V. Segundo encuentro.

Narra Jean.

El viernes fue un día agradable, por un momento pensé haber visto a Ana, pero cuando me acerqué al lugar donde creí verla, ya no estaba, logré conseguir una invitación al club de salsa casino, otra al club de frisbee, me ofrecieron un curso de DJ, también pertenecer a los clubes de teatro y canto, la verdad no me veo en ninguna de las actividades, tampoco en una fraternidad, nunca he querido ni necesitado llamar la atención de un grupo para ser aceptado ni mucho menos someterme a pruebas vergonzosas para ser aprobado, definitivamente eso no va conmigo.

 Después de  caminar, ver el movimiento de los estudiantes y familiarizarme con las instalaciones fui por mi horario de estudio y luego al edificio de los dormitorios. Al llegar a mi habitación comencé a instalarme, no tenía mucho que hacer, solo sacar un poco de ropa de la maleta y ubicarla en los cajones, no traía mucho pues vivo cerca y tengo suficiente dinero, lo que necesite puedo buscarlo o comprarlo.

 Conocí a mi compañero de cuarto, un joven llamado Michael de origen inglés que venía a estudiar Negocios al igual que yo, se había mudado a la ciudad hacía poco tiempo con su familia, se vehía un poco aniñado para esta etapa de estudio y también un poco nerd.

Me pareció un joven agradable y también complicado al ver la perfección con la que colocó cada foto en la pared, en su espacio de la habitación, la forma como arregló su ropa, sus zapatos, los libros que utilizaría y su computadora, además fue muy preciso en cuanto a las normas que exigía como compañero de habitación para que hubiese respeto y buena convivencia entre nosotros, creo que si no me llego a mudar del campus, lo que no logro enseñarme mi madre y mi nana lo aprenderé con Michael.

En la noche salí con Michael a caminar, nos acercamos a la fogata de bienvenida que ofrecía uno de los grupos estudiantiles, había muchas chicas hermosas, algunas me miraban con simpatía, recordaba las palabras de mi hermano acerca de pasarla bien y agradecía estar viviendo este momento sin María a mi lado, que me hubiese arruinado el momento haciendo escenas de celos.

Nos retiramos pronto, Michael tenía dificultades para adaptarse y yo me sentía cansado ordenamos pizza y la esperamos en la entrada del edificio, luego nos retiramos a nuestra habitación, donde comimos y descansamos.

Es sábado en la mañana, me despierto a las diez de la mañana por los ruidos de Michael, que está jugando ajedrez en línea con un amigo y no para de alardear con cada jugada. Tomo mis cosas para ir a asearme, me dirijo al baño que está al final del pasillo, algunos chicos caminando desnudos por el baño, otros duchándose otros simplemente atravesados hablando de la noche de sexo que experimentaron. Definitivamente esto de compartir baño no va conmigo.

Me doy una ducha con agua fría, lavo mis dientes, me voy en toalla a mi habitación, me visto con un pantalón azul oscuro, una camisa blanca por fuera del pantalón abierta en los primeros dos botones, zapatos deportivos blancos y lentes de sol.

Llamo por teléfono a Luis Daniel mi hermano y lo invito a desayunar, en quince minutos Luis llega, vamos a un cafetín cercano a la universidad donde desayuno, ya que mi hermano ya había comido y charlamos un rato.

- Ja ja ja, pero que dices hermano, no duraste ni una semana.

- No te burles Luis eso de compartir el baño y la habitación no va conmigo, ayúdame a buscar un dormitorio cercano, por favor.

- Que te pareces si lo hacemos mañana y hoy te acompaño a ese concierto que tienes de bienvenida.

- Me parece perfecto ya debe estar llegando la gente.

- No te preocupes, nos vamos como en una hora por las pantallas se ve todo no tenemos que estar cerca de la tarima sólo tenemos que ver a las chicas.

- Sabía que lo dirías.

Llegamos al stadium de futbol de la universidad donde sería el concierto, había mucha gente, una gran tarima en la que estaba tocando una banda famosa de la ciudad y en un lateral se preparaba un DJ que haría su espectáculo luego, había muchas chicas hermosas y sexis pero una llamó especialmente mi atención, Ana. Caminaba hacia a mí acompañada de una chica, vestía un jeans azul ajustado y una blusa color lila ceñida a su cuerpo, sus curvas eran hermosas, su caminar muy sensual, su cabello suelto lacio, con pequeñas ondas en las puntas, sus labios con un ligero tono rosa y sus parpados con un destello de color lila, se vehía hermosa estaba paralizado ante tanta belleza.

- Hermano mira esa chica que viene de frente, es hermosa.

- Si que lo es, ella es Ana, la que conocí en la playa.

- Entiendo tu interés, si que es sexi.

Levanté mi mano derecha haciendo un gesto para que me observara, le sonreí al ver que me reconocía y se acercó a nosotros, la saludé con un beso en la mejilla y le presenté a mi hermano, que no dejaba de observarla detalladamente con ojos afilados. Ana nos presentó a su amiga Manuela y nos quedamos juntos a disfrutar del concierto.

Mi hermano en un principio estaba como fuera de lugar, ya lleva un año graduado y frecuentando otro tipo de eventos empresariales y de alta sociedad, pero al poco tiempo logró conquistar a una hermosa chica rubia y se quedó con ella durante el concierto y hasta se la llevó luego a un hotel.

Yo estuve encantado de volver a ver a Ana y de saber que estaremos en la misma universidad, no logré convencerla de darme su número telefónico, pero ahora sé que le agrado. Me arrepentí de no haber traído mi auto para llevar a las chicas a su casa, debí conformarme con acompañarlas a tomar un taxi y defenderlas de cada idiota ebrio que se quería propasar.

Antes de irse Ana me dio un beso en la mejilla, su sonrisa con un toque de picardía me hizo pensar que tal vez yo le atraigo y aunque no me dio su número, no quiso que las acompañara ni que pagara el taxi, ese gesto me dio una luz de esperanza.

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