En el castillo nos recibieron todos los chicos que estaban escondidos en el campo de entrenamiento; lograron dividirse las tareas y limpiar el castillo. Apenas vieron el portal abrirse y vernos pasar a través de él saltaron de alegría y fueron en nuestro encuentro para llevarme a la enfermería al ver lo herido y débil que me encontraba.

—Chicos, ¿Cómo están? ¿Qué paso halla?—Mike fue el primero en acercarse a preguntar sobre lo que había pasado.

—El castillo ya no existe—Respondió Jeisson muy serio.

—Genial, ya somos libres—Grito Richard emocionado por lo dicho.

—Aun no, todavía quedan cazadores libres—les respondí algo molesto al saber eso –Ya me siento mejor, puedo caminar solo—

En ese momento aproveche para dar unas palabras ante todos.

—Chicos júntense, tengo algo muy i