Capítulo 5

– ¡No te pases, Frida! –el grito de Mark podría escucharlo medio mundo, pero por suerte en esta ocasión la música fuerte ayuda a que no sea así. – ¿Bajhor Hunther te ha dicho eso? ¿De tu pies? ¿El trabajo? ¿De verdad? –me doy un sorbo de mi vaso de cerveza.

–Ajap, y yo quede literalmente loca, ¿Qué con mis pies Mark? Lo del trabajo es lo de menos, ¡¿Pero mis pies?! –mi gesto de terror reluce.

–De seguro le ha de gustar que… –baja su mirada, yo le veo con intriga.

– ¿Qué? ¿Qué? –este vuelve a mirarme, se acerca un poco.

–Le ha de gustar una masturbada con pies –suelto una risotada, este se encoge de hombros. –Por Dios Frida, eso existe.

– ¡Obvio que sé que existe, pero es gracioso viniendo de ti! –este sonríe y golpetea su hombro con el mío. –No lo sé Mark, quizás solo le han de gustar los pies de una mujer.

– ¡Para que lo masturben! ¡Daaa!

Ambos soltamos una risotada debido a su comentario un tanto fuerte sexualmente y que realmente a mí me pone con una imaginación, ¡Que Dios me la bendiga!

–Pensándolo bien –digo y le miro de lleno. –No me molestaría darle un masajito con mis piececitos.

– ¡FRIDA KAYENSTON!

– ¡¿Qué?! No tengo la jodida culpa de que este buenorro el condenado.

–Por Dios, ya, mejor vamos a bailar, la cerveza te está afectando.

– ¡Pues vamos!

Ambos nos bajamos de nuestras sillas y Mark de inmediato toma mi mano, el Pacha –una de las discotecas más visitadas de la ciudad– esta abarrotado de gente, es un tanto lidioso el poder entrar acá, pero con las amistades que se gasta mi primo, pues acá estamos y la verdad es que hay tantos culitos que mirar.

– ¡Oh Dios! –le escucho a Mark, llevo la mirada hasta donde señala. –Debemos bailar en ese punto exacto –sé que su mirada no está solo fija en la pista, no, esta fija en tres chicos que ha distancia se ven, apetecibles.

– ¿Por qué? ¿Quiénes son?

–Ya lo sabrás.

De inmediato Mark me jalonea y voy detrás de él, las luces de la disco se vuelven tenue. This Is What You Came For de Rihanna comienza a retumbar a nuestro alrededor, el grito de mi compañero hace que me carcajee y el movimiento de su trasero se me contagia y ahora ambos nos encontramos bailando una buena mezcla de parte del Dj.

Mark alza sus brazos y yo comienzo a bailar con todo gusto, ni siquiera me preocupo por los tacones que ahora llevo puesto, la verdad es que ya estoy acostumbrada a ello y no me da ese jodido dolor incómodo. Agito mi cabello rubio, muevo mí no tan pequeña cintura de un lado a otro y mis hombros de atrás hacia adelante, me doy media vuelta y quedo pegada a la espalda de mi primo, sus gritos y los míos se unen y puedo estar muy segura que ahora no hay quien nos pare.

Al darme vuelta me quedo un tanto paralizada por el chico que está delante de mí, es muy obvio que soy unos años mayor que él, pero no puedo echar a un lado el hecho de que es muy guapo y tiene una miradita de bebé que te mata. Busco con la mirada a Mark, este se encuentra con los chicos que hace un momento lo habían dejado escandalizado, ¿Por qué noto que tienen buena relación? ¿Quiénes son?

– ¡Tienes un enorme y precioso culazo! –el chico delante de mí me deja completamente asombrada y me echo a reír, me acerco un poco a un lado de su rostro y sonrió.

– ¡Cariño, que puedo ahora mismo sacar uno de mis senos y darte de comer! –me alejo, este ríe, sus ojos se achinan. – ¡No me apetece ser una sugar mommy!

– ¡Pero si debes ser mi amiga! –al verle me sonríe y toma mi mano.

Así sin más, me lleva hasta donde se encuentran los demás, Mark está divirtiéndose, al verme junto al chico que hace un momento bailaba conmigo, me señala a los tres.

– ¡El trio Hunther! –se me sale el alma. –Bahil Hunther –me señala al chico a mi lado, quien quiso dársela de graciosito y le miro, oh Dios, ahora que lo noto muy bien, gracias a la iluminación, sus ojos... –Bahil es el menor de los Hunther.

– ¿Cuántos años? ¿Menor de los Hunther? ¿Acaso? –pregunto.

–Veinte, cariño, pero por ti tengo treinta –le miro este me guiña, sonrió. –Un placer, preciosa, soy el hermano menor de don gruñón, Bajhor Hunther –comienzo a toser, Mark de inmediato me da un vaso de lo que bebe, me empino sin preguntar.

– ¡Yo soy Balián Hunther! –uno de los que está junto a Mark sonríe, pero el guiño sexy me desequilibra. Este tiene el cabello abundante, muy diferente a Bahil, quien lo lleva bajo, pero no tan calvo, tiene media cola, y carajo, esa barba bien cuidada. Lleva lentes y lo hace ver un jodido sexy intelectual, este tiene los ojos más oscuros, pero igual de llamativos. –Soy el segundo de la familia, igualmente, hermano de don ermitaño, Bajhor Hunther.

Alzo mi mano, todos quedan en silencio y señalo al otro que esta junto a Mark, exactamente del lado derecho, este tiene su mirada en el móvil, tiene el cabello algo claro, no lo puedo detallar bien por culpa de las luces, mi primo le da un codazo esté alza la mirada, me sonríe.

– ¿También eres hermano de don no me gustan las calorías?

– ¡Oooooh! –los otros dos gritonean, el otro chico me mira fijo y niega.

Se coloca de pie y se abre paso colocándose muy cerquita de mí, noto sus ojos oscuros, no, este ser apetecible no es hermano de Bajhor. Sus ojos son muy diferentes a los del resto, incluso sus facciones gritan que no es un Hunther al cien por cien. Ambos nos miramos fijo, enarca una ceja y yo igual, él se cruza de brazos y yo también, él sonríe de lado y yo también, ¡Ya dime quien eres!

–Mucho gusto, Oriel Vanguard Hunther –si es un Hunther, si lo es, pero espero que su primer apellido domine al otro. –Así que ya sabes acerca de la manía de mi primo –extiende su mano y yo la tomo. –Créeme que es realmente estúpido que no pueda disfrutar ver a semejante mujer como tú –mis piernas parecen gelatina, tiene una carita como...

–Para darle besitos… –este frunce el ceño al no lograr escuchar mi susurro y gracias a Dios que no pudo, extiendo mi mano, este no duda en estrecharla. –Frida Kayenston.

– ¡Lo sabemos! ¡Eres el jodido tema de todo el House Hunther! –quien habla es Bahil, el menor atrevido, paso a mirarle. –Es realmente divertido ver a mi hermano partirse la cabeza para lograr que tu trabajes para él.

–¿Ah sí? –paso a un lado del sexy cabellos claros, tomo asiento en uno de los taburetes, Balián Hunther intenta rodear mis hombros con su brazo, yo lo evito. –Oh no cariño, tu intento de casanova no va conmigo.

– ¡Ouch! –exclama, y sonríe. –Tan directa como te describió Mark –se acerca un poquito más. –Y tan sensual a la vez.

– ¡Madre Dios! –les miro a todos. – ¿Qué ocurre con sus hormonas?

–A mí no me metas, tengo gustos diferentes –observo a mi primo, este me guiña.

El más chico se pide unos shot’s, necesito saber eso acerca de que soy tema en el House Hunther, pero primero espero por mi shot. Necesito darle calorcito a mi cuerpo y no el tipo de calor mientras bailo, quiero alcohol en mi organismo. Veo venir a un camarero, ¿Qué exclusivo, no? Solo observo cuatro shot’s y todos tomamos uno, busco con la mirada al tal Oriel, este ya desapareció.

–Él no toma –miro a Bahil. –Oriel es divertido, pero a la hora de tomar, es un aburrido, de seguro se fue a dar una vuelta –se encoge de hombros.

– ¿Me dirás que hablan de mí en el House? ¿Ustedes trabajan allí? –Bahil señala a un lado, si, ahora sé que ellos son exclusivos.

Es una mesa redonda a su alrededor hay muebles y de los finos, en este lado del Pacha solo están quienes se pueden costear esa mesa, y no es muy accesible que digamos. Los cuatro nos ponemos en marcha y tomamos asiento, yo quedo en medio de los Hunther menores y mi primo se concentra en ver a quien acechar la noche de hoy, me tomo mi chupito de un tirón y coloco la pequeña copita sobre la mesa.

– ¿Y bien? Les escucho guapos.

–Balián es parte del grupo de fotógrafos, obviamente es un profesional en ello, yo solo intento no dejar la universidad y solo voy al House para mirotear y ver que pesco –sonríe, le imito, ya que de verdad su sonrisa es contagiosa. –Eres el hablar del estudio, debo decir que vi las fotos y me encanto como maquillaste y peinaste a esas chicas.

–Incluso mejor que Winny, debemos ser francos –observo a Balián, este me sonríe muy amable. –Eres buena en lo que haces, además, aun mejor como pusiste en su lugar al ogro de mi hermano, se lo merecía –ambos chocan cincos. –Bajhor es un buen empresario, va de boca en boca, pero su forma de pensar es tan deprimente.

–Lo mismo dijo Bera –digo, ambos se asombran al escuchar ese nombre brotar de mis labios.

– ¿Conoces a Bera? ¿Tu? –asiento levemente. –Dios, Bera es mi sueño húmedo desde los quince –es Bahil quien habla, rio ante su comentario. –Es literalmente mi crush, aunque suertudo mi primo Timothy quien la tiene a su lado.

–Te lleva casi nueve años Bahil, supéralo –este le saca la lengua a su hermano, ¡Dios, que tierno y sexy!

– ¿Por qué vuestro hermano es de ese modo? ¿Qué ocurrió con él? ¿Lo dejaron caer de pequeño y la cabeza impacto muy fuerte con el suelo? –ambos se carcajean y yo hago lo mismo.

–Realmente no tenemos idea de porque su pensar es de ese modo, y créeme Frida, lo hace saber siempre, no oculta nada a nadie.

Estoy por hablar, pero de pronto la gente que baila delante de nosotros se abre y una chica aparece con una cámara en sus manos, entrecierro mis ojos y me confunde esto. Balián hace un movimiento con sus manos y de pronto unos hombres grandes aparecen.

– ¡Sáquenla de aquí! –grita, pero no enojado, está muy neutral en su lugar, solo mira fijo a la chica, esta nos apunta con la cámara. – ¿No te cansas? –esta sonríe de lado y niega.

–Me conformare con solo una foto.

– ¿Para qué? ¿Para que pongas cosas a tu antojo en la portada de tu asquerosa y amarillista revista?

–Balián cariño, supéralo ¿Si?

–Grace, solo tómala y márchate, ¿Quieres? –Bahil es quien habla, de pronto se siente una extraña tensión. –Cada vez apareces para incomodar nuestras salidas, quien debería superarnos eres tú.

– ¡Oh carajo! –mascullo.

–Pero ya que de eso comes... ¡Bien!

Bahil pasa a rodearme con su brazo al igual que Balián, ambos miran a la cámara, uno con una enorme sonrisa, el otro con un gesto serio, ¿Ya saben quién es quién? Yo confundida no hago otra cosa que sonreír ampliamente y esta chica toma la foto, mira la foto como si fuera un jodido premio gordo y vuelve su mirada a nosotros, esta sonríe.

–Gracias…

–Solo... –Balián habla, este le mira. –Ni se te ocurra exagerar las cosas, si publicas algo denigrante con respecto a ella –me señala a mí. –Te hundo, Grace.

–Como digas, Balián, nos vemos pronto.

– ¡Solo avísame para la próxima! ¡Así te doy la primicia de mi culo, Grace! –esta sonríe ante el comentario del menor y asiente.

–Sería un bombazo.

Termina por irse y no quedamos solos, aquellos dos hombres grandes se quedan a nuestro alrededor, yo volteo a un lado, noto que Mark no se encuentra en su lugar.

–Deberíamos irnos –quien dice es Balián, le miro. –Créeme, esa chica es mi maldito tormento y sé que está pasando el dato que estamos acá. –ambos se colocan de pie, yo les imito. – ¿Te llevamos Frida? –niego.

–No se preocupen, iré por Mark y me iré en un taxi, gracias.

–Espero verte pronto, realmente que encanto conocerte –observo a Bahil.

–Igual yo, Bahil, solo, bájale dos a tus hormonas.

– ¡Imposible! ¡Son preciadas para mí! –me guiña y yo rio ante ello.

Balián se despide y ambos se echan andar, yo comenzare mi búsqueda, solo espero llegar con Mark y volver a casa, aun es un poco temprano, pero debido a esa foto no quiero problemas, no sé qué pueda ocurrir, y no lo quiero saber tampoco.


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