Capítulo 2

A la manana siguiente me desperté en una suave cama, al abrir mis ojos me levanté sobresaltada, pues sabia que no estaba en mi habitación, salí de la cama en un solo salto y escucho ruidos que provenian de la cocina, me fui al baño, me lavé la cara y cepille mis dientes, salí apenada del cuarto y para mi mala suerte la cocina estaba justo bajando las escaleras.

—Buenos dias —me dijo Matt con una taza de café en la mano— ¿dormiste bien? 

—Buenos dias, si gracias —le respondi con mucha vergüenza— ¿en que mometo me quede dormida?

—Bueno yo subí a dejar a Luisa en su cuna y cuando regresé ya estabas dormida, no quise despertarte, por eso decidí llevarte hasta la habitación de huespedes para que no tuviras que dormir incómoda en ese sofá.

 Me ruborice en gran manera que yo creo que tenia las mejillas como un tomate, pues estaba apenada, él me ofreció sentarme para tomar una taza de café y comer un sandwis que ya había preparado, lo comí sin percatarme de que ya era muy tarde, levanté mi mirada y pude ver un reloj de pared que estaba en la sala, cuando vi eran las 8 de la manana, abrí mis ojos en gran manera y Matt por supesto lo notó.

—¿Que pasa? —me pregunto Matt— ¿por qué te pusiste así?

—Es que es tardisimo, tengo que ir a trabajar —me levanté de la silla y apresuradamente tomo mi bolso y me despido de Matt, al casi ya salir de la casa el me detiene.

—Espera, si quieres yo te puedo llevar.

—No gracias, yo puedo tomar el bus y de verdad tengo que darme prisa.

—Bueno con mas razón tengo que llevarte, además fue mi culpa el que te quedaras dormida aqui bien tarde, dejame ir por Luisa y nos vamos —se dio media vuelta y subió las ecaleras con prisa, a los pocos minutos venía con la bebita en brazos y salimos de la casa, entramos en el auto y salimos— disculpame de verdad.

—Descuida no es nada, además es la primera vez que llego tarde no creo que por eso me vayan a despedir, muchas chicas ya han llegado tarde y no las han despedido, no creo que yo tenga tan mala suerte y me vayan a despedir justamente a mi.

—Bueno eso espero, no quiero que por nuestra culpa te quedes sin trabajo.

 Llegamos a restaurante y alli estaba Alejandra, vio cuando bajé del auto de Matt y vi como sus ojos se abrieron de la impresión, entré directamente a cambiarme y seguido detrás de mi se fue Ale y como yo la conozco tan bien, iba a interrogarme.

—Hola Abby, y ¿te divertiste mucho anoche? —me dijo mi amiga moviendo las cejas de arriba hacia abajo con cara de pícara— tienes que contarme.

—¡Ay no Alejandra!, ya vienes tu con tus interrogatorios, no me fui a "divertir" anoche como tu piensas, estaba ayudando a Matt dándole una tutoría sobre como cuidar a su hija, solo eso.

—Si, me vas a venir tu a cortar con ese cuchillo de cartón, llegas en semejante carro, bien tarde y además con la misma ropa de ayer, se nota que no dormiste en tu casa.

—No pienses mal amiga, mas tarde te cuento, llegué tarde y debo ponerme a trabajar, si me encuentran hablando aquí contigo me van a hechar.

—Bueno, me cuentas en la hora del almuerzo, ya lo quiero saber todo.

 Salí y alli estaba mi jefa de brazos cruzados en frente de mi.

—Buenos dias señorita Abby, estas no son horas de llegar —dice señalando su reloj de muñeca con su dedo indice—, espero que tenga una bueno excusa para llegar tarde.

—Buenos dias señora Benson, de verdad no tengo ninguna excusa, solo me quedé dormida, espero que me disculpe, no volverá a pasar.

—Eso espero, solo por hoy se lo voy a dejar pasar, vuelve a llegar tarde y estas despedida, espero que le haya quedado claro, ¿que le paso si usted siempre llega temprano y nunca falta?, usted es el ejemplo que le doy a todas las chicas y ahora viene y llega tarde, ahora ¿que ejempo les voy a dar? —me dice mi jefa respingando una ceja.

—Disculpe, de verdad no volverá a pasar —le digo bajando el rostro.

—Ok, vaya a trabajar, tiene gente en las mesas.

 Me retiré y me dispuse a atender las mesas, el día estaba ajetreado como siempre, casi ni nos dan tiempo para almorzar, lo que fue un alivio para mí, asi no tenía tiempo para el interrogatorio con mi amiga, quien se negó a creerme que no salí a divertirme en la noche como ella pensaba, asi llegaron las siete de la noche, me fui a cambiar de prisa antes de que me alcanzara Alejandra, la verdad me pasé el día esquivandola porque cuando se le mete una idea a la cabeza se pone insoportable, salgo deprisa del restaurante y para nada valieron mi esfuerzos, en seguida me alcanzó Ale y denuevo comenzo a molestarme.

—¿Para donde vas amiga? —me dice levantando las cejas— vas a una cita cierto, oye me has estado esquivando todo el día, ¿que te hice yo?

—¿Yo esquivarte? claro que no —le mentí— es que solo había mucho trabajo, ve que apenas y pudimos almorzar.

—Si claro, que excusa barata, bueno ahora si tenemos tiempo, ¿me vas a contar?

—Ya te dije que no paso nada, solo me que dormida en su ca... —ni siquiera me dejo terminar cuando escuche un grito ensordecedor a mi lado— ¿que te pasa loca? me vas a dejar sorda.

—Ya sabía yo, dormiste con él, cuenta, cuenta —me dice muy emocionada, yo solo ruedo los ojos y me cruzo de brazos.

—¡Ya ves!, por eso no quería contarte nada, porque te ibas a ir por otro lado, yo no dormí con él, te voy a contar, y no vayas a pensar otras cosas que no son, solo escuchame, sabes que te dije que iba a ir a comprar algo al super, pues si fui, cuando entro Matt estaba ahí en el área de bebés...

—Espera ¿quien es Matt?

—Matt es el chico que entró ayer por la mañana en el restaurante, ¿te acuerdas? el que tenía la bebé...

—Aaaah ya, si me acuerdo, así que con él fue con quien pasaste la noche, ah picara, quien te viera...

—Ves por eso no te queria contar nada, siempre te vas por el lado que no es, no te voy a decir mas nada.

—Ay ya amiga, termina de contarme, te prometo que no te voy a interrumpir y no voy a pensar mal.

—Eso espero —ella levanta el dedo meñique— ¿que haces?

—Una promesa como cuando uno era niña, que hacíamos promesas con amiguitas así.

—Ay ale vamos, ya no somos una niñas con su meñique alzado— ok — resignada, uní mi dedo meñique con el de ella.

—Promesa —me dice ella con una sonrisa a la que yo le correspondi.

—Bueno como te iba diciendo, Matt se encontraba en el area de bebés observando unos pañales, yo me iba a dar media vuelta cuano el me llamo, vaya que tiene buena memoria, me pidio que le ayudara a comprar unas cosas para su be... -—me interrumpe de nuevo ale.

-Y la madre de la niña porque no salió con el a comprarlas o al menos le fuera hecho una lista? que mala mu... —ahora fui yo quien la interrumpio.

—Me prometiste que no me ibas a interrumpir, ya rompiste la promesa...

—Ufsss amiga lo siento, sabes como soy yo, no me puedo aguantar.

—Bueno dejame terminar de contarte o si no lo dejamos hasta ahi.

—No amiga cuentame, ahora si no te voy a interrumpir en serio.

—Como te decia, le pregunte la edad de la bebé y me dijo que tenía 5 meses y en sus manos habia pañales de talla XG, le dije que esos eran muy grandes, y ahi fue cuando me pidio que lo ayudara a comprar otras cosas y le pregunte que le hacia falta, pero ni el tenia la minima idea, le pregunte donde estaba la bebé en ese momento, yo crei que a lo mejor tenia alguna niñera que la cuidara, pues no la niña estaba en su carro, le dije que se podia asficciar alli encerrada y salio como bala a buscarla, la verdad es muy hermosa esa beba, creo que me enamore de ella...

—¿De ella o del papa? —me dice Alejandra con una sonrisa.

—De ella, ya volviste a romper la promesa eh.

—Hay lo siento amiga, creo que este tipo de promesas no se me da —me dice llevando una mano a su cabeza.

—¿En serio? no lo habia notado —le digo en tono de sarcasmo y nos reimos juntas— te sigo contando y esta vez no me interrumpas, sabes que yo tambien le pregunte lo mismo que tu me dijiste hace un momento y luego me arrepenti de haberlo hecho.

—¿Que cosa? ¿por qué?

—Lo de la madre, me dijo que habia muerto en un accidente de auto cuando iba camino a casa, de broma se pudo salvar la bebé que todavia la llevaba en su vientre,  me dio mucha tristeza verlo ahi recordando eso, hasta lloró en frente de mí, ¿cuando un hombre hace eso? y menos en frente de una desconocida.

—Ay amiga no lo dejes ir, hombres asi quedan muy pocos.

 Llegamos al super y seguiamos hablando, yo seguía contandole todo lo que había ocurrido por la noche y ella me escuchaba atenta, de vez en cuando me interrumpia, pero que iba a hacer ella era asi, Alejandra estaba tan metida en el tema que ni se dio cuenta cuando entramos al super, iba a hacer un comentario fuera de lugar cuando yo la interrumpi.

—Ssshiii, alli esta de nuevo, callate que te puedo oir.

—¿Donde? quiero detallarlo —empezo a buscar en lugar de darse media vuelta para irnos a otro pasillo— ah ¿es ese? —me dice en voz alta casi gritando, en ese momento Mattew levanta la mirada y nos ve, yo solo queria que la tierra se abriera y me tragara— ven amiga vamos a saludar —me iba a dar media vuelta creyendo que aun no me habia visto, pero no fue asi.

—Ey Abby —me llamó y camino muy sonriente hacia nosotras con Luisa en un coche— ¿como te fue en tu trabajo? espero qu no te hayas metido en problemas.

—Me fue bien, solo que no me puede volver a ocurrir —le digo con una sonrisa—¿ y que haces aqui?

—Vengo a comprar lo que le hace falta a Luisa, anque todavía no se que comprar, hay tantas variedades.

—Pero mi amiga te puede ayudar —dice Alejandra a mi lado— ella sabe mucho sobre estas cosas, además es muy delicada cuando se trata de bebes —dice sonriendo.

—Ah Mattew te presento a mi amiga —le digo señalando a Ale que se encuentra a mi lado.

—Mattew  —le dice sonriendo y extendiendo su mano— mucho gusto

—Mucho gusto, Alejandra, aunque mis amigos me llaman Ale —le estrecha la mano.

—Ok Ale —le dijo, después volteó hacia mi— y ¿si me puedes ayudar Abby? _me pregunta con una sonrisa.

—Si claro, ya que estoy aqui, te puedo ayudar.

—Por cierto amiga —me dice Ale— a todas esas, ¿a que vinimos aqui?

—Ah es que anoche deje mis compras en el carro de Mattew, y como te habia dicho las necesito.

—Ah si —dice Matt— perdona eso fue mi culpa, para compensarte te comprare algo hoy.

—No tranquilo descuida, yo puedo comprarlo.

—No claro que no, vas a gastar mas dinero y lo otro ni siquiera lo usaste, yo te voy a hacer las compras hoy, además te lo debo, por los favores que me has hecho.

 No tuve mas opcion que aceptar, asi pasamos un buen rato agarrando cosas para Luisa, y Mattew se encargo de llenar un carrito de comida solo para mí, le dije que era demasiada pero el no me hizo caso y término comprando de todo, al salir del súper nos ofreció llevarnos a casa, yo me quise negar, pero mi amiga me insistió, pues ya era tarde para un tomar un bus e ibamos a tener que tomar un taxi, asi terminamos llevando a Alejandra primero a su casa y despues Mattew me llevó a mi apartamanto, estacionó el carro, me dijo que tomara a Luisa mientras el tomaba las bolsas de compras que habia hecho para mi, al llegar a mi apartamento, lo invité a pasar para darle una taza de café a lo que con gusto acepto, observó todo el lugar que no era muy grande y estuvimos hablando un buen rato hasta que se iba air pero antes de salir me pidió un numero de telefono pero yo no tenia, se decepcionó al escuchar eso, al irse me fui a dar un baño  me puse mi pijama y me acosté en mi cama —de verdad extrañaba aquella cama en la que dormi la noche anterior, era realmente suave—, no se en que momento me quede dormida. A la mañana siguiente hice lo mismo de siempre, y sali a trabajar, al llegar al restaurante ya mi amiga habia llegado y como siempre empezo a interrogarme.

—¿Y? ¿que hicieron despues que me llevaron a mi casa? —me pregunto Alejandra como si le fuera a dar una respuesta emocionante— cuenta.

—Buenos dias Ale, yo amaneci bien ¿y tu? —le dije con sarcasmo.

—Lo siento amiga, es que todavia no entiendo el como no te has interesado por un chico tan guapo como Matt.

—Es que tu solo piensas en chicos amiga, yo no soy asi, yo solo pienso en mi trabajo.

—Ay amiga, tienes que divertirte mas, disfrutar tu juventud, el sábado voy a ir a una fiesta con carlos, ¿no quieres ir conmigo?

—No, yo no voy a ir de lampara, ¿no se supone que tienen una cita?

—Si pero, yo quiero que salgas a divertirte amiga, no sales de ese apartamento, te la pasas es leyendo ahí solitaria, esta vez te la voy a dejar pasar, sabes que ya viene mi cumpleaños y lo voy a celebrar a lo grande y te quiero ahi sin peros.

—Ok Ale, si para tu cumpleaños si voy, pero es porque es tu cumpleaños, sabes que no me gusta ir mucho a fiestas porque yo no tomo licor ni bailo.

—¿Y ese dia no puedes hacer la excepción? toma aunque sea un poquito de licor ¿si? por mí amiga, y por ti tambien ya veras que te divertiras.

—El licor lo que hace es traer problemas amiga, le gente comete mucha locuras y al dia siguiente andan arrepentidos.

—Eso es lo divertido amiga, aunque no lo creas, después nos andamos rieno de las locuras que cometemos, además mi fiesta va a ser en un club, mis padres me van a ayudar a pagarlo, ya que uno no cumple 24 todos los dias no.

—Si ya me lo imagino, y a como eres tu de seguro va a haber hasta una miniteca y licor por demas.

—Se ve que me conoces muy bien amiga, si va a se asi precisamente, y ya esta cerca, recuerda que es el otro sábado, voy a invitar a Carlos si todo sale bien mañana, después de mi cita, a lo mejor y tambien invite a Mattew —dice mi amiga moviendo la cejas— para que asi no estes sola.

 Paso la mañana y al llegar las 12 vi que Mattew entró y se sento en una de las mesa que le corrspondian a Alejandra, ella a verlo me dijo que yo lo atendiera pero me negué, le dije que esas mesas le correspondian a ella, pero después me arrepentí de haberme negado, pues recordé que ella dijo que lo iba a invitar a su fiesta y de verdad yo no queria eso, ella se acercó a Matt y vi que estaba hablando con él y riendo, de verdad me picaba la curiosidad de saber de que estaban hablando, ella se acercó a donde me encontraba y me dijo que él queria hablar conmigo, no tuve mas remedio que acercarme a ver que quería.

—Hola Abby —me saludó con una sonrisa— Ale me invitó a su fiesta de cumpleaños, me dijo que no quería que estvieras sola, ya que ni sales de tu apartamento —en ese momento quería que la tierra me tragara, ¿de verdad Ale le dijo eso? ya ibamos a discuir eso ella y yo mas tarde— y bueno creo que sería una bena oportunidad para despejar la mente y también para conocernos mas —en ese momento se acercó mi jefa y me llamo la atención porque estaba hablando con un cliente y en una de las mesas que no me correspondian.

—Disculpe —dijo mi jefa dirigiendose a Mattew luego volteo hacia mi— Abby, tenemos que hablar.

—Si claro señora Benson —le dije algo nerviosa, era la primera vez que me metía en problemas— luego hablamos —le dije a Mattew y me retiré hacia la oficina de la jefa.

—¿Que se supone que estabas hacieno hablando con tan distinguido cliente y de paso en una de las mesas que no te corresponden?, sabes que esta prohibido hablar con las personas en este restaurante si no es para tomar sus ordenes, al igual que estan prohibidas las visitas personales —me dijo mi jefa cruzada de barazos— creí que ya habíamos quedado en claro sobre el comportamiento dentro de este local y estabas advertida.

—Lo se jefa, lo siento —le dije con la cabeza gacha— no volverá a pasar.

—Eso espero Abby, esta es mi ultima advertencia.

 Salí de la oficina, y me dispuse a atender mis mesas, Alejandra me miró y me pregunto que habia pasado y que me habia dicho la jefa.

—¿Que paso amiga? ¿que con la jefa?

—Ay amiga tremendo sermón que me dio, me dijo que no podía hablar con los clientes distingidos al menos que sea para tomar sus pedidos, que no podía recivir visitas, que de lo contrario estoy despedida, Ale porfa dile a Matt que no puedo hablar con él ahora.

—Ok amiga, la jefa si que se pasa —me dijo en un susurro.

 Vi cuando Alejandra se acercó a Mattew y le dijo que no podía hablar con él, lo vi un tanto sorprendido y luego se fue, yo continúe mi trabajo como siempre, al salir me fui directo a casa... Pasaron varios dias y Mattew no había ido mas al restaurante, se me hizo extraño, pero segui mi rutina.

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