cabeza cuando tropiezo cayendo por un barranco golpeándome con ramas y otras cosas que no logró disimular, siento mi ropa desgarrarse al igual que mi piel por algunas ramas y picos, me golpeó con fuerza en el espeso suelo de lodo, y suspiro adolorida pero aliviada por no estar cayendo más por un vacío. 

El gruñido que escuchó cerca de mi oído me despierta de la inconsciencia que comenzaba a invadirme, mis párpados pesan y pareciera que el dolor en mi cuerpo desapareciera por solo unos segundos. 

Miró al gran lobo negro encima mío, y cierro mis ojos. 

____ 

Observo su cuerpo que yace en la cama, los aparatos médicos solo me hartan por el ruido que hacen, fui lejos pude perderla, los estúpidos médicos entran y checar sus signos vitales. 

Maldición, tenía que hablar con mi orgullo. 

Solo verla ahí con su frente sangrando me tenía asustado ¿por qué escapa de mi? yo no le hare daño, no cuando este con mi razonamiento, cuando es mi lobo tengo miedo, ese día tuve miedo, pero ella supo tranquilizarme. 

Paso mis manos por mi cabello , la miro harto de que continúe en esa cama. 

No me gusta.

— Llama al doctor quiero que le den de mi sangre. — La enfermera asiente asustada, me incorporo caminando hacia la cama, paso mis dedos por su frente vendada.

Repaso su rostro y mi vista recae en sus hermosos labios el recuerdo de hace unas semanas donde la bese, ese cosquilleo insaciable sigue en mis labios. 

Besala. 

Niego quitándome esa idea de la cabeza, rozó sus labios con mis dedos sintiendo esa descarga chispeante pasar por todo mi cuerpo como el primer día en que la vi. 

Suspiro cansado de esta situación, pero no puedo doblegarme sería un débil si lo hiciera. 

Ella me hace ser débil.

Siento la presencia de alguien y lo observo de reojo; — Quiero que le den  mi sangre. — Pero Alpha es peligroso. — Lo miro con seriedad y solo asiente asustado. — Diré que preparen lo necesario para su donación de sangre. 

Asiento conforme, es mi luna ella aceptara mi sangre. 

De eso estoy seguro. 

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