Capítulo 8

La mascarilla en mi cara tiene que ser retirada y por suerte solo fueron treinta minutos de desconexión a la realidad, porque si no, toda la mascarilla fuera sido embarrada en la almohada. Tomo camino al baño y retiro con abundante agua. Ya sin nada en mi rostro seco mi cara y me miro fijo en el espejo.

¿Por qué dije su nombre? ¿Por qué tuve un sueño húmedo? ¿Por qué dije su maldito nombre?

Apago la luz y vuelvo a la cama, apago la tv y me enrollo bajo las sabanas, mi cabeza es un lio y debo espantar toda grosería que tenga que ver con ese hombre.

¿Por qué no dije Chris Evans o Matt Bomer? ¡Dios, Frida!

...

–Ni siquiera me tomare la jodida molestia de preguntar porque llevas esas ojeras de muerte.

–Por favor y gracias, no estoy para explicaciones.

Voy junto a Mark, este vino por mí a la entrada del HH –House Hunther–. No sé dónde m****a tenía que dirigirme y la verdad es que por la jodida falta de sueño no tengo ánimos de lidiar con nadie y mucho menos aprenderme los lugares de este enorme edificio. Me tomo un sorbo de café y continuo caminando a su lado, varias personas nos pasan por los lados, solo espero que Mark no tenga que presentarme a nadie, es lo menos que deseo.

Abre un par de puerta con todo lo dramático que es, allí el sonido de la música fuerte nos golpea durísimo y yo me doy otro sorbo de mi café, porque la cabeza me va a explotar en mil pedazos. Hay un montón de chicas esperando por que las arreglen, la escenografía que ha creado Mark es alucinante, el condenado tiene un bendecida imaginación y lo que más llama mi atención es lo escarchado que se ve todo, es increíble.

– ¡Por Dios! ¡Eres un jodido genio!

– ¡Frida mi amor! –volteo a mi lado, encuentro a Balián venir hasta mi al ritmo de 24k Magic de Bruno Mars, no puedo evitar sonreír ante sus movimientos sexys, bendito Dios, ¿Qué estoy pagando yo? –Bonjour Mademoiselle.

–Bonjour Monsieur –le hago una corta reverencia y sonrió. –Cuanto animo ¿No? –este me da un beso en cada mejilla y al alejarse lo detallo, es tan diferente a Bajhor, su vestimenta es más casual, jeans oscuros y rasgados en su pierna derecha, una camisa tres cuarta color vino y unos deportivos que hacen juego con su camisa.

–Me gusta la música al momento de tomar fotos, me dan buen ánimo y se me pasa muy rápido los minutos, ¿Me sorprenderás hoy?

–Por supuesto que sí.

De pronto me altero un poco al escuchar el gritillo de alguien detrás de mí, Balián oculta sus ganas de reír y al voltear observo venir a una chica de cabello lacio hasta los hombros y con mechones azules, es un poco más baja que yo y sus ojos ambarinos tan expresivos.

– ¡Que placer conocerte cariño! –me da un corto abrazo y se aleja. –Soy Winny, gracias por tu trabajo la otra vez, prometo ser buena compañera.

–Eso espero –escucho la voz de mi primo. –Mataría por Frida, ya lo saben.

Sonrió ante las palabras de mi primo y le sonrió con cariño a Winny, esta lleva aparatos odontológicos y la verdad es que tiene una sonrisa muy bonita, con ellos o sin ellos.

– ¿Qué te parece si nos ponemos manos a la obra?

– ¡Por supuesto!

Mark y Balián nos dicen que es lo que más quieren a la hora del maquillaje y peinados, nada exagerado, pero que sea muy llamativo, las chicas van cambiándose a su vestimenta para las fotografías y debo ser sincera en este momento, ¡Que preciosos cuerpos que se gastan estas chicas! Tampoco tan flacas y mucho menos gordas, tienen cuerpos preciosos y son muy hermosas.

Winny toma a una y yo también, comenzamos hacer lo nuestro y ambas nos ayudamos. Algunas cosas no las sabe Winny y le ayudo y así viceversa, tiene un gran desenvolvimiento a la hora de arreglar sus cabellos, ni ella opina de lo mío y yo mucho lo de ella, está haciendo un gran trabajo y yo también.

Las dos primeras están listas después de unos largos minutos y Mark grita de emoción al ver el resultado, ni yo me detengo y ni Winny tiene pensado hacerlo, cada uno de los que estamos acá en el estudio hace muy bien su trabajo, solo espero que a don jefecito culito sexy le gusten las fotos, eso es otro detalle

_

Gracias al trabajo todo el enojo por mi falta de sueño se esfumo. Hace unos minutos que terminamos con el último par y ya van casi tres horas de sesión, y debo decirlo, Balián da todo de él al igual que Mark. Observo a mi primo tan complacido con su escenografía y Winny y yo estamos satisfechas con el maquillaje y peinado de las chicas.

Las puertas se abren después de un largo rato de trabajo, Balián no se detiene y Mark pasa inmediatamente acercarse a Bajhor, quien va junto a una mujer de vestimenta muy ejecutiva, su cabello platinado y sus labios de un color naranja, escucho a mi compañera bufar y volteo a verla

– ¿Pasa algo?

–Es Fiona, digo, Vahiola, nuestro dolor de culo, nuestras jodidas hemorroides en el trabajo.

– ¿Tan mala es?

–Ja, ya lo veras.

La veo acercarse al cabo de unos minutos hasta donde me encuentro con Winny, esta se coloca de pie, yo soy todo lo contrario, la observo desde mi lugar, ni que ella fuera el mismísimo presidente del país para yo estar colocándome de pie, que m****a.

– ¿Qué crees que hiciste con el maquillaje? –le miro fijo, observo que Mark aun esta con Bajhor, ambos hablan de lo más normal. –Es un completo asco, lo siento Winny pero tendrán que empezar nuevamente.

– ¡¿Disculpa?! –me coloco de pie y le miro fijo. – ¿Cómo que empezar nuevamente?

– ¿Tú quién eres? –enarca una ceja y yo le miro dijo.

–Frida Kayenston, una de las nuevas estilistas del House, ¿Tú quién eres?

–Vahiola Michaels, mano derecha de Bajhor en el HH.

–Mmm, felicidades por tu puesto, supongo –me cruzo de brazos y le observo de pie a cabeza. –Supongo que tu trabajo es la administración y llevar las agendas de sus cenas y reuniones, ¿No?

–No exactamente, eso le pertenece a su secretaria, lo mío más que nada es...

–Denigrar el trabajo de dos estilistas que saben lo que hacen, ¿No? –esta me mira intenta hablar, pero no la dejo. –Tú no puedes venir aquí y decirnos que nuestro trabajo es un asco, y mucho menos pedirnos después de casi tres jodidas horas que lo hagamos nuevamente –la música se termina y yo no tengo ganas de callarme. –Tu trabajo es con el señor Hunther, no con los del estudio, tú no puedes venir agitando tu cabello platinado y ordenando, esas chicas tienen vida, igual nosotras, igual Mark, incluso Balián, y para mí, el trabajo está limpio y muy fresco para la sesión.

–Mira nadas más, la gorda tiene carácter –sonrió de lado y niego ante ridículo comentario. –Si a mí me da la jodida gana las pongo hacer todo desde el principio, ¿Te queda claro?

–No, no me queda claro, porque no puedes exigir algo que ni siquiera tienes conocimiento, no sé si te has visto en el espejo, pero una de tus cejas está más gruesa que la otra –esta inmediatamente intenta cubrir su rostro. –Y el labial naranja no te combinada para nada con tu traje color verde agua, diez puntos menos, ¿Continuo?

Observo a Bajhor Hunther a unos cuantos pasos de distancia, Mark está a su lado, intentando reprimir una sonrisa, yo vuelvo a mirar a la platinada y le sonrió.

–Respetare tu trabajo, si tú respetas el mío y el de Winny, recibiré ordenes exclusivamente del fotógrafo y quien hace la escenografía, ah y también de mi jefecito Bajhor –vuelvo a mirar a esos ojitos claros y espabilo para no pensar otras cosas. –Así que, ¿Lo tomas o lo dejas?

–Altanera.

–Gracias –sonrió y me cruzo de brazos. –Tic, tac, tic, tac.

–Lo tomo –dice entre dientes y se da media vuelta, pasando entre Bajhor y mi primo.

– ¡La gorda gana, honey! –esta me mira con tanto odio y continua su rumbo. –Realmente sus cejas estaban bien maquilladas, lo siento.

–Déjennos solos.

La voz de Bajhor de un modo u otro me eriza y el repentino sueño húmedo de anoche me ataca de lleno la mentecita. Winny y Mark se van junto a los demás y yo me quedo con el imponente jefe.

– ¿No puedes mantener tu boquita cerrada?

–Ciérramela tu –digo neutral, este sonríe de lado.

– ¿Y cómo haría eso?

–No lo sé, dime tú, porque no ha llegado la persona adecuada que me haga callar, así que, ¿Lo tomas o lo dejas? –este sonríe de lado, y se acerca poquito a poco.

–Tomo el reto –enarco una de mis cejas y este sonríe de boca cerrada. –Pedazo de altanera y grosera.

–Gracias señor.

–De nada Frida –se aleja un par de pasos y sonríe. –Sera divertido trabajar contigo.

–Si usted lo dice.

–Pues lo digo –de pronto pasa su jodido dedo pulgar en su jodido labio inferior y a mí se me moja, ¡Se me moja la boca! –Te quiero en mi oficina en cuanto termines acá, tenemos que hablar de tu paga y beneficios.

–Está bien –sonrió y este asiente, se da media vuelta da un par de pasos, pero de pronto se frena y vuelve hasta mí.

–Por cierto, sigue defendiendo tu trabajo, lo hicieron muy bien, felicidades, leoncita.

Y aquí vamos nuevamente, este hombre se marcha dejándome sin habla y mi vista vuelve a su culito, siento que la tensión se me baja y necesito darle un ligero mordisco a su culo. No soy el tipo de mujer que le gusta a Bajhor, pero él si es el tipo de hombre que quiero que me haga de todo.

– ¡Maldita sea don papi rico! –susurro solo para mí. –Tu me estas volviendo loca sexualmente, condenado.

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