Capitulo 6: Consecuencias del Pasado

Zack despierta en su cama, se encuentra en su antiguo refugio con sus antiguos compañeros, solamente que es después de la muerte de Bob, su nombre ha sido tachado de la pared y los turnos para ir a explorar se encuentran reasignados. Esta vez es el turno de Karen y Zack para salir.

Ambos caminan directo hacia una casa abandonada, el estado de salud de Karen ha mejorado con el tiempo, sin embargo, el invierno ha iniciado y la nieve comenzó a caer más rápido de lo que imaginaron, por lo que el tiempo no era suficiente.

Ambos llegan a la casa abandonada, revisando todos y cada uno de los alrededores, la pérdida de su amigo aun es latente en ellos, han pasado un par de semanas de lo ocurrido. El silencio se rompe cuando Karen encuentra una pequeña lata en un cajón.

-Oye, unas latas de arvejas- dice ella, Zack solamente sonríe, sin embargo, Karen mira las latas con melancolía en su rostro.

-Bob estaría muy feliz de verlas, sabía cómo cocinarlas a la perfección…eran sus favoritas. - dice ella secando sus lágrimas, Zack se acerca a ella lentamente, el dolor de Karen todavía se sentía, Bob era la persona que animaba al grupo en los peores momentos, tocaba música cuando estaban deprimidos, las comidas que cocinaba eran deliciosas, aunque fuesen utilizadas las sobras y los chistes que contaba eran únicos. Indudablemente era el más simpático de todos, y su perdida no puede ser superada.

- ¿Cómo pudo ser posible que lo asesinaran? – se lamenta ella en silencio, pero Zack lo nota y va camino a ella a abrazarla por la espalda.

-Los que lo hicieron no merecen seguir vivos, te prometo que, si los vuelvo a encontrar, no tendré piedad alguna- le dice.

Karen simplemente le pregunta - ¿Pudiste verlos?-

-Solo a su líder, no voy a olvidar nunca su aspecto.

- Sólo no hagas algo tonto, por favor. -

Tras un momento de calma, ambos siguen buscando dentro de la casa, se encuentra completamente deshabitada, Karen sube al segundo piso hasta llegar a una gran habitación bastante ordenada, a pesar de la capa de polvo que lo cubre, ella posa su mirada en la gran ventana central de la habitación, una en forma circular por donde puede tener una vista completa del barrio.

Ella apoya su mano en el cristal frio mientras observa la nieve caer, en eso mira un pequeño destello a la distancia, como una pequeña estrella reluciendo en el firmamento, ella sonríe mientras piensa en el mundo antes de ese gran cataclismo, como la casa en la que ella se encuentra pudo haber sido suya, formar una familia con Zack antes de que todo ocurriese y vivir una vida normal.

Mientras tanto, Zack encuentra una botella de vino llena en el cuarto localizado debajo de las escaleras, el sube las escaleras con la botella en mano y abre la puerta lentamente, observando a Karen mirando el paisaje oscuro, lleno de estrellas y una más brillante que las otras.

- Mira lo que encontré.- le dice Zack

Karen voltea alegre a ver a Zack, pero un sonido interrumpe el rostro de alegría, cambiándolo por uno de completa confusión, el cristal detrás de ella explota ante la atónita mirada de Zack, ambos miran lentamente hacia abajo, observando el pecho de Karen atravesado por una bala.

Zack corre y toma en brazos a Karen, arrastrándola lejos del alcance de la ventana, él se pone de rodillas para evitar que pierda sangre, pero todos sus esfuerzos son inútiles, nota como la herida se encuentra en la parte izquierda del pecho.

-Resiste, Karen…no te vayas- solloza Zack, su dolor y furia se manifiestan, pero sus lágrimas son las primeras que hablan por él.

Karen, con mucho esfuerzo pone su mano en la mejilla de Zack y finalmente alcanza a decir unas palabras

-No lo hagas……te quiero…-

La mano de Karen finalmente cae, ella muere en los brazos de Zack mientras llora su perdida, al girar su cabeza, ve como esa estrella más brillante que las demás desaparece, él lo sabe perfectamente.

Horas después, una persona se encuentra arrodillada en el suelo con un francotirador en sus manos se levanta después de un largo turno y finalmente se sienta en una reposera a beber un trago, hay tres personas más con él, uno de estos se le acerca y dice –Vamos, ya es mi turno en la mira-

El sujeto del arma mira al tipo que le dijo eso y con un tono serio en su voz le contesta –Es un arma, no un maldito juguete, hoy le disparaste a una persona. -

-Debiste verla, amigo. Miraba la ciudad con nostalgia, era imposible resistirse a arruinarle el momento, solo PUM y listo. - responde el cínico.

-Eres un maldito enfermo, sabes perfectamente que no hay que disparar si no te lo ordenan. Dime que pasaría si…- en eso es interrumpido por el sonido de un disparo.

-Úsalo bien esta vez- ordena el hombre y se va a cubrir la puerta mientras le da el francotirador al hombre que mató a Karen

El francotirador se mantiene apuntando mientras los otros dos se cubren esperando a que el enemigo entre, se encuentran en un complejo de departamentos, no hay más entrada y salida que esa, tras un momento de silencio, el francotirador dice –¿Rick? ¿Estás bien? ¿Tu disparaste? -

En ese momento la puerta explota y dos bombas de humo caseras son lanzadas llenando la habitación con gas, Roman entra con un machete y corta el brazo de uno de los sujetos de un solo corte, Zack se lanza al segundo apuñalando su pecho múltiples veces con mucha rabia, el tirador que mató a Karen dispara con el rifle ciegamente pero el humo no le deja ver nada, fallando cada uno de los tiros. Cuando el humo se empieza a disipar Roman da dos tiros de escopeta al tercer hombre y otro tiro al tirador en la pierna y en su brazo.

El líder del grupo lanza su arma al suelo - ¡Por favor! ¡No queremos problemas! - suplica en el suelo.

Zack saca su fiel barreta y lo golpea con toda su fuerza en el rostro, destrozando su mandíbula por completo

- ¡¿Quién FUE?!- grita Zack

Zack se prepara para dar otro golpe, pero el líder de ese grupo señala a su compañero herido, el hombre que asesinó a Karen mientras que Zack, cegado por la rabia se acerca lentamente a el, que intenta escaparse arrastrándose, finalmente se pone de pie y saca una pistola, Zack llega a tiempo para darle un golpe en la cabeza con la barreta.

- Ni se te ocurra quedarte inconsciente. - gruñe Zack mientras toma al hombre por el cuello y lo acerca a la ventana, la grita pidiendo ayuda, pero nadie viene a salvarlo, sus otros dos compañeros están muertos y Roman tiene al líder del grupo apuntándole con su escopeta. Zack acerca al asesino más a la ventana, listo para lanzarlo.

- Esto es por Karen-

En ese momento, Zack apuñala al sujeto justo en el corazón, dejándolo desangrarse por unos instantes.

- Y esto…es por todos nosotros.-

Zack deja caer al sujeto desde lo más alto del complejo de departamentos.

- ¿Qué hacemos con este?- pregunta Roman

- Reviéntalo si quieres.-

Zack sale al pasillo escuchando un disparo de escopeta dentro de la habitación, Roman ha acabado con el ultimo, Zack pone sus manos en el cristal helado de las ventanas viendo el sitio de donde dispararon y a lo lejos la casa donde Karen recibió el disparo, el aún mantiene su furia y dolor muy presentes, en ese momento su cabeza empieza a zumbar de dolor, como un chirrido.

- ¿Zack? -

Zack empieza a sentirse un poco mareado en ese momento, sin embargo, allá a lo lejos nota algo extraño en la casa donde ellos estuvieron. A pesar de estar muy alejada Zack la puede ver casi a la perfección, algo no va bien.

- ¿Zack? -

Zack mira como detrás de aquella ventana circular de la casa, algo también pone su mano en el cristal helado, imitando el movimiento que hizo Karen.

- ¡ZACK! - grita Sarah, Zack regresa en sí, ambos se encuentran todavía en ese sótano donde Bob los abandonó.

- No puedo creer que ese imbécil nos haya traicionado- dice Sarah, regresando a Zack a la normalidad

- Gente como esa merece lo peor. - dice él algo confundido por el recuerdo.

- ¿Por qué hablas como si fueses un justiciero? -

- Viajé kilómetros siguiendo el rastro de ese maldito sacerdote…y ahora viene hacia nosotros y no podemos hacer nada. - responde el

- Podemos usar nuestras armas- propone Sarah, pero Zack niega con la mirada y le dice -Ellos tienen las suyas, nos superan en número, solo déjame hablar a mí. -

En ese momento la puerta se empieza a abrir, dos sectarios armados entran al sótano y observan a Zack y Sarah, están muy alertas con sus armas en mano

- No queremos derramar sangre. - dice Zack levantando las manos, el Sectario arquea una ceja y ordena -Entonces suelta tu arma. -

Zack le hace una señal a Sarah, ambos sueltan sus armas y levantan las manos, uno de los sectarios se pone detrás de ellos.

-Andando.-

Ambos sujetos sacan a Zack y Sarah del sótano, afuera hay unos ocho sectarios en total, además de Jackson, quien observa todo el arsenal y luego observa a Zack.

- ¿Tu? Oh, sabía que tenía que haberme encargado de ti en su momento. - dice el sacerdote, Zack le responde –Te dije que te seguiría hasta el fin del mundo-.

Jackson pone sus dedos en el hueso de su nariz, presionándolo mientras piensa. –Estas tan manchado, tus pecados son grandes tanto en cantidad como severidad de los mismos, el castigo para pecadores como tú seria la muerte y ser juzgado por el Altísimo, pero la horca o la hoguera sería demasiado piadosa para personas impuras como tú-

- ¡Voy a matarte!- grita Zack, pero Jackson solamente lo atiende

- Tus antiguos compañeros pecaron de lo mismo, ira, rabia, miedo. Todos y cada uno de ellos sufrió el mismo destino, pero tu manera de irte no será decidida por mí, será decidido…por ella.-

Jackson señala a una joven de cabello rojizo y piel pálida, quien se acerca lentamente

- ¿La recuerdas, Zack? – pregunta Jackson.

Zack, impactado la recuerda, es aquella chica que tiempo atrás dejó viva en esa casa, la misma cuyo padre fue asesinado por sus manos. La chica llega hasta Jackson, quien la recibe con un caluroso abrazo.

-Mi querida Sam, paciencia…el momento está a punto de llegar…tu momento, hija mía.- dice Jackson. –Si la recuerdas, Zack. Su nombre es Samantha… y tu…la dejaste sin padre, sin familia…sin hogar, completamente sola.- dice.

Jackson suelta a la chica mientras se acerca a Zack.

-Puedes correr tan rápido como el viento, pero nunca olvides que el pasado siempre te alcanzará, tarde o temprano. - dice Jackson cerca del oído de Zack, en ese momento, Jackson observa con el rabillo del ojo a Sarah, quien hace un gesto de sorpresa por el impacto de la noticia que el sacerdote hizo sobre el pasado de Zack, este es apartado un poco por Jackson, quien se acerca lentamente a ella.

-No…- dice Jackson, su rostro ha cambiado por completo, ahora queda completamente impresionado.

-No puede ser……estas viva- dice el sacerdote.

- ¿Viva? ¿De qué rayos hablas? - pregunta Sarah, a lo que Jackson toca sus mejillas y observa sus ojos detenidamente.

-Si……eres tu- contesta y sonríe.

- ¿Eh? - se pregunta Sarah, a lo que Jackson solo dice –No puedo creer que sigas con viva, Ra…- su frase no logra terminar, pues un tiro impacta en su brazo, el la iba a nombrar de otra forma. Zack logra zafarse y golpear a Jackson y tirarlo al suelo.

Reiner aparece escondido tras los arboles armado con un lanzagranadas, disparando directo al camión y desencadenando una explosión proveniente de distintos artefactos colocadas.

Zack no para de golpear a Jackson, lastimándose los nudillos a cambio de romperle su nariz, el sacerdote no se defiende hasta que un sectario golpea a Zack con la culata de su arma y quitándoselo de encima.

Jackson es ayudado por su fiel salvador y ambos se escapan. –Mátenlos- ordena Jackson a los demás mientras se aleja con una parte de su gente.

Reiner y los otros miembros de Covenant abren fuego contra varios de los sectarios mientras que Verónica sale dentre los árboles y ataca a un sectario clavándole su cuchillo en el cuello.

Los pocos sectarios que quedan se retiran junto a Jackson en sus caballos, escapando del lugar, Brad los sigue corriendo gritándoles -¡Ey! ¡Por favor, no me dejen con ellos! -, pero recibe un fuerte rozón de bala en su pierna, cayendo al suelo. Cuando Brad voltea ve a Sarah con un rifle que saca humo de su freno de boca, ella esta atónita, pero se traga ese miedo y se acerca sin dejar de apuntar.

Brad saca rápidamente su arma, pero Sarah prepara el gatillo, Brad responde eso soltando su arma.

-Sarah……por favor…no dejes que Reiner me atrape…por favor, te lo suplico- implora Brad, Reiner toca el hombro de Sarah y dice -¿No dejar que yo que?

Brad entra en pánico y empieza a llorar al ver a Reiner. –¡Por favor, perdóneme Jefe…le juro que yo no quería…no me dejaron opción! - suplica Brad.

- ¿En serio? – pregunta irónicamente Reiner mientras Brad llora más fuerte, suplicando por su vida –¡Por favor, no me mate…por favor! -

Reiner levanta del cuello a Brad con mucha rabia –Si te vuelvo a ver cerca de Covenant o si incluso te veo por Boston, te juro que te mato, si sobrevives a la herida en tu pierna te recomiendo irte lo mas lejos posible. ¡¿ENTENDIDO?!- ordena Reiner, quien lanza a Brad al suelo, quien se arrastra lentamente lejos de él.

-Ven, Sarah. Deja que algo más se encargue de castigarlo por lo que hizo.- dice Reiner, abandonando a Brad a su suerte

Reiner y Sarah vuelven con el grupo, Zack está sentado y furioso, casi lo tenía en sus manos, pero escapo, Reiner le extiende su mano.

- ¿Te encuentras bien, socio? - pregunta el hombre

Zack lo observa y toma su mano, levantándose.

- Solo lo estaré cuando ese hijo de perra este muerto. -

- Todos lo estaremos cuando eso pase, te prometo que serás tu quien decida su destino cuando lo tengamos de nuevo. -

A lo lejos, Verónica se encuentra revisando el cadáver de un sectario, hasta que alguien pone un arma en su cabeza, ella levanta las manos.

- Créeme que…no quieres hacer esto. - dice Verónica sin mirar atrás, su captora es la chica llamada Samantha, quien le dice. -No, no quiero, quiero que me ayudes. -

Jackson llega herido a su iglesia montado en su caballo, sus seguidores lo acompañan, pero antes de que entren a su refugio en la iglesia, Jackson los retira, pues quiere estar solo. Ellos obedecen y se retiran.

Al entrar a su refugio, ve como el resto de sus seguidores están de rehenes por soldados bien armados, al cerrarse la puerta detrás de él alguien lo abraza, estaba escondido detrás de la puerta.

-Bienvenido a casa, Jackson- dice esta persona.

Las puertas se abren y se ven a más soldados armados entrando con los otros sectarios como rehenes.

-Tu y yo, tenemos mucho de qué hablar……-

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