Capitulo 2

Abro mis ojos cuando escucho sus pasos alejarse y suspiro mirando la venda de mi brazo, me levanté acercándome hacia la ventana mirando me limpio y con lo que me visten y peinan. 

Examino todas las posibilidades que tengo para poder escapar más rápido, pero todas fallan, él no me dejara ir por nada del mundo. 

Me ha esperado por más de 200 años y el haberme encontrado solo hace que su posesividad sea más fuerte por todo el tiempo en el que me ha esperado, si alguien intenta quitarme de su lado morirá . 

Observó mi alrededor del marco de la ventana negra y la golpeó, odio que examinen cada cosa de mi, quieren una perfección que no tengo y que nadie puede tener, y no entiendo porque necesito ser tan perfecta para alguien sin alma, maldito y tan perdido en la vida. 

Mi familia no era así, tenía una mejor vida aun con tener solo a mi hermano en ella. 

Pero él tiene una vida con su esposa y yo me quedé sola en un mundo nuevo, sin saber de su existencia, aunque no me asombra tanto sabía de ellos, sabía de como nos habían dominado, pero lo ignoraba, no quería creer, quería seguir en un mundo en el que nací habiendo solo humanos. 

Camino por la gran habitación blanca observando que todo sigue igual, me fui un mes y nada cambio a excepción de que algunos de los rastreadores ya están muertos y otros esperando por haberme ayudado, yo no quería eso. 

Soy una mala persona, defraude a varios que me ayudaron teniendo en cuenta lo que podría suceder con sus vidas, pero nadie sabía que yo soy la pareja destinada del Alpha , podía haberme quitado esa idea y seguir en fin ya a pasado un año desde que él me secuestró y me metió aquí para mi educación, para después poder ser recibida en su trato de reina. 

Debo ser la Luna perfecta y criar a todos los hijos que él quiera, aguantar sus amoríos con las esclavas que él pueda tener, aunque yo no quiera ser lo que me han dicho, no quiero ser la Luna mientras yo vivo infeliz, pero aún así todas me han dicho que soy muy especial. 

Confundiéndome más de lo que ya estaba, fue difícil, pero al fin logre comprender algo; soy la joya, está es mi posición por el momento. 

Las joyas son perfectas y brillantes, solo nuestros amos tienen el privilegio de tocarnos o tener intimidad con nosotras. 

Debemos ser perfectas en todos los aspectos, debemos de ser mejores que cualquier otra que quiera a nuestro amo, nuestro amo puede dar permiso si necesitamos hacer algo, da permiso si alguien quiere pasar un rato con una de sus joyas. 

Un amo puede tener solo dos joyas en toda su vida, yo soy la primera joya de mi amo y dicen que soy la única que él va a tener ya que estoy destinada para él.

Ya que mientras no me hubiera encontrado pudiera tener a una joya, después pasaría a ser esclava o amante siendo él que podía tomar la opción que prefiriera para su joya, solo su pareja destinada podía ser la principal y no otra. 

Y eso solo me hace sentir mal, y sucia si él tiene a otra. 

- Se bueno conmigo, ¿sí? - Murmuró tratando de verme sin ninguna ruptura en la voz, quiero escapar, pero no estoy segura si logre escapar.

Lo siento, sé que él me observa, él me escucha y lo sé muy bien, siento esa mirada penetrante sobre mi, suspiro bajando mi mirada cerrando mis ojos. 

Sé que soy perfecta a mi manera, pero tengo miedo de él. 

Si doy un paso en falso él me liquidará de un solo movimiento él está maldito y temo de eso. 

Temo de su fuerza bruta y de su mirada oscura, temo de su especie ante todo. 

Es un monstruo que solo se vuelve peor al tener una maldición en sus venas, no puedo enamorarme de alguien así sería horrible, pero debo tratar de hacerlo, aunque no lo quisiera, es el plan B en mi lista si el primero no funciona. 

Plan A: escapar de él y de su manada.

No quiero ser atrapada nuevamente, no quiero vivir lo que otras viven después de abandonar este buffet en el que estamos donde nosotras somos la comida y ellos son los que eligen que quieren llevar. 

Solo quiero estar lejos de él y volver a mi vida normal, tener una familia normal.

Mi mirada se pierde mientras soy vestida, no comprendo lo que está sucediendo y temo que algo malo está sucediendo en este momento. 

Tengo mucho miedo, fui levantada temprano sin comprender nada aún cuando ayer antes de acabar mis lecciones me dieron descanso se supone que estaría durmiendo después de un largo día de trabajo mientras estaba con el Alpha . 

No presto atención a las personas que me visten y peinan, soy como una muñeca de porcelana .

No creo que haya hecho algo mal hice cada cosa que me pusieron hacer, me desvestí ante él por ser una de sus órdenes aún y cuando sufrí pena por haberlo hecho muchas personas vieron mi cuerpo mientras esparcían algo en mi cuerpo y me mojaban con un raro líquido, y aún no quiero mirarlo 

— El Alpha quiere verte en el salón. — Asiento levemente. 

¿Me castigarán? 

Las chicas que me arreglaban me empujan sacándome de la habitación, niego levemente sin ser capaz de dar un paso, se que moriré. 

Mis manos tiemblan mientras camino, le temo a él por lo que he escuchado y no me gustaría ser una más de sus víctimas. 

Miro las blancas paredes seguidas de algunos muebles negros y un piso de mármol blanco, todo esta limpio en este lugar algo de lo que nunca estuve acostumbrada hasta mi secuestro.

Mi primer día aquí fue un caso perdido hasta que hablaron conmigo “saldrás de aquí solo si eres perfecta” pero lo que no mencionaron fue lo que descubrí hace tres meses cuando supe cómo saldría de aquí, me aterre al enterarme que ya tenía dueño. 

Me enojé cuando me enteré que mi secuestrador es mi dueño, y más me aterre cuando me mencionaron sobre que tenía que tener hijos con él, es un monstruo ¿como puede tener hijos?.

Pero hay que darle una oportunidad a todo,soy una persona de mente abierta y el enterarme de que lo que creí que era ficción o fantasía se convirtió en realidad ante mis ojos pensé con claridad y lo acepté. 

— Es bueno verte cariño. — Un cosquilleo me recorre por su profunda voz. 

Alzo mi rostro y palidezco al ver al rastreador que me hizo daño, camino tratando de no verme nerviosa ante los dos pares de ojos que están sobre mi. 

— Es hermosa tu luna, cierto. — Me pongo a su lado. — Cariño, míralo. 

Alzo mi rostro, el odio que noto en los ojos del rastreador solo van dirigidos a mi. 

— Si, Alpha. Es demasiado linda. — Se coloca detrás suyo, algo está mal. 

— Si es así, ¿por qué la dañaste? — Traga duramente el rastreador. 

— Es mi joya y sabes ¿qué más es? Niega; — No Alpha. 

— Es mi futura luna y dañarla tiene un precio. 

— Mis ojos se cristalizan, no porque esté a punto de matar al rastreador si no por ser su pareja destinada.

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