En algún lugar escondido en el mundo de los sueños se encontraban los tres hermanos discutiendo sobre un tema muy importante. La decisión que había tomado su hermano Morfeo.

Morfeo tiene un cuerpo musculoso y estaba vestido con una túnica larga y blanca, con unos ojos azules hermosos y un pelo ondeado y rubio, un tono de piel blanco como las nubes y con una expresión de preocupación, les exclamaba a sus hermanos.

—¡Ustedes son mis hermanos! , saben al igual que yo la sensación de soledad que tenemos al ver la felicidad de los humanos con la vida tan simple que manejan, sin tantas restricciones y formando la familia que tanto queremos nosotros—les dijo Morfeo a sus hermanos.

Fantaso un dios regordete con una enorme sonrisa y unos ojos verdes, vestido con una túnica larga de un azul eléctrico, un pelo lacio negro y una barba pegada al rostro del mismo color, un color de piel color canela y muy energético, le respondió a Morfeo.

—¿Soledad?—pregunto al darse cuenta que vivían viendo a todos los humanos en el mundo de los sueños, y a todos sus hermanos los Oniros que trabajaban igual que ellos cuidando y organizando este mundo fantástico.

Fobetor era muy alto y delgado, con una sonrisa pícara y unos ojos grises sin vida, vestido de una túnica negra, luciendo una cabeza calva y una barba blanca

que iba a juego con el color de piel pálido como si estuviera enfermo y con su voz ronca y un tono burlesco, como si estuviera a punto de hacer una travesara, dijo.

—¡Qué más da la vida simple que ellos tienen, nosotros somos los gobernantes de este mundo, y tú eres el próximo en tomar el mando!—, exclamo Fobetor, con una voz sarcástica —Pero comprendo que quieras tener una familia, un bebe al cual cargar y enseñar, tener ese cariño que muchas veces nos falta acá—

—¿Por qué no vas al mundo mortal y haces una vida mejor?—le pregunto incitándolo a hacerlo.

Fantaso preocupado le dijo —no lo hagas, sabes que tenemos prohibido tener contacto con los mortales y que sería un castigo muy grave para ti—

Fobetor con un tono pícaro y malévolo le dijo —pero si ellos nos robaron nuestra libertad y nuestra posibilidad de tener una vida mejor, ¿Qué nos impide romper las reglas al menos una vez? si los dioses mayores Zeus, Poseidón y Hades también lo hicieron antes—

Morfeo decidido y lleno de ira al darse cuenta que lo que dijo su hermano era verdad, tomo la decisión de ir al mundo mortal y formar una familia, pidiéndole el favor a sus hermanos de que no digan nada, que él también quería sentir esa felicidad que tienen los mortales. Tomando una forma más adecuada al mundo mortal y a la moda de la antigua Grecia se despidió de sus hermanos y desapareció con una mirada firme y decidida.

“Eso hermanito adelante, forma tu familia, ten una vida tranquila y feliz. Así podré gobernar yo el mundo de los sueños y ser el próximo dios de este mundo” Pensó Fobetor y se rio malévolamente por dentro.

Dos años después, 31 de mayo

—Antigua Grecia—

—Búsquenlos, no pueden estar muy lejos—se oyó el grito de los Oniros destruyendo todo a su paso. Vestidos con armaduras pesadas, una espada pequeña y un escudo redondo, como los soldados del rey para no levantar sospechas de los mortales.

Aria, una mujer delgada con un cabello negro largo y muy hermosa, con unos ojos marrones y un vestido celeste largo corría junto a Morfeo con un bebe en brazos, tapado con una cobija blanca hasta la cabeza para que no vea nada de lo que ocurría a su alrededor.

—Morfeo, solo prométeme una cosa que nunca nos vas a dejar solos, sabes que te amo y que nuestro hijo es lo más importante en esta vida

Lo sé querida, el pequeño Somni mi orgullo es lo que más quiero, pero si sigo con ustedes le darán caza y no quiero imaginarme lo peor, amor ellos nunca podrán encontrarlos —haciendo un movimiento de manos sella el poder dormido de su hijo —esto ayudara a que después de los 17 años pueda usar sus poderes, hasta entonces será un niño común y corriente, cuando llegue ese momento debes ayudarlo a controlar sus poderes y que no se asuste de ellos, que los use para el bien—Le entrega un rollo con unas instrucciones—ahora debo irme ellos me buscan a mí no a ti, yo cometí el delito; pero esta bendición es lo más grande

que tengo en la vida y quiero que vivan por muchos años. Recuerda siempre estaré presente en tus sueños—

Aria llorando cogió el pergamino y se fue corriendo fuera de Grecia con su hijo en brazos llorando como si algo le faltara. Con la respiración agitada y pensando en cómo vengarse de los dioses que hicieron que su vida se vuelva una pesadilla.

Huyeron muchos años, pensando que vivían la peor pesadilla, escondiéndose y robando para poder comer. El pequeño Somni creció con las palabras que siempre le decía su madre

—Los dioses son malvados, ellos nos arrebataron a tu padre y nos persiguen para matarnos. Cuando crezcas nunca te olvides de esto, tú eres un dios como ellos y tu lugar está en el Monte Olimpo, haz lo que sea para llegar allá y no te olvides quienes nos hicieron esto—

Tras huir tantos años de las manos de los Oniros, un 31 de mayo Somni cumplió finalmente los 17 años de edad. La anhelada fecha para finalmente recuperar sus poderes, y así al fin iniciar su plan de venganza.

Bajo la tutela de su madre y con las enseñanzas del pergamino que dejo su padre, el inicio la cacería de aquellos que querían matarlos, entrando en el mundo de los sueños, distorsionando la realidad que los Oniros conocían y desgarrando sus almas lenta y dolorosamente.

Con el pasar de los años al ver que ya no quedaba nadie que se atreviera a querer matarlo, él pudo tener al fin una vida tranquila, se casó con una bella mujer, tuvo sus hijos y formo una gran familia. Los cuales tuvieron de herencia los mismos poderes que él, con la diferencia de que ellos eran simples mortales.

Con las instrucciones ya de un Somni más adulto y maduro, él pudo enseñarles como entrar en el mundo de los sueños, manejarlo a su antojo y disfrutar del proceso, pero se dio cuenta que al ser hijo de un dios tenía la maldición más grande de todas, con la cual sufrió demasiado. ¡Él vivía más tiempo del que debería vivir! vio triste y pesadamente como murió su madre y en sus últimas palabras le dijo

—No te olvides de todo lo que te enseñe—

Con el pasar de los años vio morir a sus hijos, sus nietos y todos sus seres queridos, el tiempo estaba en su contra.

Un día en el mundo de los sueños se aparece ante el Ícelos, el nombre con el cual llamaban los dioses a Fobetor el dios de las pesadillas, se presentó como el hermano de su padre Morfeo, él era su tío, se sentó a conversar con él, conocerlo un poco más y ver si cumplía con las expectativas que él tenía. Al darse cuenta que el sufría por su inmortalidad, busco plantar la semilla de la venganza y así poder usarlo para llegar al monte Olimpo y cumplir con su cometido.

—¡Sobrino mío!—, le dijo Fobetor —sabes que nosotros los dioses tenemos unas reglas muy estrictas, y tenemos prohibido tener hijos con los mortales, por eso tu padre al tenerte a ti cometió un grave delito, actualmente está encerrado en lo profundo de este mundo, custodiado por los guardias de los dioses, si no fuera por esa regla tan absurda, tú hubieras tenido una vida tranquila junto a tu padre—Se le dibujo una sonrisa malévola en el rostro al ver que Somni con cada palabra perdía brillo en sus ojos y se llenaba de ira su corazón.

También le hablo de los Oniros sus perseguidores y del poder que tiene como descendiente directo de Morfeo, dándole así la idea de vengarse de los dioses y

poder gobernar el monte Olimpo como el Rey, así podría darles un lugar a todos sus descendientes y ya no tendría que sufrir viéndolos morir.

Somni pensativo le dijo a su tío—¿los dioses no son inmortales? Ellos no pueden morir y son muy poderosos como podría yo solo en contra de ellos—

–Pequeño los dioses también sueñan, aunque ellos lo hacen despiertos, pero al entrar aquí su alma entra en nuestro mundo el cual nosotros gobernamos—Con una sonrisa malévola le conto que como seres gobernantes del mundo de los sueños, tenemos la ventaja de que entramos con nuestro cuerpo físico, y gracias a nuestro poder podemos absorber la energía de las almas que aquí vagan, y así volvernos cada vez más fuertes—le respondió su tío con una mirada comprensiva.

Somni al regresar del mundo de los sueños, se dio cuenta que ese plan podría funcionar, pero no podría hacerlo él solo. Por ello decidió cambiar las enseñanzas que le daba a su familia y así formar un clan de mercenario, con los cuales matarían a los más fuertes para absorber sus almas y así tener el ejército más grande y poderoso para matar a los dioses.

Así nació el clan llamado “Los cazadores de sueños”.

1000 años después

Dentro de las murallas del castillo del clan “Los cazadores de sueños”, el joven Héctor, un joven alto y robusto, quien se notaba hacia esfuerzo físico y tenía el cuerpo moldeado, con un tono de piel mestizo, una voz fuerte, vestía una camiseta blanca y un pantalón blanco e iba descalzo para no hacer ruido, quien esperaba un hijo con su esposa Deborah, estaba oculto oyendo la conversación de Somni el maestro del clan con un ser que nunca había visto antes – Tío Ícelos

mi cuerpo está cada vez más débil, he absorbido a los más fuertes del clan pero no puedo aun mantenerme, me veo viejo y decrepito, así no podré cumplir con el plan—

Este le responde —tranquilo mi querido sobrino tengo entendido que dentro de poco nacerá un niño en la misma fecha en la que naciste, el nacerá con tus mismos poderes y será tu oportunidad de recuperarte completamente cuando lo absorbas, podrás recuperar tu juventud y toda tú fuerza y al fin podrás atacar el Monte Olimpo y recuperar el lugar que te pertenece.

Héctor al oír esto huyo rápidamente a donde se encontraba su esposa Deborah, quien estaba descansando por la barriga enorme que tenía, se despertó preocupada al oír a su esposo llegar tan asustado, ella se levantó con una pijama enorme que parecía un vestido.

—Amor que pasa, porque estas pálido, que viste—le pregunto asustada.

—El maestro esta tras la vida de nuestro hijo, he oído que Simón es el descendiente que nacería tras de mil años y que sin él no podrán cumplir su cometido, llevamos tantos años matando a inocentes que nacen sin culpa sobre este pecado, nuestra guerra es en contra de los dioses, pero el maestro ya se ha vuelto loco y quiere más poder. La vida de nuestro hijo es más importante y no quiero que el viva lo mismo que nosotros, prepárate que esta noche nos vamos; y nos ocultaremos en el mundo de los mortales, halla nadie nos encontrara y hasta que nuestro pequeño cumpla los 17 años le enseñaremos a valerse por sí mismo—le respondió enfadado y decidido a la vez.

Deborah arreglando todo para huir, se arrodillo muy triste y dijo —Que nuestra madre Aria y nuestro padre Morfeo nos perdonen por abandonar el clan. Pero la vida de mi hijo es más importante que cualquier venganza, el maestro del clan

nos encomendó esta misión para recuperar nuestro lugar en el Monte Olimpo, pero yo no quiero que mi hijo pierda la vida por culpa de otros. Solo quiero una vida tranquila para nuestra familia—

Esa misma noche sonó la Alarma a lo largo del castillo y a través de las murallas, buscando a los traidores que se escaparon con él bebe que tanto anhelaba el maestro.

—Una Sombra grito a lo lejos con una voz muy fuerte pero con una imagen que daba miedo ¡atrapen a los traidores! ellos tienen al sucesor en sus manos, mátenlos solo quiero a ese niño vivo, ¡no me importa que pase con ellos! ese niño es la llave para regresar al lugar al que pertenecemos.

17 años después —Bogotá Colombia

La noche del 31 de mayo del 2016 Simón cumple los 17 años, y esa misma noche él tendría una pesadilla con la cual iniciaría su aventura en el mundo de los sueños y como el sucesor del maestro del clan “los cazadores de sueños”.