CAPÍTULO 5

Sonó mi alarma anunciando que un nuevo día de escuela estaba por comenzar. Tome mi celular y apague la alrma, cheque mi F******k y tenía un mensaje de Marisse.

-Hola Ale, buenos días, hoy será un gran día. Te veo en la enfermería. Te quiero. 

Deje mi celular en mi mesa de noche y fui a darme una ducha rápida. 

Salí y elegí mi atuendo, una camisa negra, jeans azules y mis vans blancas. Me peine, o aunque sea hice el intento. Agarre mi mochila y mi celular para después bajar a desayunar. 

-Buenos días, padres -dije con una sonsirsa, de verdad estaba muy emocionado y feliz.

-Buenos días, Alejandro -dijo mi madre dedicandome una leve sonrisa dandome mi desayuno. 

Desayune en silencio solo que ahora no se sentía tan incómodo como en otras ocasiones, parece que a todos nos sirvio estar un tiempo alejados. 

-Sube al auto, tengo que llegar temprano -dijo mi padre levantandose de la mesa yendo hacia el patio para subirse al auto. 

Le di un beso a mi madre en la mejilla y salí de la casa, subí al auto y me coloque el cinturón de seguridad. Mi padre manejo hasta la escuela, yo por mi parte, me coloque mis audifonos, iba escuchando música y platicando con Marisse. 

-¿Estás nerviosa? 

-Si, un poco, soy la nueva ¿crees que es fácil? jajaja. 

-Pues no, no creo que sea fácil, aunque sea no estarás sola, me tienes a mí :) 

-Y eso me pone feliz, que estaré contigo :3 

-Ya he llegado, te veo en la enfermería. Te quiero. 

Baje del uto y camine hacia la enfermería, me quede afuera esperando para que Marisse llegará y fue enconces cuando la vi, tenía atado su cabello en una coleta alta, traía un labial color rosa, una blusa blanca, un short de mezclilla y unas vans rojas. Lo recuerdo perfectamente, se veía tan hermosa. 

-Hola pequeña -le dije mientras la abrazaba. 

-Hola torre -rio ligeramente sin dejar de abrazarme. 

-¿Nuevo apodo? -reí leve separándome un poco para poder verla. 

-Se podría decir que si -dijo con su singular sonrisa, de verdad tenía la sonrisa más hermosa que había visto. 

Caminamos hasta la oficina del director para que se presentara, le asignaran su casillero y le dieran su horario. Ella entro y yo me quede afuera esperando a que saliera. 

No podía ser, había llegado ya...

-Mira a quien tenemos aquí, Alejandro, ¿te metiste en problemas acaso? 

-No Jeason..., espero a alguien. 

-Espera, escuche bien, ¿esperas a alguien? 

-Si. 

-Déjame adivinar ¿están tus padres adentro? 

-No, es una amiga. 

-¡Amiga! -dijo en un tono burlón, claramente no me creía ¿quién lo haría? 

-Si, Jeason, una amiga. 

-Voy a hacer como que te creo, mira, me voy, tengo cosas más importantes que hablar con un idiota. 

Dijo eso y se fue, ¿por qué no me creía que tenía una amiga? Ah sí, soy el chico que lo único que quiere es quitarse la vida. 

Marisse salió de la oficina del director y caminamos hacia la cafetería. 

-Entonces, ¿qué paso? 

-Pues no gran cosa, me dijo que estaa feliz que eligiiera esta escuela y bla, bla, bla -rio mientras terminaba de contarme, definitivamente el sonido de su risa era tan tranquilizante. 

-Okay, pero ¿qué más? 

-Ah, cierto, me toco el casillero 128-B

-¿El 128-B?

-Si, ¿por qué? ¿tiene algo de malo? 

-No, nada de eso, es que está a un lado de mi casillero. 

-¿En serio? Más juntos no podemos estar. -sonrio colgandose de mi brazo

-Si se puede, si te toca el mismo horario que a mí. 

-Pues eso es tan imposible, ahora me toca...-checo su horario para despues voltear a verme- álgebra. 

-Perfecto, te acompaño. 

-¿No te desvías mucho? ¿Qué clase te toca? 

-Álgebra, y anda, ya vamos que el profesor nos regañará. 

Llegamos al aula y por suerte el profesor no había llegado aún. Tomamos asiento en las últimas butacas. Llego el profesor y todos tomaron asiento. 

-Buenos días, bueno, hoy tenemos una nueva alumna, Marisse ¿gustas pasar y presentarte? 

-Claro profesor, con mucho gusto. 

Se levanto y fue al frente de la clase. 

-Bueno, me llamo Marisse Estrada, tengo 17 años, soy de California, vivo a las afueras de la ciudad y ahora estoy aquí. 

-¿Por qué viniste al centro de California teniendo tantas buenas escuelaas a las afueras? 

-Bueno yo...-suspiro viéndome- vine a buscar a un amigo que vive y estudia aquí -sonrio ligeramente sin dejar de verme

-¿Así que esa fue la razón por la que decidiste estudiar aquí, para estar más cerca de tu amigo? 

-Así es profesor. 

-Me parece un gran gesto, aun acto muy amable de tu parte, toma asiento, por favor. 

Las clases pasaron normales, Marisse y yo teníamos la mayoría de las clases juntos, así que ninguno de los dos se sentía tan solo. 

Todo el día la mirada de todos los del colegio buscaban a Marisse, lo cual me molestaba e incomodaba, no entiendo porque, pero lo hacía. Si, es muy hermosa pero es MI MEJOR AMIGA, no de ellos, no tienen porque mirarla de esa manera.

Salimos de la escuela y las miradas de todos, hasta Jeason, me veían extrañados, según los comentarios que he escuchado, Marisse es la chica más guapa que hay en el colegio, dejaron a un lado a Catherine. Creo que por eso todos me ven extrañados, soy amigo de la chica más guapa del colegio.

-¿Te parece si vamos al parque? 

-Claro, así conozco un poco más de la ciudad, 15 minutos es una gran diferencia, parece un lugar completmente diferente. 

Caminamos por varios minutos ya que el parque estaba un poco lejos del colegio. 

-Y dime Marisse, ¿tienes novio? ¿te gusta alguien? 

-¿Por qué la pregunta? -volteo a verme confundida pero riendo ligeramente. 

-Curiosidad, solo curiosidad. 

-Pues...-lamio sus labios y volteo a verme de nuevo- no, no tengo novio pero si me gusta alguien. 

-¿Se puede saber quién es? 

-Eres muy curioso -rio negando con su cabeza- su nombre empieza con A. 

En ese momento mi corazón se aceleró, se formó un nudo en mi garganta y me quede inmóvil muy dentro de mí esperaba que dijera mi nombre. 

-Tierra llamando a Ale -decía mientras sacudía su mano frente a mi cara- ¿te perdiste o qué? Pareces muerto -dijo con su clásica sonrisa. 

-No, estoy bien -dije sonriendo. 

-Entonces vamos a sentarnos para seguir platicando, aparte se nota que lo necesitas. 

Caminamos hasta una banca y nos sentamos. 

-Te decía, si, si me gusta alguien, me gusta desde hace tiempo y creo que yo le gusto a él. 

-¿Cómo sabes o por qué piensas que le gustas? -mi boca se puso seca y sentía una presión en mi estómago. 

-Porque sus ojos lo demuestran, muestran felicidad, muestran amor y cariño cada vez que estamos juntos. 

-¿Se puede saber quién es? 

-Claro, aunque no lo conoces -suspiro y volteo a verme- su nombre es Álvaro. 

En ese momento mi mundo se derrimbó, mi corazón se rompió, se sintió como una apuñalada en el corazón, como si millones de cuchillos se enterraran en mí, porque por primera vez sentía que me gustaba alguien y que podría funcionar con ella, pero ahora veo que no sería correspondido. 

-Me alegro de que seas feliz, se que seguramente hacen una muy linda pareja. 

-Gracias Ale, pero él y yo no somos nada. 

-Pero se gustan y sé que llegaran a ser algo más que amigos. 

-Ese es el maldito problema -suspiro viendo hacia un punto fijo. 

-¿De qué hablas? 

-Él no es mi amigo...-dijo mientras agachaba su cabeza. 

-¿Entonces? 

-Él...es el...

No pudo terminar la oración, me abrazo y empezó a sollozar en mi hombro, se notaba que le dolía hablar del tema. 

-¿Quién es?

-Es un amor imposible, bastante imposible. 

-¿Por qué lo es? 

-Él es...-suspiro separandose de mí- se que sonará ridículo pero él es el hermano de mi mejor amiga. 

-¿Y por qué eso es ridículo? 

-Él es un jugador muy destacado en su equipo de fútbol, el más guapo, además de que es hermano de mi mejor amiga, sé que si hay algo entre él y yo, su hermana me odiaría...

-¿Por qué lo haría? No le encuentro sentido. 

-¿Prometes que no le dirás a nadie? 

-Claro, como tengo tantos amigos a quien contárselo...-ambos reímos por la ironía de mi comentario- pero si, lo prometo. 

-Él es adoptado, tiene 19 y ella 17, a mi mejor amiga, Andrea, a ella le gusta su hermano. Han tenido varios encuentros, ella está perdidamente enamorada de su hermano. No quiero que me odie. 

-Bueno, en primera, m****a, con hermanos, entre ellos no puede haber nada, tú tienes derecho de ser feliz con quien quieras.

-Cuando voy a su casa, yo me la paso mirándolo, distraído es tan perfecto, pero ella también lo hace. Cuando Andrea sale de la habitación, él y yo compartimos miradas, en sus ojos se ve lo que siente. Ale, yo lo amo -me vio directamente con sus ojos llenos de lágrimas. 

Y esas tres últimas palabras me destrozan más que antes, ella lo amaba y yo solo podía ver como ella era feliz con otro. 

-Tienes que luchar por él. 

-Lo haré, o aunque sea eso intentaré. 

-Por ahora tengo que irme, mis padres llegaran a casa y se enojaran si no estoy. 

-Está ben, no te preocupes, ya nos veremos mañana. Gracias por escucharme -beso mi mejilla y me levante caminando en dirección a mi casa. 

¿Por qué las lágrimas caían por mis mejillas? No tiene sentido, ella solo era mi mejor amiga, no podía dejar que mis sentimientos se vieran afectados, sin embargo ya era muy tarde, ya estaba muy involucrado sentimentalmente y se que me sería muy complicado seguir en una amistad con alguien de quien aparentemente, estoy enamorado. 

Llegue a mi casa, lo único que quería era llegar a tener una oportunidad con ella, pero eso sería imposible, nunca le pediría que dejara de luchar por quien ama. Saque mi teléfono de mi bolsillo y busque el número de mi mejor amigo, Luis. 

-¿Hola?

-Hola Lu...¿Puedes venir a verme? 

-¿Qué pasa Ale? ¿Está todo bien? 

-Solo ven, por favor...

-Claro, llego en 5, te quiero. 

Les contare, Luis y yo nos conocemos hace ya bastantes años, se podría decir que nos conocemos desde que éramos solo unos bebés. Nuestros padres fueron vecinos por casi toda su vida, eran muy grandes amigos, y cuando nacimos, claramente nosotros también lo fuimos. El rescuerdo más cercano a eso días que tengo más presente, es cuando teníamos 5 años, estabamos en el preescolar, éramos inseparables y así ha sido hasta la fecha. Se nos hace tan difícil poder estar lejos el uno del otro. 

Tocaron a la puerta y creo saber quén es...

-Ale, ¿qué paso? ¿estás bien? 

-No Lu, no estoy bien. 

-Vale, siéntate en el sofá, yo preparare café. 

Y así hice, me senté en el sofá a ver como preparaba el café. Él siempre ha sido y será mi mejor amigo. 

-Listo Ale -dijo entregándome una taza de café- ahora cuéntame por qué estás mal? 

-Hace un poco más de tres meses conocí a una chica, se llama Marisse...

-Creo saber a donde va esto pero continua. 

-Bueno, el chiste es que me gusta...

-¡Eso es perfecto, Ale! -dijo bastante emocionado. 

-No, no Lu, no lo es... 

-¿Por qué no lo sería? 

-Por qué me acaba de decir que le gusta otra persona...

-Ale, no quiero que estés mal, sabes que me destroza verte triste -dijo secando mis lágrimas con su pulgar- Te apuesto que hay muchas personas afuera que te quieren y se mueren por decírtelo

Se que suena tonto, quizá extraño, pero Lu es de esos amigos que siempre te haen sentir protegido, lel que se dedica a acambiar tus lágrimas por sonrisas, quien da todo de si para que tú estés bien. Eso era Lu para mí, él era mi mejor amigo y lo amaba con cada parte de mi corazón. 

Luis y yo pasamos toda la tarde juntos hasta que dieron las 9:00 p.m., lo cual indicaba que mis padres estaban por llegar. 

-Bueno Ale, creo que tengo que irme. 

-No, aún no, por favor. 

-¿Por qué Ale? -me miro riendo ligeramente. 

-Quédate, hace mucho que no pasamos tanto tiempo juntos y hay que recuperar el tiempo perdido.

-Mira, cumpliré tus caprichos solo porque mañana no tengo colegio -puso una sonrisa en sonsrisa en su rostro y procedio a marcarle a su mamá, ya que tenía el permiso, colgo el telefono regresando su mirada a mí

-Ahora solo tenemos que mis padres regresen de trabajar. 

-¿No se enojarán porque me quede' 

-Para nada Lu, les agradas. 

Pasaron un par de minutos y escuche la puerta abrirse, indicando que mis padres habían llegado a casa, bajamos las escaleras sin hacer mucho ruido para ver a mi madre. 

-Hola Alejandro y hola Luis. 

-Buenas noches, señora -sonrio él saludando a mi madre con un beso en la mejilla. 

-Hace tiempo que no te vemos por aquí ¿te gustaría quedarte a cenar? 

-Claro, con mucho gusto. 

-Mamá, ¿y mi padre?

-Ah, sí, él tuvo que salir, regresara el miércoles -sonrio ligeramente y volteo a vernos a ambos- bueno niños, vamos al comedor, traje pizza para cenar. 

Fuimos al comedor, por primera vez en mucho tiempo mi mamá traía pizza, la veía reír y disfrutar de esto llamado vida. 

-Mamá, ¿te puedo pedir un favor?

-¿Qué pasa? 

-¿Crees que Luis se pueda quedar a dormir? 

-Claro Ale, pero ¿y el colegio? 

-Por mí no hay problema, mañana yo no tengo colegio -dijo Luis sonriendo. 

-Bueno, entonces creo que puedes faltar también Alejandro, disfruten de su día mañana. 

Mi madre se despidio de nosotros para subir a dormir, tenía que descansar para poder ir a trabajar mañana, nosotros por otro lado, nos quedamos platicando de todo lo que nos ha pasado en este tiempo que llevamos sin vernos, vimos una película y después de un par de horas subimos a dormir, aún no teníamos planeado que hacer mañana pero seguramente, deberíamos de estar descansados. Lo he dicho últimamente, pero se que mañana será un increíble día, lo será por el simple hecho de pasar tiempo junto a Lu. 

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