Capitulo 2: ¡Feliz cumpleaños!

La siguiente clase es historia tuvimos una larga y aburrida lectura sobre la historia de América y su descubrimiento, para finalizar tuvimos clase de educación física, aquí yo soy el mejor por el entrenamiento que tuve desde pequeño y por ser mi cumpleaños el profesor me dejo escoger que deporte jugar, así que decidí que juguemos futbol.

El partido fue muy divertido metí dos goles e hice que mi equipo gane, luego debíamos ir a cambiarnos, en la escuela hay dos chicos que son unos abusivos con los más débiles, Sandro y Jerry, ellos nunca se meten conmigo pero siempre molestan a Christian, todo porque es fanático de los animes, le gustan las series de piratas y ninjas algo que según ellos es muy friki y por eso no merece respeto, a mí me parece normal, a mí también me gustan; mientras me bañaba acorralaron a Christian y lo golpearon.

—¿Qué paso nenita? ¿Porque no haces un movimiento ninja y nos detienes?—Le dijo Sandro

—¿Por qué no llamas al Rey Pirata?—Le gritó Jerry

Christian incapaz de responder solo se protegía para que no le golpeen la cara, porque después su mamá iba al colegio a quejarse y lo molestarían más.

—Eres una nena llorona ¿Por qué no te defiendes? ¡Waa! ¡Waa!—Le decían ambos mientras lo pateaban.

En ese momento me molesté y los empujé a ambos, golpee a Sandro en la cara y le metí una patada a Jerry.

—¿Por qué no se meten con alguien de su tamaño?—Les dije parándome en frente de Christian para que no se vuelvan a acercar a él.

—¡Miren ya vino el esposo a defender a su mujer!—Grito Sandro molesto e intento golpearme.

Lo esquive fácilmente y lo empuje contra la pared, en un momento de descuido Jerry me agarro por la espalda y me sujeto con fuerza.

—¿Ahora no eres tan valiente no?—me dijo Sandro, me golpeo con su puño en la cabeza y me grito —¡Anda defiéndete ahora! ¡Vuelve a golpearme!—

En ese momento sentí mi cuerpo débil por el golpe y me desmaye, Sandro y Jerry asustados se fueron corriendo para no meterse en problemas.

Christian asustado me cargo y me llevo a la enfermería rápidamente, me puso en una camilla y se fue a buscar ayuda.

—¿Dónde estoy?—pensé mientras miraba a todos lados, estaba en un cuarto oscuro y vi como al fondo una pared que se iba rompiendo poco a poco y entraba una luz, en ese momento apareció un señor no le pude ver bien el rostro, estaba demasiado oscuro; solo alcance a ver que vestía una túnica, se me quedo mirando y me dijo.

—Hola Simón ¡Feliz cumpleaños! finalmente vas a cumplir diecisiete años, el momento que tanto hemos estado esperando; solo quería advertirte que desde el día de hoy tu vida va a cambiar y te verás envuelto en muchos peligros, así que prepárate—En ese momento se dio la vuelta y empezó a caminar hacia el muro que se estaba rompiendo, vi cómo se destrozaba cada vez más mientras él se iba acercando; la luz se hacía cada vez más fuerte, en el momento que se terminó de romper yo me desperté.

Estaban todos mis amigos en la enfermería conversando con la doctora, preguntándole si estaría bien, si me despertaría pronto o si el golpe había sido grave; la doctora les dijo que no había sido muy fuerte, que estaría bien y que en cualquier momento iba a despertar.

Camilo que estaba enamorado de la doctora aprovecho el momento para coquetearle.

—¿Tiene Novio?—le pregunto

—No—le respondió la doctora muy concentrada en los papeles que estaba escribiendo.

—¿Le gustaría salir conmigo? Prometo que se va a divertir—le dijo Camilo mirándola muy coqueto y guiñándole el ojo.

—¿Cuándo te vas a dar cuenta que nunca voy a aceptar salir contigo?—le respondió la doctora suspirando, ya que no era la primera vez que Camilo intentaba invitarla a salir.

En ese momento me desperté y abrí los ojos para ver donde estaba y porque todos estaban riéndose.

—¡Simón!—grito Mónica al ver que había abierto los ojos, me abrazo fuertemente y empezó a llorar.

Néstor se acercó rápidamente a la camilla para ver cómo me encontraba.

—¿Estás bien? ¿No te duele nada? ¿Llamamos a la ambulancia? ¿A la policía?—me dijo todo eso rápidamente y muy preocupado ya que su primo falleció hace dos años por un golpe parecido.

—No tranquilo estoy bien—le respondí sentándome en la camilla, algo mareado.

—Saca la lengua—me dijo la doctora

La saque y me puso un palo para ver dentro de ella

—¿Cuántos dedos ves?—me pregunto colocando dos dedos al frente mío

—Dos—le respondí algo extrañado, ya que parecía una pregunta muy cliché.

—Ya que todo está bien puedo retirarme y apenas puedas anda a tu casa, ya terminaron las clases—dijo la doctora saliendo de la enfermería.

En ese momento Camilo se acercó a mí riéndose.

—Hay porque te levantas justo ahora, cinco minutos más y te aseguro que caía rendida ante mí, iba a ser mi novia—me agarro del cuello y empezó a apretarme en son de broma.

–Siempre dices lo mismo pero nunca lo logras—Le respondí riéndome de lo que me dijo.

–Déjalo tranquilo, no ves que acaba de recibir un golpe muy fuerte en la cabeza—Le dijo Liliana acercándose a él y golpeándole en las costillas.

Camilo me soltó aun burlándose de todo lo que había pasado y todos comenzamos a reírnos.

—Estoy bien no se preocupen—me golpeó la cabeza y les demuestro que no pasa nada –Soy fuerte como un toro—

En eso Christian se acerca cabizbajo preocupado por lo que había pasado.

—No te preocupes eres mi amigo y los amigos estamos para ayudarnos—le dije mostrándole una gran sonrisa.

—Gracias—me dijo él sonriendo –Eres un gran amigo—

Salimos de la escuela riéndonos y conversando sobre qué haríamos en la noche.

—Es mi cumpleaños y no quiero que este pequeño incidente nos malogre los planes—Les dije mientras caminábamos

–Vamos al cine a ver una película—Dijo Christian, pero Liliana iba casi todos los días así que ya se había visto todas las películas.

—Se acaba de abrir un nuevo centro comercial en el centro, vamos a ver las tiendas nuevas—Dijo Liliana, pero a ninguno nos gustó esa idea.

—Ya que es el cumpleaños de Simón que él decida—Dijo Néstor

—Tienes razón, que elija Simón—Respondieron Mónica y Camilo a la vez.

En ese momento recordé los años que estuve en Brasil y como me gustaba ir a los parques de diversiones con mi hermanita y mis padres.

—Entonces vamos a un parque de diversiones y disfrutemos toda la noche—Les respondí muy alegre.

– Hace tiempo que no voy a uno, desde que tengo diez años—Dijo Néstor algo pensativo

¡Yeahhhh! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! Cerca he visto uno que se acaba de inaugurar—Grito Mónica, mientras me agarraba de las manos y saltaba en círculos como una niña pequeña.

–No me parece mala idea—Dijo Liliana, mientras Christian y Camilo discutían sobre a qué juego subir primero; así que decidimos encontrarnos en dos horas para ir todos al parque de diversiones.

Corrí a mi casa y llegue lo más rápido que pude, son las cinco de la tarde, así que me baño y me cambio rápido para poder descansar un poco, me senté en la cama y pensé en lo que había soñado mientras estaba echado en la camilla de la enfermería, pero no le tome mucha importancia pensé que solo eran cosas mías; así que salí corriendo para encontrarme con mis amigos.

—Hasta que llegaste—Me dijo Camilo mientras se peinaba mirándose a un espejo.

Estaban en la puerta del nuevo parque de diversiones, MAGIC WORLD, recién se había inaugurado hace poco así que había mucha gente esperando para poder entrar.

—¿Dónde está Christian?—Les pregunte dándome cuenta que yo no era el último en llegar.

—¡Disculpen la tardanza!—gritaba Christian desde lejos mientras corría –Mi mama no me quería dejar de salir si no terminaba de cenar—

—Yo no he comido nada—Les dije –Vamos a cenar mientras pensamos a que juego subirnos primero—

Todos me siguieron a la cafetería y nos sentamos en las mesas, mientras pensábamos a que juego subirnos primero, pedimos una pizza y una soda; Christian no pidió nada porque estaba lleno, así que los demás disfrutamos de la comida.

—¿A qué juego nos subiremos primero?—Pregunto Mónica emocionada.

—Yo le tengo miedo a las alturas—dijo Néstor, así que tuvimos que evitar la montaña rusa y cualquier juego que nos eleve mucho

—Evitemos el castillo embrujado—dijo Liliana nerviosa, todos sabíamos que ella le tiene miedo a los fantasmas así que no pudimos entrar al inicio.

—¡Vamos al laberinto de los espejos!—Grito Christian emocionado –Es uno de los laberintos más grandes en el mundo, con más de 500 tipos de espejos con diferentes formas y efectos, investigue todos los juegos antes de venir—

—Ahora sabemos porque te demoraste en comer—Le dijo Camilo en tono burlón.

—¿Entonces vamos al laberinto de los espejos?—Pregunto Néstor

—Si—respondimos todos al unísono, así que ya habíamos decidido a donde iríamos primero.

Nos acercamos a pagar por lo que habíamos comido y salimos emocionados por entrar al laberinto, estuvimos caminando en círculos mientras mirábamos los juegos, luego entramos al laberinto.

—Miren a Christian—dijo Mónica riéndose, estaba mirándose a un espejo donde su reflejo se veía bajito y barrigón.

Néstor se miró en uno donde se veía con una cabeza enorme, Liliana en uno donde se veía muy delgada y alta. Así pasamos por todo el laberinto riéndonos de cómo nos veíamos, después de veinte minutos nos terminamos perdiendo y no sabíamos por dónde salir, pero terminamos divirtiéndonos porque había sido una experiencia nueva para todos.

Caminamos por todo el parque y nos subimos a diferentes juegos nos divertimos demasiado disfrutando de las atracciones, pero hubo un momento que caminamos cerca de un puesto de peluches, donde me pareció ver a alguien mirándonos; pero cuando voltee a verlo ya no estaba.

—¿vieron eso?—les pregunte a mis acompañantes.

—¿Qué cosa?—me dijo Christian buscando lo que señale.

Pero nadie se había percatado de la sombra, eso fue raro, pero continuamos caminando. Llegamos a la ruleta rusa, un juego enorme donde podíamos ver todo el parque de diversiones y toda la ciudad.

—Aquí suben normalmente parejas para hacer cosas privadas—Dijo Camilo sonriendo.

—Qué asco—dijo Mónica empujándolo

Todos nos reímos y subimos, menos Néstor porque tenía miedo a las alturas, conforme fue subiendo se veía cada vez más la ciudad; tenía una vista hermosa desde la parte de arriba.

—Desde aquí puedo ver mi casa—Dijo Christian pegado a la venta

—Siéntate no seas infantil—Dijo Liliana sentada a mi lado y agarrándome del brazo, parecía que estaba asustada

—Camilo mira se ve todo muy lindo—Dijo Mónica mientras se paraba al lado de Christian.

Me acerque a la ventana para poder ver mejor toda la ciudad, pero cuando mire hacia abajo vi al mismo sujeto que nos estaba mirando en la tienda de peluches, tenía una chaqueta negra con capucha y la capucha le tapaba la cara así que no pude reconocerlo pero estuve más atento desde entonces.

Durante nuestro paseo me di cuenta que estuvo siguiéndonos durante toda la noche y ocultándose mientras nos observaba desde lejos entre las sobras.

Mientras se divertían, yo estuve atento de nuestro amigo encapuchado que nos seguía, cuando me vi que no se alejaba, decidí encararlo así que me aleje del grupo sin que se den cuenta y me acerque donde lo había visto por última vez pero no lo encontré; lo busque por todo Magic World pero no lo veía en ninguna parte, cuando estuve a punto de rendirme lo encontré cerca al Martillo, uno de los juegos que más personas ha hecho vomitar, él estaba caminando hacia la salida, entonces corrí para alcanzarlo y saber porque nos estaba siguiendo, pero él se dio cuenta y acelero el paso para evitar que lo atrape.

Salimos del parque y corrimos por toda la ciudad esquivando autos, entrando por callejones y siguiéndolo por la parte más oscura de la ciudad, hasta que llegamos a un callejón sin salido.

—¿Quién eres? ¿Por qué nos seguías?—Le dije mientras me preparaba para luchar.

El solo sonrió y me respondió —¡Feliz Cumpleaños Simón!—luego desapareció en el aire.

—¿Quién era? Y ¿Cómo me conoce?—pensé mientras miraba desconcertado al lugar donde desapareció ese extraño ser.

—¿Era un fantasma o la pizza de la cafetería tenía algo?—me dije a mi mismo mientras intentaba encontrarle un sentido a esto, pero al darme cuenta que solo se estaba haciendo más tarde y no le encontraría respuesta, decidí irme a casa a descansar.

En el camino me acorde de mis amigos, así que decidí llamarlos para avisarles que ya me fui y no se preocupen; llame a Christian y me respondió rápidamente.

—¡Alo Simón! ¿Dónde estás? Te estamos buscando—Me respondió agitado y preocupado

–Hola Chris, me acabo de ir, me siento enfermo y cansado, además hoy ha sido un día muy largo, no quise avisarles para no arruinarles la diversión así que sigan disfrutando del parque y no se preocupen estoy yendo a mi casa a dormir, nos vemos mañana en la escuela—le dije mientras caminaba

–De acuerdo no te preocupes yo hablo con los chicos, aunque Mónica quería despedirse de ti—me respondió y le dio el celular a Mónica.

—¡Chau Simón! ¡Nos vemos mañana! te llevare tu regalo, espéralo con ansias—Me dijo gritando, eso me hizo zumbar el oído por un buen rato.

—Chau Mónica, despídeme de todos—le respondí y colgué el celular, caminando a mi casa solo pensaba en llegar y poder meterme a la cama a dormir.

Llegue a casa, mientras abría la puerta bostece del cansancio que tenía, así que entre y subí a mi habitación no pensaba en nada más que en dormir; me senté en la cama y antes de acostarme me puse a pensar en todo lo que había sucedido, primero la pesadilla de la mañana, luego el sujeto con el que soñé en la enfermería y al final el encapuchado que nos estuvo siguiendo en el parque de diversiones, aun no entiendo como desapareció repentinamente pero no le voy a dar muchas vueltas—¡Ah dormir!—dije mientras me arropaba, el reloj marcaban las once y media de la noche y yo estaba dando vueltas en la cama, había algo que me incomodaba, no sabía que era, pero sabía que algún momento me quedaría dormido y justo faltando un minuto para la media noche decidí conversar conmigo mismo mientras me dormía.

–Al fin treinta y uno de mayo, ¡Mi Cumpleaños! Me pregunto qué me regalaran mis padres—

—¿Sera el videojuego que les pedí? ojala que me regalen algo bonito y que no sea como el año pasado que me arrojaron al amazonas, era un paisaje hermoso, pero casi muero tres veces—converse conmigo alrededor de quince minutos luego al fin pude dormir.

Mientras dormía sentí como mi cuerpo flotaba, solo pensé que estaba realmente cansado pero cuando decidí abrir los ojos estaba en una habitación oscura, era la misma con la que había soñado cuando estaba en la enfermería, me pareció raro ya que esta vez no estaba el señor, quería preguntarle algunas cosas, camine de un lado para otro pensando de que se trataba esto y si era otro sueño.

—Si esto es un sueño, no me gusta para nada—pensaba mirando si había alguna salida, entonces en frente mío apareció una puerta roja enorme me causo curiosidad, ya que ese tipo de puerta solo las había visto en los libros antiguos de mi papá, me acerque para verla bien y vi que estaba media abierta.

—¿Dónde me llevara esa puerta?—Pensé mientras ponía mis dos manos sobre ella para abrirla.

—No se abre, está demasiado dura—pensé mientras presionaba con fuerza, entonces retrocedí y me dispuse a correr para empujarla con toda mi fuerza, me prepare mentalmente, mire fijamente la puerta y empecé a correr; puse mi hombro al frente para empujarla y poder abrirla, pero cuando estuve a punto de chocar con ella, esta se abrió y caí dentro; no pude controlarme por la fuerza que puse al correr y no pude frenar a tiempo.

—¡Auch!—grite después de chocar con algo por no detenerme a tiempo, al abrir los ojos pude ver que era un árbol.

—¿Dónde estoy?—Me dije a mi mismo, me levante aun mareado por el golpe —¡Guau que hermoso lugar!—grite al ver el hermoso paisaje que estaba al frente mío, y no creía que existirá un lugar así.

—Bueno fue muy bonito pero no conozco este lugar—voltee para poder ver la puerta y regresar, pero esta ya había desaparecido.

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